Felicitaciones a Fran por el primer puesto de esta semana. Nos encanta la ilustración de Jesús Román. ¡Gracias a los dos por tanta creatividad!
Cada semana propongo una foto y, cada fin de semana, votamos entre todos y elegimos los cinco mejores relatos 🥇🥈🥉❇️❇️. Este es el resultado desde que empezamos con el primero el día 5 de abril d.c. (después del coronavirus).
lunes, 31 de agosto de 2020
sábado, 29 de agosto de 2020
RELATOS FOTO 21. FIN DE AGOSTO
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Foto: Cristina García Rodero |
LA LLAMADA DEL VIENTO
Asunta era una feligresa ejemplar y piadosa, excepto cuando un fuerte viento del Este azotaba el valle donde se encontraba el pueblo en el que vivía, y del que Serafín era párroco.
Durante esos días, a él le pesaba la sotana mientras se dirigía al confesionario, donde sabía que Asunta le esperaba para hacerle disparatadas proposiciones deshonestas que revelaban que, tras su apariencia recatada, se escondía un volcán de pasión... Y Serafín no era de piedra...
“¿Qué debo hacer, Señor?” -preguntaba-. Siempre obtenía la misma respuesta: “Esperar a que pase el viento...” Menos aquella vez...
Ahora viven felices en Tarifa.
RELATO 2
¡¡¡JUANA POR DIOS!!!
– Ave María Purísima, padre.
– Sin pecado concebida. ¿Qué pecados me traes hija mía?
– Padre usted sabe que mi Paco siempre ha tenido sus
cosillas ¿verdad?; eso sí, no le lleves la contraria que...
– Recuerda Juana, en el Matrimonio "para la bueno y
para lo malo", hay que saber perdonar.
– Pues eso digo yo... Umm ¡Que no me ha dao tiempo a
decir na, ...a él tampoco claro! Se quedó tan quietito padre. Hay que ver lo
que son las cosas.
– ¡¡¡Juana por
Dios que has hecho!!!
– Pues nada
padre, ya ve, aquí, a que Dios me perdone.
RELATO 3
A TU LADO ME SIENTO SEGURO
El Padre Lasilla era un cura aprovechón. Abría el confesionario a la hora del rosario.
– ¡Padre Lasilla, he cometido un pecado!
– Ven,
siéntate aquí a mi lado.
– ¡Padre
Lasilla...es usted un abusón!
– Si sólo
lo sabrá Dios...secreto de confesión.
– ¡Padre
Lasilla... déjese ya de cosquillas, póngase la mascarilla!
– ¡Quita
de la ventanilla, siéntate en mi rodilla!
– ¡Qué
indecencia!
– ¡Vamos,
vamos Inesilla!... Luego pongo penitencia.
El Padre Lasilla entra en trance, mira al cielo, a Inés con velo, mañana le toca a Chelo.
– Ya puedes irte Inesilla, vete con Dios y consuelo, que yo, en la gloria me quedo.
RELATO 4
¡CUÉNTEME, POR DIOS!
– ...porque creía que era amor, padre. La falta de costumbre, ya sabe. Si nos hubiera visto a lomos de aquel trineo, atravesando el convento...
– ¿Trineo?
Entonces, ¿es usted una de las Snow Sisters?
– No
entiendo, padre. Tampoco entiendo porqué ha puesto el confesionario aquí fuera,
con este frío...
– Para
mantener a distancia a ciertas feligresas que me aburren sobremanera. No es su
caso, créame. Pero dígame ¿qué fue de su amante fallida?
– Después
del concierto insistió en entrar sola al camerino de Raphael, no he vuelto a
saber de ella.
– ¡Por
Dios! ¿Esto último lo saben en Telecinco?
RELATO 5
LOS SIETE PECADOS
– Padre, perdóneme porque he pecado (genuflexionando)
– Araceli,
el hombre se aleja de la voluntad de Dios, por eso yo perdono la inquinidad y
el pecado según sus preceptos (soberbia).
– Deseo el
lujo y los bienes ajenos (envidia).
– Hija,
pero no estás en tus cabales, ¡deberías de arder en el infierno! (ira).
– Pero,
Padre, ella solo acumula riquezas y opulencia (avaricia),
y no cumple con los preceptos conyugales (pereza).
– Bueno hija, mándame a tu Pedrito a atender el servicio
de altar, un rato antes (lujuria), con esos bollos de aceite tuyos (gula).
¡Ah!, y
reza tres Avemarias y dos Padrenuestros.
RELATO 6🥇
CUENTAS CON DIOS
- ¿Cómo dice padre?, ¿cincuenta Avemarías?
- ¡Si sólo han sido cien pesetas!
Dijo un tanto exaltada la desgastada Lucrecia a través
de la rejilla del confesionario.
- No tengas deudas con nadie, a no ser la de amarse unos a otros.
- Pero si la última vez también me dijo cincuenta Avemarías, ¡y habían sido doscientas veinte pesetas!
- Pues el Señor es justo, Él ama la justicia. Los rectos contemplarán su rostro.
- ¡Que no padre, que no! Ni rectos ni torcidos, y déjese de salmos.
Que o usted me está poniendo a rezar de más o yo estoy
robando de menos.
RELATO 7
¡No me lo puedo creer! Un cura en el cementerio de Portugal.
– Ave
María Purísima.
– Nenhum
pecado concedido.
– ¿Español?
– Sí,
dígame Señorita...
– Ay Señor
cura, he venido desde España a cometer un pecado... Confieso, me veo con la
novia de mi hermano.
– ¡¿Cómo?!
– Sí, sí,
estoy con mi cuñada...
El hombre que había dentro, salió del confesionario y
la sorpresa de la chica fue que no era un cura...
RELATO 8
– ¡Anda que no es tonto el cura nuevo! Toooodos los días me invento pecados y siempre me impone la misma penitencia. A ver si vuelve pronto el padre Damián, ¡SANTO VARÓN!
– ¡Aquí
está otra vez la señora esta! Toooodos los días viene justo cuando termina
el programa de Juan Imedio. Menos mal que este sonotone moderno se puede
desconectar por bluetooth.
RELATO 9
EGO NO TE ABSOLVO
– ...creo que eso es todo padre Moisés. Me arrepiento de todo corazón de mis errores.
– Dios,
padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte...
– Padre...
– ...y la
resurrección de su hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los
pecados, te conceda, ...
– Moisés...
– ...por
el ministerio de la iglesia, el perdón y la paz. Yo te absuelvo de tus
pecados...
– ¡Hijo!
– ...en el
nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo.
– Amén...
¡Hijo! ¿Y tú? ¿No piensas perdonarme?
RELATO 10
Tú que apenas puedes arrodillarte ante Dios para pedir perdón, ¿te confiesas autora de ese robo? ¿Un robo con escalo?
Tu pecado es la mentira y tu dolor un hijo al que
seguir cuidando y protegiendo.
También la Santa Madre Iglesia vela por sus hijos y
tapa sus pecados.
Yo te absuelvo de mentir y bastante penitencia tienes
con mirar por tu hijo y esconder sus pecados.
En el nombre del Padre, del...
RELATO 11
LA TRAMPA… EL RATÓN ESMIRRIADO
El primer día se comió el
queso.
El segundo el queso y las
hostias.
El tercero, el cuarto el
quinto...ni queso, ni hostias. Los ratones
rompían todas las noches
las botellas de vino para
consagrar, según el monaguillo. Eso se lo decía
al párroco, don Celestino;
este miró el botiquín,
donde había un
reluciente frasco de
purgante.
Pensativo se dijo:
“Si hay trampas para
ratones esmirriados,
también para ratones
borrachones”.
Al día siguiente, Manolito,
el monaguillo, amaneció con dolor estomacal y
nauseas.
RELATO 12
EL CONFESIONARIO
Esta maldita religión, que te obliga desde niño a pensar y repensar qué pecados has cometido.Porque había que confesarse y comulgar todos los domingos.
Y busca, busca, que algo malo habrás hecho. Paga,
pues, tu penitencia.
Pero un día lo ves, la culpa no existe y el infierno tampoco. Y ya no toleras el halago y la complacencia a Dios de esta sociedad.
Ojalá el mundo dejara de transitar esa senda... y
vivieran las almas en paz.
RELATO 13
En tiempos difíciles necesitamos esperanza. Rogamos a Dios y pedimos protección, ayuda. Hablamos mentalmente y lanzamos misivas al firmamento. Aunque nos queda la duda de que no se nos escuche.
Aquel año, el pánico se apoderó de la población y, la
forma más directa de encomendarse, era ir a la iglesia. Una confesión para
limpiar el alma, soltar lastres y así poder pedir a cambio.
Tanta gente acudía a los templos, que hubo que
trasladar los confesionarios a la calle, para poder "airear sus
pecados".
Sin embargo, el Perdón y la Creación reside en nuestro
interior. Así fue y será.
RELATO 14🥈
®EGOTEABSOLVO
Doña Eulalia acude cada mediodía a la iglesia, en busca de don Arcadio. Le lleva un hatillo con una ración del potaje que haya cocinado y se ponen al día de los avatares del mundo.
Desde que los pecados se redimen con la aplicación "Ego te absolvo" los feligreses han dejado de acudir a confesión antes de la comunión. Don Arcadio se aburre.
"Ego te absolvo" consta de un catálogo con los cien pecados más comunes del ser humano. Con sólo seleccionarlo, la aplicación te indica los rezos necesarios para el perdón.
"Ego te absolvo" cotiza muy alto en bolsa.
RELATO 15
LUDOVICA… ¡AY, DIOS!
¡Otra vez Ludovica!
¡No hay forma de quitármela de encima!
He sacado el confesionario a la calle,
junto al cementerio, sin reclinatorio para confesarse... ¡Y ahí sigue ella!
Día tras día para contarme sus
"maldades".
Que no le dio de comer al gato porque la
arañó; que se le cayó la dentadura a la sopa y, en vez de tirarla, la sirvió;
que echó lejía a las bragas de su nuera y las destiñó...
El obispo se sonrió cuando le dije que
quería un sitio pequeño y tranquilo... ¡El muy ladino ya sabía lo que me
esperaba con Ludovica!!
RELATO 16
EL CHIVO EXPIATORIO
- ¡Padre... padre!
- Dígame...
- Vengo a
confesar un horrible crimen que cometí anoche...
- Pasadas
las dos, me erguí sigilosamente sin despertar a mi marido. Agarré su escopeta,
y sin prender luz alguna, con la puerta de casa entreabierta, enfilé la calle
hacia la plaza. Allí estaban los Cabanillas, fanfarroneando tras secar la
cantina. Sin miramientos, descerrajé a esos tres mangurrianes. Un clavel por
solapa y regreso raudo.
Nadie me vio. Guardé la escopeta y al
lecho sin desvelo.
- ¡Alabado
sea Dios!... Todo salió deliciosamente ajustado al plan... ¡Al infierno con su
ponzoña!...
Respecto a usted, tres avemarías y encargando un
chivo...
RELATO 17❇️
EROS
Padre, tenía un hermano a quien quería con locura. Éramos los mejores compañeros de juegos..., reíamos y llorábamos juntos con el candor y la pureza de la inocencia. Pero un día nos visitó Eros..., y lo acogimos con gozo, alegría y placer...
Hasta que se abrió aquella puerta y apareció mi padre; un católico fanático para quien el sexo es terreno del diablo... Luego el internado en aquel tétrico colegio de monjas, la fuga a Francia donde pude instalarme..., crear una familia...
He vuelto, Padre, para decirle que no me arrepiento de nada..., y que sigues siendo mi primer amor.
RELATO 18
LA CONFESIÓN DE ASUN
FAYÓN 1937
Dijeron que fue el curilla Antón el que denunció a
Miguelón “el herraó”
Asunción, su viuda, juró no perdonarlo nunca.
MADRID 1974
– Padre, tengo
una terrible inquina guardada en mi corazón.
– Dime
hija mía.
– No puedo
decirlo.
– Hija, soy ministro de Dios, puedes contarme lo que sea.
– Entonces,
padre, diga a su “jefe” que le vaya preparando el finiquito, porque me estoy muriendo,
y sola no me voy.
– ¿QUÉ?
– Soy “la
Asun” padre, ¿me recuerda?... la del Miguelón…
NOTICIAS:
“Hallan el cuerpo sin vida del padre D. Antonio Pérez
apuñalado en su confesionario".
RELATO 19🥉
EGO TE ABSOLVO
El padre Pertinni se hizo sacerdote por culpa de una apuesta. Así, como suena.
Era un joven sin futuro y con una pena muy grande en
su alma. Y durante una de aquellas noches de alcohol y póquer, apostó su vida.
....Y la perdió.
Su nuevo dueño, era un mafioso chapado a la antigua y
muy religioso, que decidió llevar al muchacho por buen camino. El de “Nuestro
Señor”.
El padre Pertinni ya no piensa ni siente nada. Entre
cirios y pecados ajenos, languidece su vida. Ésa que ya no es suya. Y con una
pena en el alma.
...Continuará...
RELATO 20
CONFESIONES DE UN PÁRROCO
Los hombres del pueblo se han hecho a la mar, soy de los pocos que quedan en tierra y estoy de muy buen ver...
Aquí me tenéis, sumido en mis pensamientos, tratando
de escuchar la confesión de Doña Antonia, una de mis asiduas feligresas.
Tras ella, puedo ver a las demás mujeres esperando
turno. Están todas locas por mí.
Los domingos en misa, ocupan las primeras filas y veo
que no me quitan ojo... Entre semana, con tal de verme, inventan pecados irrelevantes
que expían con un ridículo Padre Nuestro. ¡Dios, que aburrimiento!
¡Ojalá alguna me confiese hoy su pasión!
RELATO 21
CONFESIÓN
– Padre, hay secretos inconfesables que no se pueden decir.
– Pero María, ¿entonces para qué has venido?
– Es que quiero contarlo pero no puedo.
– Vamos a ver, ¿quieres o no quieres confesarte?
– Venga, ¡ahí va!, Rosita está enamorada de usted.
– Pero... ¿Qué tiene que ver eso contigo?
– ¡Ay padre!
– ¡Venga chiquilla, que me tienes en ascuas!
– Pues que yo también.
– Bueno, pues olvídate de mí. Soy cura, María. ¡Soy cura!
– Es que no puedo, sueño todas las noches con usted.
– ¡Pues sueña con Rosita!¡Ea, con Dios!
Y así, por mandato casi divino, empezó el amor
entre Rosita y María.
RELATO 22
LA CARA DE LORCA
Si Lorca fuera cura, meditando cada palabra oída, apoyado en el reclinatorio, habría dicho "En un mundo de fugitivos el que transita el buen camino parece huir ".
Si Lorca fuera entrenador, sin despeinar su pelo
moreno habría dicho "El valor espera, el miedo va a buscarte".
Si Lorca fuera profesor diría: "Creer que es
posible algo es hacerlo cierto".
El Lorca que amo cantaría: "A veces desearía ser
de piedra, sin sufrimiento, sin miedo, testigo del paso del tiempo".
No son "palabra de Lorca", son solo
palabras, pero Él las haría brillar, las lanzaría al universo, las haría
eternas.
RELATO 23
– Un cucurucho castañas
– No, señora. Esto es un confesionario. La iglesia está
allí donde se congregan sus feligreses.
– A mi marío le gustaban mucho las castañas. Las
pilongas. Las ponía en la chimenea. Les cortaba así un piquillo para que no salieran volando como un cohete. Ave María Purísima.
– Sin pecado concebida.
RELATO 24
SOY EL PECADO QUE CALMA MIS DEMONIOS
Todos tenemos nuestros secretos y pecados, no voy a ser la única.
Don Rodrigo, el cura de mi pueblo me insistía:
"Marta vas a conseguir ir al infierno de cabeza".
Y sí, soy pecadora, porque tengo belleza e
inteligencia, mis pensamientos son modernos, vivo como quiero mi vida, rebelde,
no me callo y opino, no guardo mis sentimientos arrinconados, hago amigos, amo,
sueño, vivo... incito a pecar...
¿Soy pecadora por ser quien soy?
Todos son santos al hablar de pecados ajenos, y si de
pecados se trata...
¡Soy la más perversa tentación!
¡No te olvides pecar hoy!
RELATO 25
Por la mañana me levanté decidido a dejar los hábitos: la cama revuelta, los susurros de sus labios a mi oído, eran parte de la vida misma y no estaba dispuesto a perdérmela.
Más tarde en el confesionario otros susurros vestidos de luto me demuestran que las palabras son un arma de destrucción sofisticada, perfeccionada al máximo en mi antigua profesión. El diablo vive y prospera en ellas.
Cerré la puerta de la iglesia y me guardé rápidamente el crucifijo en el bolsillo, como si se tratara de unas tenazas incandescentes.
Nunca más volví a mirar atrás.
RELATO 26
PECAMINOSOS
– Rosario, nuestro amor es un pecado inconfesable. Asume esta penitencia”.
– Servando, no aguanto ir tan tapada. Además, la gente
me maldice cuando cruzo el quicio de tu puerta”.
– “No soy el único que cae en la carne de Eva”.
– “¡No soy como Eva! Si vieran mi cuerpo, me matarían.
Me voy a la capital, allí se es más libre. Vente, seremos más felices”.
– “Allí no sabrán si eres hombre o mujer. Su odio te
dolerá”.
– “Asumo ese precio por estar junt...”
“¡¡Corten!! ¡¡Corten!!” - interrumpe Pedro Almodóvar- “¡¡Poned más pasión!! Ambos intuyen que no se volverán a ver.”
RELATO 27
Son ya tres semanas… menudo suplicio. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Como sacerdote cumplo con mis funciones lo mejor que puedo; mantengo a mis feligreses contentos, visito a los enfermos, abro las puertas de mi casa a los necesitados…
Podría deberse a mi falta de paciencia, sí, o quizás
sea que el obispo me está poniendo a prueba. Sea lo que sea necesito que
acabe.
Sigue sin entender que estoy confesando, ¡no jugando
al escondite! A ver cuántas veces se sorprende hoy al “encontrarme” en el
trascurso de media hora…
– Cuarenta y nueve… ¡cincuenta! ¡QUÉ VOY!