sábado, 27 de julio de 2024

RELATOS SEMANA 219

Foto autor desconocido 

 RELATO 1

ME FUI PARA SIEMPRE 

Nuestros hijos ya son mayores, se han independizado y vuelan felices con sus familias. ¡Y nosotros aquí, sin saber qué hacer!, este año nos vamos de vacaciones con los amigos. Matilde, siempre astuta, ya había planeado una escapada al Algarve con su amiga y durante la cena, sacarían el tema. Con una sonrisa cómplice, deslizamos los folletos del viaje sobre la mesa. Los maridos, sorprendidos pero entusiasmados, aceptaron de inmediato. ¡Nos lo merecemos!, dijeron al brindar. Pues en dos semanas, ¡nos vamos!.
En el zaguán, aún reposa su abrigo, Matilde, nunca pudo retirarlo de allí desde que el se marchó.

RELATO 2

LO MÁS DESEADO

Oscar miró por la ventana deseando que terminara aquella reunión. Se le estaba haciendo eterna. Cuando por fin acabó, puso una excusa para no quedarse a la habitual cervecita con los compañeros. Salió deprisa y tomó un taxi para llegar a casa lo antes posible. Por el camino, iba pensando en lo primero que haría al entrar por la puerta. 
Cuando llegó su mujer, le extrañó ver la ropa de Óscar tirada descuidadamente sobre el sofá. Le llamó, pero no recibió respuesta. Al mirar hacia la terraza, le vio.
Minutos después, los dos yacían desnudos bajo la tan deseada lluvia.

RELATO 3

AUTOCRACIA MUNDIAL 

Debía huir lo más rápido posible. El secreto que había descubierto era importante y peligroso, y encima, lo había robado. Su intención era compartirlo con el mundo entero, incluso a cambio de su propia vida. Saber que realmente vivimos en una simulación virtual acabaría de una vez por todas con la mezquindad de los autócratas.
Sabía que lo habían visto por una cámara de seguridad, conocían su aspecto. Entró en un probador de una tienda de ropa y lo único que quedó a su paso fue un pantalón y una chaqueta, entró como "Kim Philby" y salió como "Mata Hari".

RELATO 4

SI SUPIERAS

Si supieras cuántas veces te esperé, 
Si supieras cuántas veces, desde mi callada quietud, te añoré y en aquel viejo sofá tus ausencias lloré. 
Si supieras que cuando cansada de esperar tú creías que no te oía llegar y en silencio te acostabas, 
si supieras ¡cuántos otros perfumes olí! 
Mis lágrimas son testigo de todo cuánto sentí. 
Hoy ya no lloró más por ti.
Me quedan mis recuerdos.
Aquél viejo sofá de nuestros primeros amores lo conservo también pero hoy ya no soy aquélla joven por encima de todo enamorada. 
Hoy en ese viejo sofá otras pasiones ocupan tu lugar.

RELATO 5

MUY ELLA

Las bombas atronaban.
La sastra una dulce anciana, con manos temblorosas, cosía 
ropa al ejército y a particulares, sobre todo abrigos. 
Mi padre trabajaba para el régimen.
Un día la sastra desapareció.
Después de muchos años, pregunté a mis ancianos padres, por los muchos abrigos que yo llevaba de una casa a otra y de algo fijo en mi retina, abrigos, cosidos con papeles dentro del forro.
Mi padre me contestó:
—¡El valor no tiene edad!
Tanto ellos como la sastra pertenecían  a la resistencia.
Por eso ella huyó.

RELATO 6

ESTÁN DORMIDOS

Abrió la puerta con la llave que colgaba de su cuello con un lazo celeste. Aquel día no hubo gritos al otro lado.
Vio la ropa de su padre en el sillón del salón. 
—¡Papá, mamá!
Los encontró dormidos en la cama, abrazados como casi nunca.
Salió y entró de casa al colegio durante una semana. Comió galletas, plátanos y cereales del tigre, sus favoritos.
Fue la maestra la que dio la alerta. 
Sobre la cama los padres, abrazados sobre un mar de sangre. 
Entre ellos descansa un puñal.
—Están dormidos —dijo Iván con solo seis años.



RELATO 7

STRIPTEASE 

Del restaurante fuimos a casa. Serví unas copas y  me regaló un libro con una poesía-declaración.

"Desnúdate por fuera
de tu abrigo, de tu vestido,
 de tus zapatos, de tu reloj.  
Que marque el tiempo
los latidos de tu corazón.
Desnúdate por dentro 
de dudas, incertidumbres, 
pesadillas, temor.
Para poder mirarte cegado, 
como quien mira al sol.
Ver más allá de tus ojos 
y oír palabras que no oigo de tu voz".

Fue un striptease mútuo. Nos despojamos de todo lo que nos guardábamos para con el otro.

Luego nos quitamos la ropa. Pero eso fueron versos para otro poema.

RELATO 8

SASTRE DE DAMA 

Se les acababa el tiempo.

Se quitó la ropa de escena, el chaleco crema, los pantalones y la chaqueta negra, volantes inútiles dejados a un lado. 

Suzanne, diva de la Operà de París, ojos verdes y labios de fuego, entró en su camerino; sus pechos sonrosados bailaban de pasión. 

François, en escena Dr. Molineaux, sastre por amor, sabía bien cómo tomarle las medidas.

Excitación y vértigo, la puerta entreabierta, no vieron entrar a Yvonne su novia con la navaja en la mano. 

Ahora sólo queda el silencio y un charco bermellón que se expande bajo el sofá.

RELATO 9

CON LO PUESTO

Era tímida, de esas que apenas miran por si molestan, esas inseguras que tienen un "lo que quieras" por bandera; o, al menos, eso le contaba su marido. Treinta años sin nombre ni voz.
Esa noche, con el vestido que él algún día halagó, el brindis cayó  empapando todo y, frente a ese extraño de ego inflado, no supo si fue el whisky rancio o su propia copa la que se colmó. 
-¡Ni brindar sabes! 
¡Qué relativo es el tiempo! En los diez minutos que duró su ducha, recogió una vida entera. 
Sólo necesitaba llevarse dos cosas: aprendizaje y dignidad.

RELATO 10

SIN CASTILLOS DE ARENA 

Madeleine me contó que era francesa, que decidió venir a España a vivir una nueva vida. 
Defendió siempre su felicidad, la luchó incansablemente.
Una crisis económica derrumbó su estabilidad sin previo aviso. 
Fue la gota que derramó su vaso medio lleno.
Duerme en el portal de mi edificio.
Se levanta temprano. 
Pasea hasta el albergue, se ducha, se cambia de ropa. 
Puntual en la puerta de la iglesia, con el bote de voluntades ajenas en su regazo.
Seguirá viviendo del trueque, cambiando su inaceptada presencia por esas cuatro monedas con las que, según ella, las almas presas acallamos nuestra conciencia.

RELATO 11

CUANDO MENOS TE LO ESPERAS

Tía, hubo tensión sexual desde el primer día que fui a limpiar su casa. Ayer me escribe y me dice que tenemos algo pendiente.  

Me ducho deprisa y conduzco toda nerviosa hasta su casoplón. Como tengo las llaves, entro sin llamar porque, total, me está esperando. 

Veo su ropa sobre el sofá, me lleva ventaja, me desnudo rápidamente e imagino la escena al completo.

Aparece vestido y mega impresionado. Observo unos vasos derramados sobre la mesa, las prendas mojadas y me doy cuenta de que nunca llegué a firmar el contrato de trabajo…

RELATO 12

EL INTRUSO 

La casa estaba en penumbras cuando cruzaron el umbral, tambaleándose después de una noche de copas. Las risas y las bromas de la velada aún resonaban en sus cabezas.

Cuando se desnudaban, con una risa socarrona, ella quiso encender la luz, pero el interruptor no respondió. De repente, un ruido sordo y metálico retumbó, se miraron con los ojos desorbitados, y una figura oscura se abalanzó sobre ellos.

Esa madrugada, semiinconsciente, él despertó, y a su lado en un charco de sangre yacía ella... muerta.

Extendió su brazo para acariciar su mejilla, maldiciéndose por no haber podido ocupar su lugar.

RELATO 13

MOMENTOS

A través de la pantalla del ordenador te esperaba todas las tardes, momentos de excitación, respirando felicidad, y una enorme desilusión cuando no aparecías.

Nos conocimos en aquel chat, hace ya tanto, ¿recuerdas?... pero nos fuimos distanciando como los continentes, lentamente.

Mi memoria retiene el silencio de tu mirada y tu triste sonrisa. A veces pienso que nuestras vidas quedaron colgadas y hoy,  que la lluvia me acompaña, estoy llorando recuerdos.

Te amé con toda mi alma, amor y dolor de amante, y sólo deseo que conozcas a alguien que dibuje las risas que yo no supe pintarte.

 RELATO 14

MANCHADO 

Adoro como dejas tu chaleco sobre mí cuando te desnudas por la noche. Permanezco atento, tus olores me cuentan todo lo que has vivido en el día, todas tus emociones. Agrio si el trabajo te ha descompensado, dulce si estás enamorado. 
Pero últimamente viertes sobre mí todos tus desechos. Manchas mi superficie con salsas amargas que me inquietan. Hasta hoy, que ha sido tu sangre la que ha impregnado todo mi interior. 
El relleno de gomaespuma será inservible cuando el próximo tapicero intente arreglarme.

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