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Foto Guy Bourdin |
RELATO 1
¡AY, MANUELA!
Manolita Díaz era actriz, tonadillera, vedette y sobretodo, muy española.
Corrían los años 80 y ella, acérrima nostálgica del régimen anterior, iba de feria en feria cantando coplas, algunos temitas picantones y como fin de fiesta, su emotivo número de la bandera, que consistía en un popurrí entre Suspiros de España y el himno nacional.
_“Yo no aguanto este Sin Dios. Que me asista la Guardia Civil, o no actúo”_, exclamó con ira Manolita Díaz, cuando abordó el escenario y descubrió que a la bandera le faltaba la mitad de su sangre.
De rodillas, como poseída, buscaba su españolísimo rojo.
RELATO 2
MUTIS POR EL FORO
Era la primera vez que salía a un escenario. Le dije que era perfectamente capaz, que en cuanto saliera sus miedos desaparecerían, y que después casi sin darse cuenta se sentiría orgullosa.
Nada más salir hizo _mutis por el foro_. El público, pensando que formaba parte de la obra, estalló de risa. Llorando entre bambalinas se acercó a nosotros, la cogí de los hombros, la miré a los ojos, y le dije:
– Tranquila, puedes hacerlo.
Volvió a salir, y dos horas después todos lo celebramos, e incluso para las siguientes representaciones incorporamos su exitosa y cómica huida por el foro.
RELATOS 3
MEDIAS GALÁCTICAS
Yo solo quería ir al baño.
Me llamó la atención un agujero en la pared amarilla. Al agacharme, me llegó una melodía deliciosa y una luz chispeante que me hipnotizó.
Quise entrar… y me quedé atascada.
—¡Mierda! —gruñí—. ¡La media se enganchó en una astilla! ¡Con lo caras que son!
Intenté retroceder. Nada. Avanzar. Peor.
Cuando ya me veía morir ahí, una voz metálica susurró:
—Bienvenida al Festival Intergaláctico Sideral…
—¿¡El festival de qué!?
Y de pronto, estaba en un escenario. Micrófono en mano. Una banda marciana tocaba Queen.
—¡Que cante la terrestre! —gritaban.
…Y canté. Total, ya estaba en medias.
RELATO 4
COMPLACIDOS
Como cada noche de sábado, Claire se prepara para compartir fantasía con su marido que, desde atrás, la contempla arrodillada ante un agujero en la pared, en el que ella introduce su cuerpo, dejando fuera y expuestas sus nalgas y piernas, embellecidas con provocativas medias y tacones de aguja.
Mientras Laurent ejerce de voyeur, se excita imaginando lo que ocurre al otro lado del muro.
Sabe que hay alguien a quien María presta su boca y sus manos. Cuando la humedad asome por la entrepierna de Claire, los tres continuarán, complacidos, entregándose a la pasión de Eros y Afrodita.
RELATO 5
ESCAPISMO CHIC
Parecía un avestruz con medias de rejilla el día que explotó, harta de tantos dramas.
Aquellos días andaba hasta el gorro de recortes de plantilla, amores indecisos, chats de whassap plagados de quejas, círculos demandantes y noticias del fin del mundo. No lo pensó dos veces y se deslizó al otro lado del muro amarillo sin mirar atrás.
Necesitas terapia, dijeron todos.
¿Terapia? ¡Lo que necesito es silencio!
No era cobardía, era escapismo chic: tacones, eyeliner y adiós.
¡Que el mundo siga girando sin mí!
Desaparecer con glamour debiera ser asignatura obligatoria.
RELATO 6
OTRA MIRADA
Un 2 de Diciembre en una tarde dorada de París, nació un niño que vendría marcado por una mirada inusitada.
Un niño cuya primera infancia estuvo plagada de trastorno.
Creció y surcó varios países.
Su mirada seguía llenándose de imágenes.
En la adolescencia ya miraba por un objetivo, la contorsión de los modelos sorprendía al espectador. Pronto se fijaron en él revistas y marcas para su exposiciones.
"-Nunca me he considerado responsable de mis imágenes. Son solo accidentes"-.
Nació para el mundo: "Guy Bourdin"-.
RELATO 7
TRATA DE PERSONAS
El tren llegó para la recogida.
Estuve ahí todo el tiempo, mirándolas amontonadas como ganado, empujadas, golpeadas, hacinadas, tirándolas al suelo.
Se abrazaban, brazos y piernas entrelazados.
Unos ojos apagados y otros llenos de furia, que contaban historias mudas de lo que habían perdido.
Dejando atrás dignidad y orgullo, vidas destrozadas.
Siendo vendidas.
No viven en amarillo.
Y ahí estoy, aterrorizado.
No puede notarse mi miedo, aunque tiemble.
Aquí soy la autoridad, mafia pura.
Un disparo.
Una mujer cae a mis pies.
Mi profesora de baile.
No puedo más.
Con el tren en marcha, me dejo caer en las vías.
RELATO 8
LA ÚLTIMA ROSA
Todavia resuenan los aplausos en su memoria, mezclados con el rancio olor a bambalinas.
Fuera, en la calle, el viejo cartel parece mellado por las titubeantes bombillitas. Mientras, algún gato rebusca entre los, hace tiempo vacios, cubos de basura.
Ella no se da cuenta de su ocaso; y sigue interpretando su actuación como cada noche. Desde hace muchísimos años no tiene público.
Actúa movida por la busqueda de su dignidad, entre las sombras chinescas de su remoto pasado.
Hoy, por fin, comprendió que ya no es ella; y se esfuerza por recoger la última rosa caida de entre las tablas.
RELATOS 9
LA DAMA DE MEDIANOCHE
Era medianoche, el viento arrastraba hojas secas por el camino empedrado bordeado de almendros. Él volvió a oír su taconeo rítmico, el crujir de las medias negras de cristal, el suspiro leve del perfume que ella usaba en las noches de agosto. Los faroles parpadeaban con una luz mortecina, como si la penumbra también recordara. La siguió sin miedo, como tantas veces, hasta el bosque dormido. Allí lo encontraron al amanecer, tendido sobre la hojarasca, con una flor blanca sobre el pecho, del color de los cirios de difunto y un leve olor dulce que flotaba aún en el aire.
RELATO 10
EL PENDIENTE
Buscaba su pendiente. Se le había caído al suelo. Sin pensar, se metió por el hueco. Solo asomaban sus piernas envueltas en unas sugerentes medias de rejilla, temblando entre la vergüenza y la risa ajena.
—¡Madre mía, lo que daría por ser ese culito! —tronó una voz masculina.
Ella se incorporó, girando la cabeza con esfuerzo. Sus ojos se encontraron. Su mandíbula cuadrada y la barba cerrada no dejaban dudas.
El garrulo silbó bajito, disfrutando del espectáculo.
—Menudo bombón. Pues… me gusta más así.
Ella sonrió y encogió los hombros. Él ofreció su mano. Juntos se perdieron en la noche.
RELATO 11
LLAMA ENTRE LAS CENIZAS
Hacía más de diez años que Irene había pasado de tener una vida alegre y regalada, a vivir en un infierno sin luz ni salida. Diez años de sueños rotos y pesadillas... obligada a ser una flor ardiendo entre las brasas de un incendio al que no recordaba haber llegado.
Cuando la oportunidad surgió, el eco de una familia que no habría dejado de buscarla y su inmenso amor por la vida, fueron la fuerza para escapar de sus explotadores.
Aunque su alma estaba desierta, Irene sentía cómo, a cada paso en libertad, su vida volvía a ser suya.
RELATO 12
¡TRAGAME TIERRA!
Era la semana de la lencería fina y yo, urgida por la necesidad, acepté la propuesta de una amiga modelo, sustituir a una compañera caída. “Tienes estilo, me dijo, y te hace falta el dinero.”
Mi dignidad protestaba, pero la nevera vacía gritaba más fuerte.
Llegó el momento. El público expectante, yo temblorosa. Las piernas no me obedecían. Avancé. Tropecé con mi propio miedo y caí, torpe y despatarrada.
El silencio se quebró en carcajadas.
Al día siguiente, salí como portada en los medios especializados pero las medias que llevaba se agotaron.
Fui un desastre pero un desastre que vendía.
RELATO 13
SUEÑO PRECONSTITUCIONAL
Hoy he vuelto a despertar en mitad de la noche. En mi sueño hay una bandera enorme, rojigualda. Voy haciendo equilibrio por la fina costura que separa los colores cuando, de pronto, el águila levanta el vuelo e intenta atacarme. Corro con desesperación, perdiéndolo todo por el camino; peineta, mantón, vestido, peluca... Encuentro entonces una grieta y me deslizo por ella. Al llegar al otro lado, me despierto. Siempre el mismo sueño, desde los 16, aunque yo ya no cante copla, aunque el régimen ya no exista y no me puedan volver a llamar para actuar frente al caudillo.
RELATO 14
LA MUJER 10
Estamos bailando en el salón. La banda sonora de "Damage" es sobrecogedora en algunas secuencias. Mantiene a raya nuestras intenciones.
De pronto, reposa su cabeza en mi pecho. Ya no hay vuelta atrás. Mis dedos se deslizan lentamente por su cuello, su espalda...
He soltado sin querer uno de sus pendientes, que cae y rueda hacia la ratonera. Me mira y decide ir a buscarlo. Se agacha. Mete su cuerpo en la trampa mortal.
¡Ahora! ¡Este es mi momento!
Sólo un empujón decidido y formará parte de mi harem privado: la número diez.
RELATO 15
PESTAÑEO
Con el alma rota, caminando sola, sin creer en sí misma; despeinada, deshecha, herida.
Su único propósito: seguir viviendo.
Alzó la mirada y se reflejó en unos ojos azules, que le devolvieron una imagen espectacular.
Lavó su cara, se colocó esas medias, se calzó los tacones dorados, se ciñó el escote… y se vio.
Guapa, alegre, sensual.
Se levantó, caminó con fuerza y se recompuso.
Nunca olvidó esos ojos ni la belleza de su alma.
Pestañeó…
y la vida la engulló.
Pensó en esas medias y en esos tacones y, a pesar de todo, caminó.
RELATO 16
¡AY, AY! ¡VOY A LLEGAR TARDE!
Llego de los ensayos de teatro, me preparo y voy a hacer un espectáculo para un grupo. Como me han pedido cosas tan extrañas, ni me sorprendo al ver por dónde tengo que acceder al lugar.
Parezco una versión porno de Alicia en el país de las maravillas, pienso mientras me arrastro con delicadeza por un túnel oscuro. Al salir, encuentro a un montón de niños disfrazados y mirándome con asombro; los saludo delicadamente.
¡Mierda! He fusionado la actuación del cumpleaños infantil de hoy con la despedida de solteros de mañana.
Esto de ser una actriz 360 tiene que acabar…
RELATO 17
¡ARRIBA ESPAÑA!
Cuando aquel congresista me pidió que fuera a su fiesta con unas amigas pensé que quería juerga de la buena, así que recopilé lo mejor de cada esquina y nos fuimos para allá. Cuando llegamos, ya estaban todos borrachos. Como buena profesional, me subí a la mesa que se encontraba delante de la bandera, y me puse a bailar. De repente se me cayó el pendiente, me agaché para cogerlo pero me quedé enganchada. Mi postura era irreverente cuando se hizo el silencio: acababa de entrar su esposa. Mis amigas, muertas de risa, no supieron más que gritar ¡Arriba España!
RELATO 18
DIGNIDAD PERDIDA
Promocionada por el gimnasio "Lorzaout" pasé de una talla XXXL a una M. Únicamente con mi esfuerzo y casi dos años de duro ejercicio logré recuperar la salud perdida. Estaba muy orgullosa y por eso acepté el premio. Podría motivar a otras personas a hacer lo mismo.
Llegó el día y...
Me dejé hacer un estilismo impropio de mí, dejé mi cabello suelto, me pusieron tacones, me cambiaron gafas por lentillas y pasó lo que tenía que pasar.
Desfilando por la alfombra roja de camino al "fotocall" tropecé y... Heme aquí patas arriba, inmortalizada en una foto para siempre, buscando mi dignidad.
RELATO 19
BAJO EL ROJO Y EL AMARILLO
No había reloj ni conejo, pero sí un agujero.
Me tumbé en el suelo para ver qué había al otro lado y, al introducir la cabeza, el mundo cambió de sonido.
Dentro flotaban olores a jazmín y risas que me envolvían.
Una voz susurró, pero no la reconocí:
—Aquí nada es lo que parece—.
Aun así, no quise retroceder.
A veces, para encontrar un mundo nuevo, basta con meter medio cuerpo… y toda el alma.
RELATO 20
TROFEOS DE PALACIO
Su tío era taxidermista y, por entonces, trabajaba para la Casa Real. Él ayudaba con las entregas, acompañando a Fermín en la vieja furgoneta gris. Aquel día transportaban la cabeza de un elefante, pero había visto deshuesar y descarnar gacelas, ciervos y algún que otro antílope.
La entrega del paquidermo disecado fue en el salón amarillo de Palacio. No le sorprendió ver salir de la pared dos piernas, cuál trofeo montado sobre un soporte.
Pero resultaron ser de una dama llamada Corina, que husmeaba tras la rejilla del aire acondicionado, buscando un pintalabios... o algo más.
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