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Foto:"Une parisiennes dans un café de Montmartre", photo noir et blanc de Christophe Lecoq. |
RELATO 1
Mujer
Mujer de los pies a la cabeza,
Ejecutivo con medias negras,
Culturista que llora con otoño en New York,
Bombero dando el pecho,
Taxista cantando nanas,
Sensual de noche, autoritaria de día,
Poeta y modelo, escritora y musa,
General de infantería, guía de sus infantes,
Banquero ama de casa,
Vestido de noche con zapato plano.
Mujer... omnipresente.
RELATO 2
MARGOT Y LA CULPA
Apurando el último cigarrillo, a mi izquierda, me llamó la atención un pequeño revuelo.
Al día siguiente, desde la comodidad de mi casa, vi en el informativo cómo pasaban en bucle las imágenes de la cámara de seguridad del café "LA BONNE BIÈRE", en el que estuve anoche. La que aparecía en el margen superior izquierdo de la pantalla, acuclillada, debajo de la mesa de la terraza con una _AK47_ apuntándome a la cabeza, era yo... El arma se había encasquillado... Vi la oportunidad y hui rodeada de escenas de horror como nunca las había imaginado.
Sólo quise desaparecer...
RELATO 3❇️
Vuelta a la realidad
Aquella tarde de otoño, llegué el primero a nuestra primera cita.
La conocí a través de una página de contactos, donde hablamos varios meses, conectamos desde el primer minuto, nos enamoramos.
Desde una esquina escondido, la vi llegar, me dieron escalofríos al ver su belleza, esa melena morena, esos ojos grandes, nariz respingona, cuerpo proporcionado, una mujer perfecta.
Me asusté, comencé a temblar, no debi mandarle la fotografía de aquel modelo tan perfecto, yo era lo que nunca querría conocer.
Así fui alejándome del lugar, ella me miró, sin saber quién era yo.
En mis ojos guardo su última mirada.
RELATO 4
SUERTE
He terminado el café y no aparece ni Dios. Cinco minutos más y me largo. No puedo… necesito el trabajo.
¡Mierda! ¿Es que todo me tiene que pasar a mí? Me han cortado la luz; el frigorífico me sacó la lengua; el ascensor se estropeó; cruzando la calle me partí un tacón del zapato y ¡hala, arriba nueve pisos!; sólo me queda un puto cigarrillo… ¿qué digo? Una colilla. Y la supuesta oferta parece un timo.
Cinco minutos más y me largo.
¡Camarero! ¿La cuenta?
No, si al final voy a tener suerte… ¿A que me hago un “sinpa”?
RELATO 5
¿Casualidad?
Le rozó el hombro, ella se
quitó un insecto imaginario.
Ángel le ofreció candela,
ella inmutable, encendió
su cigarrillo.
— Aún llevas el anillo de
nuestro compromiso. Hace
un año que me dijistes
que querías a Rubén;
sufrí, me dolió. Ahora estoy feliz, te he perdonado.
¡Lia dime algo, mírame!
Ella pensó: ”Ruben está
tardando”.
En voz alta se dijo:
— Qué casualidad, dañarse
mi coche en el mismo
sitio donde Ángel tuvo
aquel fatal accidente; hoy,
en su aniversario.
Tenía la sensación de no
estar sola.
Un frío le recorrió su cuerpo.
El anillo lo guardó en el
bolso.
RELATO 6
"Mesa velador bohemia y parisina"
Has llegado. Te esperaba desde hace días. El reflejo de tu flequillo en mi cristal, y tus cejas enmarcando esos ojos de gata; dedos suaves que me acarician cuando coges la taza, largas piernas de nailon que rozan mi pie, fundiéndolo otra vez.
Te has girado un poco, lo suficiente para mirar hacia la salida del Café, y has depositado tu pecho sobre mí. Te noto nerviosa, fumas ansiosamente, le esperas desde hace días y ya ha llegado.
Yo velaré por tí.
En este bistrot parisino y en mí, tu mesa velador, no te faltará nunca un lugar..... o dos.
RELATO 7
PRESIÓN
_¡Agente Munlaigt! Se está muy bien tomando el aire ahí sentada ¿Verdad?...¡Pues quiero resultados inmediatamente!_
_Qué manía tiene éste hombre con los nombres en clave.. Que me llamo Davinia, ¡joder!... No voy a contestarle...
_¡Agente Munlaigt! El objetivo está a punto de acceder a la estación de metro y usted tomando café como si nada y..._
_Al final me va a dar un chungo por tanta presión....pero con tal de no escuchar al loro éste...¡Camarero! ¡La cuenta!
No le dejan a una ni fumar tranquila....yo no sé porqué dejé lo de Miss Alcázar de San Juan...
RELATO 8
Análisis de un viandante
Por allí va lo que no soy... Parece un hombre valorado, en su trabajo debe cobrar un pastizal. Es atractivo, y lo sabe. Me lo tiraría. Además, se siente seguro y poderoso cuando camina solo. Irá a su casa, un hogar amplio y luminoso en un barrio del centro. Allí tendrá un espacio propio donde poder aislarse de su encantadora familia cuando sea necesario. Su pareja e hijos deben adorarle, sobre todo cuando van de excursión. Parece un tipo encantador, un buen amigo de sus amigos... ¡Ostras! ¡Ha entrado en un puticlub!
RELATO 9
Vlixes
Alejandra de Argos espera encontrarlo, quizás en la otra vida.
En la bohemia del bar aguarda un cable que lo lleve hasta él.
En esta esquina de arterias de neón, Alejandra sigue quitándose prejuicios, puede que sueñe y él duerma sin saber.
El tiempo puede ser muy cruel,
los gritos en la imaginación siempre son mudos.
Ella espera sin saber. Desafiante.
Será pues un reencuentro inesperado,
en la tarde blanca y negra,
cuando me gire serás tú.
RELATO 10
¡Cuán gritan esos pijitos!, ¡ Que bien suenan sus cacerolas y pitos!.
Pero que mal rayo me parta, si en concluyendo el cafelito no cometo un delito.
RELATO 11🥇
SOLEDAD
Allí estaba, como cada lunes, sentada en aquella terraza del barrio de Batignolles, siempre sola. Me gustaba ver cómo pedía su café, mientras esperaba nerviosa. Yo, sentada al otro lado de la avenida, sola, estuve muchas veces tentada a cruzar la calle y hablar con ella. Pero nunca reuní el valor suficiente.
Luego llegaba él, también solo, y su cara se iluminaba de una manera que la hacía más bella aún. También la de él.
Entonces me inundaba la certeza de que era así como tenían que ser las cosas, aunque él fuese mi marido y ella mi mejor amiga.
RELATO 12
CARTA A SOPHIE
Te debo tanto Sophie, que dudo que logre expresar en estas líneas siquiera una brizna de mi fervorosa gratitud.
Día tras día, en esta oscura celda, es tu recuerdo el que me mantiene con vida. Son las ansias de sentir tu piel las que ahuyentan la autodestrucción. Es tu sedoso cabello infinito y su abismal flequillo, mi destino soñado. Eres tú. Aquí dentro, eres mi pulso, mi respiración. Sangre y aire.
Gracias Sophie, por rescatarme de los brazos de la miserable dama blanca.
Gracias Sophie, por apostarlo todo a caballo perdedor, nunca podré devolver tanto amor.
Eternamente.
Carinne
RELATO 13
MARIPOSAS EN EL ESTÓMAGO
Último repaso. Peluca, faja, wonderbra, las “braguitas del médico”, medias de seda, minifalda, chaqueta y… ¡mis botines favoritos! Todo listo. Es la primera vez que acudo a una cita a ciegas. ¿Algo que perder? La vergüenza posiblemente. ¡Qué nervios!
No he sido la misma desde la mastectomía, pero hoy en día, las prótesis hacen milagros estéticos. Total, tampoco es una proposición de matrimonio, es solo un café, luego…ya veremos.
Delante del café, ya frío, inhalo ansiosa un cigarrillo, no debería fumar, ya lo sé, pero estoy nerviosísima, ¿Será aquel del patinete? No. ¿Será …? ¡Ay! Que ya viene, ya viene...
RELATO 14
Alex
Nunca pude imaginar que la hora del desamor llegase tan pronto. Aún no hace un mes que vivíamos el uno para el otro deseando eternizar aquellos instantes, aquellas apasionadas miradas de auténtico cariño. Parecíamos dos adolescentes quienes, en pleno paroxismo erótico, querían devorarse, fundirse en una unidad superior.
¿Que ha sudecido, Alex? Mejor; ¿qué ha sucedido mi amor?; porque puedo asegurarte que mi cariño permanece invariable. Confieso que empecé a notar tu ausencia cuando dejaste de mirarme a los ojos... y ahora veo que frecuentas la casa de Elisa para mi desgracia y hundimiento; ¡ay de mi vida sin ti!
RELATO 15
Nunca pensé que tomarme un café en una terraza y fumarme un cigarrillo a solas, podría ser tan gratificante.
Sin embargo, no lo vivía así: "La mujer que espera, desespera..." Me decían las Voces de Penélope.
Siempre intentando llenar con humo esa silla vacía con la que compartir migajas de conversación vespertina.
Creyéndome ridícula, disimulando una sensualidad innata, tapando unos labios con derecho a pintar de rojo, cerrada a abrir mi corazón vigilante.
Solo fue, disfrutando del solitario café y de la última calada a un cigarrillo, cuando llegaste y te sentaste...Llenando mis amaneceres y mis rojos.
RELATO 16
Boulevard Saint Germain
Escondida, en una esquina de la terraza del café de Flore, apuras la última calada de paraíso artificial buscando con avidez.
Mírame, ¿cuántos besos y miradas furtivas deseas?
Doisneau, Capa, Mallarmé, Cézanne...
¿Cuántos poemas eróticos, cuántas historias malditas?
Os he inspirado, sentido.
¡Cuántas batallas podría contarte!
Bohème, Nouvelle Vague...
Eres la musa de tu tiempo en mi acera, diosa Flore, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras... Jane Birkin.
—Tú. Inalcanzable objeto de deseo, Je t´aime, moi non plus.
Yo, Boulevard Saint Germain, orilla izquierda del Sena, en el café de la Juventud perdida, soy tu alma.
RELATO 17
¡SORPRESA!
¿Estáis listos? ¿Todo a punto? La tarta con 39 velas, el regalo, la música, el fotógrafo... Quiero que todo esté perfecto para mi hombre. ¡Que nervios! Le va a encantar... ¡No se lo espera para nada!
A ver si sale ya de la oficina... Cuando yo os diga, salís todos a la vez y le cantamos el "Happy birthday".
¡Ahí viene! ¡Callaos!
Pero... ¿Quiénes son la mujer rubia y el niño que corren hacia él?
¿Qué?? Le acaba de plantar un beso en los morros... ¡No me lo puedo creer!
¿Cómo??... ¡El niño le ha dicho "Feliz cumpleaños papá "!!
RELATO 18
EN BUSCA DE LA FELICIDAD
ÉL: No vino, nunca vino. Pasé toda la tarde esperando y nada. Ahora que podíamos estar juntos... no viene.
Mi mujer me dejó la semana pasada, dice que me quiere pero que no desea la vida de tenemos, que debemos buscar nuestra felicidad.
Ahora quiere estar sola...yo no podría estar solo.
ELLA: No fui, de camino a donde habíamos quedado paré a tomar un café y repasé los cinco años con Mario. Cuánto he sufrido, qué poco me ha querido y qué poco me he querido yo.
No fui, ahora necesito estar sola.
Debo empezar a buscar mi felicidad.
RELATO 19
DESEO IMPROPIO
Había una única idea en su cabeza, follárselo.
Como en un acto coral, su cuerpo ya había empezado a interpretar la melodía de su mente y el flujo que emanaba de sus acaloradas entrañas comenzó a humedecer su braga.
Nunca se había sentido tan excitada.
Por un instante tomo consciencia de que su vida se complicaría, y mucho, pero la razón ya había sucumbido definitivamente ante el deseo.
Deseo de besarlo.
Deseo de acariciarlo.
Deseo de sentirlo dentro.
Pero sobre todo, deseo de que no fuese él.
RELATO 20🥉
Ella
Todos los días la veía entrar a la misma hora en la cafetería de enfrente. Enseguida salía con su taza en la mano y fumaba su cigarro recién liado entre sorbo y sorbo.
Yo la observaba desde mi escaparate sin perderme un sólo detalle. Aquellos diez minutos que duraba todo el ritual, se habían convertido en el único motivo para no cerrar la librería definitivamente.
Algún día cruzaría la calle, me sentaría en alguna mesa cercana y me atrevería a iniciar alguna conversación.
Mientras llegaba ese momento, me conformaba con darle las gracias a la ley antitabaco.
RELATO 21 ❇️
La mirada
Me atrevi a seguirlo por las calles empedradas de nuestro barrio a pesar de la lluvia, porque sabia que lo veria por última vez. Tal y como sospechaba, Martin se habia citado con otra mujer en aquel café coqueto donde entró al volver la esquina. Los veía tras el cristal. Se abrazaron al encontrarse sin quitarse los abrigos. Ella no era ni más alta, ni más delgada, ni más guapa que yo tan siquiera. Pero sentí como se abria un abismo bajo mis pies cuando ella lo miró como yo nunca lo había mirado.
RELATO 22
Café con Sorpresa
Como todos los jueves, había quedado con Julie en el Café D'Or.
Mientras esperaba, me acomodé tranquilamente a fumar un cigarrillo.
De pronto, voces provenientes del interior atrajeron mi atención.
Volví la cabeza y... ¡me quedé petrificada!.
Allí estaba Thomas, el novio de Julie, con una chica en evidente actitud cariñosa.
¡También era casualidad que, de todos los sitios posibles para citarse, tuviera que venir a este!
Y ahora...¿Cómo le cuento yo esto a Julie?
¡Ea, a la porra la tarde de relax y disfrute!
¡Con lo divina que venía yo!
RELATO 23
35 Rue de la Harpe
La _Pettite Hostellerie_ parecía el lugar perfecto para nuestro encuentro, tranquilo y con cocina _non stop_.
Me detuve un rato a observarla en la distancia. Melena con flequillo, _casual chic_, largas piernas...
Esa mujer había despertado un interés que creía perdido. Marie se lo había llevado. Fumaba nerviosa, volteada hacia la izquierda, ¿acaso me esperaba por ese lado?
La izquierda… ¡era una señal!
Me inquietaba acercarme, ¿y si resulta que cuando estemos cerca desaparece todo?, ¿qué pasa si ella no quiere volver a verme?, ─ ¡Para Lucas, deja de boicotearte!
Apreté el puño y crucé la _Rue de la Harpe._
RELATO 24
EL TABACO MATA
Ella fumaba en público.
Bailaba danzas brahmánicas, en reuniones erótico-festivas, ataviada con finos velos translúcidos. La sociedad de París estaba rendida a sus pies.
Aprovechó esta circunstancia para actuar en el papel de su vida: agente secreto. Interceptada por el contraespionaje fue detenida, y días después, pidiendo que no le vendasen los ojos y mirando a la muerte de frente, Mata Hari cayó fulminada.
Pensaba esto mientras disfrutaba de un _café au lait_ en la terraza de un _bistro_ de París.
Y fumaba en público.
RELATO 25🥈
Sentada en la mesa de la cocina mirando la imagen de una mujer en una terraza; fuma, observa...
Yo no encuentro nada interesante. No creo que haya, detrás de ella, una historia que contar. Nada que valga la pena ser narrado.
Pasa el día, nada me inspira.
Ya en la cama, me quedo dormida mirando el teléfono.
Ella se pone en pie, sale de la pantalla y me dice al oído:
Mañana cuando te despiertes, tú serás la imagen y yo te miraré ¿Crees que encontraré en ti algo que valga la pena ser contado?
RELATO 26
Lola es esa clase de persona que deja huella por donde pasa.
Es fuerte, valiente, apasionada, inteligente… Es aquella que te escucha cuando lo necesitas, que sabe decirte las cosas tal y como son, que te hace reír y que siempre está dispuesta a ayudarte.
¿Su pasatiempo favorito? Sentarse en una terraza de la Plaza de Chueca, pedirse un café, encenderse un cigarrillo y pasar el rato escuchando conversaciones ajenas.
Gracias a ese ritual suyo nos conocimos; no sabéis cuanto me alegro de su carencia de discreción.
Así es Lola, una mujer única en su especie.
RELATO 27
El primer sorbo del café fue hipnótico,me transporto a mi París, a esas conversaciones en cualquier terraza y en cualquier momento, a ese sentimiento de libertad que te da la veintena, estar donde quieres estar y hacer lo que quieres hacer, sin tener demasiadas responsabilidades que te arruinen el momento.Esas llegaron mas tarde, me trajeron inseguridades y miedos, pequeñas frustraciones que al ir creciendo escondí a través del engranaje perfecto que hace que si no piensas en algo no existe y si no existe, no duele.
Siempre fue mas sencillo dejarse llevar que tomar las riendas.
Ya NO .
RELATO 28
AMOR ETERNO
Fui con Yolanda al bar "Cupido", le había dejado su novio, el de toda la vida, estaba triste y necesitaba hablar.
Nos sentamos en la única mesa libre de la terraza, ella lloraba desconsoladamente hasta que, de pronto, en la mesa de al lado vimos a dos chicos muy atractivos, uno de ellos se levantó y entró en el bar. Yolanda, con la excusa de que aún no nos habían servido, se fue detrás de él y, apoyados en la barra, mirándose a los ojos, se olvidaron de nosotros.
Así fue como conocí a mi amor para toda la vida.
RELATO 29
LA HUIDA
Han conseguido que la humanidad viva con miedo al poder de la naturaleza y todas sus manifestaciones, no respetan el valor de una vida, matan, torturan, son capaces de cualquier cosa por aplastar el más mínimo brote de libre albedrío, de alegría, de disfrute. Y también han conseguido que se nos considere un peligro.
Tengo referencias de que en esta época ya no es así. Por eso he viajado en el tiempo y he cambiado mi aspecto, pero ahí están. ¿Cómo es posible que sus sabuesos me hayan localizado?
¡Oh, no! Aún conservo en mis botas los restos del Aquelarre…
RELATO 30
Había amanecido radiante y bella como el propio día. Así la veía él mientras encuchaba sus deseos. Ojos y oídos lujuriosos que se empapaban de ella mientras pedía.
Luego el satisfacía sus peticiones, a veces breves, otras más sofisticadas. Pero él nunca quedaba satisfecho siempre deseaba darle más, gozarla más tiempo ...
Ella encendía el cigarrillo de después mientras él se aproximaba a la mesa con la cuenta... puto camarero.

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