domingo, 22 de junio de 2025

RELATOS SEMANA 264

Foto Keita A. @sora_sky9180


RELATO 1

A LA VUELTA DE LA ESQUINA 

Por qué tenía este sueño recurrente:

 _"En la oscuridad de una noche estrellada, que le descubría la grandeza de la naturaleza, atravesaba una puerta que le llevaba a ninguna parte, a no tener una respuesta a su desdicha."_

Despertaba con una sensación de vacío equivalente a la inmensidad de sus ensoñaciones.

Aquellos sueños le hicieron pensar en que el milagro de la vida no era algo lejano e inalcanzable, si no que estaba al otro lado de la puerta... o a la vuelta de la esquina... en las dificultades cotidianas, en las relaciones humanas, en las cosas pequeñas... y sencillas.


RELATO 2

EL MEDIODÍA
 
Estando sentada en mi butaca, mecida suavemente por sus movimientos...Idas y Venidas. Mi mente se fue lejos. Y pensando, pensando, mi imaginación se elevó y tras pasar una puerta imaginaria me encontré en otra dimensión donde me veía diferente, volátil y con todos mis sueños conseguidos. Era inmensa, empoderada....De pronto, la butaca se paró en seco....Me desperté de la siesta.



RELATO 3

ANTES DE QUE AMANEZCA

Preferí dejarla allí, dormida, con media sonrisa y los ojitos cerrados de par en par.
Tras una noche infinita, bajo las estrellas del jardín del universo, nos besamos con la urgencia de lo imposible y hablamos durante horas. Pero debía marcharme.
Furtivo, crucé la puerta violeta y regresé a mi planeta. Nunca volvimos a vernos. Ella apenas notó mi ausencia.
Desde entonces la observo a través del tiempo y el espacio. A ella… y al pequeño nacido en Nazaret.
Quizá algún día se siente a mi derecha, en el Reino de los Cielos.
Hasta siempre, María. De tu vientre… Jesús.

RELATO 4

EL HOMBRE QUE DEJÓ ATRÁS A UNA SOCIEDAD DISTÓPICA 

_“A mi dejadme en paz ya, que agarro la puerta y me voy”._ 
Las últimas palabras que Tito recordaba de su abuela Gertru le acompañaban desde entonces, e inconscientemente, cuando una situación le incomodaba, literalmente agarraba la puerta y se iba.
Cuando llegó la gran catástrofe mundial y la atmósfera se volvió irrespirable, la humanidad vivía bajo tierra. 
Tito deambulaba por las interminables galerías, década tras década, hasta que una noche halló una puerta que conducía al exterior.
No sin aprensión, la entreabrió y las estrellas parecieron susurrarle _“Gertruuuu”._
Nadie se extrañó cuando Tito agarró la puerta y se fue.

RELATO 5


POR NO ESCUCHAR 

Óscar siempre fue el fantasioso de la pandilla.
Cuando con solo tres años perdió su chaqueta en la guardería, intentó convencer a sus padres de que un pajarito se la había llevado en su pico: _"se la llevó volando, volando..._", decía mientras alzaba sus bracitos y sus ojos soñadores al cielo. 
Desde niño se sintió atraído por las estrellas. Ya de adolescente podía pasar horas hablándonos de constelaciones, agujeros negros y galaxias. 

Teníamos que haberle hecho más caso cuando nos comentó algo sobre una puerta a las estrellas... Desde entonces han pasado dos meses, y no hemos vuelto a verle.

RELATO 6

PLANETA 0

Junto con el alba llegaban los cuervos en bandadas a la ciudad en busca de alimentos. 

Eran los últimos habitantes del planeta, el hambre devastó al hombre.

Se desvanecieron el día que dejaron de relacionarse entre ellos.

Otros aprovecharon el momento, fueron introduciéndose en sus vidas. 

Como un virus entraron en sus redes. 
Los convencieron para abandonar su mundo. 

Era un ejército bien organizado, habían abducido sus mentes, después tuvieron sus cuerpos.  

Noche tras noche llegaban aquellas naves que fueron vaciando el planeta, que ahora descansa y se regenera. 

Durante un tiempo será tierra de barbecho, después sembrarán nuevos seres.

RELATO 7

EN EL NOMBRE DE OZ

Apareció de pronto, solitaria en el campo: una puerta blanca abierta hacia la noche estrellada.
Él no dudó. Había leído el libro mil veces, soñado con tornados, con mundos más allá del viento.
Oz, le dijeron, no era un cuento. Era un código. Su destino.
Cruzó.
Las estrellas giraron como antiguos engranajes.
El aire olía a metal y memoria.
Una voz habló:
—Bienvenido, Mago. Hemos esperado siglos.
Frente a él, un espejo vivo.
Él no había llegado a Oz.

Él era Oz.
El viento llegó lleno de luz y promesas.
Y al despertar, el mundo despertó con él.

RELATO 8

HISTORIA DE UNA PUERTA

Mi abuelo me la contó cuando era pequeño y mi padre el día que me independicé.

“Recuerda, la vida no es un camino nada fácil. Por suerte, si eres buena persona serás recompensado con una puerta. No tengas miedo si alguna vez se presenta en tu camino. Ábrela y acepta tu destino”.

Lo que me parecía un cuento de hadas se hace realidad ante mis ojos. Giro el pomo con cierto temor y cruzo al otro lado. La puerta desaparece, sigo en el mismo lugar.

Sonrío y comprendo que no tengo que escapar de quien soy. Mi realidad es perfecta.

RELATO 9

MI NIÑO DE LAS ESTRELLAS

“Cuando te tomé en brazos, tu cabecita rubia, tu mirada pícara, ignorabas tu destino… Mi niño de las estrellas”, me repetía mi “mamá por accidente”, como yo la llamaba.
Su casa era la última que quedaba de la vieja barriada, atrapada entre edificios nuevos de hormigón.
Eso no impidió que nuestras sombras viajaran, a través de la puerta de la imaginación, hacia mundos inimaginables.
Mi madre adoptiva me hizo feliz.
Se fue para siempre. Aquí, con mi familia, veo su sombra haciéndome un guiño travieso, diluirse entre las estrellas.
La puerta sigue abierta; ahora viajo yo, acompañado de mi pequeño.

RELATO 10

EL LOCO DE LAS ESTRELLAS

Como cada noche traspasaba la línea hacia un mundo imaginario. 
Me alejaba de lo mundano hasta desaparecer dispuesto a encontrar mi realidad.
Virtualmente me ensimismaba con un sinfín de estrellas que me acompañaban transportándome a un espacio donde la realidad no era sino imaginada y mis neuras sólo soñadas.
Llegué a olvidarme del mundo en que vivía para vivir mi mundo virtual. 
Así encontré la paz, la felicidad.
Con la alborada las estrellas desaparecían y volvía a ser yo. Mis problemas sí eran reales.
Para los que me conocían no me sorprende que me llamaran "El Loco de las Estrellas".

RELATO 11

LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA

Cada noche Daniel se acercaba al descampado que había a las afueras de su pueblo. 
Unos meses atrás ,cuando encontró esa extraña puerta, no podía imaginar que su vida cambiaría para siempre.
Cuando la cruzaba,su mente se transformaba,sentía la grandeza del universo, el magnetismo de las galaxias y la fuerza de los planetas.
Era tal la belleza y tan fuerte su atracción que su ser parecía pertenecer a otra dimensión.
Una noche no regresó se perdió en el infinito…
Ahora ,ve la tierra como un recuerdo lejano y entiende al fin que siempre perteneció a las estrellas.

RELATO 12

EL BOSQUE INTERIOR
 
Amelia recibió su 70 cumpleaños acompañada de su leal soledad.
Mujer generosa y servicial, que vivió siempre por y para los demás.
No supo del amor de un hombre, del sabor de un beso, de la fusión de los cuerpos en una sola alma.
Una noche oscura, perdida por su bosque interior, halló una puerta cerrada, que al aproximarse se abrió y fue invitada a entrar.
Traspasado el portón, un universo de luz y color se postró ante ella.
La ilusión y la esperanza la acariciaban a su paso.
Era el amor, que la estaba esperando.

RELATO 13

MI ESTRELLA

Cada noche atravieso esa puerta que me separa de tí. 
Solo tengo que mirar al infinito para que mi corazón vuele hacia ti.
Todas las luces del universo son incapaces de opacar tu luz.
Todo el amor que te profeso es imposible que el tiempo logre apagarlo a pesar de tu ausencia.
Miro a ese cielo infinito buscándote noche tras noche, y ni Orión ni Sirius pueden rivalizar contigo porque eres mi vida, eres mi luz, eres mi estrella.

RELATO 14

ÚLTIMAS HORAS

Cada noche, Laura cruza el umbral invisible que separa el dolor de la calma. 
En la penumbra de la Unidad de Paliativos su voz es un refugio y sus manos un puente. Sabe cuándo una caricia basta y cuándo un silencio es abrazo. Acompaña a sus pacientes a ese borde donde la vida se hace ligera, donde el miedo cede al amor. Les habla del mar, de cielos estrellados, de despedidas que no duelen…

Al marcharse, siente que algo de ellos queda en su pecho. Una vez en casa, mira el cielo; le reconforta sentir cumplido su propósito.

RELATO 15

UN PORTAL REVELADOR 

Salí sin rumbo, la cabeza llena de ruido y el pecho cargado de nostalgia, y preguntas. Caminé por las afueras del pueblo, guiado por un impulso que no entendí hasta verla: una puerta blanca, solitaria, sin casa ni sentido. Me acerqué. Al tocarla, la madera estaba fría, como cuando alguien se va y deja todo sin cerrar. Alce la vista, en el cielo había más respuestas que preguntas. La Vía Láctea dibujaba un mapa que solo yo comprendía. 
Lo supe: no era entrada ni salida, era un espacio entre lo que fue y lo que no volverá a ser.

RELATO 16

UNA HISTORIA MENOS

Era la noche con más estrellas que recuerdo haber visto jamás. Hacía un frío contenido, como queriendo sorprenderme en un descuido. Paseaba sin rumbo cuando vi esa puerta en pie. Sin paredes ni casa aparente que la necesitara. Fui hasta ella emocionado, temeroso, imaginando lugares fantásticos a los que podría llegar al atravesarla. La abrí despacio y crucé decidido conteniendo la respiración. Miré alrededor. Enseguida me di cuenta de que no había ocurrido nada. Nada en absoluto. Me llegaron entonces las risas ahogadas de unos niños. «¡Otro!» ‒escuché que se decían. Tomé aire, silbé suavemente y continué mi camino.

RELATO 17

LO SÉ 

— Siempre he hecho lo que me decían.
Mis padres sabían qué era lo mejor para mí.
Cuáles eran las amigas que tenía que tener, los estudios que debía cursar, quién era un buen partido para mí.
Sí, él también sabe lo que es mejor para mí.
La sociedad también. 
Casarte, tener hijos, ir al gimnasio….
Y ahora no sé lo que quiero, pero sé lo que no quiero.
  
— Puedes tener todo lo que quieras, eres libre. 
Detrás de esa puerta hay todo un universo.

— Lo sé, pero me da vértigo.

— No te preocupes, no caerás, allí no hay gravedad.

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