sábado, 29 de agosto de 2020

RELATOS FOTO 21. FIN DE AGOSTO


Foto: Cristina García Rodero

RELATO 1❇️

LA LLAMADA DEL VIENTO

Asunta era una feligresa ejemplar y piadosa, excepto cuando un fuerte viento del Este azotaba el valle donde se encontraba el pueblo en el que vivía, y del que Serafín era párroco. 

Durante esos días, a él le pesaba la sotana mientras se dirigía al confesionario, donde sabía que Asunta le esperaba para hacerle disparatadas proposiciones deshonestas que revelaban que, tras su apariencia recatada, se escondía un volcán de pasión... Y Serafín no era de piedra... 

“¿Qué debo hacer, Señor?” -preguntaba-. Siempre obtenía la misma respuesta: “Esperar a que pase el viento...” Menos aquella vez... 

 Ahora viven felices en Tarifa.

 

 RELATO  2

 ¡¡¡JUANA POR DIOS!!!

– Ave María Purísima, padre.

 Sin pecado concebida. ¿Qué pecados me traes hija mía?


– Padre usted sabe que mi Paco siempre ha tenido sus cosillas ¿verdad?; eso sí, no le lleves la contraria que...


 Recuerda Juana, en el Matrimonio "para la bueno y para lo   malo", hay que saber perdonar.


 Pues eso digo yo... Umm ¡Que no me ha dao tiempo a decir na, ...a él tampoco claro! Se quedó tan quietito padre. Hay que ver lo que son las cosas. 


 ¡¡¡Juana por Dios que has hecho!!!


 Pues nada padre, ya ve, aquí, a que Dios me perdone.

 

RELATO 3

A TU LADO ME SIENTO SEGURO

El Padre Lasilla era un cura aprovechón. Abría el confesionario a la hora del rosario.

 ¡Padre Lasilla, he cometido un pecado!


 Ven, siéntate aquí a mi lado.


 ¡Padre Lasilla...es usted un abusón!


 Si sólo lo sabrá Dios...secreto de confesión.


 ¡Padre Lasilla... déjese ya de cosquillas, póngase la mascarilla!


 ¡Quita de la ventanilla, siéntate en mi rodilla!


 ¡Qué indecencia!


 ¡Vamos, vamos Inesilla!... Luego pongo penitencia.

El Padre Lasilla entra en trance, mira al cielo, a Inés con velo, mañana le toca a Chelo.

– Ya puedes irte Inesilla, vete con Dios y consuelo, que yo, en la gloria me quedo.

 

RELATO 4

¡CUÉNTEME, POR DIOS!

 ...porque creía que era amor, padre. La falta de costumbre, ya sabe. Si nos hubiera visto a lomos de aquel trineo, atravesando el convento...


 ¿Trineo? Entonces, ¿es usted una de las Snow Sisters?


 No entiendo, padre. Tampoco entiendo porqué ha puesto el confesionario aquí fuera, con este frío...


 Para mantener a distancia a ciertas feligresas que me aburren sobremanera. No es su caso, créame. Pero dígame ¿qué fue de su amante fallida?


– Después del concierto insistió en entrar sola al camerino de Raphael, no he vuelto a saber de ella.


 ¡Por Dios! ¿Esto último lo saben en Telecinco?

 

RELATO 5

LOS SIETE PECADOS

 Padre, perdóneme porque he pecado (genuflexionando)


 Araceli, el hombre se aleja de la voluntad de Dios, por eso yo perdono la inquinidad y el pecado según sus preceptos (soberbia). 


 Deseo el lujo y los bienes ajenos (envidia).


– Hija, pero no estás en tus cabales, ¡deberías de arder en el infierno! (ira).


 Pero, Padre, ella solo acumula riquezas y opulencia (avaricia), y no cumple con los preceptos conyugales (pereza).


 Bueno hija, mándame a tu Pedrito a atender el servicio de altar, un rato antes (lujuria), con esos bollos de aceite tuyos (gula).

¡Ah!, y reza tres Avemarias y dos Padrenuestros.

 

RELATO 6🥇

CUENTAS CON DIOS

¿Cómo dice padre?, ¿cincuenta Avemarías?

¡Si sólo han sido cien pesetas!

  Dijo un tanto exaltada la desgastada Lucrecia a través de la rejilla del confesionario.

No tengas deudas con nadie, a no ser la de amarse unos a otros.

Pero si la última vez también me dijo cincuenta Avemarías, ¡y  habían sido doscientas veinte pesetas!

Pues el Señor es justo, Él ama la justicia. Los rectos contemplarán  su rostro.

¡Que no padre, que no! Ni rectos ni torcidos, y déjese de salmos.

  Que o usted me está poniendo a rezar de más o yo estoy robando  de menos.

 

RELATO 7

¡No me lo puedo creer! Un cura en el cementerio de Portugal.


 Ave María Purísima.


 Nenhum pecado concedido.


 ¿Español?


 Sí, dígame Señorita...


 Ay Señor cura, he venido desde España a cometer un pecado... Confieso, me veo con la novia de mi hermano.


 ¡¿Cómo?!


 Sí, sí, estoy con mi cuñada...

El hombre que había dentro, salió del confesionario y la sorpresa de la chica fue que no era un cura...

 

RELATO 8

 ¡Anda que no es tonto el cura nuevo! Toooodos los días me invento pecados y siempre me impone la misma penitencia. A ver si vuelve pronto el padre Damián, ¡SANTO VARÓN!

 

 ¡Aquí está otra vez la señora esta! Toooodos los días viene justo cuando termina el programa de Juan Imedio. Menos mal que este sonotone moderno se puede desconectar por bluetooth.

 

RELATO 9

EGO NO TE ABSOLVO

 ...creo que eso es todo padre Moisés. Me arrepiento de todo                 corazón de mis errores.


 Dios, padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por   la muerte...


 Padre...


 ...y la resurrección de su hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, ...


 Moisés...


 ...por el ministerio de la iglesia, el perdón y la paz. Yo te absuelvo de tus pecados...


 ¡Hijo!


 ...en el nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo.


 Amén... ¡Hijo! ¿Y tú? ¿No piensas perdonarme?

 

RELATO 10

Tú que apenas puedes arrodillarte ante Dios para pedir perdón, ¿te confiesas autora de ese robo? ¿Un robo con escalo?

Tu pecado es la mentira y tu dolor un hijo al que seguir cuidando y protegiendo.

También la Santa Madre Iglesia vela por sus hijos y tapa sus pecados.

Yo te absuelvo de mentir y bastante penitencia tienes con mirar por tu hijo y esconder sus pecados.

En el nombre del Padre, del...

 

RELATO 11

LA TRAMPA… EL RATÓN ESMIRRIADO

El primer día se comió el

queso.

El segundo el queso y las

hostias.

El tercero, el cuarto el

quinto...ni queso, ni hostias. Los ratones

rompían todas las noches 

las botellas de vino para

consagrar, según el monaguillo. Eso se lo decía

al párroco, don Celestino;

este miró el botiquín,

donde había un

reluciente frasco de

purgante.

Pensativo se dijo:

“Si hay trampas para

ratones esmirriados,

también para ratones

borrachones”.

Al día siguiente, Manolito,

el monaguillo, amaneció con dolor estomacal y

nauseas.

 

RELATO 12

EL CONFESIONARIO

Esta maldita religión, que te obliga desde niño a pensar y repensar qué pecados has cometido.Porque había que confesarse y comulgar todos los domingos.

Y busca, busca, que algo malo habrás hecho. Paga, pues, tu penitencia.

Pero un día lo ves, la culpa no existe y el infierno tampoco. Y ya no toleras el halago y la complacencia a Dios de esta sociedad.

Ojalá el mundo dejara de transitar esa senda... y vivieran las almas en paz.

 

RELATO 13

En tiempos difíciles necesitamos esperanza. Rogamos a Dios y pedimos protección, ayuda. Hablamos mentalmente y lanzamos misivas al firmamento. Aunque nos queda la duda de que no se nos escuche.

Aquel año, el pánico se apoderó de la población y, la forma más directa de encomendarse, era ir a la iglesia. Una confesión para limpiar el alma, soltar lastres y así poder pedir a cambio.

Tanta gente acudía a los templos, que hubo que trasladar los confesionarios a la calle, para poder "airear sus pecados".

Sin embargo, el Perdón y la Creación reside en nuestro interior. Así fue y será.

 

RELATO 14🥈

®EGOTEABSOLVO

Doña Eulalia acude cada mediodía a la iglesia, en busca de don Arcadio. Le lleva un hatillo con una ración del potaje que haya cocinado y se ponen al día de los avatares del mundo.

Desde que los pecados se redimen con la aplicación "Ego te absolvo" los feligreses han dejado de acudir a confesión antes de la comunión. Don Arcadio se aburre. 

"Ego te absolvo" consta de un catálogo con los cien pecados más comunes del ser humano. Con sólo seleccionarlo, la aplicación te indica los rezos necesarios para el perdón. 

"Ego te absolvo" cotiza muy alto en bolsa.

 

RELATO 15

LUDOVICA… ¡AY, DIOS!

¡Otra vez Ludovica!

¡No hay forma de quitármela de encima!

He sacado el confesionario a la calle, junto al cementerio, sin reclinatorio para confesarse... ¡Y ahí sigue ella!

Día tras día para contarme sus "maldades".

Que no le dio de comer al gato porque la arañó; que se le cayó la dentadura a la sopa y, en vez de tirarla, la sirvió; que echó lejía a las bragas de su nuera y las destiñó...

El obispo se sonrió cuando le dije que quería un sitio pequeño y tranquilo... ¡El muy ladino ya sabía lo que me esperaba con Ludovica!!

  

RELATO 16

EL CHIVO EXPIATORIO 

¡Padre... padre!


- Dígame...


Vengo a confesar un horrible crimen que cometí anoche...


Pasadas las dos, me erguí sigilosamente sin despertar a mi  marido. Agarré su escopeta, y sin prender luz alguna, con la puerta de casa entreabierta, enfilé la calle hacia la plaza. Allí estaban los Cabanillas, fanfarroneando tras secar la cantina. Sin miramientos, descerrajé a esos tres mangurrianes. Un clavel por solapa y regreso raudo.

Nadie me vio. Guardé la escopeta y al lecho sin desvelo.


¡Alabado sea Dios!... Todo salió deliciosamente ajustado al plan... ¡Al infierno con su ponzoña!...

   Respecto a usted, tres avemarías y encargando un chivo...

 

RELATO 17❇️

EROS

Padre, tenía un hermano a quien quería con locura. Éramos los mejores compañeros de juegos..., reíamos y llorábamos juntos con el candor y la pureza de la inocencia. Pero un día nos visitó Eros..., y lo acogimos con gozo, alegría y placer...  

Hasta que se abrió aquella puerta y apareció mi padre; un católico fanático para quien el sexo es terreno del diablo... Luego el internado en aquel tétrico colegio de monjas, la fuga a Francia donde pude instalarme..., crear una familia... 

He vuelto, Padre, para decirle que no me arrepiento de nada..., y que sigues siendo mi primer amor.

 

RELATO 18

LA CONFESIÓN DE ASUN

FAYÓN 1937

Dijeron que fue el curilla Antón el que denunció a Miguelón “el herraó” 

Asunción, su viuda, juró no perdonarlo nunca.

MADRID 1974


 Padre, tengo una terrible inquina guardada en mi corazón.


 Dime hija mía.


 No puedo decirlo.


 Hija, soy ministro de Dios, puedes contarme lo que sea.


 Entonces, padre, diga a su “jefe” que le vaya preparando el   finiquito, porque me estoy muriendo, y sola no me voy.


 ¿QUÉ?


 Soy “la Asun” padre, ¿me recuerda?... la del Miguelón…

NOTICIAS:

“Hallan el cuerpo sin vida del padre D. Antonio Pérez apuñalado en su confesionario".

 

RELATO 19🥉

EGO TE ABSOLVO

El padre Pertinni se hizo sacerdote por culpa de una apuesta. Así, como suena. 

Era un joven sin futuro y con una pena muy grande en su alma. Y durante una de aquellas noches de alcohol y póquer, apostó su vida.

....Y la perdió.

Su nuevo dueño, era un mafioso chapado a la antigua y muy religioso, que decidió llevar al muchacho por buen camino. El de “Nuestro Señor”.

El padre Pertinni ya no piensa ni siente nada. Entre cirios y pecados ajenos, languidece su vida. Ésa que ya no es suya. Y con una pena en el alma.

...Continuará...

 

RELATO 20

CONFESIONES DE UN PÁRROCO

Los hombres del pueblo se han hecho a la mar, soy de los pocos que quedan en tierra y estoy de muy buen ver... 

Aquí me tenéis, sumido en mis pensamientos, tratando de escuchar la confesión de Doña Antonia, una de mis asiduas feligresas.

Tras ella, puedo ver a las demás mujeres esperando turno. Están todas locas por mí.

Los domingos en misa, ocupan las primeras filas y veo que no me quitan ojo... Entre semana, con tal de verme, inventan pecados irrelevantes que expían con un ridículo Padre Nuestro. ¡Dios, que aburrimiento!

¡Ojalá alguna me confiese hoy su pasión!

 

RELATO 21

CONFESIÓN

 Padre, hay secretos inconfesables que no se pueden decir.

 Pero María, ¿entonces para qué has venido?

 Es que quiero contarlo pero no puedo.

 Vamos a ver, ¿quieres o no quieres confesarte?

 Venga, ¡ahí  va!, Rosita está  enamorada de usted.

 Pero... ¿Qué tiene que ver eso contigo?

 ¡Ay padre!

 ¡Venga chiquilla, que me tienes en ascuas!

 Pues que yo también. 

 Bueno, pues olvídate de mí. Soy cura, María. ¡Soy cura!

 Es que no puedo, sueño todas las noches con usted.

 ¡Pues sueña con Rosita!¡Ea, con Dios!

Y así, por mandato casi divino, empezó el amor entre Rosita y María.

 

RELATO 22

LA CARA DE LORCA

Si Lorca fuera cura, meditando cada palabra oída, apoyado en el reclinatorio, habría dicho "En un mundo de fugitivos el que transita el buen camino parece huir ".

Si Lorca fuera entrenador, sin despeinar su pelo moreno habría dicho "El valor espera, el miedo va a buscarte".

Si Lorca fuera profesor diría: "Creer que es posible algo es hacerlo cierto".

El Lorca que amo cantaría: "A veces desearía ser de piedra, sin sufrimiento, sin miedo, testigo del paso del tiempo".

No son "palabra de Lorca", son solo palabras, pero Él las haría brillar, las lanzaría al universo, las haría eternas.

 

RELATO 23

 Un cucurucho castañas 


 No, señora. Esto es un confesionario. La iglesia está allí donde se    congregan sus feligreses.


 A mi marío le gustaban mucho las castañas. Las pilongas. Las   ponía en la chimenea. Les cortaba así un piquillo para que no     salieran volando como un cohete. Ave María Purísima.


 Sin pecado concebida.

 

RELATO 24

SOY EL PECADO QUE CALMA MIS DEMONIOS

Todos tenemos nuestros secretos y pecados, no voy a ser la única. 

Don Rodrigo, el cura de mi pueblo me insistía: "Marta vas a conseguir ir al infierno de cabeza". 

Y sí, soy pecadora, porque tengo belleza e inteligencia, mis pensamientos son modernos, vivo como quiero mi vida, rebelde, no me callo y opino, no guardo mis sentimientos arrinconados, hago amigos, amo, sueño, vivo... incito a pecar...

¿Soy pecadora por ser quien soy?

Todos son santos al hablar de pecados ajenos, y si de pecados se trata... 

¡Soy la más perversa tentación!

¡No te olvides pecar hoy!

 

RELATO 25

Por la mañana me levanté decidido a dejar los hábitos: la cama revuelta, los susurros de sus labios a mi oído, eran parte de la vida misma y no estaba dispuesto a perdérmela.

Más tarde en el confesionario otros susurros vestidos de luto me demuestran que las palabras son un arma de destrucción sofisticada, perfeccionada al máximo en mi antigua profesión. El diablo vive y prospera en ellas.

Cerré la puerta de la iglesia y me guardé rápidamente el crucifijo en el bolsillo, como si se tratara de unas tenazas incandescentes. 

Nunca más volví a mirar atrás.

 

RELATO 26

PECAMINOSOS

 Rosario, nuestro amor es un pecado inconfesable. Asume esta penitencia”.


 Servando, no aguanto ir tan tapada. Además, la gente me maldice cuando cruzo el quicio de tu puerta”.


 “No soy el único que cae en la carne de Eva”.


 “¡No soy como Eva! Si vieran mi cuerpo, me matarían. Me voy a   la capital, allí se es más libre. Vente, seremos más felices”.


 “Allí no sabrán si eres hombre o mujer. Su odio te dolerá”. 


 “Asumo ese precio por estar junt...”

“¡¡Corten!! ¡¡Corten!!” - interrumpe Pedro Almodóvar- “¡¡Poned más pasión!! Ambos intuyen que no se volverán a ver.”

 

RELATO 27

Son ya tres semanas… menudo suplicio. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Como sacerdote cumplo con mis funciones lo mejor que puedo; mantengo a mis feligreses contentos, visito a los enfermos, abro las puertas de mi casa a los necesitados…

Podría deberse a mi falta de paciencia, sí, o quizás sea que el obispo me está poniendo a prueba. Sea lo que sea necesito que acabe.   

Sigue sin entender que estoy confesando, ¡no jugando al escondite! A ver cuántas veces se sorprende hoy al “encontrarme” en el trascurso de media hora…  

 Cuarenta y nueve… ¡cincuenta! ¡QUÉ VOY!

 



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