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Foto: Jacob Miller, veterano de la guerra civil Norteamericana. Autor desconocido |
RELATO 1
Mutilado
Todos me miran y ven un cuerpo completo, todos menos yo. Al reflejarme en un espejo o verme en algún retrato se me manifiesta mi carencia. Llevo una vida más o menos acorde con esta época, soy un manitas con el bricolaje y un experto cocinero; me gusta estrechar mis manos para sentir la piel de los amigos. Sin embargo, siento que me falta parte de los brazos. Mi problema vino cuando dejé de rodear el cuerpo de ella, esa mina antipersona. Desde entonces soy incapaz de abrazar. ¿Qué me pasa, doctor?
RELATO 2
TIEMPOS MODERNOS
Desde su puesto de ayudante de ingeniero, Arthur H. vivió la reconversión de las máquinas de vapor. Cuando llegó la electricidad, esta pasó por sus manos achicharrándolas, siéndole reconvertidas en un ingenio mecánico.
- No tienen autonomía. Una ayuda al movimiento de la otra - explicaba Arthur en la taberna del barrio, rodeado de familiares y amigos.
El hombre aparato evitaba, desde su reducido entorno, las miradas de extraños que se extrañaban de lo que veían.
El progreso había modernizado sus manos, decía, y exclamaba alzando un vaso atenazado:
- ¡Ya como sólo!
Todos reían y brindaban con él.
RELATO 3
Una razón para seguir
No hubo ni un sólo momento, desde aquel fatídico día, en el que no hubiera deseado la muerte...
Cuando aquella bomba me cercenó los brazos, creí que sobrevivir fue lo peor que me pudo pasar.
Mi ánimo decayó y me vi envuelto en una espiral de autodestrucción... hasta que llegó Ella.
Se encargaba de mi cuidado y, al principio, no se lo puse fácil.
Su persistencia hizo que me pusieran unos implantes metálicos para darme autonomía.
Aunque fue un gran logro, podía sentir las miradas horrorizadas de los demás...No me importaba.
Cuando Ella me miraba...sólo sentía su Amor.
RELATO 4
DOS MANERAS
Papá nunca estuvo de acuerdo con que fuera al colegio, no quería que saliera solo de casa por miedo a la crueldad de los demás.
Tampoco me apoyó cuando decidí buscar un empleo.
El día que llegó mamá con aquellos artilugios, suspiró y salió de casa cabizbajo.
Ella, en cambio, me enseñó desde pequeño a caminar solo, ni siquiera me ayudaba cuando caía al suelo tras un tropiezo.
Al cumplir los diecisiete le dije que pensaba salir a buscar trabajo, sólo dijo..."abrígate".
Tardó años en reunir el dinero para aquel invento.
Dos maneras de quererme y protegerme.
RELATO 5🥈
Manoslata de Sucarbú
Cuando la vio por vez primera, supo que sería el próximo Manoslata de Sucarbú, porque el destello del sol en su cabello rubio prendió su pecho en llamas.
La observaba agazapado por la ventana mientras ella se arreglaba para dormir. Después se colaba en su alcoba y acariciaba su piel albaricoque. La pelusilla dorada y suave de sus brazos y el vaivén de su pecho al respirar, dieron sentido a su existencia.
Una noche ella lo sorprendió, su grito desgarrado se clavó en el alma del venerador.
Él se entregó a la justicia.
En Sucarbú, los delincuentes pierden sus manos.
RELATO 6
Santa Rita, Santa Rita
Nací con agenesia y aquello fue un drama para mis padres. Cuando apareció aquel profesor chiflado por el pueblo decidieron hacerle una petición un tanto extravagante, querían que me pusiera manos de acero para poder pelearme con todos aquellos que se habían reído de mí. Cuando me desperté de la anestesia sólo sentí dolor y horror. Me había reemplazado mis muñones por una herramienta en forma de cuchara y algo como una pinza.
Me hubiera gustado estrangularle. Aquella operación sólo consiguió que pasara de dar pena a generar risas. Ahora sí que me habían destrozado la vida.
RELATO 7
TUVE UN SUEÑO
Tuve una pesadilla y lo que soñé me impactó, me vi postrado en una cama, con los brazos destrozados. Rápidamente cambié mi línea de estudios (iba para dentista) y me propuse ser pionero en la fabricación de prótesis médicas. Pude paliar el dolor de los heridos, cambiarles de nuevo la vida, y lo más insólito de todo, hacer para mí mismo las que llevo ahora, después de que una explosión fortuita me arrancara los brazos de cuajo. ¿Paradoja? No. Destino cruel y bendito sueño.
RELATO 8
S.O.S. Racismo
Me inquietaban las amenazadoras migraciones afro-latinas a nuestro país. Somos el imperio, nuestras decisiones son decisivas para el mundo. Nuestro superpoder no puede tambalearse por razas inferiores.
Acudí a la macroquedada del Capitolio para demostrar la supremacía blanca defendiendo mi bandera galardonada de estrellas.
Pero, inesperadamente, varios coleguitas murieron y yo volé vertiginosamente impactando sobre el suelo, mientras mi compañero, Búfalo Bill, robaba documentos demócratas protagonizando la escena que alarmó al mundo.
Me implantaron dos brazos metálicos.
Ahora, por 80 años y un día, cumplo condena como “Hombre blanco posando”, curiosidad de la exposición del museo de etnias afro-amerindias.
RELATO 9
CUANDO TÚ YA NO ESTÉS
—Señorita, perdone, ¿por qué me mira por ese aparato?
—Quiero hacerle una fotografia y así poder contar su historia.
—¿Qué historia? — dice Antonio levantándose, notablemente enfadado.
—Su historia, usted solo, se ha fabricado sus propios brazos después de...
—¡Que no, que no! Yo no quería venir, me ha convencido mi hija pequeña, no quería disfrazarme de quien no soy, no quiero sonreír ..
—No sonría, solo hábleme.
—¿Para qué?
Una diminuta voz contesta desde la esquina de la sala:
—Para que en un futuro, cuando tú ya no estés, yo pueda contarle al mundo que mi papá nunca perdió la esperanza.
RELATO 10
CIENCIA Y CONCIENCIA
Era una afrenta que retara a los opresores con palabras y pensamientos, que armara al alumnado con
ideas, que les hablara de ciencia, de arte, de literatura, de filosofía…
Lo hicieron. Cumplieron su amenaza: le cortaron las manos. Aun así, no pudieron evitar que
“el maestro” siguiera enseñando, despertando el discernimiento y el conocimiento necesario sobre
el mundo de los números, de la física, de la química y de las humanidades.Y que fueran capaces de
fabricar unos artilugios que abrazaban, que escribían y que le devolvieron la esperanza de poner la
inteligencia al servicio de la humanidad
RELATO 11
Abrazo formas de esperanza en las mentes que las acogen.
RELATO 12
DE OBRADOR A SEDUCTOR
Aunque lo parezca, no soy un mutilado de guerra.
Estoy en portada de todos los periódicos porqué soy, o para ser más exacto, era un simple panadero que fue víctima de las nuevas tecnologías. Las mismas que hoy en día me permiten recuperar algo de autonomía...
Aquella máquina debía revolucionar la industria panadera pero resultó ser más trituradora que amasadora... No podré retomar mi antiguo oficio.
Me queda el consuelo de haber sido fuertemente indemnizado. Además, como soy guapo y conservo otras funciones intactas, no me faltan bellas mujeres, cariñosas y dedicadas a hacerme la vida mucho más agradable.
RELATO 13🏵️
Querida Julia:
Soy Ernesto. Siento haber tardado tanto en contactarte. He sobrevivido y estoy a salvo.
No he tenido el valor suficiente para volver a casa, aunque me muero de ganas por verte. Me encuentro en el pueblo, a un par de horas de ti.
Estoy aterrado, más incluso que mis días en la guerra. He intentado remediar algo, pero no ha resultado como esperaba.
No pretendo asustarte, tan sólo recordarte que te amo más que a nada y espero que tú también lo sigas haciendo.
Un buen amigo ha escrito estas palabras. En unos días lo entenderás todo.
RELATO 14
Aquella caja metálica
Cuando me enviaron aquella caja metálica para analizar la estructura química del último invento de mi compañero de universidad, ciertamente, se habían tomado todas las precauciones, excepto una: la temperatura. Era un día muy caluroso y no conocíamos aún con seguridad (¿o sí?), las condiciones de mantenimiento de la nueva sustancia que revolucionaría el mundo. Por tanto, no tenía por qué dudar de nada, si bien sospechaba desde hacía algún tiempo, que él sabía que su mujer era mi amante. Todo transcurrió en un instante al introducir mis manos y mover la nitroglicerina. Quedaron compleramente destrozadas..., también perdí a Elisabeth.
RELATO 15🥉
EL TACTO
Mimos y caricias
Siento el contacto de tu piel en mis yemas
Casi saltan chispas
En nuestra tranquilidad azul te arrullo en un abrazo
Te palpo
Te agasajo
Es la fiesta de la piel
Y te celebro
Se oyen ladridos lejanos
Bocinas más cerca
Despierto del sueño
Voy a tocarte
No estás
No puedo tocarte
Nunca podré
Miro mis manos que ya no están
Tú tampoco
RELATO 16
AMOR INCONDICIONAL
A principios del siglo XX, en los bosques de Extremadura, en una mansión heredada de sus antepasados, vivía la familia Rosental, de origen judío. Al matrimonio les acompañaba su prole, formada por tres hijos varones de corta edad.
Él, como en muchos matrimonios, ejercía de _macho alfa,_ por lo tanto, como a veces ocurre en la vida salvaje, le asaltaban tendencias parricidas hacia sus vástagos. Ella, la madre, como en la Naturaleza, los defendía del acoso brutal de su marido, llegando a infrinfirle horribles heridas que requerían incluso de amputación.
Eran los pequeños inconvenientes de ser un matrimonio _licántropo._
RELATO 17
_TRES DEMOSTRACIONES DE AMOR O LA REDENCIÓN DE WALTER MIRANDA_
_"Si no te casas conmigo me cortaré un brazo"_, dije a mi amada. Ella huyó ante la certeza de que la haría sufrir el resto de su vida.
Y me corté el brazo izquierdo, aullando de pena y dolor.
Tiempo después, sumido en una vorágine de perdición, sucumbí a los encantos de una malvada proscrita...
_"Si de verdad me amas, córtate el brazo"_, me dijo, y así quedé lisiado y arruinado para siempre.
Pero el destino, empeñado en redimirme, interpuso un ángel en mi camino que luchó denodadamente por devolverme mis brazos.
Y así fue como conocí a tu abuela.
RELATO 18
Gracias
— ¡Fuego, fuego!
— ¡Se quema el orfelinato!
Un médico sacó a los niños. Cuando cree que están a salvo, oyó un llanto.
— ¡Doctor no vuelva! La
estructura no aguanta.
Sin pensarlo dos veces, el
médico saltó las llamas. Salvó al niño.
Se quemó. Perdió las manos.
Pasaron los años.
En un instituto de investigación lo
dotaron de manos artificiales. Al conocer al científico que logró tal milagro, unas lágrimas se le escaparon.
— Nunca podré pagarle.
Se fundieron en un abrazo. Muy emocionado contestó el científico.
— Doctor usted ya pagó , soy el pequeño que salvó del incendio.
RELATO 19
Nunca me diste miedo.
Te vi en tus horas más oscuras y derramar lágrimas.
Todas las cosas que odias que ves en tí.
Luchar contra tí mismo, y no siempre salir victorioso.
Momentos en los que querías esconderte, y aún así quiero estar contigo.
Te lo dije, digo y diré siempre.
No me asustan tus diablos.
No son los que te definen.
Toma mis manos.
Estoy lista.
Peleemos juntos en tus guerras internas, porque nadie debe estar enfrentado con su propio cuerpo.
A veces, sólo necesitas hablar con alguien, y que tenga un buen oído, son los mejores abrazos que no se dan.
RELATO 20🥇
Sopa Campbell
Recorría todas las semanas caminando los 5 km que separaban su granja de la de su madre. Solo para comer un plato de sopa con ella, y para escuchar sus historias. La tarde en qué la perdió, también perdió las dos manos y la cordura.
Una vez amputados, los heridos regresaban a sus vidas luciendo prótesis con diferentes accesorios, como anillos, ganchos e instrumentos metálicos, que les brindaban la capacidad de realizar trabajo de fuerza o de precisión.
Él dejó claro que solo quería una cuchara.
Y un pequeño ganchito para abrir las latas de sopa.
RELATO 21
PARA SIEMPRE
Golpeando suavemente su copa con una cucharilla de plata, mi padre reclamó la atención de todos.
- Queridos amigos, la ciencia y la tecnología se ponen al servicio de los héroes de nuestra patria: un ejemplo es Michael. Mi hija Rose, como corresponde, lo ha aguardado todos estos años y, en este momento, no puedo sino pedirles que brindemos por el enlace de los enamorados que se celebrará próximamente…
Michael, ufano, al verme cariacontecida y cabizbaja adivinó inmediatamente que la promesa que le hice “para siempre” se rompía en el instante en que una lágrima rodaba por mi mejilla.
RELATO 22🏵️
Lo que me falta
No puedo recordar las veces que fui advertido por mi señora madre de que, mi querencia a las mezclas aleatorias de substancias químicas, acabaría ocasionándome alguna desgracia. Como así ocurrió cuando contaba diecisiete primaveras.
Por supuesto, hace tiempo que me acostumbré a estas aparatosas prótesis que, por otro lado, tan útiles me resultan para desenvolverme en multitud de actividades.
Sólo hay un par de ellas en las que aún no consigo reconciliarme con mi desventura. Una es no haber sentido nunca el tacto de una piel bajo mis manos. La otra... que el lector imagine lo que guste.
FUERA DE CONCURSO
ESTRELLAS
Ciertas especies de estrellas de mar tienen la capacidad de regenerar brazos perdidos y pueden crecer nuevos miembros.
Puede que nosotr@s tengamos también esa capacidad... O nos la inventamos. La mente es muy poderosa.
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