sábado, 9 de agosto de 2025

RELATOS SEMANA 271

Foto Venancio 

 

RELATO 1


IMPLACABLE DESTINO

Entré en ese chat de nombre absurdo y allí, curioseando, algo me atravesó por dentro al reconocerla entre las fotos. 

Hacía un par de años que no escribía. Su último mensaje había sido «Te esperaré en nuestra cuerda floja».

Inmediatamente lo supe: la escultura de la niña funambulista. Salí de casa y conduje hasta Manizales, diez horas, impaciente, ilusionado.

Y allí estaba.

Antes de alcanzarla, una duda punzante me paralizó. ¿Acaso eres tú a quien ella espera?

—Imposible —me dije.

Despacio, di la vuelta. Y volví a casa, derrotado, rumiando el absurdo nombre del grupo; «Nunca fuiste tú».



RELATO 2

SOBRE EL VOLCÁN 

El volcán rugía vomitando implacables cenizas. Sobre un cable tendido hacia la cumbre, una guía local que era funambulista, avanzaba portando esperanza y valor mientras abajo la lava serpenteaba con furia.
Sus ropas y cabello estaban endurecidos por la ceniza caliente pero cada paso era un pulso de vida sobre el abismo. 
Arriba, en la cumbre, veía los rostros asustados de quienes aguardaban su llegada. Extendió su mano, guiándolos uno a uno sobre el hilo de acero hacia la salvación, mientras el volcán respiraba fuego bajo sus pies. 
Aquella noche, su nombre se volvió leyenda entre los habitantes del lugar.


RELATO 3

EL FONAMBULISTA

Caí al vacío. De repente, desperté. Ella… no.

Seguí cayendo.


RELATO 4

LA FUERZA QUE ME GUIA

Por que tú me aconsejas, en ti busco mi apoyo.

Por que tú eres mi faro, por ti yo me guio.

Por que tú eres mi ejemplo, en ti yo confío.

Por tu sensatez, en ti busco mi equilibrio.

Por que haces que la justicia sea más justa, eres mi espejo y mi camino.

Melenas al viento, bocanadas de aire, equilibrio sobre un suelo que se hunde bajo mis pies.

Eso eres tú para mí, mi estrella polar, mi luz, la fuerza que me empuja.

Por que tu incondicional amor nunca me fallará, te veneraré de aquí a la eternidad.


RELATO 5

HILOS CONGELADOS

Aquella escultura del funambulista me recordó a Marcela. Flotaba en el aire, luchaba contra las fuerzas de la naturaleza, como ella, siempre en la cuerda floja.
Su único deseo fue bailar, y vivió para ello con pasión. Veinte horas diarias, soportando el dolor.
Los analgésicos empezaron siendo inocuos, un alivio fugaz, pero perdían efecto. La fatiga era densa, las noches largas. Los dedos descarnados incapaces de seguir.
Hasta que, en un mes, el fentanilo se adueñó de sus movimientos. Todos sus músculos se pararon, parecía una marioneta con los hilos congelados.
Y sin el baile, su corazón no quiso continuar.


RELATO 6

BARRA DE SOSTENIMIENTO

Valeria acababa de firmar el divorcio y la carta de despido que le había enviado Martín, su jefe y marido durante 20 años. 
A partir de ese momento decidió bajarse de la cuerda floja en la que se había mantenido todo ese tiempo. Borraría de su vida las palabras: Vértigo, precipicio, rencor, penumbra y miedo. Y señalaría en negrita: Madurez, equilibrio, serenidad, amor y esperanza.
Desde hace dos años convive con las Misioneras de la Caridad en Bihar. 
La barra de sostenimiento, su nueva alianza, le recuerda el firme compromiso adquirido con los más pobres y con ella misma.
 

RELATO 7

SIN RED

Las nubes parecían observarla con caras de leones enfurecidos; el viento rugía impetuoso.

Su vestido se ondulaba como si quisieran arrancárselo, y su pelo, arremolinado, parecía tener vida propia.

La ciudad, desde allí arriba, se veía diminuta, como una maqueta.

Tenía un reto, un desafío: llegar al final del cable sin precipitarse al vacío.

—Vamos… unos metros más… ya casi está… No mires abajo, no tiembles —se repetía en su cabeza.

Su pulso se aceleró y una sonrisa se dibujó en su rostro: había llegado a su destino, había superado su miedo.

Una ovación llegó desde el abismo.
 

RELATO 8

SUEÑOS QUE SE CONVIERTEN EN REALIDAD 

Eres tonta, nunca serás como yo, le decía Sara.
Sé andar sobre una cuerda, tú eres torpe y fea. Además, el pañuelo que llevas siempre en la cabeza me dice que hasta tu pelo tiene que ser feo...
Medi callaba deseando convertirla en piedra.
Un día no pudo más y mientras Sara la insultaba desde la cuerda floja durante un entrenamiento tuvo un ataque de ira tan intenso que se desmayó.
Cuando despertó, su pañuelo se había caído, su alborotadísimo cabello se desparramaba por todas partes, y vio a toda la clase, aterrada, mirando hacia Sara en la cuerda floja.


RELATO 9

CANTANDO BAJO LA LLUVIA

Llovía fuera, y yo, con un paraguas agujereado, pero no me importó; incluso disfruté mojándome. La lluvia fue un consuelo después de quince días de calor sofocante, de pensar en mi soledad, de estar encerrada en las cuatro paredes del cuchitril donde vivía y de mi vida pendiente de un hilo.
Por fin era libre para cantar bajo la lluvia, para sentir que mi cabeza dejara de crepitar por la fiebre... y salté.
Entonces miré hacia abajo y. lo vi: la cárcel, el cuerpo donde había estado prisionera empezaba a enfriarse bajo la lluvia.


RELATO 10

METÁFORA 

Desde chiquitilla, me gustaba hacer equilibrio sobre el borde de la tapia de mi casa. Acababa con heridas en las rodillas o quemaduras por los raspones de las piedras. Al crecer, hice equilibrio en la vida.
Conseguí hacer mis pinitos de sonambulismo en un circo, sobre la cuerda floja. Conseguí llegar al otro lado de la cuerda y me mantuve mucho tiempo, pero un día no lo logré. Caí al vacío delante de todos los ojos y bocas abiertas. Allí quedé.

Mi espíritu sigue suspendido en la cuerda, como estatua perenne en el espacio.


RELATO 11

YUN SIGNIFICA "NUBE"

Su ilusión era homenajear a su abuelo cruzando los 320 metros de una orilla a la otra del mekong en la meseta tibetana. Yun, que también asombraba por su corta edad, tal día como hoy de hace dos años lo perdió en esa misma garganta.

Cerró los ojos sintiendo la brisa gélida sobre sus sonrosadas mejillas, acarició y equilibró la vara de cedro tallada por su abuelo, adelantó su pie derecho desnudo sobre la cuerda trenzada articulando sus dedos y avanzó sobre el vacío de aguas embravecidas. 

Todos contuvieron la respiración.

Aquella proeza quedó inmortalizada por un artista del lugar.


RELATO 12

NIÑA RARA

« Juan, esta niña es rara, si no la hubiera hecho yo diría que es solo hija tuya».

«¡Baja ya de ahí, tienes la cabeza en las nubes!».

Mi madre gritaba, yo, descalza, trepaba como un gato por el alto muro fronterizo, caminando de puntillas por el borde.

Un margen invisible separaba mis sueños de «su» realidad. 

Con los ojos cerrados, tutú y zapatillas de punta, bailaba girando sobre el hilo de la vida. 

Debajo de mí fluía el río de las frases inútiles, de las palabras olvidadas.

El viento, mi único amigo, me acariciaba el pelo susurrando: «Lo conseguirás».


RELATO 13

TODO PASA POR ALGO

Cuando recibí la circular de mi jefe "sugiriéndome" que asistiera a las jornadas de convivencia organizadas por el Departamento de Recursos Humanos, ya me puse de mala leche. 

_No me gusta la aventura ni el campo ni la tirolina ni ir en chándal delante de mis compañeros... Me importan un bledo el teambuilding, el coaching y el bonding..._ Todo esto iba rumiando cuando reparé en la silueta de Paloma haciendo equilibrio sobre la cuerda floja. Entonces lo vi claro: aquella imagen era la metáfora perfecta de mi existencia.

Ahora vivo en una yurta y organizo los turnos de los monitores.


RELATO 14

LA CIUDAD SUSPENDIDA

La ciudad se alzaba sobre vigas y puentes como una infinita telaraña de acero. Cuando asomaba la primera estrella, los vecinos se encerraban tras sus puertas, lejos del suelo, donde las sombras cobraban hambre. 
Abajo, entre los callejones abandonados, seres carnívoros recorrían la oscuridad, husmeando el aire, ansiando el descuido humano. 
Alguna vez, algún vecino calculó mal el tiempo; entonces el silencio crujía con gritos de dolor y de muerte. 
Nadie miraba por las ventanas. Nadie quería saber quien perdía. Solo contaban las horas hasta el amanecer, cuando la luz regalaba la ilusión de que allí se podía vivir.


RELATO 15

EL VUELO DE LOS SUEÑOS

Elena, con las palmas de las manos callosas, agarraba la pértiga sobre aquel cable, buscando el punto de equilibrio, desafiando la gravedad, respiraba la grandeza del circo.

El foco de luz era un sol que la perseguía, el público, un murmullo sordo a lo lejos.

Observaba la distancia entre los dos gigantescos rascacielos, un gran precipicio de vidrio y cemento.

Su corazón, un tambor ansioso, deseaba cruzar ese vacío, no por los aplausos, sino por la vertiginosa libertad, esa sensación de volar.

Su vida era aquel cable a diario, pero su sueño era el cielo infinito que ese día alcanzaría.


RELATO 16

EQUILIBRIO

La búsqueda es como caminar sobre la cuerda floja: que el siguiente movimiento no sea un paso en falso que me precipite al abismo. Ansío alcanzar el otro extremo porque sé que allí estarás, esperando mi llegada. Con tu pajarita amarilla y una flor en la solapa, y sosteniendo entre tus manos nuestra cometa reconstruida, lista para elevarla. No quiero perder el equilibrio, seguiré avanzando lentamente, visualizando mi objetivo, y fijando la mirada en un punto lejano. Un pie delante, luego el otro y cuando finalmente llego, descubro que es solo otro comienzo.

RELATO 17

VALLE OSCURO

Transité por un valle de nubes oscuras, que ennegrecieron mi corazón. ¡Siempre amenazaban tormenta!
Sólo fue un tiempo, unas horas... quizá una vida.
Iba agarrada a mi pértiga, haciendo equilibrios,sin pensar hacia donde.
Sólo avanzar, hacia adelante, con aquella energía sofocante, que te evita pensar y engaña al miedo.
No había opciones; pero esa nube inmaculada, me acompañó a través del valle, sobre ese hilo aterrador hasta cruzar. 
¡Gracias!
 ¡ Salida!


RELATO 18

EL HILO DE LOS SUEÑOS 

No volaba, pero caminaba tan alto que las nubes inclinaban su blancura para verla pasar. No había hadas ni polvo mágico, solo un hilo suspendido entre la isla de sus sueños y la orilla de la realidad. El viento, cómplice y traidor, le cantaba que abajo todo era seguro, pero ella sabía que descender era olvidar la infancia. Siguió, paso a paso, con el corazón de pluma y los pies de raíz, buscando ese instante perfecto en que el miedo se rinde… y la magia se queda a vivir para siempre.


RELATO 19

LA VIDA DESPUÉS DE…

La vida gira al capricho de una ruleta invisible, que reparte sorpresas sin previo aviso. A veces dulces, otras amargas, como si el destino jugara con nuestros pasos. Lo único seguro es su imprevisibilidad.
Entonces la recuerdo a ella: delgada, arrugada, serena. Jamás se quejaba. Caminaba en la cuerda floja de la vida, sosteniendo el mundo con sus manos humildes.
Sus hijos, rectos, con la frente en alto, siguen el sendero que ella les trazó con amor silencioso y esfuerzo callado.
Y pienso… hay vidas que florecen después del dolor: ella fue raíz, viento y sostén.


RELATO 20

EL PUENTE DE HILO FINO 

Cuando el vaho se evaporó para formar el techo de algodón todo el pueblo pudo verla. 
Nadie creyó en ella,ni siquiera su escultor. Pero su corazón era de hierro,al igual que su pundonor.
El fino hilo que separa la fantasía de la realidad la invitó a cruzar al otro lado; y ella aceptó la invitación sin dudarlo.
Mientras la noche dormía, el anciano creador se afanó hasta caer rendido.
Ella, sin despedirse, quiso aprovechar para convertirse en real. Él sonámbulo, y ella funanbulista, no volverian a verse en este lado. 
Ella, al menos lo intentó.


RELATO 21

LA CAMINANTE

Pequeño y tranquilo, conocido por la estatua de metal ennegrecido que avanza sobre un cable suspendido en el aire. Quién la colocó allí o cuál es su historia sigue siendo un misterio. 

Los residentes aseguran que su postura cambia. En primavera parece mirar hacia el este, en verano avanza, en otoño gira la cabeza como si escuchara algo y en invierno se queda inmóvil, como si esperara.

Miles de turistas aseguran que se trata de un efecto óptico. Solo los que viven allí saben que un día la estatua llegará al final del cable y… nadie sabe qué ocurrirá después.


RELATO 22

VÉRTIGO

Ella y él. Frente a frente. Solo unos pasos les separan.
Será el cruce de la gloria.
O de la muerte.
Una pérdida de control, un movimiento en falso, y la aventura habrá terminado para siempre.
El viento está soplando y el cable se balancea.

¿Quién caerá?,¿ella?, ¿él?, ¿los dos?...

No puede mirarle, no puede levantar la vista, pero a cada paso siente su corazón latiendo.
Abajo, el vacío extiende sus brazos. Están cerca. Muy cerca. Ya no hay vuelta atrás.

Es un reto que no tendría que haber aceptado nunca.

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