domingo, 16 de marzo de 2025

RELATOS SEMANA 250

Foto autora anónima



RELATO 1

BUCEANDO ENTRE BUTACAS

Sus abuelos les habían hablado de aquella mística experiencia, pero en un mundo sórdido donde las elocuentes pantallas acaparaban la atención y aturdían sus sentidos, las expectativas se teñían de un matiz de realidad mundana. Con casi treinta, y por primera vez en un teatro.

Tras los aplausos ininterrumpidos y el apagado de luces, siguieron ahí, obnubilados, navegando entre brutales emociones y, aún muriendo las horas, sentían en sus almas las olas del drama, meciéndolos e incapacitándolos a la vez para levantarse de sus butacas. La magia del teatro los había abrazado de forma eterna, enredándolos con su perpetua atarraya.

RELATO 2

UN GUIÓN POR ESCRIBIR 

El fin del mundo llegó sin aviso, y el caos arrasó todo. Dos hermanos, Alma y Dariam,sobrevivieron entre escombros. Un día, decidieron aventurarse en la ciudad desierta. Entraron al cine del centro, sus pasos resonaban en la sala vacía. Las pantallas rotas aún mostraban fragmentos de viejas películas, como recuerdos perdidos. Alma se sentó en una butaca, mirando la pantalla que nunca volvió a encenderse. Dariam, en silencio, le ofreció una bolsa de palomitas. La vida, pensaron, era una cinta que había llegado a su final, pero ellos seguían buscando el próximo acto.

RELATO 3

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

Tenían que hablar, en eso sí que estaban de acuerdo. Sabían lo que escondía esa expresión y decidieron hacerlo después de la película. De nada servía sacrificar algo que habían planeado hacer con ilusión.

El patio de butacas se fue vaciando, recuperando su estado habitual. Había llegado la hora de separarse y decirse adiós, pero ninguno se atrevía a romper el temido silencio. ¿Podrían tener un futuro juntos?

Acompañados por la música de los créditos y sintiendo el leve frescor de la brisa veraniega, permanecieron en sus sitios. Deseaban con toda su alma que esa noche no se acabase.


RELATO 4

SESIÓN CONTINUA 

¡Vamos al cine de verano!

Butacas metálicas para el gallinero de pipas, chochitos y gominolas. Detrás, al fondo, un mostrador de obra encalado con una encimera de azulejo, papas fritas, Fanta naranja y Coca-cola. 

La primera sesión; de las 22,00 a las 23,30h. La siguiente, de las 00,00 a la 1,30h. Entre las dos sesiones, sabíamos cómo escondernos en los váteres de puertas de chapón garabateados de amoríos, pollitas, pollones, nombres y fechas. En cuanto se oían los primeros murmullos, salíamos de nuevo al gallinero por que era indispensable volver a ver; Adiós, cigüeña, adiós.

RELATO 5

SOY MUCHAS COSAS

Quién eres?
Eso no importa. Ahora lo que vamos a hacer es charlar un ratito.
Recuerdas qué hiciste hace 25 años? También en un cine abandonado y vacío como éste?
Esto... No, no lo recuerdo.
Te refrescaré la memoria entonces.
Estabas violando a una chiquilla de quince años dejándola abandonada y rota. Tú tenías treinta, violador y pedófilo.
Era una buscona!!! Yo no sabía que era una niña, parecía más vieja!!! Pero tú qué tienes que ver con eso? Quién eres? 
Soy muchas cosas: el hijo de la "buscona", también tu hijo, y testigo, juez y verdugo de tu ejecución.


RELATO 6


LA PRIMAVERA DURA UN SEGUNDO

Estamos en 2075. Hace casi cuarenta años que no se ven espectáculos como éste en ninguna ciudad. Compramos las entradas en reventa. No pudimos encontrar un sitio mejor, pero por lo menos estamos aquí. Hemos llegado con tiempo por si había algún imprevisto en la lanzadera volante que nos ha traído a este rincón remoto del norte de Italia. Ya casi no hay estaciones, pasamos del invierno al verano en una semana. El evento no se repetirá hasta dentro de un año, y dura solo dos días. 
Se hace el silencio. 
Ya empieza: miles de almendros florecen ante nosotros.

RELATO 7

THE END

El asteroide iba a arrasar el planeta aquella bonita noche de junio. 
Alex y Luis decidieron esperar la muerte en el cine en el que se conocieron, que olía a nostalgia y a historias que ya nadie recordaría. Se sentaron con los pies sobre las vacías butacas, como si fueran los dueños del lugar.

"Aquí podríamos vivir", dijo Alex, mirando el techo oscuro.
"Sí, cada noche una película diferente, aunque sea sólo en nuestra cabeza", respondió Luis.

En esas butacas olvidadas, ellos eran protagonistas de su preciosa historia, una sin guion, sin final y sin créditos que anunciaran la despedida.

RELATO 8

SU OBRA DE VIDA

En su ultimo día Juan se acomoda en el palco de autoridades del Teatro Municipal, donde ejerció como iluminador los últimos cuarenta años. Asombrado, ante el silencio reinante y la ausencia de vida en el patio de butacas, observa la oscuridad del escenario desdibujado en la penumbra, al que tantas veces había puesto luz y color. Dos almas ajenas a su obra de vida, como en un espejo, devuelven a Juan la imagen del personaje mediocre que le tocó representar. Acompañado de su propia soledad, echó el telón y se marchó sin hacer ruido.

RELATO 9

EL SILENCIO DE LOS QUE 
GRITAN

Aún recuerdo aquel día. Mi hermano mayor y yo íbamos con regularidad al Gran Teatro, el amor por el cine era mutuo.
Conmigo se mantenía tranquilo, quizás porque me adelantaba a sus necesidades traduciendo una especie de código secreto. 
Todo el mundo había salido de la sala, pero nos resistíamos a abandonarla. Cada minuto de esa película nos hizo compartir sentimientos que todavía flotaban en el ambiente. 
Giró la cabeza y dijo mi nombre, mirándome a los ojos, a la vez que me acarició, por primera y última vez. 
Tras aquello volvió al mutismo que le impone su autismo severo.
RELATO 10

UN BEL DI VEDREMO

Después del almuerzo, los dos amigos continuaron de copas por la ciudad. Una melodía familiar los condujo a un pequeño teatro, de donde emergían voces estremecedoras. Dentro, sobre el escenario, Madame Butterfly agonizaba junto a su hijo en su última nota…
El silencio cayó con el telón que rompieron los aplausos; después, los abrazos entre el equipo despidieron el ensayo. 
El teatro quedó vacío. 
Los dos amigos permanecieron inmóviles, atrapados en la tragedia, envueltos con el eco del aria.
Solo cuando la luz del amanecer filtró entre las cortinas volvieron a respirar la realidad.

RELATO 11

EL CLUB DEL YAVOY 

— Hora de levantarse.
— Ya voy.
— Ven a desayunar.
— Ya voy.
— Vamos a la escuela.
— Ya voy.

Tras un tirón de orejas, su madre lograba llevarlo, con mucho esfuerzo, al colegio.

Al crecer ya no había tirones de orejas, pero tardó años en terminar sus estudios superiores. En el trabajo su ideología del “ya voy” lo hizo saltar de un empleo a otro.

Su último trabajo fue organizar un teatro. Se acomodó en una butaca, adormilado, y sintió que le tocaban el hombro.

Sobresaltado, gritó:

— ¡Ya voy!

— Tranquilo, compañero. Yo también pertenezco al Club del “Yavoy”. ¿Tomamos unas birras? ‎

RELATO 12

TIERRA TRÁGAME

¿Desean los señores una copita, están ustedes cómodos? ¿El periódico, tal vez?Dijo el acomodador con socarrona ironía. 

Oiga...nosotros...
 
Perdonen, vuelve a decir el acomodador, se espera lleno en la sala. En breve se abrirán las puertas y comenzará el público a entrar. Desearán, por supuesto, ocupar también estas localidades. No quisiera importunarles en su maravillosa estancia con nosotros pero creo que si ponen ustedes una prenda en el asiento puede ser suficiente para reservar la localidad.
 
Por favor, les ruego ocupen sólo su asiento.
 
Disculpe señor acomodador ¿podría usted llamar a un médico? Nos hemos caído desde palco superior.

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