sábado, 8 de noviembre de 2025

RELATOS SEMANA 284

9
Foto @El Llorch

 

RELATO 1


CON TERNURA

No los busco, ellos me encuentran.
En cada autobús hay alguien que mira demasiado, alguien que confunde mi silencio con ternura.
Me hablan del trabajo, del tráfico, de volver a casa.
Yo escucho, siempre escucho.
Cuando sonríen, sé que ya es tarde.
El motor tiembla, la ciudad se disuelve tras el cristal.
Bajamos en la última parada; caminamos juntos un tramo.
Nadie recuerda nuestros rostros.
A veces los dejo allí, vacíos,
despojados de lo que eran,
mientras mis manos guardan el eco de su último aliento.
Mañana volveré a subir.
Y si me miras, sabrás que te he elegido con ternura.


RELATO 2

PASIÓN EN MARCHA

Pasamos inadvertidos; el vagón como único testigo. Nuestras manos inocentes se rozan, nos miramos, cómplices sonreímos. Pasan las paradas, los dedos no se apartan. Un instante eterno suspendido en el aire, un vértigo interno. El tren sigue marchando y seguimos conectados. Se suceden las estaciones, otro beso perdido. El roce es ahora un apretón suave y sube la tensión, imperceptible pero palpable.

Coincidimos más veces y nos acercamos con ganas, nos besamos… y bajamos en cualquier parada para culminar nuestro deseo.

Un día dejé de verlo, pero me queda el recuerdo de cada instante de los amantes furtivos que fuimos.
 

RELATO 3

RECUERDA 

En pleno traqueteo del tren, un hombre y una mujer se aferraban a la barra superior, sus manos casi rozándose. No quiso mirarla, pero sabía que le observaba. 
Últimamente la veía en todos sus trayectos, el rostro escondido por su cabello. 
La mujer se inclinó hacia él, susurrando: _“No debiste volver”_.
Un gélido presentimiento le hizo estremecer. Sus tiempos de sicario aparecieron en su cerebro nítidamente. 
El tren frenó y las luces se apagaron, sintiendo en ese instante algo punzante en su abdomen. Cuando la iluminación regresó, ella había desaparecido. 
En su vientre, un puñal con una inscripción grabada: _“Recuerda”_
 

RELATO 4

A DOS MILÍMETROS.

A dos milímetros, sólo a dos milimetros.
 Y el tiempo se paró.
 La luz se tornó oscuridad
 Nuestros latidos fueron uno, y estruendoso.
A dos milímetros, segundos, latidos.
A una vida de ti.
A dos milímetros y fuimos para siempre.


RELATO 5

DE CAZA
 
Siempre que cojo el autobús bulle en mi cabeza la posibilidad de un encuentro casual. De hecho, antes de colocarme en un sitio, evalúo la situación con un vistazo rápido.

Después espero el cruce de miradas, la intención en el fondo de los ojos, la posición del cuerpo, si hay sonrisa... Son datos valiosísimos.

A veces me equivoco de presa y veo, defraudado, cómo cambia de sitio perdiéndose entre la gente. O se baja y me rompe el sueño.

Mi favorito es asir la barra a la vez, casi rozarnos..., un dedo…, dos…

Un placer imaginar lo siguiente.
 

RELATO 6

ASÍ NO ES COMO EMPIEZA UNA BONITA HISTORIA DE AMOR 

Anochece. Llueve. Corro cuesta arriba. Llego sin resuello al autobús. Cargo al bebé en un brazo. Tiro del carro fuertemente con el otro. Hace calor dentro. Me falta el aire. Saco el monedero. El autobús se pone en marcha. Abro las piernas. Mantengo el equilibrio. El bebé llora. Sudo. Unas monedas se me caen. Las observo perderse entre decenas de zapatos sucios. Siento angustia. Alcanzo a sujetar la barra. Una mano me pasa rozando. Se coloca muy cerca de la mía. Veo sus dientes amarillos. Siento su aliento. Huele mal. Aparto mi cuerpo. Lo escucho decir «no eres tan guapa, zorra».
 

RELATO 7

SORTIJA CON DIAMANTE

El autobús iba tan lleno que hasta el aire pedía asiento. Ella, absorta en su reciente pedida de mano, no podía dejar de admirar el brillo del anillo… ni los ojos negros que la observaban con descaro. “Comprometida sí, pero no difunta”, pensó, disfrutando del roce accidental en la barra.
De pronto, un frenazo digno de película: pasajeros volando, bolsos huyendo, el conductor bajando a discutir su tesis sobre el tráfico.
Él, el de los ojazos, la ayudó a levantarse con una sonrisa irresistible. Ella suspiró… recogió su cartera, miró alrededor. Su ángel se había esfumado.
Y su anillo también.
 

RELATO 8

UN GIRO EN LA RUTINA 

Eran las 9:30 de una noche fría y lluviosa; la misma rutina de siempre para mí, una trabajadora de 35 años sin vida fuera de mi empleo.
Esa noche, el autobús iba lleno y al dar un frenazo, caí sobre un desconocido que me sostuvo respetuosamente.

Tras las disculpas, iniciamos una conversación. Olvidamos el trayecto hasta que él reaccionó:" Me bajo en la próxima. Me llamo Juan y cojo éste autobús todos los martes".
Ahí, en un simple encuentro nocturno, empezó mí historia.


RELATO 9

LA LÍNEA ROJA 

La línea roja cruzaba el corazón de Manhatan. Frecuentada por diversos personajes dignos de cualquier película de serie "B", era el repetido escenario de ocasionales suicidios.
El vagón cogía velocidad, interrumpido por algunas paradas, conforme se acercaba al Lower Manhatan.
La incertidumbre se apoderó de Carlos al comprender que el metro no se paraba en todas las estaciones a partir de una determinada hora.
Decidió bajarse la próxima vez que se detuviese, y caminar hasta el hotel.
Su mano rozó otra mano a su lado. Se miraron...
Solo Adele podía verlo; porque Carlos cruzó una línea roja aquella fatídica noche.
 

RELATO 10

QUE VIVA ESPAÑA

Barrio castizo. Un autobús tan lleno, que muchos de los pasajeros van de pie. Una fila de personas esperando abajo, un hombre con gafas que intenta pasar más adelante y un pisotón a una mujer de rompe y raja.
_!Eh, tío, con cuatro ojos y no ves na!_
El hombre no le contesta. Llega su parada, desciende, se acerca a la ventanilla donde está la mujer y le grita:
_¡Señora, que no tengo cuatro ojos, que tengo cinco!_ le responde el hombre mientras le muestra cinco dedos.
_¡Pos que te den por el quinto!_ fue la pronta respuesta de la mujer.


RELATO 11

JUEGO DE MANOS

En el metro hacia Moncloa observo a una pareja, situada delante de mí, sujeta a la barra del vagón. Los tres viajamos en una cápsula invisible, ajenos al exterior. Aunque ellos no se conocen, se miran y rozan sus manos indisimuladamente. Los vaivenes favorecen que sus cuerpos se aproximen. Puedo oler el deseo que desprenden, yo mismo me excito con ellos. De repente, un frenazo acompañado de cuatro minutos de apagón, paró el metropolitano. El arranque y el encendido de nuevo sorprendió a la pareja besándose apasionadamente; y a mí, inmóvil, con la mano del chico dentro de mi bragueta.


RELATO 12

BUS 312 BIS 

Mi mano lo miraba en silencio.

Las vidas, a veces, 
dependen de los silencios, 
de lo no dicho,
de las palabras que se quedan 
sin pronunciar.
Las vidas, a veces, 
dependen de una mirada 
que no te has atrevido a dirigir.

Las vidas, muy a menudo, 
son cruces de caminos desconocidos.

Aquella mañana, mi mano decidió por mí.

El conductor del autobús 312 bis puso de su parte,
la chica que había cruzado de repente le ayudó en ello.
Un frenazo, nuestras manos se entrelazaron. 
 
Fue entonces cuando nuestros cuerpos, cansados de esperar,
se reconocieron.


RELATO 13

RODEADOS DE SOLEDAD

En el vagón todos respiramos al mismo ritmo, sin mirarnos.
El tren avanza y retrocede, como nuestras vidas.
Brazos alzados, sujetándonos del asidero, cuerpos en equilibrio, auriculares sellando fronteras invisibles.
Nadie habla, nadie existe más allá de su pantalla.
Sólo el traqueteo nos recuerda que seguimos aquí, juntos pero solos.
Aprovecho el tiempo hasta mi destino y escribo, rodeado de soledad entre cien almas ausentes que me llaman poderosamente la atención.
Todas iguales.
Cuando el tren se detiene, despertamos un segundo, fingiendo humanidad,
luego volvemos a dormir, viajando solos hacia nuestros destinos 
en la misma vía muerta del silencio.


RELATO 14

DÍGANLE QUE LA BUSCO

Llevaba un abrigo rojo y un gorro de lana con dos pompones, parecía un cachorro que temía al frío; subió al tren con una sonrisa tan amplia que despejaba el invierno entero. Se agarró a la misma barra que yo, mirándome a los ojos dijo “buenos días” y me alegró aquel instante. 
Porque fue solo un instante de luz.
Después vino el estruendo. Tembló el suelo, volaron cristales, el aire se llenó de humo y gritos. Sentí sus brazos rodearme con una fuerza instintiva, feroz.
Cuando desperté entre sirenas ya no estaba.
Si alguien la conoce, díganle que la busco.


RELATO 15

POR AMOR

Juntos crecimos, sosteniéndonos el uno al otro.
Silbando mientras el tiempo pasaba de refilón,
acercándonos sin darnos cuenta al borde del final.

Pero ahora elijo no verte.
Me aparto y me uno a todo aquello
que ya no forma parte de tu vida.
Lo hago por amor a otro ser que también vive,
que también llora
y que también terminará muriendo.
Para que no desperdicie sus minutos idolatrándote.

Por eso dejo de ser de tu equipo,
para poder volver al mío.

Por amor a mí.
 

RELATO 16

INESPERADO
 
Hacía tiempo que no coincidíamos en el metro. Va abarrotado, para variar. Por eso me explica que prefiere coger el autobús. Mientras charlamos nos vamos apelotonando cada vez más y percibo algo diferente al resto de días.
 
Trato de asegurarme, pero es difícil hacerlo con tanto movimiento y falta de espacio. Un guiño acompañado de una sonrisa traviesa aclara las dudas. Tengo que hacer algo.
 
El metro se detiene. Algunos pasajeros salen, él también. Sin perderle de vista, abrazo a mi amiga de forma torpe y salgo del vagón. Ya habrá tiempo para explicaciones, ahora solo quiero escuchar su voz.


RELATO 17

SE FUE EN OTOÑO

Estás furioso. Aquí, solo.  
Su ausencia escuece. Duele y quema como el alcohol derramado a chorros sobre la herida. Te resulta insoportable. 
Te creíste que estaría siempre. 
Perfecto idiota. 
Estabas seguro que lo perdonaba todo. Ella se enfadaba poco. 
Le regalabas fríos silencios. 
Y se cansó. Un día se cansó.  
Se acabaron las sorpresas, los besos, los te cuido, las canciones bonitas, cogernos de la mano. 
Se acabaron los abrazos y los no te vayas. 
Se acabaron los buenos días con cafés calientes. Los tápate que te da frío y ten cuidado que quema.
Se acabó. Por estúpido, por idiota.


RELATO 18

LECTURAS QUE MATAN

Sí, aún disponía de unos minutos para devorar la intrigante novela.
_“Agarrada a la barra del metro, Elsa sintió un leve roce en su meñique, luego fueron dos dedos acariciados, para enseguida notar la presión de la palma ajena sobre su mano. La apartó de súbito cuando se la frotaba. Jamás imaginó la joven lo que viviría aquella noche al cerrar la puerta de casa”._
¡Huy… hora de irse a trabajar!
El metro iba colmado. Aferrada a la barra, Mirella advirtió un ligero roce en su mano. La retiró… Se apeó… Corrió… 
No dejaba de pensar _en su epitafio._


RELATO 19

AMORES IMPOSIBLES

Él se sube en la parada de la universidad, y ella en la del mercado.
Él, militante de ultraderecha, ella envuelta en un discreto chador.
No cruzan miradas ni palabras, solamente unen sus manos en la barra y se rozan levemente, y por un fugaz e íntimo momento son uno.
Dos paradas más y baja ella.
Él se queda con la mirada vacía y triste. Discreta manera de amarse desde la friolera de cinco años. Amor imposible.
Dos cuerpos distintos, una sola alma.


RELATO 20

MI REGALO DE NAVIDAD

_23/12/2025, 7,30 h._
Adormilada, mirando por la ventanilla, desde el andén, un atractivo joven le regaló una dulce mirada y una sonrisa.

_23/12/2025, 22,30 h._
Volvió a verlo en el vagón contiguo. Se acercó disimuladamente esquivando a los pasajeros. Se sintió deseada porque sus manos, incluso, llegaron a rozarse. Cuando bajó, la siguió caminando unos pasos más atrás...

_06/01/2026, 7,30 h._
"Los rumores mañaneros en el metro decían que, una chica que habitualmente hacía este trayecto, fue encontrada en un contenedor envuelta en papel regalo con un enorme lazo, degollada."

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