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Foto: Félix Lupa |
RELATO 1
Palito de canela.
Llevaba tiempo rascándose la nuca. Cuando el picor llegaba a ese sitio de la espalda inaccesible desde arriba y desde abajo, vio su vida pasar en un rascado, y puso solución: una tienda.
Hizo traer los mejores maniquíes, aquellos que imitaban la figura apolínea sin brazos los dejó detrás, pero había que comprobar bien a los que daban la cara, aquellos que te miran como una figura de Hopper.
Entonces, sólo entonces, quiso comprobar cómo tenía el muñeco su palito de canela debajo del bañador y obtuvo la siguiente conclusión:
Cuando el tacto es insuficiente, agarra fuerte.
RELATO 2
Revelación vacacional
Tenía tanto que dar que se lanzaba sin más sobre las mujeres intentando seducirlas. Desgraciadamente, en aquella época no funcionaba así; había que pasar por el matrimonio para poder amancebarse. Por eso, tras casi corromper a una joven, una maldición detuvo sus andanzas por la isla.
La historia es muy interesante, pero un impulso me hace separarme del grupo. Calor, un torso desnudo… tiendas, una mirada salvaje… viento, aroma masculino... Lo veo y sé que es él. No sé cómo liberarlo, pero mis manos comienzan a estimularlo con fervor.
Estoy lista para ser corrompida por semejante varón.
RELATO 3
LA ELECCIÓN
Me casé enamorado y pensé que ella también lo estaba.
Poco después de nacer nuestra hija, tuvo la primera explosión de ira descontrolada. En medio de gritos y mucho desprecio hacia mí, me dijo que se iría con nuestra hija a su país.
A partir de aquí todo fué en declive.
Sus enfados y amenazas fueron creciendo, a la vez que yo mermaba.
Me tenía... digamos que.... dominado.
Pasado el tiempo, acabé por pedir el divorcio.
Ella se fue.
Pero mi hija, que por edad ya podía elegir, se quedó conmigo y me sorprendió con un abrazo y un: Gracias Papá!
RELATO 4
El diario de la tía Paqui
07:10_Me despierto sobresaltada. He soñado que soy la hermana gemela de Ana Bolena y Enrique VIII quiere descabezarme también.
08:55_Voy por la calle y me caga una urraca.
09:14_Encuentro una tienda y decido entrar por si tienen algo para limpiarme la cagada. Resbalo y para no pegarme el gran talegazo me agarro a lo primero que pillo, que resulta ser el paquete de un maniquí masculino que hay en la entrada.
09:15_Alguien vociferando dice que soy una vieja _desgenerada_. Sí, con S.
09:19_Decido que mejor me voy a comer salpicón a cualquier chiringuito.
10:00_.....
RELATO 5
El devenir infringido
Su presencia llegaba como un calambre en la entrepierna. Manos suaves, con formas dulces, me agarraban con determinación.
Cada mañana, cuando me sacaba a la calle y cada noche, de vuelta al pequeño local donde todos pasamos la noche como sardinas en lata, su contacto revivía en mí sentimientos inexplicables.
Tras décadas de reflexión, llegué a una conclusión que me produjo un gran pesar. Al ser inanimado no poseo memoria alguna y eso que yo confundía con sentimientos, era un flashback al amanecer de lo que había ocurrido al atardecer y viceversa.
Ni ella me amaba ni yo a ella.
RELATO 6
ORBITANDO
Siempre había tenido fama de frívola (y frescachona) No en vano sus envidiosas “amigas” la llamaban “Satélite” Porque decían que siempre estaba orbitando alrededor de todo lo que tuviera pantalones. Chica desinhibida y natural, se bebía la vida con desenvoltura y espontaneidad. Su lema era: VIVE Y DÉJAME VIVIR.
Fueron pasando los años, y quiso la mala fortuna que su mente se fuera nublando, olvidando el presente y estancándose en el pasado. Ahora, raro era el día que no protagonizara la surrealista escena de fingir un vahído para “agarrarse” a lo primero que veía: La entrepierna de su macizo enfermero.
RELATO 7
Agarre
Los encontró en la página de pequeños anuncios del diario local: «Se vende un lote de dos maniquíes de hombres realistas, dotados de Inteligencia Artificial y movimiento».
Los sacaba cada día al inicio de la jornada, y funcionaban como un hechizo atrayendo a la clientela.
Al principio no sabía porqué, pero con el tiempo descubrió que cuando los ponía en el exterior de la tienda, con la manipulación del traslado se les abultaba la entrepierna y el maniquí frotaba la excrecencia con sus manos.
La escena era grosera y escandalosa, por lo que decidió cortar la sicalipsis quitándoles los brazos.
RELATO 8
Deseo
Últimamente tengo un sueño recurrente, el maniquí de la tienda de la esquina cobra vida y hacemos el amor durante horas.
Esta mañana el sueño ha sido más real que nunca, al despertarme me ha extrañado que no estuviera a mi lado. He levantado la persiana y ahí estaba, solo también, con la mirada perdida en algún punto del horizonte.
Es de noche, no soporto la idea de volver a despertame y encontrar mi cama vacia. Todavía debe estar la tienda abierta. Bajo las escaleras, lo agarro y lo subo a casa, a mi cama.
¡Buenas noches, amor!
¡Hasta mañana!
RELATO 9
EL TRABAJO
El trabajo, dignifica
El trabajo, es necesario.
El trabajo, nos hace independientes.
El trabajo, nos hace responsables.
El trabajo, yo qué sé...
El trabajo, me pone cachonda.
RELATO 10
LA VIDA NUEVA
Encerrados e inmóviles en aquel sótano de los almacenes Spencer, los maniquíes se miraban de soslayo, soportando su terrible y fría desnudez.
Siete de ellos parecían que sonreían cuando una mañana, doña Eulalia, la dueña de la mercería, los compró por Wallapop.
¡Al fin podrían ver la luz!
Doña Eulalia les pasaba un pañito húmedo cada mañana, les cambiaba el outfit y los sacaba al sol. Aunque aquella mujer hablaba demasiado, vendía un género horrible y aprovechaba las mudas para apretarles sus partes íntimas, ellos disfrutaban de volver a los escaparates y así ver pasar al mundo.
RELATO 11
No importa la edad.
Estudiaba con mis amigos, ella se acercaba me rozaba con su cuerpo
Pensaba que era casual. Sin embargo sentía una sensación placentera
Tenia un examen llegue a buscar a mis amigos, estaban con su padre. Ella me cogió la mano, me acarició,
me llevo al sofá, ahí me hizo descubrir los secretos del amor. Nos poníamos citas, repetíamos.
Tenía 18 años recién cumplidos.
Después siempre busqué, mujeres mayores que yo.
No he dicho que la mujer, que me inició en las artes amatorias, era amiga de mia padres y madre de mis mejores amigos.
RELATO 12
Quien no se consuela...
Berta no conocía varón, no por falta de oportunidades, sino porque uno le rompió el corazón hacía ya treinta años, los mismos que llevaba trabajando en aquella tienda.
Pero un corazón roto no hace que un cuerpo deje de arder de deseo, y hacía tiempo que Berta había encontrado el antídoto a su zozobra.
Paul (así le llamaba ella) era su maniquí preferido, y no precisamente porque le sentaran bien las prendas que lucía. Le encantaba que su mirada pareciera querer disimular que él también gozaba cuando ella lo trasladaba del interior a la calle dos veces al día.
RELATO 13
Carmina
Mi tía siempre me decía que la época que más le gustaba era el verano, con los hombres en pantalones cortos, sonrisas amplias y gafas de sol.
Yo nunca le conocí pretendiente alguno. No me la podía imaginar acompañada, por eso aquella tarde cuando confundió ese maniqui con un visitante de la isla, casi me muero de un ataque de risa.
Cuando ella se recompuso sólo me miró de soslayo y bufó "todos son iguales ".
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