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Foto: José Joaquín |
RELATO 1
INOCENCIA CONFORTABLE
Después de milenios que la civilización se beneficiara del cultivo de alimentos, el implacable desarrollo aparece como un monstruo imposible de saciar. Sabemos cuál es el problema, sabemos cómo solucionarlo, pero un lujurioso morbo nos seduce y nos pone de pie, al borde del precipicio. Pensamos que nuestros hijos no caerán con el resto, mas serán espectadores en un palco surtido de años de ordeñar los beneficios del planeta.
¿Será porque, en realidad, no tenemos la culpa y no seremos castigados? ... puede ser …
Entonces …
¡Tomemos coca cola y hotdogs, que mañana moriremos!
RELATO 2
TRABAJARÁS LA TIERRA CON EL SUDOR DE TU FRENTE
_"Escarba donde los palitroques"_, le dijo su abuelo unos minutos antes de morir.
_"Sois urracas despeluchás"_, escupió al resto de la familia.
Su testamento albergaba un puñado de euros repartidos entre la familia. Para su única nieta no había dinero. Había un invernadero en ruinas, sobre un terreno estéril, que sólo producía gastos. Ninguno entendía la sonrisa agradecida de la chica.
Ellos al menos heredaron dinero. Ella, gastos.
_...Un diamante dentro de una bolsita de esparto esperaba a la chica, enterrado bajo cada uno de los palitroques que una vez soportaron los plásticos del invernadero._
_Sólo tenía que escarbar..._
RELATO 3
LA JUNGLA DE HIERRO Y EL AJEDRECISTA
Dos niños entran a la jungla de hierros retorcidos, bolsas, basura… iluminada por miles de luciérnagas. Ella encuentra una muñeca; decide irse.
Lo llama:
¡Ven!
¡No, he visto algo!
Él avanza, las luciérnagas, vuelan.
Sin embargo hay una luz atrapada bajo varillas, hierbajos… Lo despeja.
Encuentra un juguete metálico triangular, unos pequeños muñequitos parlantes, móviles. Le dirigen una ráfaga de aire; empequeñece.
Viaja del dorado satélite lunar Kircon, al planeta naranja GD, así saltando estrellas, lunas, soles… en un gran tablero de ajedrez hasta hacer jaque mate, regresando a la tierra. Desde entonces, maravilló su ingenio para los juegos.
RELATO 4
EXPOSICIÓN PÓSTUMA
Me contaba mi abuelo cómo tuvieron que huir con lo puesto, no llevaban encima mas que el miedo y la vida cosida a la piel. La guerra entre hermanos es la peor de todas, decía, la ruina moral y social era mayor que la económica. La desconfianza entre vecinos e incluso familiares era una corrosión constante en el pecho.
Pasaron los años, y el abuelo murió, pero me quedó su legado, sus enseñanzas, y, lo mas importante, sus obras de arte. Hoy inauguro mi galería con sus fotos.
Lloro ante su obra estrella.
“VIDA Y MUERTE PEGADAS A LA ALAMBRADA"
RELATO 5
FALTAN LOS MOTIVOS
Allí estaba su casa, allí donde ahora solo quedan un par de palos con plásticos colgando. Allí jugaba con sus hermanos y allí se enamoró.
Ahí, donde ahora solo hay olor a muerte.
Y yo aquí, lejos de esa desolación, lleno de impotencia y rabia, me pregunto qué hice yo para tener el privilegio de vivir en este trozo del mundo donde todavía reina la paz.
RELATO 6
ALMA AGRÍCOLA
A principios de los 80 el abuelo se vino de Almería para comenzar una nueva vida. Había aprendido innovadoras técnicas de cultivo y quería volver a su pueblo, comprar una parcela y aplicar aquel sistema agrícola revolucionario.
Pero los precios eran más altos de lo que estimaba y tuvo que hipotecar la casa familiar y endeudarse.
Cubrió de plásticos, implementó riegos, aplicó productos químicos y nutrientes.
Los demás agricultores siguieron su ejemplo y mejoró las cosechas de la zona.
La producción local aumentó tanto que los precios bajaron y quebró.
Su alma sigue errante entre los fantasmales restos del invernadero.
RELATO 7
MUJERES
Mañana de viernes, a campo abierto. Las sábanas de algodón puro expuestas al sol, y ellas, esperando.
El sitio discreto descubierto por esas lavanderas de oficio, en su comarca, para tender la ropa de sus patrones discretamente, resultó ser el rincón más ventoso de la región por la confluencia de los alisios en esas coordenadas y su punto de encuentro donde contarse sus secretos.
Sin embargo, por lealtad, las confidencias jamás desveladas eran las de sus señoras, que, en la intimidad de sus alcobas, a veces reían, gemían, roncaban, pero otras tantas, lloraban desconsoladamente con la voz entrecortada, casi desgarrada.
RELATO 8
EL AMBIENTE ADECUADO
Las mañanas soleadas terminaban en frescas tardes, pues mi labor era mantener el ambiente adecuado.
Ayer era techo de frutales, albergaba naturaleza y sobre mí, la luz del sol desprendía su energía y creaba vida ligada al agua. Pequeños insectos planeaban sobre verde, y tiernas fresas color de la amapola colgaban de finos tallos como campanillas bermellonas.
Las mujeres cantaban y las cestas eran promesas de mercado.
Hoy soy un esperpento, un simple armazón de aluminio con restos de plástico. Un residuo, una imperfección humana.
Basura para el paisaje.
RELATO 9
EL DIVÁN
La imagino como dos invernaderos amplios; uno para los pasados y otro para los presentes y futuros; porque todos aportan algo. Son grandes, frescos, muy coloridos y están repletos de olores agradables. Ambos poseen variedad y abundancia.
¿Qué cómo es realmente? Bueno… digamos que como el mismo lugar, pero abandonado. Bañados de tonos áridos, muy descuidados y secos. Sí, mi vida amorosa es tan deprimente como vivir en un apocalipsis zombie.
No me mire así, ¡es inexistente!Necesitaría litros de agua milagrosa para que algo floreciese en mis invernaderos del amor.
RELATO 10
LABERINTO
Para no dejar rastro de llamadas ni mensajes, habían convenido un código que ponían en marcha cada mes, el primer día de luna llena.
Sus encuentros siempre sucedían dentro del laberinto de invernaderos que había a las afueras. La luz de la luna no era un inconveniente, más bien al contrario.
Una cinta verde en un cruce de caminos significaba girar a la izquierda, si era naranja, el giro debería ser a la derecha, así hasta llegar al lugar elegido. Una vez allí, daban rienda suelta a su deseo. Ella, casada, a punto de cumplir 50. Él apenas tenía veinticinco.
RELATO 11
JIRONES
Abrí los ojos lentamente, temeroso aún por la terrible noche vivida de vientos y tormenta. Me asomé a la ventana para ver sus efectos. En el campo telas y plásticos aparecían arrancados, hechos jirones. Un paisaje desolador, todos los cultivos perdidos.
Como cuando te marchaste, porque en ese estado voy sobreviviendo desde entonces. Son jirones mis sentimientos y plásticos arrastrados por el viento mis penas.
Irónicamente la mañana se abría al día bajo un cielo que volvía a ser limpio y azul.
Y me digo que bajo un hermoso día puede haber un campo destrozado o un corazón hecho trizas.
RELATO 12
LA MEJOR LECCIÓN
Maestra en una pedanía del mar de plástico de Almería, dieciséis alumnos marroquíes y una sonrisa blanca común en todos ellos.
En sus “casas”, sin electricidad, ayudaban con los pequeños, acarreaban garrafas de agua en bicicleta, jugaban con la pelota de trapo…
Al colegio, su hogar-refugio, acudían para compartir, comer, reír… Las niñas con diez años (se me partía el alma) ya hablaban de “su pedida”.
El abrazo de despedida, un ramo de besos y alegría, fue mi mejor regalo. Prometimos no perdernos y continuamos en contacto. Contra todo pronóstico, recibí de ellos la mejor lección de vida: la esperanza.
RELATO 13
NO SIEMPRE TIEMPOS PASADOS FUERON MEJORES
Tú que pasaste por tiempos mejores, ahora te pregunto ¿quién te ha ignorado?
Tú que con tus vestidos de temporadas alegrabas las miradas de cuantos te contemplaban
¿Por qué hoy sólo me muestras tu traje de rafia?
Sí, a ti que fuiste todopoderoso.
A ti que de tu seno alimentaste a generaciones enteras ¿quién te olvidó?
Cuando recorro tus senderos también te siento triste y despojado de aquella gracia que tuviste en tiempos pasados y añoro lo que fuiste porque soy parte de ti y me apena verte abandonado.
Hoy tienes sed. Quisiera yo saber ¿cómo podría darte de beber?
RELATO 14
MEDITERRANEO
Esto no puede ser...
El Romero dijo, no.
El Tomillo dijo ¿Para qué?
La Jara dijo, soy hermosa y pegajosa, pero aquí ya no pinto nada.
La chumbera dijo, yo aguanto lo que no me echen.
¿En el desierto de Tabernas?
Ya no queda agua ni por encima, ni por debajo.
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