RELATO 1
EL MERCADO DE LOS SUEÑOS ROTOS
El enjambre de olores bailaba entre los ciudadanos que se arremolinaban entre los tenderetes.
El bullicio, la banda sonora que parecía provenir del embarrado suelo.
Sus pies desnudos flotaban sin mancharse, a contracorriente, abriendo paso entre los sorprendidos transeúntes, cortando miradas entre envidiosas e incrédulas.
Nadie sabía de donde venía; ni siquiera ella.
Solo perseguía un sueño roto a través del tiempo. Un amor cíclico, agridulce veneno, y suero de su verdad.
Pero el antídoto no se hallaba en ningún mercado, por mucho que buscase.
Su silueta se desvaneció, detrás de su arrastrada sombra.
RELATO 2
VELO ENTRE LAS SOMBRAS
La riada no ha provocado daños graves y el ambiente del mercado es el habitual. Entre cestos de comida, la humedad y el tumulto, una elegante figura se erige con paso firme a través de la multitud. Nadie parece prestarle atención y eso le gusta, solo quiere llegar hasta él.
Bajo el titular: “Novia ahogada en el río. Trágico accidente impide la boda más esperada del año” sucumbe a la ira. Aunque ya no pueda sentir, alguien le está dando la oportunidad de vengarse y piensa utilizarla. Sonríe; ya visualiza el terror en la cara de su verdugo, su prometido.
RELATO 3
LA ESCAPADA PERFECTA
Todos me miraban con ojos inquisidores y con mucho miedo, pero me reía por dentro al observar cómo se apartaban a mí paso conteniendo el deseo de lapidarme allí mismo. No fue culpa mía ni lo hice yo, pero aproveché el acontecimiento para escapar de la iglesia con la cabeza muy alta.
La gente gritaba: "¡Ha enviado un rayo al novio que la esperaba en el altar! ¡!Es una bruja!!".
Y así fue, hija mía, cómo escapé de un hombre al que nunca quise y de una ciudad que nunca amé.
RELATO 4
TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA
El silencio se hizo en el mercado de Dublín cuando la novia irrumpió entre los puestos. Había huido del altar minutos antes de pronunciar un “sí” que jamás sintió suyo.
El olor a tierra mojada y cúrcuma guiaban sus pasos hacia el único hombre que había amado de verdad: el vendedor de especias y sedas.
Se abrió paso entre la muchedumbre que, expectante, la rodeaba con un silencio sepulcral, hasta toparse con la mirada sorprendida de aquel joven quién, con los dedos manchados de comino y ajonjolí, acarició suavemente su rostro, susurrando: _"Todos los días de nuestra vida. Sí, quiero"_.
RELATO 5
POBRE LOCA
Cada primero de mayo la ven deambular, vestido blanco inmaculado, ramo de flores en la mano.
La gente le muestra respeto en su lento caminar.
¡Pobre loca! dicen unos.
¿Qué podemos hacer? dicen otros, pero todos muestran respeto a quien el sufrimiento atrapó.
En esa pequeña localidad marinera todos fueron felices el día de su boda, él sin más demora debía zarpar con la ilusión de reunirse pronto con su amada pero el mar no entiende de promesas, de "te quieros".
Cada aniversario, la ven pasear, mirada perdida en el horizonte.
Déjenla pasar. Algún día el mar se lo devolverá.
RELATO 6
NUPCIAS MARINAS
En mitad del ágape, los invitados sintieron un ligero mareo; algunos cuerpos se tambaleaban al caminar y varias sillas se deslizaron por el piso inclinado de madera. Nadie vio venir la ola gigante que volcaría la embarcación, empujándola y haciéndola estrellar contra el muelle. Allí se rompió en dos, y la lengua de mar bravío avanzó arrasando el poblado pesquero.
Un día después, sobre los últimos vestigios fangosos del mercado al aire libre, arrastraba el vestido de la novia; buscaba a su flamante esposo, gritaba su nombre: “¡Alfonso!”.
Nadie advertía su presencia; nadie la miraba, porque nadie la veía.
RELATO 7
CALÉNDULAS BLANCAS
Velo bordado.
Caléndulas blancas adornan su sueño.
Rodean su paso almas muertas.
Vestida de novia en un alba imposible.
Avanza al
sepulcro.
Sola
Él aguarda,
el corazón en sus manos, para una vida que no llega.
Rosario de lágrimas inunda el sagrario,
anuncia lo nefasto.
La prisa, la carretera.
Se llevó sueños y boda.
Él en el altar,
espera,
aferrado a un último fulgor.
RELATO 8
TESTIGO DE BODA
En el “Marché Mouffetard”, la novia irrumpió entre los puestos cuando supo que su novio había sido secuestrado por dos rateros.
La muchedumbre, harta de sinsabores, se alzó de inmediato en su ayuda. Unos señalaron atajos, otros cerraron callejones, y un zapatero lanzó su banco como barricada.
Guiada por aquel impulso de valentía colectiva, la novia alcanzó a los maleantes y recuperó al novio, apaleado y sin dinero, pero vivo.
No tuvieron tiempo de decirse palabra. La multitud los alzó en volandas y decidió que la boda les pertenecía.
En ese caos compartido, la ciudad firmó de testigo.
RELATO 9
EL DÍA QUE MÁS BRILLÓ
Faltaban algunos ajustes para su boda: añadir más rosas, estrechar el vestido… cuando descubrió que la engañaba. Pero nunca renunciaría al sueño que la acompañaba desde niña: vestirse de blanco.
En el momento justo lo plantó en el altar y marchó dignamente. _Me basto y me sobro para hacer con mi vida lo que me venga en ganas_. Su mirada, anegada de felicidad.
Atrás dejaba la marcha nupcial sonriendo mientras corría. La calle bullía, las nubes amenazaban, pero el mundo entero parecía brillar, y sintió que una oleada de ilusión se apoderaba de ella porque, sin duda, la vida resplandecía.
RELATO 10
DERECHO DE PERNADA
Salió por la puerta grande del castillo. Así lo dictaba la "ley feudal" de la cual se valía el señor para hacer valer su derecho de pernada.
Algo raro pasaba, ya que la novia no salió como sus antecesoras, llorando cabizbaja, avergonzada y humillada.
Iba con la frente alta, desafiante, con paso lento y sereno. Todos se apartaban a su paso, al ver que en el hermoso vestido blanco una gran mancha roja destacada en el pecho.
Cuando se encontró con su esposo, que desconsolado la esperaba, ésta le susurró al oído: "Sigues siendo el primero, el tirano ha muerto"
RELATO 11
LA VIRGEN DECAPITADA
Su futuro quedó en manos del más repugnante propietario de la industria pesquera de París. Su familia, dueña de un puesto de venta de pescado en el mercado más pestilente de la ciudad, la había "vendido", sellando su desgracia para siempre.
Sobre una alfombra de flores marchitas, en plena ceremonia de boda, decidió terminar con su pesadilla, atravesando con la aguja de su tocado el corazón del inmundo novio.
Consciente de su destino, huyó.
Por última vez, con la mirada ausente, arrastrando los hedores putrefactos que marcaron su corta vida, recorrió el lugar que la vio crecer.
RELATO 12
VERSUS
Llegó la luz envuelta en un misterio.
Pisando barro sin apenas mancharse.
Vueltas las caras con recelo y envidia.
¡ Es una novia!, decían
Pero la muerte era.
Disfrazada con galas de esperanza, usando velos blancos que ocultan la mirada de la despedida.
Ahí. En medio de la vida, la muerte irrumpe y nos cautiva.
¿Quién se atreve a negarlo?
Sus prisioneros somos.
Pero...miremos otra vez.
¿Y si es un ángel?
Un ángel que descubre el hilo que nos une.
¡Ay, si fuera así...!
Saludaré al amor por si eso fuera.
RELATO 13
LA BODA DE ALICIA
Solo hacía unos segundos que Alicia caminaba, blanca y radiante, hacia el altar.
La iglesia estaba primorosamente decorada para la ocasión. Todo estaba ocurriendo como se esperaba: el cura en el altar, David esperándola en la escalinata, su madre secando lágrimas de emoción...
Pero faltaba alguien que hacía demasiado tiempo que no estaba.
Imágenes de felicidad compartida desfilaron por su cabeza y pararon sus pasos. Giró sobre sus pies y corrió hacia la salida. Volvió con su hermano repudiado, que observaba bajo la lluvia, escondido entre la multitud.
El barro no fue suciedad, sino el susurro de un nuevo comienzo.
RELATO 14
BENDICIÓN
La tradición dictaba que la novia debía caminar hasta el templo y hacer el sacrificio de algo precioso. La diosa lo apreciaría, dándole un matrimonio fecundo, solo si existía un dolor real en la ofrenda. Algunas muchachas habían llegado a cortarse un dedo de la mano para contentar a la divinidad.
Margareta había renunciado ya a su cultura, su familia y su vida acomodada, así que cuando llegó al altar se despojó de su precioso vestido de novia occidental y se vistió con las telas de la tribu. La diosa la bendijo con cinco hijos sanos y tres prudentes hijas.
RELATO 15
LA NOVIA Y EL PINTOR
Paulette nació con una malformación en el ojo izquierdo. Creció acomplejada y con el rechazo adherido a su autoestima.
Un velo cubría permanentemente su rostro.
Aunque ningún hombre la pretendía para casarse, siempre soñó con su propia boda.
En 1928, Délia Film la vistió de novia en su película, pero debía aparecer sin velo.
Terminado el rodaje, salió a la calle con el traje puesto y la cara descubierta.
Entre la gente se encontraba el pintor Gustave Loiseau, que se acercó a ella.
Señorita, ¿me permite acompañarla? Desearía pintar una sonrisa en el lienzo de su bello rostro.
RELATO 16
LA NOVIA
Su amiga le pide que alce los brazos mientras deja caer el vestido sobre su cuerpo. Entre risas nerviosas, acomoda en su pelo pequeñas flores blancas. Se miran a los ojos; es el día más feliz de su vida.
De camino a la iglesia, ella sonríe y saluda a todo el pueblo.
No habrá arroz. Ni flores. Ni aplausos.
Un caballo desbocado, una calesa volcada, dos amantes tendidos en el suelo, cubiertos de pétalos rojos…
Desde entonces, cada domingo vuelve al lugar del accidente. Se hiela el aire y los vecinos cierran sus postigos mientras susurran:
—Que viene la novia.
RELATO 17
ENCARNA
En una España tradicional, Encarna se desvía del camino esperado. Renuncia a tener hijos propios para cuidar a los de su hermana fallecida, convirtiéndose en una madre espiritual abnegada. Su vida se convierte en un sacrificio silencioso, un equilibrio entre el deseo y el deber moral. Aunque la sociedad espera que se conforme, Encarna encuentra propósito en su sacrificio, desafiando sutilmente las normas. Su historia es un testimonio de la lucha interna entre la tradición y la individualidad, y de la fuerza silenciosa de las mujeres que eligen su propio camino. Su amor y dedicación son su mayor desafío.
RELATO 18
REM
Justo al abrir los ojos todavía era capaz de recordarlo.
El bullicio ensordecedor de aquella gente desconocida que ansiaba tocarme, las ballenas del corset clavándose en mis costillas impidiéndome coger de nuevo aire. Podía sentir el tejido del vestido apretando mi piel, asfixiando cada poro y las horquillas del peinado arrancándome el cabello como si fuesen alfileres incrustados en mi cráneo.
¡Qué pesadilla!
Me eché agua fría en la cara para espabilarme. Debía darme prisa pero, segundos después, el timbre sonaba. Ya venían a peinarme, maquillarme,... en un par de horas tendría que estar lista...
...y casada.
RELATO 19
EL VENDEDOR DE HUEVOS
Tú, viejo gordo sin pudor, el día anterior me dijiste: «Me fuiste prometida, mañana serás mía incluso ante tu dios».
Recuerdo bien aquel día, en fruente la Catedral de Reims, te recuerdo a ti, esperando a tu presa bajo el gran portón.
Te miro, me miras y me ves pasar; el carruaje no se para, tu gritas con espuma en la boca.
Hui con mi vestido blanco puesto, recuerdo el barro, como alfombra roja extendida a mis pies y ustedes gente del mercado, mis invitados.
Marcel, el vendedor de huevos, de ojos verdes, me estaba esperando.
Ahora soy feliz.
RELATO 20
ELISABETTA
Rumanía 1897
Deambulaba por la calle sin rumbo, confundida.
La gente me miraba con rostros tensos y algún gesto de terror.
Solo quería ser feliz, amar, desear… no imaginaba que mi vida ya no era mía. No me pertenecía, era suya.
La noche que lo conocí fue encantador, misterioso, educado, hipnótico.
Tras su beso en mi cuello, sentí penetrar sus colmillos en mi piel.
Ahora camino entre la multitud con este vestido ensangrentado.
Me miran, pero no pueden ayudarme. Nadie puede.
Camino, guiada por el sonido de su llamada, mientras mi corazón —si aún lo tengo— late por última vez.
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