sábado, 24 de febrero de 2024

RELATOS SEMANA 197

Foto: Terri Capucci

 RELATO 1


UN VIAJE DE VIDA

Ninguno padeció dolor, soledad… Jóvenes, vivieron libres. La naturaleza, su pequeño huerto y alguna pieza de caza, conformaban todos sus bienes.

Cayendo la tarde él entiendía esa mirada que lo devoraba. La subía a la carretilla haciendo que las mariposas le abrieran paso al atravesar el prado para ver la puesta de sol. Luego, se bañaban en el arroyo y se secaban abrazándose mutuamente mientras la luna resplandecía celosa.

Un huracán voló su casa. Seguidamente llegó otro acabando con ellos. Disfrutaron la vida, la risa, el aire. Su amor les dio cuanto necesitaban. Lo mejor, la muerte los encontró vivos.

RELATO 2

PREFACIO

Había una infinidad de razones por las que era mejor dejar las cosas como estaban. Fugitivos, asesinos, come-niños, líderes de una secta… cada historia les confería un perfil más turbio que el anterior. 

Para mí, una sola bastaba para desvelar el misterio más comentado de la zona: ganar el respeto de todos.

Ejecuté un plan para acceder a aquella cabaña y desenmascararlos. Nunca más se volvió a saber de mí. 

No escribo esto desde el más allá, sino desde una época diferente a la que pertenecía. Cuando uno accede a un portal del tiempo solo puede viajar al futuro.

RELATO 3

LA CASITA DE CHOCOLATE 
Sí, señor, somos el Anselmo y la Gertrudis. No, la casita no es de chocolate, estaba pintada de marrón. Nos la entregó la vieja en compensación por los daños psicológicos del secuestro. 
No estuvimos tan mal, durante aquellas semanas pudimos comer sin medida todo lo que nos ponía por delante, ¡con el hambre que rascábamos! Era una magnífica cocinera. La Gertru nada, pero yo aprendí mucho y llegué a tener un restaurante cinco estrellas Michelín.

¿Huele de muerte? Es un lechazo que estamos asando. Pase, pase, no se prive, la mesa está servida -(y el sótano anda muy vacío últimamente)-…

RELATO 4

ESTO NO ES CÓMO EMPIEZA

En la mitad del siglo XIX, mientras la frontera estadounidense avanzaba de forma implacable hacia el Oeste, la vida de los nativos americanos era casi aniquilada por la marcha de los pioneros y del ejército.

Después de haber sufrido la hambruna irlandesa, Cara, Brendan y su extensa familia, decidieron embarcar en el transatlántico _Great britain_ en busca de su sueño americano.

En su ruta hacia el Oeste, la familia fue aniquilada por los Siux, y los que salvaron la cabellera, sobrevivieron en la más absoluta miseria.

Ochenta años después, uno de sus descendientes, inauguró el primer McDonald's.

RELATO 5

SUDAMÉRICA

Una caja de madera con ventanas, era todo lo que teníamos. En realidad teníamos mucho más. El amor que nos unía, lo que nos susurraba a ambos al oído, que este lugar era el punto de partida para un futuro mejor. José y Angelina llegaron al puerto. El vapor que los llevaría a través del océano estaba listo. Observaron el enorme barco, se miraron a los ojos y decidieron que valía la pena intentarlo. Sudamérica se convirtió en nuestro nuevo hogar. A veces miramos atrás sin arrepentirnos, porque nuestros ojos siguen brillando como hace 50 años.

RELATO 6

EL PROGRESO

En sus ojos vive la incertidumbre. 

Día y noche, hacen turnos apoyados en el viejo marco de la puerta, como si su mera presencia pudiera detener el avance implacable de la demolición.

El estruendo distante de las máquinas de construcción se cierne sobre ellos como una sombra, recordándoles la inminente pérdida. 

—¡Que llega el tren hasta nuestro pueblo! —gritaron gozosos los vecinos, derrochando aplausos.

Ellos rompieron a llorar frente a los planos del trazado. La vía partía en dos el terreno que durante tantos años fue su hogar.

Día y noche, en su penosa vigilia, pretenden detener el progreso.

RELATO 7

UN GOLPE CERTERO

"A veces las personas se ríen tan fuerte como querrían llorar". Eso pensó Jhon cuando vio llegar al forastero riendo.
-"Quién es el dueño de esta pocilga", dijo el extraño, mientras el pitillo le bailaba en la boca.
Jhon se presentó con un golpe de mentón.
-"Ayer conocí a una linda jovencita que vive en esta casucha. Déjala salir, será mi esposa".
Como respuesta, recordando el llanto de la pequeña Sadie y sus faldas rasgadas, Jhon cogió el hacha de su hombro y lanzándola, con un golpe certero, le separó la frente en dos mitades.
Más le hubiera valido llorar.

RELATO 8

LOS DESHEREDADOS

La vida nada les ofrecía salvo el frío del invierno, el calor del verano y unas duras condiciones de subsistencia. 
Por las noches, la mayoría, tocaba irse a la cama sin haber podido llevarse un triste bocado para que por la mañana, antes de despuntar las primeras luces salieran, él a atender los campos y ella el ganado del señorito.
Vidas míseras nunca conocieron un día de descanso, siempre fueron conscientes de su sino.
Él, tosco, seco, curtido. Ella, infeliz soñadora, esperando alguna palabra dulce de él. 
Ninguna sonrisa, ninguna amabilidad, sólo miradas perdidas al horizonte aceptando su dura realidad.

RELATO 9

CASTILLOS DE MADERA

Vivían en una barraca hecha con tablones. Mientras trabajaban recogiendo la escasa cosecha del huerto anhelaban un hijo que nunca llegaba. Cada noche, bajo la tenue luz del candil, se cuidaban mutuamente: ella le curaba las manos frotándole con Aloe. Él, le leía poemas de Neruda con una nariz de payaso para hacerla reír. Risa que se quebró el día que llegaron las máquinas de la civilización y demolieron su Castillo de madera. Con un libro de Neruda y una nariz de payaso como únicas pertenencias, se alejaron de las ruinas, sin sospechar por un instante, que pronto serían tres.

RELATO 10

TERRITORIOS

Llegaron con lo puesto. Atravesaron fronteras, casi los venció el cansancio de tanto andar, y sortear obstáculos pesados en el alma, pero jamás se rindieron; finalmente llegaron a un destino occidental.

Les dieron refugio, pan y agua. Poco tiempo después Juan tenía un pequeño oficio. Ella remendaba costuras de las gentes del pueblo.

No tenían una vida precisamente cómoda, pero había techo y comida.
Allende dos pueblos había mejores recursos: casas, calles y farolas. Nada era comparable a la fortuna de esos brazos fuertes que recogían el cuerpo, y alma de María, cada anochecer.

 Pisaban tierra firme, puertas hacia dentro.

RELATO 11

LA SUERTE

Cuando a mediados del siglo XIX llegó la Gran Hambruna a Irlanda por el hongo de la patata, al ver que la situación no mejoraba y angustiados de tanto oír casos de muertes de niños por desnutrición en el condado de Wexford, los Kennedy decidieron emigrar al Nuevo Mundo embarcando en el Dunbrody con destino a Savannah, Georgia.
Durante la travesía murieron de tifus dos de sus cuatro hijas.
Con los años, pudieron arrendar una parcela y dedicarse al cultivo de la patata, del que eran expertos. 
Cada comida, con lágrimas en los ojos, bendecían la mesa agradeciendo su suerte.

RELATO 12

VOLVER A EMPEZAR

No sé como sobrevivimos. Después del holocausto nuclear de 2057 nos refugiamos junto a quince familias más en aquellos recónditos bosques de Canadá. Ignoro cuánta gente lo hizo en otras partes del mundo, aquellas que pudieron escapar a los efectos de las explosiones y la radiación. 

Lentamente fuimos creciendo en esta pequeña comunidad. Alimentándonos con lo que nos daba la naturaleza y educando a nuestros hijos con los conocimientos que cada uno podía aportar y los libros que rescatamos. 

Hicimos un buen trabajo. La nueva civilización evoluciona en paz. Somos más que una fotografía.
Somos un puzle reconstruido de memoria.

RELATO 13

CONTIGO PAN Y CEBOLLA

Quería su padre casarla con un rico potentado tejano cuyos intereses eran las vacas y coleccionar amantes. Ella se negó, no sería el trofeo de nadie. Su padre montó en cólera y la echó. Con una mano delante y otra detrás, Lucinda salió de la casa paterna, pobre, pero con la cabeza alta y despejada. 
Pasados muchos años recibió carta de su madre, le rogaba que volviera, su padre había fallecido y la esperaban para la apertura del testamento. Heredó una foto garabateada por detrás: “Hiciste lo correcto”, eran sus bisabuelos en los duros comienzos, y toda la fortuna familiar.

RELATO 14

ESPEJISMO 

Apago la lámpara.
Oscuridad.
Soy minúscula.
Atravieso la bombilla.
Camino sobre un polvillo amorfo.
Deshojo una margarita. 
Cada pétalo son años. 
Me llevan al pasado.

Atravieso lo ignoto.
Palpo el amor de mis padres. 
No es la cabaña.
Ni la carreta donde jugué
Ni la tierra que se escapaba entre mis deditos.
Lo que añoro. 
Es ese sentimiento que irradia de sus corazones hacia mí.
Veo sus caras, me cogen de la mano.
Enciendo la lámpara.

RELATO 15

HISTORIAS INVENTADAS 

Yo, la niña de sus ojos de un joyero pudiente. En palmitas he vivido toda mi vida.
Él, recolector de setas y cazador furtivo cuando encarta.
Nadie entiende que un día me fuera de mis lujos, a vivir con él, en su desvencijado chamizo.
Yo hago tartas y guisos, que es lo que me gusta. Él, se dedica a quererme y ya está.
Yo le cuento historias, inventadas en su mayoría. Él me escucha atentamente, como si no existiera más mundo que yo.
A quién quiera saber más, que venga. Le contaré mi historia y otras inventadas.

RELATO 16

AMOR EN LA CABAÑA

Dejé una vida confortable, una casa de lujo,donde vivía con mi marido, un buen hombre y mis tres hijos. 

Todo esto quedó atrás. 

Fue doloroso, sí. 

Pero sentí que mi lugar estaba junto a este hombre: Esteban.

Él me ofrecía una modesta, modestísima cabaña, rodeada de tierra yerma, donde después jugaría nuestro hijito. 

Trabajábamos cafa día para conseguir comida, calentar nuestro hogar y educar a nuestro pequeño.

Pero hay algo más que me dió Esteban: Un amor inmenso, que hizo que mi existencia se tornarse en algo mágico y sublime.

Me sentí rica y afortunada. 

Fui inmensamente feliz!



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