viernes, 30 de abril de 2021

RELATOS SEMANA 54

Foto autor desconocido


 RELATO 1🥈


Sefarad

Era la puerta de uno de los cármenes más hermosos del Albaicín, antes de que la política genocida de Isabel y Fernando pusiera en jaque a mis antepasados. La llevaron con ellos cuando pudieron fletar un barco, gracias, según nuestra tradición, a un vecino armador llamado Mohamed Alí, y salir por Almuñécar rumbo a Fez en donde tuvieron que rehacer sus truncadas vidas. El desgarro fue tal que aquellos parientes sefardíes lo transmitieron durante generaciones. Aún conservamos esa puerta y su llave, porque jamás perdimos la ilusión de volver a nuestra querida patria Sefarad de la que nunca debimos salir.

RELATO 2

El Tiempo (No) lo Cura Todo

Habían pasado veinte meses. Alberto no imaginó que María ya no le abriría. 
Eran AMIGOS, de esos amigos que saben lo que el otro piensa y siente con tan solo mirarse, de los que coinciden en el sabor del helado, de los que comparten a Fante, Lorca, Tarkovski y el cine de _la 2_, de los que un “te llamo” se convierte en horas de charla y risas compartidas. 
Un día de finales de enero, él decidió marcharse sin despedirse. María no lo entendió y, pasado un tiempo, tampoco necesitó entenderlo. 
Cerró y siguió su camino…

RELATO 3

El escritor bloqueado

Sobre la puerta una nota: 

Encerrada inspiración.
Disculpen los pésimos relatos.

RELATO 4

La puerta de Alí

El pequeño Alí tenía acceso libre por toda la propiedad...menos aquella estancia.

Su paso estaba custodiado por un cancerbero con entrañas de madera y armas de hierro bien forjado.

El paso del tiempo le daba un aspecto ajado, con sus nudos y grietas al descubierto, pero no por ello cedía a cualquier intento de franquear su entrada sin permiso.

Él acababa todos sus juegos de pie ante ella, absorto en su contemplación.
¿ Qué se escondía con tanto celo tras esa puerta?

Alí nunca pudo llegar a saberlo, pero no le importó...su imaginación le dió la llave para entrar.

RELATO 5

TRAS LA PUERTA

- Dicen que aquel que osa tocar la aldaba comienza a sentir un deseo irrefrenable de traspasar la puerta y que ya no vive para otra cosa que no sea intentar entrar al viejo caserón. Dicen que está habitado por un ser extraño, con cuernos de cabra, cola de león y lengua de serpiente, que vive allí desde hace más de trescientos años y que quien traspasa el portón ya no vuelve a salir jamás. Eso dicen.
- ¡ Tonterías! ¡ Voy a llamar!
- Noooooo..
- Toc, toc
-...oooo
 
RELATO 6

SECRETOS DE FAMILIA

¿Abro? ¿O no abro? Entre la curiosidad y el miedo me paralizo en movimiento. Me hago mil preguntas: ¿qué hay detrás de esa vieja puerta? ¿Qué guarda después de tantos años?

Ese fue siempre el secreto de la tía Angelita. “No abráis, que os vais a arrepentir”– decía – inoculando misterio y deseo a la vez.

Tuve que vender la casa tras arreglar los papeles de una laberíntica herencia, llena de extrañas muertes repentinas y desapariciones de familiares. Nunca hubo una explicación aparente.

Dejé el enigma para la compradora y sentí que algo en mi linaje descansaba.



RELATO 7

Mi verdad

Fue tan fácil como quedarse dormido. Antes de que pudiese darme cuenta ya estabas dentro; navegando entre las profundas tonalidades de mi alma. Mi primer error.

No te asustaste por lo que viste, es más, prometiste quedarte para siempre y yo te creí fervientemente. Mi segundo gran error. 

Me abandonaste y en tu huida te llevaste contigo una parte de ella. Ahora, la tengo herida y confinada. 

Por favor, deja de pedirme la llave para liberarla porque no te la daré. Primero tengo que salvarla de esta aflicción.

RELATO 8🏵️

En construcción

Aquel portazo retumbó ante mí como un punto final. Observando tu abandono pude ver el mío, tejido con surcos secos y profundos...

Quise entonces desmontarme para volver a construirme, con la esperanza de encontrar aquellas piezas que siempre sentí que me faltaban. Pero el empuje brutal de un vendaval atroz me hizo rodar sin rumbo, desprotegida, esquivando golpes y espinas. 

De vez en cuando, consigo agarrarme a una flor bien enraizada pero, cuando más a salvo me siento, la suelto para rodar de nuevo, como si mi espíritu no mereciese paz.

¿Tan duro es el camino de la redención?

RELATO 9🥇

Estrías en la memoria

Primero fue árbol libre con rostros en las estrías de su tronco. Después, portón, siempre abierto, mostrando orquídeas en fanales y un patio al fondo presumía de paredes blancas con un pozo rodeado de geranios encendidos de alegría.
Después marcharon, quedó ella. El portón encerró su felicidad, su soledad fue desmemoria. Sus neuronas instaladas en la residencia.
Confundida, golpea la puerta de la sala. Sangra, vienen a curarla.
Tiene una mirada perdida que permanece fija en aquella figura de madera sobre el cerrojo. Manosea la llave en el bolsillo de la bata, no recuerda, no importa si echó el candado.


RELATO 10

GOLPE

Ese golpe seco que hacía temblar mis cristales, que llegaba sin permiso, que aparecía con su rodillo de encanto a enamorarme y marearme.

Que venía a mimar mis calamidades y le daba vida a mi casa y a mi soledad.

Lo que buscaba era solo protegerse del frío y de sus enfermedades al calor de mi mesa camilla y de mis pucheros...

Pronto me hizo ver "la perla" que llevaba dentro. Ya me lo había soplado el levante y el chiflar de mis árboles...

Tú, "cariño mío", siempre encontrarás mi puerta "abierta".

Desgraciado...

RELATO 11🥉

LA LATA DE GALLETAS

Tras llamarme el abogado y entregarme el testamento, me dirigí a las montañas de Huesca para volver, después de cincuenta años, a casa de mi abuela.

Introduje la llave en la cerradura, crujieron los goznes, la puerta se abrió. Un olor húmedo y acre inundó mi pituitaria. 

Siempre sentí curiosidad por el desván, sospechaba que escondía algo, así que fue lo primero que inspeccioné. Ya nadie lo impedía. 

Acerté: una oxidada lata de galletas cobijaba decenas de cartas de amor, cuyo remitente era el primer novio de mi abuela.

Ahora entiendo por qué soy la única pelirroja de la familia.

RELATO 12🏵️

OTRA VERSIÓN

_"Y sabed, padre, que ni ese cerrojo ni otros mil que pongáis, lograrán jamás separarme de él._

_Que si no puede ser en cuerpo, será en alma, pues para mí nunca habrá otro más que ese valiente Hidalgo al que despreciáis._

_Que aunque su figura es triste y su fortuna escasa, le sobran gallardía y delicadeza por igual._

_Que lo que vos llamáis locura, no es otra cosa sino pasión._

_Que mi existencia será con él o no será."_



RELATO 13

Vivir de los presentes.

Y ese día, cansado del hastío, decidí encerrarla en un rincón de mi cabeza, esconder la llave y olvidar.
Cerré la puerta sin dejar rastro de lo que allí dentro quedaba.
Después pasó el tiempo, paseando por mis recuerdos, encontré la puerta.
Una fuerza interna quería abrirla y otra parte luchaba por dejarla como estaba.
Mi curiosidad pudo conmigo, entré.
La encontré a ella, sonrió, había escrito las paredes con nuestros mejores momentos, había colgado fotos en las ventanas de los amaneceres y atardeceres que pasamos juntos, había pintado el techo como una noche estrellada.
Ahora es donde quiero vivir.

RELATO 14

Reflejos

La puerta era de madera de roble, de antiguas traviesas de la vía Avilés-Gijón, de raíces carboneras. 

Antes de la llegada del vapor, la línea tenía tracción animal, y se cambiaban continuamente.

Al poco de nacer Jacinta, su padre las usó para cerrar su hogar, cambiando la puerta original de tablones irregulares, que había fabricado su abuelo con mucho amor pero poco esmero.
Supo qué hacer con ella cuando el jefe de obra preguntó. 
Y ahora se miraba en ese hermoso espejo que no solo reflejaba su figura. 
Veía en él a su padre y a su abuelo.

RELATO 15

ALHAMAL

Tras esa puerta la vida se sigue gestando.

Si bien los altos muros no permiten a nadie entrar ni salir, la lluvia y el sol inundan el patio animado por el canto de los pájaros y el zumbido de los insectos que anidan en su escasa vegetación.

Zinab cuida con esmero el huerto que les alimenta y mantiene vivo el recuerdo de los campos en los que jugaba en libertad. Añora su infancia inacabada y aún maldice el día en que su padre la vendió, pero en su vientre crece la esperanza.

RELATO 16

Solo era humo esa puerta

“Ni aunque tengas las llaves podrás abrirla”. Esa voz resonaba en su cabeza.
Cogió cada palabra, las retorció, las rompió en mil papelitos y las tiró en la papelera de: “Yo, soy yo”.
Los quemó.
Venció; la puerta cerrada se evaporó. Era libre, sin tapujos, sin prejuicios.

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