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Foto Pierre Botte |
RELATO 1
EL BAILE DE LAS MARIPOSAS
Al final del jardín se hallaba el viejo invernadero, caliente y con olor a fruta madura. Violet revive miles de horas en ese palacio de cristal del que colgaban incontables capullos de seda mientras un corro de mariposas de exóticos colores bailaba a su alrededor.
Hoy reconoce que, tras sus muchos errores, para seguir adelante tendrá que transformarse como hacían sus viejos compañeros de baile, los lepidópteros. Hace tiempo dejó de ser el centro de atención, sólo le queda un amigo que la escuche pacientemente. Se acepta, sonríe, sabe que su pequeño ángel guardará el secreto de sus pecados eternamente.
RELATO 2
CUANDO EL AMOR ES SILENCIO
Él, una estatua inanimada, todos los días la veía pasar.
Ella, con sus finos tacones, hacía crujir las otoñales hojas, bajo el peso de sus larguísimas piernas, deslizándose cual pantera. Reía cantarina, llenando el parque de notas musicales.
Su cabellera, agitada por el viento, acariciaba en ocasiones, la inerte piedra.
Algunas veces colgaba su chaqueta, sin darse cuenta, sobre la angelical figura, impregnándole su perfume.
Con un desconocido, la vio amarse, bajo su pedestal. Fue testigo de esa felicidad.
Él, una escultura; desde el silencioso dolor siempre seguiría amándola.
RELATO 3
TODO LLEGA
La fiesta de fin de rodaje estaba teniendo tanto éxito como el que se esperaba de la película. El alcohol y las drogas circulaban con velocidad, si bien estas últimas con moderada discreción.
Una de las actrices se alejó de la muchedumbre para celebrar lo que pronto sucedería.
“Muerta por sobredosis”.
Jamás volvería a robarle un papel. En cualquier momento su corazón dejaría de latir. Entre risas, reparó en una estatua que la observaba e imitó su gesto.
“Lo sé, nadie puede saber que ha sido cosa mía”.
Continuó riendo mientras, a lo lejos, la actriz protagonista se desplomaba.
RELATO 4
NÁYADE LIBERADA
En su mundo, los antepasados definían el destino. Ser hija de tal o de cual proporcionaba un status al que ella nunca tuvo acceso, pues no conoció a sus padres ni oyó hablar de ellos.
Pronto descubrió que no saber su procedencia la hacía libre, y aquello le parecía más valioso que un nombre en una sociedad que enfermaba al mismo ritmo que las aguas que habitaba.
Protegida por la oscuridad de las noches sin luna, salía a buscar lugares nuevos. Cuando encontró aquel lago, nunca volvió atrás. Solo los seres fantásticos que vivían en su orilla sabían su secreto.
RELATO 5
ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO
Hablaban Luzbel y Lilith: el ser de luz, le decía, soberbiamente, debes callar y bajar la cabeza ante mí, mujer, pertenecí a la cohorte del magnífico arcángel Miguel.
Puedo destruir ciudades enteras... Corromper a la humanidad...
Y tú? Qué tienes tú más que yo, simple mujer.
Y ella le respondió: ssshhh, yo, ángel, poseo el poder de hacer inclinar las testas de los hombres más poderosos del mundo.
Puedo, a un chasquido de mis dedos ponerlos a mis pies y beneficiarme de ellos.
Ah sí? Dice el ángel.
Y ese poder, dónde lo tienes ?
Entre mis sienes y mis piernas.
RELATO 6
AFRODITA
Observo a mi hijo Eros esculpido, y descubro que solo conseguís reflejar evidencias de la imagen que habéis creado de nosotros, los dioses del Olimpo.
Aun siendo la diosa de la belleza, no puedo evitar hacerlo con ojos de madre. Mi hijo representa el amor, pero no captáis el auténtico significado de su característica divina. Él lo representa en todas sus formas, no solo en la carnal.
En su mirada, solo reflejáis lo pícaro, obviando su capacidad de ver el interior de los corazones.
Intentáis, sin éxito, representar lo divino pero, para nosotros, solo sois simples mortales.
No os ofendáis.
RELATO 7
SIN VERGÜENZA
Los primeros días la vergüenza era un obstáculo para denunciar. Pensaba en las preguntas, en las miradas recelosas. El horror tendría forma en cada palabra pronunciada.
Quedaría escrito para siempre como prueba de lo acontecido.
Pero no denunciar les conferiría impunidad, no tenía alternativa.
El sentido común le decía que la vergüenza no era suya, que era de los agresores. La ignominia era del animal. La afrenta a la pureza y la bajeza, del abusador.
Fueron declarados culpables.
Saber qué estarían encerrados y pagarían por lo hecho, le permitió celebrar la vida, volver a ser ella.
Y callar muchas bocas.
RELATO 8
DISFRAZADOS DE MAYORES
La invitación al encuentro de exalumnos la inquietó. Habían pasado veinte años. Al mirarse al espejo se preguntó cómo habría sido su vida si hubiese aceptado aquel beso. En la cena se reconocieron de inmediato, eran niños disfrazados de mayores que cruzaban miradas como brasas encendidas. Tras la cena, pasearon por el jardín del local.
— Me debes un beso —dijo él, con un brillo infantil en los ojos. Unieron sus labios en un beso lento que contenía todo lo que nunca fue.
Su esposa vino a buscarlo.
Ella, a solas en aquel jardín, prometió que jamás dejaría nada por hacer.
RELATO 9
EL AMOR. EL DESPERTADOR DE LA VIDA.
El día empezó demasiado temprano, faltaban horas para que el sol levantara su vuelo, todavía reinaba la luna.
Sentí necesidad de salir de mi cobijo, todo estaba calmado, el silencio era mi único compañero.
Un sonido llamó mi atención, una alegre melodía, al compás.
Sentí cosquilleos en mi estómago, las mariposas revoloteaban, se despertaron mis sentidos.
El amor me enseñó a abrazar, besar, acariciar, amar, confiar, disfrutar la felicidad.
Por él y con él tuve vida.
Llegó aquel día, intentando tapar con una gran sonrisa las lágrimas que se escapaban.
Peinaba mis alas, alentando mi vuelo.
Hoy abandono mi nido.
RELATO 10
AQUELLOS VERANOS DE LOS 80
Me encantaba salir con ella.
Cada risa compartida, cada mirada cómplice, cada palabra susurrada al oído, era un sinónimo de diversión y espontaneidad.
Las botellas de champán caían, las historias de vida se entrelazaban, los sueños se compartían, y el mundo exterior dejaba de existir.
Importaba poco que al día siguiente apenas recordáramos la noche anterior. Nos cruzábamos en la playa con nuestras _Ray-Ban_ de color negro, que disimulaban la resaca que nos acompañaba, y que a menudo, perdíamos en la arena.
Tirados en una hamaca, se recargaba la energía suficiente para volver a vivir...
...una noche más.
RELATO 11
SHHHH...SHHHH
¡Qué harto estoy de que todo el mundo que se acerca a este rincón del jardín haga lo mismo!
En buena hora se le ocurrió al escultor ponerme con este gesto silente, preferiría haber sido un querubín alado sin más.
Llevo aguantando confesiones secretas, que siempre acaban con el dichoso dedito en la boca, desde que me colocaron colocaron aquí.
¡Qué suplicio!
Si al menos tuviera un frondoso arbusto para pasar inadvertido, pero ni eso...¡el jardinero es de lo más eficiente!
Bueno, al menos hoy me ha tocado un pibón con buenas piernas.
RELATO 12
SUSPENDIDA DE LA EMOCIÓN
Un día, al dirigirme a la cocina, algo en el jardín captó mi atención. Miré, sin saber exactamente dónde fijar la vista, hasta que observé al querubín. No sé si fue la perspectiva o si, de alguna manera, él me llamó. Me quedé pensando en él mientras mis invitados empezaban a marcharse. Ya sola en casa, lo recordé. No pude resistirme: puse cava en mi copa y me senté junto a él. En ese instante de plenitud interior, observé su rostro. Creí que era mi imaginación, pero no. Él me miró. Yo solo pude levitar.
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