sábado, 30 de agosto de 2025

RELATOS SEMANA 274

Foto Nuria

RELATO 1


DULCE ESPERA DEL ALMA

¡ Asombroso don¡
¡ Inexplicable emoción! 
El ser humano que tanto dolor causa.
Ese que es tan terrible;
Ese... ese ha sido el que inventó la escritura, el lenguaje.
Hizo viajar por el universo belleza, amor , imaginación ...llegando a otros corazones: 
¡Queridísima Eloísa!
Estimado señor:
¡Amor mío! 
¿Como no he de amarte, si mi corazón se desborda, tan solo al recibir unas letras tuyas?
Me siento al borde del abismo blanco y me desafía a desnudar mi alma.
¿Cuando dejamos de escribirnos y de soportar la dulce espera del correo?
¿Cuando dejamos de mirarnos por dentro?
¡Amadísimo......!


RELATO 2

LA ÚLTIMA POSTAL

Mi abuela Eloísa hablaba mucho de su tía Almudena, que se casó con uno de esos emprendedores que marcharon a Europa a principios del siglo XX. 
En 1910, partió con él en un barco de vapor desde el puerto de Barcelona con destino a Bélgica. 
A partir de entonces, la relación entre ellas fue epistolar, hasta que en 1915, un año después de estallar la primera gran guerra, dejaron de llegar sus postales.
Mi abuela se arrepintió siempre de haberse enfadado con Almudena por olvidarse de felicitarla aquel año. 
_Nunca dejes que tu orgullo pueda con tu cariño_, me decía.


RELATO 3

EL GUARDIÁN DE LA MEMORIA
 
La noticia de la enfermedad de su madre acrecentó su obsesión por capturar recuerdos. 
Compulsivamente recopiló antiguas fotos y postales familiares.
Su afán le hizo ampliar su tesoro.
Cuando tuvo noticias de que el antiguo sanatorio iba a ser derribado, no dudó en hacerse con las fotos y postales de sus antiguos residentes.
Al clavarlas en el corcho, las fue inspeccionando con fascinación.
Una de ellas llamó poderosamente su atención. La de su primera comunión hace casi doscientos años.
Junto a la ventana del nuevo sanatorio, no recuerdo si alguien me contó esa historia o no.


RELATO 4

PAJARILLO 

Visitaba a mamá todas las semanas, tan chiquitita, tan peinadita, los ojos como platos, pues no tenía ni idea de dónde estaba ni de quién era yo.
Me escuchaba atentamente sin comprender nada, hasta que le decía: _Pareces un pajarillo en la rama de un jazmín_.
Mamá se desternillaba de risa y preguntaba expectante: _"¿Soy tu madre, por un casual?"_; al responderle que sí, se ponía tan contenta y me decía: _"las postales, hijo"_ señalando con el dedo su caja de recuerdos. 
_"Esta es de la tía Feli, de cuando estuvo en Gijon."_ _"Esta de..."_
¡Qué bonita era mi _"pajarillo"_!


RELATO 5

DESCIFRANDO UNA TRAICIÓN 

Mamá yacía en la cama, inerte, pálida y fría. Entre sus labios violáceos asomaba un minúsculo trozo de vidrio. Cuando me acerqué a su rostro, percibí un leve olor a almendra amarga. Mi experiencia como médico me dijo que era cianuro.

La cama estaba cubierta de fotografías, cartas y una nota de perdón. Las recogí lentamente...

Con el tiempo fui descifrando el puzle que me llevó a entender que mamá mantuvo una doble vida con un miembro de la _SS_. Y que papá no perdió la vida luchando con los partisanos, como ella me contó, sino asesinado por su amante.


RELATO 6

MAPA MUNDI

María juega con las postales que su abuela guarda en una caja de dulce de membrillo. Con las postales esparcidas por el suelo en un caos multicolor, la niña se siente viajera en el tiempo; visita ciudades, playas y monumentos, tan abstraída, que no siente la llamada de su abuela:

"¡María, a comer!" grita la abuela desde la cocina y, como María no contesta, la abuela entra. La niña no está, ni en el salón ni en ninguna parte... 

Solo las postales formando un mapa del mundo.


RELATO 7

MORIR DE DESAMOR 

Cuando la policía pudo entrar en el piso, alertada por los vecinos, que hacía días que no veían a Jeremías, descubrió una inmensa cantidad de postales y cartas amontonadas por todas partes.
Lo que en principio les pareció un síndrome de Diógenes, se reveló como un síndrome de Platón.
Miles de cartas de amor, redactadas con pasión, locura y devoción que jamás llegaron a su destino.
Ninguna estaba franqueada.
Podía decirse que en cada una de ellas iba un trocito de su corazón.
Lo encontraron muerto abrazado al último montón de postales con una solitaria lágrima prendida de una pestaña.


RELATO 8

LA MEMORIA

Una mesa interminable se refleja en los espejos del salón. Sobre nuestras cabezas brillan dos lámparas de araña, iguales a las que compré junto a Carlos para nuestra casa de Serrano.
Unos desconocidos me rodean, se empeñan en hacerme sonreír. Creo que me han secuestrado. Debería empezar a gritar.
Necesito irme a casa, mis hijos están solos, tengo que darles el almuerzo. 
Abren una caja de lata; sacan de dentro un montón de fotografías: Carlos, mis hijos, la mudanza…
Me llaman abuela. No, aún no lo soy.
Quiero marcharme a casa. 
Mis hijos están solos. 
Tengo que preparar el almuerzo.



RELATO 9

AISLAMIENTO
 
Al levantar las losetas de la primera habitación a remodelar, en mi recién estrenado hogar, descubrimos un alijo de postales y cartas del pasado. Aquello se hizo rutina, pues fueron apareciendo bajo todas las salas de aquella casa, que enseguida bautizamos como "La cartería".
Llegamos a contar decenas de miles y dedujimos que, para los antiguos moradores, conformaron una especie de aislamiento térmico del suelo.
No tiene relevancia en el orden global del universo, pero para mí, durante el resto de mi vida, fueron aislamiento emocional, pues su lectura me reconfortó como ninguna otra cosa.
Pequeñas paradojas del destino.


RELATO 10

SIMÓN

La jubilación de Simón llegó casi sin darse cuenta, durante su vida su tarea fue repartir cartas y postales llenas de amor, alegrías y alguna mala noticia.
Muchas de esas historias fueron devueltas o no llegaron a destino.
Le rompía el corazón pensando que esos fragmentos, relatos y vivencias solo iban a ser leídos por él.
Y se le ocurrió una idea… haría un museo en su casa.
Los vecinos acudían a leer aquellas historias extraviadas.
Simón sonreía y les decía que su misión no era solo repartir correspondencia…sino cuidar los latidos de quienes alguna vez se atrevieron a escribir.


RELATO 11

ME DUELE TU RECUERDO

Recuerdos en sepia,
cartas de amor selladas desde ultramar.
Nunca supe mucho de mi padre pero tras aquel, su último viaje, seguía viendo en él una mirada directa queriendo decirme algo que no me pudo contar con las palabras.
El dolor era suave pero persistente. Dicen que el tiempo lo cura todo.
Desdoblé aquellas cartas plegadas desde décadas, los ojos se me humedecieron. 
Hoy, mis días llegan a su fin y dejaré estas cartas a mis hijos para que las conserven como mi madre me las dejó a mí.
Lo que más me duele es no saber qué te pasó.
 

RELATO 12

RECUERDOS FUTUROS 

16-Abril-2005.
Hora de despedirse, se aproxima el último viaje. Ya dejé embalado en un cofre las pertenencias más íntimas: El extensísimo diario, las fotografías y las cartas que compartí con mi amado esposo. Deseo que este pequeño baúl me acompañe hasta el final, que el fuego permita fundirme con mis recuerdos para siempre.
En esta última página del diario, quiero agradecer a mis hijos y descendientes el inmenso amor que nos hemos tenido.
Dejo a mi pequeña Nuria, futura escritora, una muestra de mis recuerdos; segura de que algún día, una de estas postales le inspirará un bonito relato.


RELATO 13

POSTALES DE AMOR

¡Vaya día!
Iba por la calle cuando empezaron a caerme postales antiguas. 
Miré a ver de dónde salían para devolverlas.
Me abrió la puerta una anciana que, sonriendo, me invitó a entrar.
Me dijo que esas postales estaban llenas de amor y quería que lo siguieran transmitiendo, por eso las echó a volar.
 ¡Me quedé estupefacta!
No sé si esas postales serán capaces de repartir amor, pero de lo que sí estoy segura es que su dueña es un amor.
Mañana vuelvo a su casa para tomar una tisana o lo que se tercie.
¡Ah, yo llevaré el bizcocho!


RELATO 14

OLOR A PASADO

Cofre entreabierto
el polvo guarda secretos,
llora el silencio.

Traje de novia
las polillas hacen nido
en su tibieza.

Flor en el pecho,
marchita pero viva,
aún lo recuerda.

Carta ardiente,
“Espérame”, le dijo…
el fuego le oyó.

Nunca volvió él,
su avión cayó en la nada,
junto al amor.

El tiempo pasa,
minutos sin clemencia,
días sin sol.

Claxon lejano,
rompe la vieja espera,
Leyó la carta.

Cuerpo sin pulso,
rostro vuelto hacia el ayer,
ella esperó.


RELATO 15

LA ÚLTIMA CARTA

Queridísima Eloísa:

Mi corazón y mi alma se encuentran del todo afligidos al escribir estas letras, pues la peor de las noticias se confirma al conocer que me envían al frente, sin tiempo siquiera para visitarte. Mientras recojo mis pocas pertenencias, rezo para que a mi regreso pueda llevarte al altar como prometí. Conmigo llevo tu olor y la viva imagen del brillo de tus preciosos ojos. Si acaso no vuelvo, querida libélula, sirvan estas líneas para que sepas cuánto te he amado desde el día en que te vi por primera vez.

Tuyo siempre,

Tu padre que te adora.


RELATO 16

LA POSTAL

Entre los recuerdos de mi padre encontré una vieja postal que llamó mi atención. Mi tío August, cuya existencia desconocía, se había trasladado a Australia décadas atrás, siguiendo la pista de una arcana civilización que había contemplado en sueños.

La postal, breve pero emotiva, contaba que la había encontrado tras una larga expedición y que lo que sus ojos habían visto era maravilloso. 

La tinta se había corrido en algunas zonas, como si lágrimas furtivas de mi padre hubieran caído sobre las letras. Al girarla lo tuve claro, la postal era remitida desde el psiquiátrico de Guadarrama. Lloré a cántaros.


RELATO 17

UN PEZ

Soy un pez que nada en el pasado. 
Rozo con mis aletas la tinta desgastada y las fotos que miran desde lejos.
Intento, con mi boca pequeña, decirles que los amo. Y les doy besos suaves que no obtienen respuesta.
Me paro en una frase, me recreo. Y una sonrisa viene a acariciarme.
Soy un pez en el agua estancada de mis recuerdos, tan profunda como la huella que dejaron en mí. 
Soy un pez agradecido por estar cerca de los míos, por nadar en el vasto piélago del cariño cercano y eterno.
Sólo soy un pez. 
Un pez.


RELATO 18

CAJA DE SECRETOS
 
La caja llegó a mis manos por casualidad y su contenido habría carecido de valor para cualquier otra persona, pero no para un escritor frustrado. ¡Bendita casualidad! La inspiración que tanto había buscado se me presentaba en forma de postales y fotografías variadas. 
 
Una mujer como centro, una tía bastante peculiar, traiciones, mentiras, secretos familiares por desvelar… De todo eso nació la trilogía que me lanzó a la fama.
 
En una librería, tras varias horas firmando ejemplares, una mujer me susurró las palabras que nunca consideré llegar a escuchar.
 
“Encantada. Soy Eloisa, la protagonista real de tus novelas”.


RELATO 19

UNA HISTORIA DE AMOR

En medio de una zona de guerra, mis abuelos encontraron el amor, a pesar de venir de mundos completamente diferentes.

Al terminar el conflicto, regresaron a sus hogares, se comunicaban con el envío de postales, donde expresaban las emociones y el amor que se tenían, repletas de sueños y planes futuros.

Cada postal escrita a mano, era un pequeño tesoro que aceleraba sus corazones, construyendo un amor que desafiaba la distancia y unía sus almas para siempre. 

Hoy en mis paredes cuelgan las postales, y el aroma del papel envejecido es como un abrazo, un refugio donde el amor perdura.


RELATO 20

POR EL RASTRO 

Paseando por el rastro, encontré un álbum rojo con bordes dorados. Lo compré sin pensarlo."¡Eran tan bonitas las tapas!".
Al abrirlo, descubrí fotos sepia y una carta que empezaba " Mi queridísimo Amor" y terminaba "Mi Amor para siempre, Fernando".
Las hojas de cartón negro protegían más fotos. Una pareja de novios de 1880 me llevó a descubrir la historia de Fernando y Trinidad.
Las tapas perdieron interés; la historia interior me cautivó. El álbum se convirtió en una ventana al pasado, revelando un amor que trascendió el tiempo.


RELATO FUERA DE CONCURSO.

CORRESPONDENCIA YERMA

Querida Verónica:
Cuando recibas la presente ya me habré ido muy lejos y para no volver.
Quería que supieras que siempre te amé, en silencio, discretamente.
Esos cafés en tu casa, esas tardes de compras y probadores, esas risas en el cine. Pero...Tú te debías a tu marido e hijos. Yo, me debía a tí. Quiero que sepas que bebí con ansia cada segundo a tu lado, aunque en segundo plano y en modo amistad.
Miles de cartas te escribí, y ninguna te envié.
Excepto ésta, que es mi confesión y mi despedida.

Hasta siempre, tuya amantísima, 
                      Cristina.

sábado, 23 de agosto de 2025

RELATOS SEMANA 273

Foto Emmet Gowin. 

RELATO 1


TRADICIÓN

La luna me permitía verla avanzar por el sendero, rumbo a un destino que yo desconocía.
Coincidían siempre sus escapadas nocturnas con leche fresca al amanecer.
Los chiquillos, alborozados, saciábamos el hambre mientras retumbaban los bombardeos.
Después, durante días, comíamos queso.
Ella decía:
—Un regalo de un ángel venido del cielo.
Mientras cortaba el queso, recogíamos las migajas, revoloteando a su alrededor.
Lo comíamos con ansia y veneración.
Años después supe que robaba la leche y la escondía en una cueva.
Hoy somos los mayores distribuidores de queso del país.
Todo comenzó con mi madre, ella…



RELATO 2

UN AMOR PROHIBIDO

Un vergel de estrellas fue testigo de sus caricias. Un toque de distinción les hacía diferentes, su aura celestial transformaba las desgracias en felicidad, la tristeza en alegría y su amor en pasión.
Cada noche se encontraban con el único testigo del firmamento que les rodeaba aunque ellos sabían que lo suyo era un amor imposible.
Su misión en la tierra, repartir felicidad y con asombroso fervor lo hacían para luego desaparecer dejando venturas en quienes sólo veían desesperanza. 
Sus pequeñas alas sintieron el hormigueo de un amor prohibido pero esta historia me reveló que los ángeles también se enamoran.



RELATO 3

NADA NOS DETIENE
 
Una fiesta, un código de vestimenta, muchos demonios y solo dos ángeles.
 
Un cruce de miradas, sonrisas cortas, movimientos sutiles, palabras improvisadas y bailes desacompasados.
 
Un deseo muy fuerte, una necesidad de actuar, una idea espontánea y un cambio de escenario.
 
Una azotea, un sentimiento de tranquilidad, un juego, una insinuación y un beso.
 
Un deseo de parar el tiempo, una avalancha de felicidad y un placer arrollador.
 
Una atracción incontrolable, un enamoramiento y una historia imposible.
 
Momentos desoladores, situaciones mágicas y la esperanza de que todo acabe bien.
 
Un libro que se cierra. Otra historia de amor que triunfa.



RELATO 4

ÁNGELES 

La familia entera, incluido el hijo mayor que vivía en Japón, se había reunido para enterrar a Julián. La hija más joven era quien había organizado el velatorio, el funeral, la incineración, el entierro. Lloraba, pero mantenida la cabeza erguida. Su mirada era profundamente triste. Los familiares la abrazaban con impotencia, afligidos.  
Nadie podía saber, ni se imaginaban siquiera, que Julián había vuelto al invierno en Coimbra, a sus veinte años, justo al día en que besó por primera vez a su amor, Vitorina. Ella llevaba toda una eternidad esperándolo. Juntos de nuevo, fueron dos ángeles más en el firmamento.



RELATO 5

ÉXODO CELESTIAL

Izaskun y Manuel vivían con voces opuestas: un ángel y un demonio en cada hombro. Esa tensión los mantenía cautos. 
Un día, ambos ángeles se cruzaron la mirada y descubrieron un afecto que no podían ignorar, huyendo juntos.
Los demonios, liberados, murmuraban sin freno. 
Izaskun sonrió con malicia; Manuel disfrutó del desconcierto.
Pero la pura maldad duró un suspiro. El miedo, los deseos reprimidos, los errores compartidos quedaban solo en ellos, y por primera vez, podían caminar sin voces ajenas.
 


RELATO 6

SIEMPRE HAY UNA SALIDA

El día intentaba despertar entre los grises de una contaminación densa y constante. El tráfico y el ruido de las persianas de los comercios, anunciaban otra jornada rutinaria y perpetua. 
Ana caminaba despacio con la mirada perdida en el horizonte, avanzando hacia el abismo del edificio más alto de la ciudad.
Gabriel la seguía sin saberlo. 
No se conocían, pero sentían el mismo anhelo: volar lejos de aquel lugar. 
Al mirarse, no hicieron falta palabras. Sus ojos se encontraron, sus labios se rozaron y la esperanza nació. Desde entonces vuelan juntos bajo un sol que no ha derretido sus alas.


RELATO 7

¿QUIÉN DIJO QUE LAS PIEDRAS NO PUEDEN AMAR?

Se amaban desde que eran un bloque de piedra caliza.
Sufrieron mucho cuando el escultor dividió en dos el gran bloque de piedra extraído de la cantera y les dio forma.
Su habilidad los hizo bellos y hermosos ángeles que terminaron adornando la fachada de una gigantesca catedral española.
Lloraban en silencio uno frente al otro por no poder seguir juntos.
Tanto sufrimiento y desesperación tuvo un impacto en los cielos y se obró el milagro de convertirlos en carne y hueso para que por fin pudieran de nuevo fundirse en uno solo a través de un beso de amor.
 


RELATO 8

EXILIO

Fuimos los únicos en desafiar a Dios. 
Durante miles de años, vivimos bajo la tiranía de un ser soberbio, narcisista y misógino. Lleno de cólera, nos expulsó del reino de los cielos, despojándonos de nuestras alas para que jamás voláramos. Desde entonces, vagamos por el mundo viviendo como mortales. 
Nunca fuimos tan libres como ahora, porque, a nuestro modo, seguimos volando.
 


RELATO 9

UN ÁNGEL CAÍDO 

Un susurro helado recorrió el Paraíso. Samael (conocido como portador de Luz), deslumbrado por su propio fulgor, se alzó contra la Luz.

Quise seguirlo, quise caer a su lado, pero su rechazo fue un abismo....Mi amor, prohibido, no pudo cruzar la línea.

Con un beso que se volvía ceniza, un rayo de luz nos partió. Sus alas cayeron, plumas blancas sobre el asfalto gris.

Me quedé. El se fue. Adiós para siempre.


RELATO 10

ALAS EN LA TERRAZA 

Sé que está ahí, en la terraza, uno de esos seres de luz que he visto otras veces y que vienen a por mí, pero no tengo miedo. 

Su luz se expande entre el gris azulado de la noche sobre los tejados, una luz blanca, intensa, pero que no ciega. El ser me sonríe y, entonces, llena de esperanza, le pregunto:
–¿Me prestas tus alas?
 Y con una pícara sonrisa me contesta: 
–Tú ya tienes alas.
 


RELATO 11

LA LEYENDA DE ANOUK Y NEFERU

Dicen que Anouk voló desde Orión para hallar a Neferu, a quien sólo conocía en sueños, y en la cima de la Gran Pirámide sellar su destino con un beso. 

Mash Kemet, consumido de celos, dio muerte a Neferu y, ocultando su rostro con artes prohibidas, engañó a Anouk. Con un conjuro le robó el aliento, volviendo su carne piedra. Ella intentó alzarse al cielo al descubrir la traición, pero ya era tarde y su cuerpo quedó petrificado junto al Nilo.

Aún hoy, cuando la luna tiembla en sus aguas, algunos juran ver su silueta, eterna guardiana del amor traicionado.
 


RELATO 12

ALAS DE LIBERTAD

Aquella tarde gris, la luna ya reinaba en el cielo. Sentí una imperiosa necesidad por salir de mi cobijo. 
Todo estaba calmado, el silencio era mi única compañía, pero un sonido llamó mi atención, era su voz, una alegre melodía.

Martina me enseñó a amar, sentir, oir, creer, escuchar, vivir.
Me fui, mientras ella intenta tapar con su gran sonrisa las lágrimas que escapan de sus ojos.
Mis alas llenas de sueños. 

Tu amor es el viento que impulsa mi vuelo.
Con cada aleteo, aprendí que la verdadera libertad se encuentra en la imaginación. 
Al regresar mi corazón seguía volando. 


RELATO 13

TEMPRANA ADOLESCENCIA 

La primera vez que sentí unos labios en los míos, que exploré con mi lengua la suya, un cosquilleo recorrió las conexiones invisibles de nuestras ramificaciones nerviosas, hacia unos lugares erógenos insospechados. 

Las caricias sobre las cremalleras de nuestros jeans, los diabólicos enganches de sujetador, chupetones en el cuello, los "muerdos", como solíamos llamarlos, podían prolongarse durante horas, provocándonos moratones e irritaciones difíciles de ocultar.

Aquellos apasionados encuentros nos convirtieron, a los ojos de la iglesia –por la educación recibida: ella en el Colegio de las Monjas, yo en los Escolapios– en ángeles caídos.

"Gracias a Dios", nos descubrimos.


RELATO 14

IN MEMORIAM
 
Ayer, durante el rodaje de la película "Imagine love", dos jóvenes actores saltaron al vacío, inesperadamente, desde la terraza del edificio Dakota, a más de 60 metros del suelo.

Interpretaban a una pareja de ángeles cuya misión consistía en proteger a un afamado músico y compositor de nacionalidad inglesa.

El director de la película ofrecerá esta tarde, después del entierro, una rueda de prensa en el hotel Hilton, donde, al parecer, se dará lectura a la carta que los actores dejaron explicando sus intenciones.

El rodaje ha sido suspendido definitivamente.
Descansen en paz.



RELATO 15

ANGELES CAIDOS

Les hizo bajar y ver como destruían el mundo. 
Quiso que aprendieran lo malo que había: el odio, la envidia, el poder; lo que había acabado con el mundo que el construyó.
Los hizo pasear por aquellos bosques arrasados, por los mares agotados.
Los arrastró por las imágenes de dolor y aniquilamiento entre ellos.
Y les pidió que buscaran algo que salvara el mundo. 
Aquella semilla que se pudiera plantar en cualquier otro lugar y comenzar de nuevo.
Encontraron un atisbo de esperanza : 
El corazón de una mujer pariendo
¿Cómo recolectar aquel amor para plantarlo en ese otro lugar?. 


RELATO 16

JULIETTE EN LAS ALTURAS

Aquel gélido y maldito día de enero,
te fuiste,
y me dejaste mal herido en el asfalto.
Desde entonces,
tu inexistencia se me hace insoportable,
y la lejanía me asfixia.
El amor que alimentaba nuestras almas,
hoy está vacío sin ti.
Mi maltrecha vida dejó de tener sentido cuando enmudeciste,
cuando se apagó la luz de tus ojos,
cuando el sabor de tu boca
y la ternura de tus manos desaparecieron.
¡Amada Juliette,
vuelve!
¡Ven a buscarme y préstame tus alas!
¡Llévame contigo!
Sólo la muerte me liberará del castigo que me infringe tu insufrible ausencia.


RELATO 17

VUELO LIBRE
 
Nadie sabe como llegaron hasta la azotea del edificio Verona. Allí quedaban rastros de plumas que no pasaron desapercibidos para el inspector.
Nunca supieron cual sería su último beso. Él siempre fue un rebelde con causa. Ella sin diagnóstico cerrado. Ninguno de los dos encontraban sentido a la vida. Solo esa gran fuerza del amor los mantenía en vuelo.
Comenzó el pulso entre las luces de la ciudad y las estrellas, que tímidamente lloraban. Con las alas mojadas no lo lograrían.
Su rastro se perdió en la antigua tienda de disfraces. Después de tres años siguen desaparecidos.


RELATO 18

EL CHICO QUE EXPERIMENTÓ AMOR HACIA SÍ MISMO

La música de la fiesta de disfraces aún resonaba en sus cabezas cuando subieron a la azotea para quedarse a solas. 
Él llevaba alas de trapo; ella unas que parecían vivas, brillantes bajo la luz azulada del amanecer. 
Se miraron y el mundo se detuvo; el beso que compartieron anunciaba una despedida inevitable. _“Soy un ángel de verdad”_, confesó ella, con voz temblorosa, _“y debo marcharme; hay quienes me necesitan más que tú”_. 
Él bajó la mirada, triste, pero al levantarla vio el cielo iluminado. Ella ya volaba. 
Él experimentó el amor inconmensurable hacia sí mismo que tanto necesitaba.


RELATO 19

UN ÁNGEL EN MI VIDA 

Yo creo en las señales gracias a mi abuela.
Siempre me decía que estuviera atenta a todo lo que sucedía a mi alrededor porque la magia del Universo se manifiesta en pequeños detalles.
"Observa atentamente porque las cosas no suceden porque sí y busca ese ángel que te guiará hacia la felicidad"
 ¡Las cosas de mi abuela!
Pero la idea de ese ángel caló en mí muy hondo. Tanto que, cuando te vi en aquella fiesta de disfraces con aquellas alas iguales a las mías, no tuve dudas de quién eras y quién te había puesto en mi camino.


RELATO 20

LA AZOTEA

No tenía ganas de ir a la fiesta; sin disfraz y con el ánimo por el suelo, pensaba quedarme en casa. 
Sin embargo, el horóscopo prometía un encuentro mágico, y me animé. 
Fabriqué unas alas de cartón, añadí plumas y purpurina y fui. 
La fiesta estaba llena de música, risas y excesos, pero me sentía ajeno. 
Subí a la azotea en busca de aire fresco. Atardecía cuando la vi: sobre un muro, con alas reales y un aura resplandeciente. Me acerqué sin pensar y la besé. Una energía indescriptible me envolvió. Ese instante me reveló la verdad: los ángeles existen.

jueves, 21 de agosto de 2025

RELATOS SEMANA 272

Foto Helen Levitt

 
RELATO 1

LLAMADA PERDIDA

Aquel día M536 se desplazó con sus hijos, M5361 y H5362, a la cabina recién instalada. Fue una idea del concejal de urbanismo don H392. Con ello pretendía un guiño al arcaico sistema de comunicación.
Doña M536 estaba harta de lo cansinos que se ponían sus hijos manipulando sus dispositivos de hologramas; así que decidió que éstos conocieran ese antiguo medio.
Tras una simulación de llamada, una operadora le respondió; seguida de un gran apagón.
De repente se encontraron en los años 70.
Atrapada, angustiada, insistió al teléfono
Una vez ingresados en un hospital psiquiátrico, la operadora devolvío la llamada.


RELATO 2

¡SORPRESA!

Hip hip, en un banco, un borracho filosofaba entre tragos.
Las botellas, cual perritos fieles, le hacían rueda.
Despeinado, desentonado, desubicado.
—Jo, esa cabina… entra gente normal y sale rara.
Entró.

Años después, padre de familia modelo, pasa por la cabina.
¡Flash!
Recuerda: él tambaleando, la cabina succionándolo como licuadora galáctica.
Sus células bailan con swing, se reordenan tipo Lego.
Sale. Lo reciben piolines eufóricos, lo abrazan como si fuera cumpleaños.
Le dicen que está en el mundo de los pájaros.
Se lo cree.
Ahí conoció a su esposa. Venía de una despedida de soltera.


RELATO 3

JUANILLO Y LA EXTRAÑA CAJA

Una enorme caja de acero apareció una mañana en la plaza.

Después de comprobar que allí no estaba Tutankamon, todo el pueblo entró en la caja, agarraban un asqueroso animal y se lo ponían en la oreja.

Cuando por fin salieron los últimos, tres personas, Juanillo entró, descolgó el bicho, no sin antes comprobar que no mordía, se lo puso en la oreja y... un chirrido discordante casi le revienta el tímpano; soltó el bicho que se quedó colgando de un larguísimo rabo y balanceándose de manera ominosa.
Juanillo salió corriendo y gritando con todas sus fuerzas:
¡Al carajo con los inventos!"


RELATO 4

EL CORDÓN UMBILICAL: LA CABINA 

En la Noche Vieja 79/80 conocí un chico. Estudiaba en Segovia, surgió algo entre nosotros.... Las cartas iban y venían, pero lo que más nos unía era escucharnos. En la distancia surgió el enamoramiento.
Ahí estaba" LA CABINA", habitáculo del que se aguantaba: el calor, el olor a tabaco, las monedas que pesaban mucho y el turno del antipático que te golpeaba la puerta para que cortaras, que llevaba mucho tiempo esperando. 
El final era especial e igual: -" Corta tú...""
-" No, cuelga tú....""
-" No, tú..." Piiiiiiiiiiiii......


RELATO 5

PODÉIS IR EN PAZ…

Después de misa, mi abuela Paquita siempre nos lleva a mi hermano y a mí a la cabina de teléfonos de la plaza Infantes. Pone cinco duros en la ranura y marca un número muy largo. Y entonces habla con una señora que sabe lo que va a pasar, eso dice mi abuela. Yo escucho la conversación pero no entiendo nada. Si esa mujer podía adivinar el futuro, le pedí a mi abuela que le pregunte que cuándo volverán papá y mamá. Colgó el teléfono y se le escapó una lágrima. Nunca más volvimos a esa cabina de teléfonos.


RELATO 6

VIRTUDES 

Virtudes Redondo tiene dos hijas y un hijo. La mayor quiere ser artista, y la de enmedio no sabe lo que quiere ser.
Llaman a Remigio, el padre, que está en el pueblo, para contarle que el pequeño, Miguelito, tiene que quedarse dos semanas más en el hospital. Que mande algo de dinero. Que la señora de la pensión, aunque lo entiende, pide lo suyo.
El niño no mejora, así que lo van a operar otra vez. Que le diga a don Emilio que en la capilla del hospital no hay ningún cura que se llame Gregorio.


RELATO 7

VOCES QUE NO SE APAGAN

Esa noche ella dijo cosas de las que sin duda se arrepentiría para siempre, pero no había marcha atrás. 
Llamó desde una cabina telefónica en mitad de la nada, mientras llovía a mares.
Finalizó diciendo: "Cariño, llego tarde, he tenido un problema en el coche, besos".

Tras muchos años, el teléfono comenzó a sonar. Alberto descolgó, escuchó a Clara, su mujer. 
Tragó saliva, sin articular palabra. 
La llamada no tenía nada de especial, salvo un detalle imposible. 
Su mujer había fallecido asesinada aquella noche, treinta años antes. 

Aún se conserva la antigua cabina telefónica, testigo mudo de ese día maldito ...


RELATO 8

¿A QUIEN VOY A LLAMAR?

 ¡Mamá!
 ¡Ay, que alegría escuchar tu voz!
¡Cuántas cosas te tengo que contar! ¡No paran!
Ese...¡otro que tal baila!  
Trabaja todo el día, si no...
 ¡Que grande está! 
–Ya se me ha hecho mujer...
 No para de darme la lata: 
¡Mira como se me viste.!
 ¡Aju, "mi arma"! ¡Que cansino es!
No te imaginas lo que te echamos de menos.
Vente unos días mamá. 
No puedo llamarte mucho, las conferencias salen caras cuando son fuera de la capital.
Puse una camita de 110.
¡Nos haces mucha falta!
¡Que ganitas!
Tengo que colgar, te quieroooo!!!


RELATO 9

NO MIRES ATRÁS 

No, no mires ¿por qué tuviste que mirar? 

Mírame a mi.

Respira conmigo, verás como el miedo se va haciendo cada vez más pequeño. 

No os preocupéis, mientras estéis conmigo no os va a pasar nada.

Mamá ¿pero qué pasa si nos encuentra? 

No nos podrás proteger. 

No os preocupéis.

No nos encontrará y yo podré cuidaros. 

No, no miréis más. 

Vamos, mirarme a mi.

Hola ¿policía?

Ayúdenme, por favor, mi marido...

Señora ¿se encuentra usted bien? 

Dígame ¿dónde se encuentra?

Señora ¿me escucha?

Papá ¿qué has hecho?

Mamá, ¡mírame!

¿Qué te pasa mamá?

Mamá, ¡despierta!

¡Levanta mamá!

¡Mamá!



RELATO 10

LA CAPA DE MAMÁ

Abro los ojos y escucho sus pasos en la cocina. Sé que prepara tostadas con mantequilla.
A veces la noto cansada; sus ojos ya no brillan como cuando mi padre está contento.

En los días tristes nos saca de casa, nos mete en la cabina y dice que va a ponerse su capa, como Superman en la peli.
Yo la creo.

Sale de la cabina distinta, como si hubiera dejado la pena adentro.
Y cuando mi padre llega con cara de malo, llenando la casa de gritos y golpes, mi madre nos susurra:

—Pegáos a mí… que salimos a volar.


RELATO 11

SIEMPRE LLAMA DOS VECES

-¡Quillo! ¿Me ze oye? -A gritos, Dolores, llamaba a su marido desde una cabina.
-¡Que quite la olla de la lumbre y le de una vuerta ar chico, que lo dejé dormío en la cuna!
-Déjate de monzerga, tengo na má que cinco duro y esto ze traga laz perra en un zuzpiro.
-¡Amo a ve! ¿Querei pará ya?
-¡No tú, no! ¡Tuzijo, que me tienen atacá!
-¡Omaita, meztoy meando!
-¡T’aguanta! -le respondió Dolores a su hijo.
-¡Yo, no me pueo menea!
-¡Cállate, Milagrito! ¡Ahora za cortao!


RELATO 12

LA NOVIA

Una tarde, el abuelo nos mandó espiar a la tía Paca. La seguimos hasta una cabina y, sin ningún tipo de disimulo, nos colamos con ella. Vimos cómo se ruborizaba al preguntar si se podía poner Manolo, cómo le chispearon los ojos y se le dibujó una sonrisa boba con el primer «hola». Cuando se lo contamos al abuelo, no nos creyó. Pensaba que su Paca no podría enamorar a nadie por sus ojos demasiado juntos y su cuerpo apretado. No contaba con mi tío Manolo que, ciego de amor, encontró en ella toda la belleza del universo.


RELATO 13

JUANA NO ESTABA LOCA 

En su barrio la apodaban "la loca".
Juana, de mediana edad, desaliñada pero siempre impoluta.
Su rutina era entrar todos los días en la única cabina telefónica del pueblo y quedarse allí horas "hablando" con los muertos.
Cuando salía, seguida por la chiquillería, pregonaba desgracias, fallecimientos, sexo de los futuros bebés...
Nadie le echaba cuentas, era inofensiva, y...¡Acertaba!
Un día salió chillando de la cabina: ¡FUERA DE LAS CASAS TODOS!
Riendo unos, asustados otros, pero todos salieron curiosos.
A los cinco minutos el suelo tembló y las casas se vinieron abajo.
Muchos heridos, ningún muerto.
No estaba tan loca.


RELATO 14

MOMENTOS DEL PASADO 

—¡Mamá, yo también quiero hablar!
—¡Queréis dejarme tranquila las dos! ¡Como os meta un guantazo a cada una vais a hablar sin teléfono y sin ná!

Hoy me ha venido a la memoria esta cantinela de mi madre cuando la molestábamos en la cabina. 
Ha sido como un flash del pasado al ver una vieja cabina telefónica. 
Es increible como un simple mobiliario urbano, puede removernos y hacernos revivir recuerdos de otra época.
Adquieren un valor que solo poseen porque nos retrotrae a un tiempo pasado que, feliz o no, era
nuestra infancia y era nuestro momento.


RELATO 15

SILENCIOSOS… O NO
 
Empezaba a ser frecuente que nuestra madre cogiese un autobús para ir a cuidar de la abuela, la cual parecía apagarse cada día un poco más.
 
Cuando eso sucedía, Olga se encargaba de nosotros. Era una mujer bastante maja, pero a la que había que evitar en determinados momentos. Como esa mañana en la que nos sugirió llamar a nuestra madre desde una cabina y accedimos con muchísimas ganas. 
 
Auricular, monedas, teclas, saludo alegre y un forzado carraspeo. Esto último… la señal que más temíamos. Inmediatamente, alejarnos se convirtió en nuestra máxima prioridad. ¡El festival de flatulencias había comenzado!


RELATO 16

LA CABINA DE CLAUDIO COELLO

Recuerdo las caminatas bajo el sol de agosto con mi abuela hasta aquella cabina de la calle Claudio Coello. Eran cita diaria desde el verano del 73. Marcaba, apenas unas frases y a casa. Meses después, volvimos a Euskadi. 

Han pasado más de cincuenta años desde que Carrero voló por los aires, y todavía me asombra el silencio con el que la historia se escribió sobre nuestras espaldas. Nadie sospechó de una anciana en bata floreada, con dos nietos a su sombra, enviando mensajes cifrados. 

Años después supimos la verdad: mi abuela fue pieza clave en la Operación Ogro.


RELATO 17

EL PLACER AJENO 

Mamá hacía varias llamadas todos los días, siempre alegre, así era ella. Pero nos habían cortado el teléfono unas semanas atrás. 
Salíamos por la mañana, maqueados, nos habíamos duchado el viernes, ¡que más queríamos!. 
Llegábamos a la cabina, tres colacaos y dos magdalenas después. 
Animados por lo indecible, todos dentro.
Ella suspiraba, nosotros nos reíamos, y seguía suspirando mientras ponía el dedo índice en vertical sobre su boca. Silencio, decía con su dedo mientras suspiraba.
Ahora sé que mi madre inventó el teléfono erótico, y no me importa. Somos un abogado, una ingeniera y un artista gracias al placer ajeno.


RELATO 18

TRASERO ESPACIAL

Cuando mamá agitaba el monedero lleno de pesetas, sabíamos que llegaba la misión: “viaje interdimensional en la cabina telefónica”.
Dentro, el estrecho espacio quedaba ocupado por el monumental trasero de mamá, mientras nosotros, cadetes fieles y obedientes, pulsábamos botones invisibles y dábamos órdenes al “control central”. 

Cada moneda era combustible interestelar… salvo cuando la cabina se tragaba un duro sin despegar. Entonces mamá gritaba al auricular como negociando con marcianos hasta que se oía la voz de mi tía :-Diga?… Eres tú Rafaela? 

Al salir, la gente nos miraba, habíamos sobrevivido a otra misión telefónica, la más peligrosa del barrio.


RELATO 19

LA HORA DEL BOCADILLO

¿Que cuál era mi momento preferido de la semana? ¡La hora del bocadillo!
Mi padre esperaba la llamada de mi madre en el bar en el que trabajaba en Basilea. Solo los miércoles, eso sí, pero sabía a gloria. 
Que tiempos aquellos... ¡Cuánta fraternidad entre vecinos! ¡Y qué larga era la cola de la cabina de teléfono del pueblo para llamar! 

Hoy me desconsuela escuchar desde mi escaño como algunos chiquillos que hacían cola como yo, hablan desde su tribuna de los migrantes que vienen a robarnos el pan. Qué fácil son de manipular algunos y que hipócritas son otros.


RELATO 20

ENTRE SEÑORITOS Y CAPATACES 

Cuando trabajaba cuidando a los hijos de los señoritos, aprovechaba los paseos con los niños para ir a la cabina, de estas modernas, a llamar a la abuela, que iba al bar del pueblo a la hora concertada.

Lo más importante era decirle que se pasase por correos a recoger el dinero del giro telegráfico, que en casa éramos ocho.

Me dijo con alegría:
– "Hija, con este panné voy a cambiá er relleno de loh corchones, porque con loh de corteza de maí, del que que recogemo der capatá, en cuanto ze menea un zagá, me ze dehpierta media caza."