Autor anónimo
RELATO 1
GUANAHANI, 1492
No conocíamos su lengua cuando sus pasos llenaron de temblor la orilla.
Unas casas flotantes aparecieron en el horizonte. El aire se volvió denso, como si los espíritus contuvieran la respiración. Corrí hacia nuestras barcas de colores, alineadas en la orilla como niños dormidos. Entonces aparecieron, fríos, tensos, y se hicieron con ellas.
Después arrasarían con todo.
Nos impusieron sus ropas pesadas, sus gestos duros y sus costumbres.
También una fe que nos arrodilló ante un dios que no sabía nada de nuestros bosques ni de nuestros ríos.
Desde ese día la tierra nos dio la espalda para siempre.
RELATO 2
MOLIENDO EL RECUERDO
Los sueños correteaban entre patadas descalzas, charcos y gallinas, detrás del intento de pelota hecha de trapos atados.
Adji machacaba el mijo en el pilón al ritmo acompasado del taasu; improvisando poemas, deshaciendo nudos en su pecho.
Sus ojos vidriosos perseguían los eléctricos e imprevistos movimientos de sus dos pequeños tesoros.
El olor del vacío se imponía al aroma del cacahuete molido.
Sentía la sal sobre sus mejillas, aferrada a una esperanza.
Palpaba la melodía, y saboreaba la imagen de su hombre, uno entre los integrantes del colorido cayuco, adentrado en el ambiente salado e incierto de otra sorda travesía.
RELATO 3
REGATA DE COLORES
Durante las fiestas locales de Carabobo, el inspector Rojas visitó el cobertizo de Brayan; allí realizaba trabajos de carpintería. Estaba interrogando a los participantes de la regata, donde uno de ellos se ahogó al hundirse la “Paketass”; se comentaba que tenía un affaire con la esposa de Brayan.
Rojas se paseaba por la estancia con las manos enlazadas en la espalda, en busca de alguna pista; hasta que algo llamó su atención. Se puso guantes y en una bolsa de plástico introdujo la broca con restos de virutas azules, coincidentes con las halladas entre los guijarros de la playa.
RELATO 4
LA POTRA SALVAJE
La lluvia azotaba la barca, la quilla hendía con furia el mar, sus vivos colores que en antaño las manos rústicas de su padre pintó, sobre el espejo del mar se reflejaban salpicadas por las olas.
Avanzaba solitaria, rescatando recuerdos y promesas diluidas, en el agua del tiempo.
Como un fulgor de esperanza, un destelló de la luna se abrió paso entre los nubarrones.
Vio las luces del país que la acogería, con dolor el
suyo quedaba atrás. La barca le enseñó que hay que luchar con fuerza en la profunda oscuridad, para encontrar la luz.
RELATO 5
A LA DERIVA (Y SIN DESTINO)
Nací hace mucho tiempo, me ataron mis blancas alas, sepultaron mis recuerdos.
¡Que mis ojos no lo vean!
Que no la cubra la noche, desnuda, sin aire, asfixiada, casi todo me negaban.
Busqué mi mar, mi bandera, jamás logré encontrarla.
Mis remos, mi timón, mis velas.
Remando surco los mares, aquellos que él amaba, ella lo sufría, tantas envestidas saladas, como las lágrimas, que en mi cara resbalaban.
Mi alma se fue agrietando, también se quebró mi barca.
Tripulé con rumbo fijo, hacia el horizonte, hasta el último de mis viajes sabrá llevarme, sumergidas en el secreto de las profundidades.
RELATO 6
PAPE
Mamadou el pescador pone su barca al lado de las demás barcas. Eso le da fuerza, y confianza.
Le ha pintado números, símbolos y letras que reflejan sus miedos y sus deseos.
Pape, su hijo de tres años, está sólo en la choza de la playa, porque Mamadou sale hoy a pescar.
Mamadou es un hombre sencillo, que cree en la naturaleza, y en las cosas que le enseñaron sus padres.
Cuando vuelva esta noche, Pape ya será un hombre fuerte, que jugará en el Barcelona y lo sacará de Senegal para vivir, sin problemas, en un chalet de lujo.
RELATO 7
EL COLOR AMARILLO
Habíamos repintado el lateral de las piraguas con color _xonq_ , para atraer abundancia y prosperidad. Necesitábamos que la pesca se nos diera bien; ya eran semanas de redes vacías y nuestras familias pronto empezarían a pasar hambre.
Njibo apareció cabizbajo, rehuyendo mi mirada. Antes de salir, sentado en la arena, dijo «me rindo». Yo sabía lo que eso significaba. Mi hermano pensaba en aceptar el _yoonu_ clandestino a Europa.
Aunque esa triste mañana salimos a pescar, ya nada volvió a ser como antes. Dentro de nosotros había prendido una llama diferente y habíamos dejado de confiar en el color amarillo.
RELATO 8
EN LA PLAYA DE LOS LAGARTOS DE COLORES
Durante su luna de miel en Madagascar, Marisa casi se ahoga en una playa repleta de barcas que parecían lagartos de colores tomando el sol.
Un marinero la rescató, quedando ambos conectados por una sensación de amor inexplicable, que Marisa se llevó a España.
Treinta años después, viuda, volvió a la misma playa para buscar a aquel marinero.
Allí le encontró pero el antiguo encanto se había desvanecido para ambos. Sin embargo, entre risas y recuerdos, descubrieron una nueva forma de amor: una amistad tranquila y duradera.
Después de todo, el amor es la sustancia que nutre todos los afectos.
RELATO 9
EL VIAJE
Detesto la palabra "víctima", pero es lo que soy: una víctima más entre millones de un mundo que devora al que es "distinto". Un mundo "_tetris_" en el que las piezas que no encajan quedan fuera de la formación. Un desfile cuadriculado donde ser engullido por el sistema es motivo de orgullo.
Por eso me fui. Deambulé mucho tiempo sin destino, hasta llegar a esta playa de colores, donde detuve mi camino.
Ahora sé que soy una espiral, una ola, un círculo, un corazón, un rayo, un mar, un abismo,...
No me hace falta encajar, solo estar... y ya veremos...
RELATO 10
SUCEDIÓ EN SOUMBÉDIONE
Fue un misterio bendecido.
Los astros, cómplices, se alinearon tras aquél viaje ¿lo recuerdas?
Desde entonces nuestras vidas quedaron enlazadas.
El exotismo de aquellas tierras remotas, los amaneceres en Soumbédioune, la nobleza de aquél pueblo pescador de eterna sonrisa, las simbologías pintadas en sus "pirogues" nos hechizaron.
Yo ansiaba huir de una sociedad imperfecta, impersonal y cada vez más desencantado abracé la sencillez.
Descubrí que la vida podía ser generosa aún cuando pierdes las ganas de vivir.
Y te encontré.
Hoy seguimos aquí, enamorados de la humildad y la grandeza de estas gentes, agradecidos por el privilegio de caminar juntos.
RELATO 11
COLORES DE VIDA
Idrissa y Mamadou, entre redes, echaron los dientes en la mar.
La Daketa fue su segundo hogar.
Con 16 años, miedo e ilusiones, cambiaron la patera por un cayuco. Junto a un centenar de desconocidos pusieron rumbo a España.
Al día siguiente, de noche, les sorprendió un temporal y una ola de 6 metros volcó la embarcación.
El océano cobró su peaje.
Sólo 30, entre ellos Idrissa, sobrevivieron.
Dos años después regresó a Dakar, abrazó a su familia y volvió al punto de partida.
La Daketa continuaba mirando al cielo.
Los coloridos trazos de Mamadou seguían vivos, como su alma.
RELATO 12
SUEÑO AFRICANO
Las olas furiosas arrastran a su albedrío la barquilla demasiado frágil, pero los dioses vuelven la cabeza para otro lado: les trae sin cuidado lo que Neptuno haga con sus dominios. Una ola empuja la policromada patera contra las rocas. Una madre joven envuelve a su pequeña, todo lo que ha podido traer de África, en su manto de colores, aunque muy escaso valor puede brindarle; está mojado. Algunos hombres, los más fuertes, saltan y consiguen llegar a nado hasta la arena, pero otros desaparecen en las aguas.
Sólo queda en la orilla una barca multicolor.
RELATO 13
SE BUSCA INSPIRACIÓN
Llevo cinco años en un fantástico grupo en el que todas las semanas alguien propone una foto y hay que escribir una historia basada en ella. A mí casi siempre me acompaña Inspi, (inspiración) y me dejo seducir por ella y parimos nuestro relato.
Toda la semana llevo buscándola y no aparece, el tiempo corre y el plazo se acaba, y la foto merece un buen relato.
Pruebo con un atracón a medianoche por si la indigestión me dicta algo... Nada.
Viernes 20:06, recibo un güasap:
"Tren averiado, llego en cinco minutos, tu Inspi"
¡A buenas horas mangas verdes!
RELATO 14
COLORES
Esta historia empezó hace mucho tiempo.
Cuando nacieron las primeras mujeres, trajeron los colores al mundo.
Las barcas se pintaron con el rastro que ellas dejaban al caminar. Amarillos de sol, verdes de selva y azules de madrugada.
Cada dibujo era un recuerdo de su paso.
Todos los que llegamos después, aprendimos a navegar leyendo esos tonos.
Ahora, cuando una barca queda en la orilla, es una invitación clara.
Sus colores empujan a descubrir el misterio antiguo de lo que significa ser mujer.
Y esa será la única manera de avanzar.
RELATO 15
DAKAR - FUERTEVENTURA
Como cada tarde, después del colegio, Ousmane iba a casa de Fatou, su abuela paterna, a merendar su empanada frita de cacahuete y azúcar. Le contaba el plan de esa tarde para buscar a papá con su catalejo de plástico, que no se preocupara, le decía, que dos meses desaparecido no era nada.
"La Abu Fatou" sabía que no volvería a ver a su hijo.
A Ousmane le dejaban embarcar, como cada tarde, para que iniciara su particular búsqueda a la grupa de las proas de los pesqueros, porque la esperanza siempre se pintaba de colores.
RELATO 16
EL TIEMPO DE LAS PERLAS
Cada mañana al amanecer se encontraban en aquella playa, se sentaban junto a las embarcaciones allí varadas.
kaylani se abrazaba a keanu y a Nalu. Soñaba con que llegara la temporada de las perlas. Se había convertido para ellos en su pasión.
Bajaban a pulmón en busca de aquellas conchas mágicas, el mar fue su maestro durante toda su adolescencia y ahora de adultos tenían su propia embarcación, la pintaban ellos.
Nunca faltaba el sol, las montañas y el mar en ellas.
Era su ritual.
Se convertiría en su forma de vida hasta que el mar se los quisiera llevar.
RELATO 17
FÁBRICA DE SUEÑOS
El altruismo y solidaridad de mis padres los llevó lejos y sus hijos nacimos en África. Allí crecimos, jugamos y pintamos idénticas sonrisas infantiles con los lugareños, mientras pescábamos en las piraguas.
Mis mayores construyeron algo más que un hogar para decenas de criaturas, elevando así sus condiciones de vida. Más tarde levantamos un modesto hospital y una amplia escuela, y modernizamos algunos aperos de labranza.
Nuestra vida no fue nada fácil, pero cada día dábamos gracias por poder fabricar sueños para aquellos inocentes que no sabían ni que existían
Hoy sonreímos satisfechos y nuestros ojos otean un renovado horizonte.
RELATO 18
NO ERA HUIDA, ERA VIDA
No era una persona precisamente impulsiva, pero su necesidad de perder de vista todo lo que conformaba su entorno la empujó a serlo. Una maleta pequeña y kilómetros de distancia.
Tras unos días explorando un rinconcito de Indonesia, se topó con una playa solitaria en la que descasaban unas coloridas barcas. Habrían vivido mil aventuras y, a pesar de su vejez, seguían navegando y brillando.
En ese instante comprendió que no se trataba de huir, sino de mantenerse a flote. Se sentó frente al mar y lloró aliviada. Por primera vez en meses sintió que todo iba a estar bien.
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