sábado, 4 de octubre de 2025

RELATOS SEMANA 279

Foto Héctor García


 

RELATO 1


NI UNA MÁS

Bajo la luz mortecina de una farola, dos figuras femeninas se funden con la noche. Repasan la estrategia una última vez mientras aguardan. Otro cigarro para calmar los nervios y el último retoque.  

Están en la esquina donde sucede, completamente solas. Sus vidas no son las únicas en juego, por eso no tienen reparos en actuar en solitario. Hoy dejarán de desaparecer mujeres. Van a desmantelar esa red de prostitución. 

De la oscuridad emerge un coche negro. Una de las puertas se abre, invitándolas a subir. Se miran y se aproximan al vehículo. La misión ha comenzado.


RELATO 2

CALLE CINCO BOLAS 

Paseando por Málaga, cinco bolas de colores incrustadas en la iglesia de San Juan captaron mi atención. La curiosidad me llevó a investigar. Descubrí que la iglesia se levantó junto a un convento de monjas fundado por los Reyes Católicos. Sorprendentemente, el convento ofrecía refugio y sustento a mujeres maltratadas y rameras, y en ciertos momentos, estaba regulada por el "Putero Mayor del Reino". Las bolas señalaban la puerta falsa por donde accedían. Ésta historia revela una faceta inesperada y fascinante de la Málaga histórica.
¡Oh, puede ser una de tantas historias....!!!!


RELATO 3

DE TODA LA VIDA

Ese jarrón, siempre en esa esquina, con esos claveles y esas mujeres. Parecían hablar; hablaban de sus cosas.
Un día, jugando, lo golpeé y lo partí.
Mi madre quería tirarlo; mi abuela, con paciencia, papel y pegamento, lo arregló.
Envuelto en humo y alcohol, la noche me susurraba las palabras que ella aquel día me dijo:
“Este jarrón, recuerda siempre, es como la vida: si se rompe, no hay que rendirse, hay que recomponerla y mirar hacia adelante”.
Salí de ese antro. No miré atrás.
Hoy yo le cuento la misma historia a mis nietos.


RELATO 4

TIJUANA EN LA PENUMBRA 

_"Esta madrugada, dos mujeres del barrio de Las Torres, fueron acribilladas a balazos. La policía piensa que se ha tratado de un ajuste de cuentas por el control del narcotráfico. Se cree que pertenecían al Cártel de los Arellano."_

Aquella noche, Juana y Camila acudieron al punto de encuentro. –Cuando llamaba algún acólito de los Arellano, había que obedecer enseguida–. Tenían que recoger la cocaina. –Él les pagaba el servicio prestado–. Llegando a la esquina acordada, esta se encontraba rodeada por la policía y, en la acera polvorienta, yacían dos mujeres ensangrentadas.

Temblorosas se miraron y desaparecieron en la penumbra.


RELATO 5

El GUISO

¡Ay Gabriela con eso, ya...!
¡Que flojera!! 
Necesitaba salir de ahí.
¿Acaso te sorprende que no aguante a esos maleducados? 
Yo solo te digo Sofía, que podíamos ganarnos nuestros buenos pesos.
 Ándale, fúmate lo que quieras y pon una de esas bonitas sonrisas tuyas.
¡Porfa, porfa, porfa! 
Y mañana tenemos para hacer un puchero que ni mi abuela: con su chambarrete de res y su tuétanito.
¡Ay, mijita! Vamoos, sólo son unas pocas canciones más!
¡Ándale!


RELATOS 6

COSTOSA ES LA JUSTICIA DE LOS HOMBRES 

Tijuana, 1961

Dos mujeres buscan a sus hijas desaparecidas.
Dos mujeres se echan a la calle sin esperanza pues ya se sabe que en Tijuana, las que desaparecen, no vuelven vivas. 
Dos mujeres escuchan parloteos en antros sin nombre y descubren que las niñas alquilan sus cuerpos bajo pena de muerte. 
Dos madres venden su orgullo y su piel, entre tragos de Mezcal y hiel, para encontrar a sus hijas.

Tijuana, 1962

Dos madres han encontrado vivas a sus hijas y huyen con el dinero que han ganado haciendo lo indecible. 

Seis hombres no verán más la luz del sol.


RELATO 7

FLORES NOCTURNAS

Cada noche de verano, en la Sevilla de 1953, Carmen y Milú se citan en calle Abades. 
La tenue luz de una farola resalta la belleza de sus avejentadas primaveras. 
Con un retoque de carmín y unas bocanadas de humo, se preparan para encontrarse con quienes les paguen unos cuantos duros por atravesar las puertas de su feminidad, que no de su dignidad; dinero destinado al chulo protector de una, y al hijo sin padre de la otra. Estas hermosas flores de noche se encomiendan al santo patrón de los marginados, para llegar a lucir pronto como flores de día.
 

RELATO 8

NOCHE DE NIEBLA

1888. Callejas estrechas, oscuras y peligrosas del barrio más miserable de Londres. Dos mujeres fuman y hablan mientras esperan que pase un cliente. Están nerviosas, pero decididas. La niebla oculta los faroles que apenas alumbran las calles.
Esta es la noche perfecta de Jack para perpetrar su macabra tarea. Unos pasos resuenan sobre el empedrado, maúlla un gato, un alarido suena y un bulto negro cae en el suelo.
Por la mañana, la policía descubre el cuerpo muerto del pescadero del barrio. Junto al cadáver, un pañuelo de mujer y una peluca.


RELATO 9

EL GIRO DEL ESPEJO ROTO
La noche huele a magnolia y a copalito de Día de Muertos. Exhalo humo de un cigarrillo con sabor a corazón. Mientras, ella retoca sus labios de granate cansado.
Vestidas de juventud postureada, con senos exhaustos y hendiduras de arcilla maleable, ella sigue ignorando su lápida.
En su cuello, el trazo antiguo de un cuchillo alzado. Apenas logra recordar su rostro en el espejito...
Soñó vivir, y en Difuntos vuelve a mi lado para soñar con cuerpos jóvenes.
Y yo, al final, soy simplemente yo, la que aún resiste entre magnolias y copalito.


RELATO 10

LOS ASPECTOS FÍSICOS

Todos en el barrio las conocen: solteronas que enseñan más de lo prudente en el escenario del teatro Crisol. Cuando pasan por su lado las oyen discutir sobre medias, pompones y coreografías. Unas vulgares coristas.

Nadie sabe su verdadera conversación, que solo empieza cuando se saben solas.

―Yo lo que digo es que la molécula de polonio acelerado podría ser la clave del ion que necesitamos en la fusión fría.
―Las ecuaciones no indican eso, querida, hasta que no se controle el núcleo estocástico. 
―Tú siempre tan teórica, Pilarín. 
―¡Y tú tan pragmática! Pásame la pitillera.


RELATO 11

SÓLO UNA VEZ MÁS.

─ Un caramelo, sólo quiero un caramelo. Algo que me recuerde que todavía soy una niña, que la pesadilla se va a terminar pronto. Que todos esos monstruos van a desaparecer. 

─ No temas, Lupita. Estoy contigo. Nos haremos ricas aquí. Y podremos comprar un avión, para volar a donde queramos. 
Serán sólo unos días, ya verás.

─ Fuma tu cigarrillo. Y ahora...
echa el humo sobre mi espalda y haz que resbale para siempre la culpa que siento, mamita.
Quítame el miedo. Llévate el asco, por favor …

─ No temas, Lupita. Todo va a ir bien. Estoy contigo, mi virgencita.


RELATO 12

EL ESPEJO

Hoy, las palabras pesan. Por más vueltas que le doy, se quedan quietas, dormidas. Intento escribir, pero el espejo de la polvera me mira con desdén. En su reflejo, se dibujan dos mujeres. Una se pinta los labios, o finge hacerlo. Las flores de sus vestidos parecen ojos. 
¿Son fulanas o espías? En la esquina de la calle Juárez, un Dodge negro ralentiza. ¿Fue ella quien dio la orden?
 La mujer que fuma suelta una última bocanada y la del espejo cierra la polvera. Entonces, una ráfaga corta el silencio.
—¡Güey! ¡Mataron a Pancho!


RELATO 13

LA ESQUINA DE LA LIBERTAD
 
Bajo la farola, dos mujeres esperan. Las risas les tiemblan en los labios pintados, las faldas rozan la piel tibia de la noche. Un coche se acerca. Ellas se miran, cómplices, seguras de sí. Hace cincuenta años, habrían recibido miradas torcidas, murmullos de juicio, tal vez una etiqueta indecente. Pero ahora, solo son dos amigas que han decidido brillar. No esperan clientes, sino un Uber. No venden nada, salvo libertad. Se ríen cuando el coche frena, se suben sin miedo. El mundo ha cambiado: la decencia, por fin, lleva tacones, perfume y una sonrisa propia.


RELATO 14

LAS INVISIBLES 

Encontré la vieja foto en un cajón que seguramente el anterior inquilino del piso olvidó.
Al darle la vuelta a la añeja cartulina pude leer dos nombres y una fecha: Puri y Lena.
1937
Mi curiosidad me llevó a investigar esos nombres y fecha.
Purificación y Elena, las dos valientes que quitaron mucha hambre en el barrio, que escondieron en la guerra a los huidos.
Las que con su frescura y juventud sonsacaron información a los opresores para pasarla al bando de la resistencia.
Las que a pesar de su valor, cayeron en el olvido de todos, se volvieron invisibles.


RELATO 15

LA CALLE XOCHICALCO
 
No era la primera vez que pasaba por aquella calle. Nunca lo había hecho con ese techo de oscuridad y alevosía.
Mis pesquisas me condujeron allí como quien sigue miguitas de pan.
Aquel penetrante e indescriptible olor se relamía entre los escasos transeúntes con desconocidas intenciones a sus espaldas.
Me acerqué hasta la puerta rechazando las ofertas propuestas, y no vi aldaba alguna. Decidí usar mis nudillos. Nadie respondió.
¡Machazo, lo que usted busca no está a su alcance! ¡Nuestro servicio sí!
Me alejé entre risas y burlas picaronas.
"El Diario" me despertó así..."Nuevos asesinatos en la calle Xochicalco."


RELATO 16

ELLA DIJO... 

Ella dijo… sigue, no lo dejes ahora. 

"Pierde cuidado, que si algo tengo, nadie lo va a notar. Y claro que lo tengo. Pues buena sería que no lo tuviera. ¿Pero no hay más remedio que despedirse? Pues, feliz viaje, amiga… sigue todo derecho, a ver si es verdad que el mundo es redondo."

Sonia leía con voz suave las palabras del libro, Julia las escuchaba atenta, guardándolas en su mente que estaba lejos de la bañera en la que su cuerpo permanecía, ya algo frío. 

Les encantaba disfrutar la intimidad en pareja. Y esta era una de sus variantes.


RELATO 17

LAS ESQUINERAS

Tonucha y Desideria siempre trabajaban juntas. Desde que se encontraron en aquel burdel de mala fama, se prometieron no separarse y cuidar la una de la otra.
 Hacían su ronda cada día en las mismas esquinas del viejo barrio de la ciudad.
Nunca pasaban desapercibidas, les gustaba provocar para atraer a su futura clientela. 
Mientras Desideria se repintaba una y otra vez, Tonucha, cigarrillo en mano, no dejaba de entonar una canción, dejando bien claro lo que querían...

Fumando esperoooo
al hombre que yo quieroooo
de bolsa grande y billete contanteeee

¿Guapo, eres tú uno de ellos?


RELATO 18

SUEÑOS FRUSTRADOS 

Yo también tenía sueños, pero la realidad se encargó de frustrarlos uno a uno, como quien apaga velas en mitad del viento. 

Viví reprochándome mi sino hasta que comprendí que no podía echar la culpa a nadie. 

Aprendí que no hay culpables fuera de mi, que el mundo no tiene tiempo para compadecer derrotas ajenas y cada día se me brinda la posibilidad desde esta esquina de escoger el camino que quiera tomar.

Nuestras ilusiones son sólo nuestras, y cuando mueren, lo hacen en silencio, sin aplausos, como todo lo que nunca llegó a ser.
 
Soy yo y mis circunstancias.

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