viernes, 1 de abril de 2022

RELATOS SEMANA 101

Foto: autor desconocido

 RELATO 1🏵️

NOCHE 

Mis tacones retumban en la calle vacía, llena de reflejos húmedos.

Llueve sin parar y la ruta que llevo, tampoco tiene fin. 

Estoy desorientada y también he perdido la noción del tiempo.

Mis vestimentas y yo misma somos agua que corre formando una melodía de percusión , al son de mis pasos,......la lluvia,..... tacón....., lluvia......, tacón.....lluvia....., más lluvia.......ta-cón............ Este frenético ritmo que no puedo aquietar.....

Y en la línea recta que describe mi figura al caminar, se acaban diluyendo mis propias lágrimas, de las que huyo.

RELATO 2

Al mal tiempo, …

Pues nada chocho, que me llama y me dice que necesita verme una última vez. Y eso que yo ya le dije que se acabó; pero claro, entiendo que quiere un polvo de despedida. 

Total, que quedamos a las 3:00 de la mañana a esa hora puede escabullirse de casa sin problema.

Se pone a llover a mares y me excito muchísimo porque me recuerda a las pelis románticas en las que siempre llueve y tienen sexo salvaje.

Llego como puedo hasta el coche y, cuando entro, una voz desconocida me dice: Hola, soy Eugenio, ¿cuánto es el completo?

RELATO 3 

AGUA TURBIA SOBRE LOS CHARCOS


Cada día voy soltando tus silencios,
esos que pesaban más
que las palabras mismas. 

Paseo bajo la lluvia
y dejo arrastrar a los charcos
nuestros besos mudos, sin lengua,
los abrazos mancos,
muñones que no sabían qué buscar ya. 

Los insomnios de cada noche
en los que el techo nos cubría
sin estrellas, sin luna
sin proyecto. 

Todo suelto ya
sobre el asfalto,
temiendo el charco inmenso
lleno de tanta podredumbre
en que convertimos
el jardín de nuestros cuerpos.


Aquí yo, 
a solas, bajo la lluvia
feliz de saberme 
mudando todo aquello
que se desprendió de nosotros 
para siempre.

RELATO 4

LA LLORONA

Hace años que la veo en ese mismo lugar, haga calor o llueva, como ahora. La mujer, llora la muerte de su hija, arrollada mortalmente por un conductor ebrio que se saltó un semáforo en rojo. 
Quedó libre por un tecnicismo legal.
Hoy he reunido el valor suficiente para bajar y hablarle.
Me paro a su lado y le susurro, tengo una noticia que darle y le entrego un periódico, que en titulares dice: "HALLADO MUERTO EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS EL JOVEN ACUSADO DE MATAR A UNA NIÑA HACE TRES AÑOS..."
Suspirando me abraza. Y se aleja de allí para siempre.

RELATO 5

BUCLE

Volvía a casa en mi Mustang blanco. “_A head full of dreams_” de Coldplay sonaba a todo volumen. Encendí el último Marlboro. Tiré la cajetilla a la carretera y expulsé el humo lentamente.

      Silencio.

      Abro los ojos.

Torpemente me levanto. Camino por una carretera. Un coche blanco con la música muy alta me rebasa velozmente. Como siempre, una cajetilla de Marlboro cae a mis pies y el humo de un cigarrillo escapa por la ventanilla, antes de precipitarse por el terraplén. 

Una vez más, “_A head full of dreams_” de Coldplay suena mientras vuelvo a casa en mi Mustang blanco.

RELATO 6🏵️

UN MÓVIL, UN UBER Y…

Los mensajes en el móvil de mi novio me dieron ganas de vomitar. Cogí mis cosas, llamé a un Uber y me largué. 

Ni el zumbido del limpiaparabrisas ni la tormenta podían silenciar mi llanto. El chófer detuvo el coche queriendo ayudarme. 

-Le vendría bien una tila, esta cafetería está bien.
-No me deje sola –supliqué.

Entramos en el bar y él pedía en la barra mientras yo sorbía los mocos con babas. “Quiero un gin tonic”, le rectifiqué.

Repentinamente el conductor se quedó de piedra cuando descubrió a su mujer con otro. Señaló. Miré. El otro era mi novio.

RELATO 7

Lluvia de lágrimas

Todos los veranos mis abuelos nos recibían en la puerta de su casa. Era un momento ridículo pero precioso.. y una mezcla de ansiedad y vergüenza me invadía. 
Mi padre pitaba desde la esquina, mi madre sacaba la cabeza por la ventanilla y les nombraba a gritos, la abuela daba saltitos y el abuelo levantaba el brazo y sonreía. 
Esa sonrisa que era permanente del verano, incluida en los helados, los regaliz y las palomitas del cine al aire libre. 
Aquel año fatídico, el tiempo estaba del mismo humor que mi familia. Fue un verano de lágrimas, sin sonrisas.

RELATO 8

LA HUIDA 

Siempre tuvo un reflejo de huida. No imaginaba que la vida la atraparía en un callejón sin salida. Aquella noche lluviosa se planteaba cómo escapar. ¿Podría huir y no dejar rastro? ¿Podría empezar quizás una nueva vida sin el lastre que ahora soportaba?
El agua caía a raudales y casi no podía pensar. Esa misma noche tenía que tomar una decisión.
 Si lo hacía, no había vuelta atrás. Habría quemado sus naves.
Mirando el reflejo amarillento de las gotas en el suelo, lo tuvo claro. No tenía otro camino.
Con paso decidido, continuó hacia adelante.

RELATO 9

Una visita inesperada

El día estaba tocando a su fin cuando llamaron a la puerta.
No distinguía bien a través de la mirilla y pregunté... recibí como contestación un YO que no esperaba en absoluto.
Abrí la puerta tras unos segundos de indecisión.
Los dos nos miramos un rato sin decir nada.
Fueron instantes de incredulidad, tensión y expectación hasta que él sacó un sobre de su bolsillo. Me lo entregó y seguidamente se marchó sin pronunciar palabra. Aún en shock por lo ocurrido, me dirigí a la ventana.
Vi su silueta alejarse bajo la lluvia mientras empezaba a leer:
Querida hija...

RELATO 10🥇

Lluvia

Hoy llueve mansamente, como aquel día.

Salí a pasear. Siempre lo hacía con la primera lluvia de verano, esa en la que las gotas estallan contra el suelo ávido de agua, dibujando grandes círculos. Primero despacio, después más seguidas hasta empaparlo todo. 

El olor a tierra mojada, preñaba el aire de vida. 

Los faros de un coche iluminaron algo que llamó mi atención. Me acerqué. Te movías bajo la manta que te envolvía dentro de una caja, tu primera cuna. Tu cara se mojaba, pero sonreías.

El resto ya lo sabes, te lo he contado tantas veces, hija mía.

RELATO 11

Blanqui

Cuando mi vecina llamó por teléfono y me dijo que le pareció haber visto a "Blanqui" merodeando maltrecha cerca del río, me armé de valor; ninguna circunstancia podría impedir que fuera al encuentro de mi perrilla. Ella vio crecer, cuidó, jugó y sufrió estoicamente, con infinita paciencia, las muchas bromas pesadas de mis hijos. Sería capaz de recorrer medio mundo, si hiciera falta, para volverte abrazar como tú harías con nosotros llegado el caso. 
Por cierto, antes de salir de casa dejé preparada tu colchoneta y tu lata de comida bien repleta. ¡Ojalá te encuentre con vida!... ¡Ay, mi Blanqui!

RELATO 12

EL IRREFRENABLE DESEO DE UNA MUJER NORMAL Y CORRIENTE

Ella se casó muy joven y sus hijos eran independientes desde hacía tiempo.
Su marido era atento y cariñoso pero se sentía vacía. Siempre los mismos despertares y anocheceres. Siempre lo mismo. Siempre nada.
Pero como suele ocurrir cuando uno ya no espera nada, su vida cambió radicalmente. 
Tras días de intensas lluvias, el agua anegaba su jardín. Un operario municipal acudió una noche para evaluar daños.... instintivamente sus miradas se entrelazaron como inducidas por un imán....un deseo irrefrenable se apoderó de ambos...el fue a su furgoneta... ella le siguió....

_¿Qué estoy haciendo?_, pensó...

_No puedo evitarlo_, pensó...

RELATO 13🥉

Se fue sin decir adiós

Había estado engañándose a si misma durante los últimos cuatro meses, negando lo que gritaban sus sentidos, desoyendo a su intuición, buscando disculpas a lo inexcusable. Sentía una angustia que la asfixiaba, le costaba distinguir lo real de lo imaginario.

Hoy ha caído la gota que colma el vaso. Ha decidido no aguantar más y dando un portazo ha salido a la calle.

Sus lágrimas se confunden con la lluvia. Lluvia que clarifica sus ideas, que tranquiliza, que restablece la confianza en sí misma.

Una sonrisa se dibuja en su cara, mientras sus pasos la alejan para siempre del infierno.

RELATO 14

Lluvia de lágrimas

La lluvia cae con fuerza, silencios inundan mis miedos, son días de un invierno ya pasado, un recuerdo.

Caminando por la orilla del abismo, te vi, en medio de mi llanto, me duele, no dices nada, es lo mejor, bajo la mirada sonrío, falsa sonrisa, no verás mis lágrimas llenas de dolor y de rabia.

Y no pediste perdón, no importa, soy un fantasma sin memoria.

La vieja historia de un corazón atrevido, los sabios dicen que enamorarse es un problema.

Deja que la vida siga siendo sencilla, porque el amor va de ida y vuelta, convirtiéndose en nuestra historia.

RELATO 15

Sin retorno

The Guardian: " Mujer, 20 años, origen hispano, brutalmente asesinada en el Campus. Todo apunta al modus operandi de Jack the Ripper (el Destripador)".

El día anterior al suceso llegué a la Facultad de Letras. Una espesa niebla me estremeció. Mis coordenadas de orientación desaparecieron en esos pasillos desiertos.
Buscaba habitación para dejar la casa que compartía con dos seres fantasmales que me agredían con intuir su presencia.

Volví sobre mis pasos. Al entrar al hall un desorden extraño me sorprendió. Pisadas de barro entrecruzadas. La ropa de Malcom reliada entre unas cajas de cerveza. Un olor a sangre seca tocó mi cerebro.
Esa misma noche tomé el primer tren a Bristol.

RELATO 16

La Percebeira

Costa da Morte. Donde el sol muere y renace cada día.
Todos los días igual, la percebeira se recogía su pelo.Se ponía chaqueta de neopreno. Siempre temprano.
— ¡Juan, vamos, se nos hace tarde!
Hoy se fue sola, no llevaba en sus manos la cavadoira, solo flores, que tiró al agua.
Las suaves gotas del chirimiri, se confundían con las lágrimas que surcaban su rostro, atravesado por
las hendiduras de los años.
El embravecido mar había cobrado; esta vez había sido su hijo Juan. 
Mañana estaría de nuevo arrancándole, a las rocas, el percebe.

RELATO 17

Ley certera

1. Menos mal que todo había terminado, llevaba un día de perros entre una cosa y otra, y ya a la vuelta a casa empieza a llover a cantaros: ¿que podría salir peor?.

 “Que hace esa mujer en mitad de la carretera con un paraguas y... ¿una pistola?”

 2. La justicia no había sido suficiente, había salido indemne , y eso no estaba dispuesta a permitirlo. Ya le daba todo igual, solo quería que nada de esto se repitiera... solo eso.

“Bang”

3. En el titular del periódico:
 Mujer dispara a quema ropa al asesino y violador de su hija.

RELATO 18

SIROCO

Los árboles lloraban irrealidad. La lluvia desdibujaba el horizonte, uniendo cielo y suelo, arenisca y hojarasca. Yo dirigía mis pasos a un día transfigurado en asfixiante noche de barro y chocolate. Un goterón me golpeó:
—Soy Sahel, vengo entre corrientes de agua y viento agarrado a un grano de arena. Llevo vida al Amazonas. —Me dijo.
Mi estampa, reflejaba espanto, asombrada por el efecto de la gota portadora de esporas, rotíferos y hongos sobre mi paraguas.
Un protozoo me arañó un pensamiento:
_Sahel, procedente del mítico desierto, conoce secreto de la vida._
_¿Procederá de Earendil, la estrella más lejana?_

RELATO 19

VOLVER A EMPEZAR

El chapoteo de mis botines en el agua, me parece un delicado baño que empapa mis labios secos.

La lluvia en la noche, una constelación de estrellas tintineantes a mis pies.

Las luces del coche de papá, un rayo de esperanza que enciende el aire.

Dejo atrás esta vida de maltrato, y parto con la ilusión de quien empieza a nacer de nuevo.

Seguir conviviendo con él en nuestro "hogar", hubiera sido como sentarse a las puertas de la muerte y sumergirme en las profundas simas de la oscuridad.

RELATO 20

MEMORIAS DE ÁFRICA

Las calles eran color sepia y las casas, los coches, la ropa. El cielo era de un sepia enrojecido, colérico y sangrante y las fotos parecen de otro tiempo, antiguo y triste.
El agua que caía cargada de arena y de reproche del Sáhara nos ensuciaba, nos ponía a limpiar nuestras pertenencias y nuestra conciencia 
¿Quiénes somos nosotros para dar lo que no es nuestro? 
Las rojas lágrimas saharauis deberían ser acompañadas por nuestras lágrimas de dolor y de vergüenza.

RELATO 21🥈

Sobre todo, si llueve.

Nada se veía.
La lluvia era intensa y el limpiaparabrisas no daba abasto.
Los faros iluminaron la silueta de la mujer con paraguas.
Rebajé la marcha a “casi parado''. 
Y pasó a escasos centímetros de la ventanilla. 
Miro hacia mi y pude ver el carmín de sus labios y la mezcla de rímel y lágrimas que se deslizaba por sus mejillas.
Su belleza era arrebatadora. 
Paré el coche en la cuneta y bajé rápidamente.
Ya no estaba allí.
La mujer había desaparecido.
Me quedé allí, observando la lluvia caer al compás de sus tacones.
Jamás volví a esa calle.

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