![]() |
| Foto Ilse Bing |
Oculta
La señora marquesa se moría de celos por culpa de su marido.
Éste siempre fue un crápula. Cuando era joven, el abogado de la familia lo sacaba a menudo de la comisaría a causa de las numerosas detenciones por escándalo público.
Ella, también aristócrata, se casó muy enamorada, sobre todo de la fortuna que él heredaría junto al título nobiliario y siempre temió que sus frecuentes escarceos arruinaran su matrimonio y todo lo que conllevaba.
Su última invención para espiar a su marido fue esconderse tras la balaustrada de la parada de metro frente a su despacho disfrazada de periódico.
RELATO 2
INICIANDO UNA RELACIÓN
- A qué te dedicas?
- Colecciono periódicos. Trabajo con ellos.
- Ah!
Empecé a hacer conjeturas:
- Buscas datos?
Investigas?
Escribes?
A Oscar, el chico al que acababa de conocer, le resultó divertida mi curiosidad y optó por invitarme a su apartamento.
Encontré el estudio de un artista.
En todas las obras participaba el periódico, que podía ser el soporte, o lo introducía con collage. Después las pinceladas y veladuras lo integraban, dejaban entrever fragmentos de frases, que confería a la obra un interés añadido.
- Curiosidad satisfecha?
- Sí. Le dije contenta e ilusionada.
- Pues ahora me toca a mí:
A qué te dedicas?
RELATO 3
Los mensajes de mamá
Cada domingo, papá y yo repetíamos la rutina que teníamos antes de morir mamá: Misa de 11, paseo junto al río y vermut en el kiosko de Milú. Yo corría hacia los columpios, hasta llegar al pequeño puente sobre un arroyuelo.
Allí, como un vigía, esperaba ansioso.
_-¡Ahí está!_, pensaba.
Arroyo abajo navegaba tembloroso un barquito de papel. Más tarde un cisne azul. Sonreí. Después apareció una pequeña balsa que portaba un papel con algo escrito. Bajé corriendo para atraparla.
_"Confía, mi vida"_, decía esa vez.
Miré arroyo arriba mientras mi madre me lanzaba un beso, antes de desvanecerse sonriéndome.
RELATO 4
Vendedora de periódicos al acecho
Una mañana de noviembre saltó una noticia en grandes titulares que conmovió la ciudad: ¡Atraco en París, se busca al club Moonlight!
Michelle, como vieja al visillo, hizo sus averiguaciones desde una esquina, sus pesquisas resultaron infructuosas, pero aprovechó para vender unos cuantos periódicos y hacerse con una buena pasta gansa.
La fotógrafa Ilse Bing, que pasaba por allí, no perdió la instantánea y disparó rápida con su cámara Leica.
Michelle, la belle, aparecía en la place de la Concorde sentada en una silla a la buena sombra de la página del titular del robo por montera.
RELATO 5
LA GACETA
Enriqueta vendía revistas y prensa en la tienda de la esquina.
Mi padre me encargaba los periódicos del día y a mí me gustaba charlar un rato con ella.
Me regalaba un chupa chups de esos que llevan chicle dentro y preguntaba por mis historias con los chicos del colegio.
Los viernes nos dábamos cita en su local. Nos ponía al día sobre los asuntos políticos y económicos del país.
Lo hacía de forma jocosa, colocando un cucurucho de periódico en su cabeza, imitando las voces de los politicuchos del momento.
Nos hacía reír y pensar a la vez.
RELATO 6
BROKER EN PARÍS
Tras una dura jornada, con fuertes caídas en los mercados, decidí caminar un poco, a pesar del calor que hacía en París. Atravesando los jardines del museo del Louvre, llegué al Sena, cabizbajo y pensativo.
Y veo allí a una adorable señora, con un gorro hecho con el periódico del día, que ya recogía la caída bursátil.
La sonora carcajada que me estalló hizo que todos me miraran. Me erguí sonriendo, y me prometí que en la próxima debacle saldré del Palacio de la Bolsa con un sombrero hecho con las páginas sepias del periódico.
RELATO 7
Escribe poemas al lado del Sena
Cuando me compra el periódico, retira la página de sociedad sin mirarla, la dobla y hace un sombrero de papel. Le sirve de protección, pues el sol pega en esta orilla del Sena, pero también ahuyenta los malos presagios, esos que le dicen que él se ha casado.
Le conoció una mañana de abril. Colgada de su brazo, ella, una señorita de la alta sociedad francesa.
Sus ojos azules le pidieron que escribiera un hechizo hecho poema. Y escribiéndolo fue ella quién se hechizó.
Diez años después sigue aquí, vendiendo poemas a 2 francos.
Esperándole.
RELATO 8
Mordaza
Periodista de vocación y profesión.
El agua recorrió su cuerpo, se puso colonia de narciso, las medias, veladas, su vestido preferido azul egipcio.
Miró el periódico 1990. Periodista asesinado por la investigación que implicaba personas importantes en el tráfico de influencias Se quedó huérfana siendo pequeña.
Lo sedujo. Él, un hombre importante, no se podía resistir a una mujer atrevida.
Recogió cuidadosamente, el escorpión, había cumplido su objetivo.
Su padre descansaría en paz. Su asesino moría lentamente.
RELATO 9
CRÍA CUERVOS…
Crié a mis hijos sin apenas poder prestarles atención, todo era trabajo y trabajo. Crecieron, no obstante, como crecían antes los niños, sin apenas nada, pero como las flores del campo o los animalillos del bosque, sanos, sin prejuicios y naturales.
Ahora, a la vejez, lidio con los nietos, pequeños dictadores caprichosos, mimados y consentidos. Hoy le ha tocado el turno a Edison, mi nieto de seis años, ya convencidísimo de sus aptitudes como peluquero: Venga “abu” siéntate que te voy a poner el secador, de mientras, lee una revista. Y, heme aquí, con el “secador” puesto pasando el rato.
RELATO 10
La promesa
Laura trabajaba en unos laboratorios cinematográficos, donde clasificaba copias en bruto de películas que llegaban para su montaje y posterior distribución.
Un día desapareció un ejemplar de _Ben Hur_.
Desesperada, tras días y noches buscando, pidió ayuda a un amigo sacerdote, quién le aconsejó pedir ayuda a Dios y prometer llevar puesto un hábito de santa Rita durante un año.
Días después apareció la copia pero Laura no se veía con el hábito puesto y decidió cambiar de trato.
Prefería sentarse a leer el periódico todas las tardes en un lugar público con un cucurucho de papel en la cabeza.
RELATO 11
Culturizándose
A primera hora de la mañana se pueden ver cosas muy peculiares y la señora del periódico era una de ellas. Aunque parecía muy normal, su ritual captaba la atención de muchos.
Ojeaba un periódico con rapidez, separaba una sección, le daba forma de gorro y se lo colocaba en la cabeza mientras leía con calma el resto del diario.
Un día quise saciar mi curiosidad y le pregunté por qué hacía eso.
“Como no sé leer, me pongo lo que creo que puede ser importante para que mi cabeza lo retenga y luego miro las imágenes para entretenerme”.
RELATO 12
PRENSA MAÑANERA
Desde muy pequeña disfrutaba cogiendo el periódico que papá había traído muy temprano y, bajo la mesa camilla, iba pasando las enormes hojas mientras mordisqueaba mi tostada.
Nunca faltaba la prensa junto a mi café, pero algo cambió con el tiempo: el mundo, los periodistas o quizá yo… Las noticias me afectaban clavándose dolorosamente en mi corazón, de manera que incluso me planteé dejar esta arraigada costumbre.
Un día coloqué una hoja sobre mi cabeza para protegerme del sol y volví a sentirme como antaño. No sé por qué están todos tan asustados, ¡ahora me divierto tanto con el periódico!

No hay comentarios:
Publicar un comentario