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Foto by Teddy Locquard |
EL CUERVO
Color negro, pico duro, me equilibro en cualquier situación.
Graznando fuerte, asusto a los gorriones.
Últimamente me gustaría pintarme el flequillo de naranja, está chulo dicen.
El de al lado eres tú ;
se te ve cómodo sentado en el cable, piernas cruzadas, culo al aire, ni te fijas en mí.
Demasiado concentrado en leer noticias de mentirijilla en la “Gaceta del Saltimbanco”.
Tu paraguas cerrado, colgando en el vacío, no te protejerá de los oscuros nubarrones del horizonte.
Soy negro, como el alma de este continente que huele a podrido.
Pero si quiero, yo puedo volar lejos de aquí.
RELATO 2
PERDIDO
Ayer estuvo hablándole en inglés a una lámpara durante horas. Con su acento cortado y un vocabulario mínimo, intentaba convencerla para visitar a un viejo amigo. Luego nos miró sin conocernos y sin saber dónde estaba, y pidió educadamente un taxi. No quiso acostarse en su cama, decía que estaba llena de gente.
Esta mañana han venido de la clínica a buscarlo tres hombres de gran tamaño. Mientras forcejeaba, preguntaba con angustia dónde estaban su pajarraco, su periódico, su pamela, su palo, su paraguas.
Creo que este año no podrá ayudarme con la declaración de la renta.
RELATO 3
EL CUERVO Y EL FUNANBULISTA.
-¿Qué distancia crees que habrá hasta el suelo?
-¿Qué clase de pregunta es esa? Además, ¿qué importancia puede tener? Eres un cuervo, lo cuervos podéis volar.
-¿Por qué tiene que ser importante mi pregunta para contestarla? ¿No puedes responder sin más?
-Estoy leyendo, y la lectura me aporta el sosiego que necesito para no caerme. Si miro hacia abajo, dejaré de leer, perderé el equilibrio y me caeré.
-¿Cómo lo sabes si jamás lo intentas?
-Correré ese riesgo.
-¡Sin duda lo harás! Pero quizá el verdadero riesgo sea no saber...
-¡Tú tampoco lo sabes!
-Sí, pero yo soy un cuervo.
RELATO 4
SILENCIO EN EL CABLE
Podría decir siete cosas, pero no voy a soltar ninguna. De nada sirve quejarse sin tomar acción.
Tenía el mundo acechándome a todas horas; con sus historias tristes, sus catástrofes, con su queja de pandereta. Como todos vosotros, soy un funambulista de la vida.
Apagué las redes, eché un último vistazo a las mismas noticias, di carpetazo.
La sociedad vino a cantarme al oído, como un cuervo hambriento de mi propia carroña.
No encontró nada. No le di ese festín.
Desde mi posición vislumbro el mundo, elijo la sintonía que vibra conmigo, de esos que bailan en mi mismo cable.
RELATO 5
UMBRAL
Cada día espero su llegada. No tarda en aparecer de la nada acompañado del cuervo.
Arriba, sentado sobre el cable que cruza el patio, escondido tras el periódico, finge no verme, aunque yo sé que sí.
Oigo su voz profunda y hueca con claridad. Me regala acertijos y paradojas para las que nunca hallo respuestas: “¿Puede una mentira ser cierta si nadie la duda?”, fue la de ayer.
Se esfuma justo en el momento en el que me tomo la medicación.
El viento me trae una hoja de periódico.
Leo: ¿Dónde van las cosas que no llegaron a pasar?
RELATO 6
LIKE A ROLLING STONE
Adam siempre se mantuvo firme y eso que su vida estaba llena de controversias y conflictos. Pero, aunque todo se derrumbara, mantenía la cordura, no le tenía miedo a nada.
Menos a las alturas.
Hasta que decidió luchar contra ese vértigo, contra la cuerda floja que le hacía ver todo su pasado lleno de grises pensando que podría asomarse un color más vivaz.
En ese instante decidió atacar a su pavor.
Acabó subido a un tenderete junto a un nuevo amigo que le recibió piando, en la misma sintonía, todo quedó alineado,
“like a rolling stone”.
RELATO 7
LA BELLEZA DEL PRECIPICIO
Sentado al borde del abismo,
en el inestable,
pero más seguro de mis aposentos,
en la cuerda floja de mi anónima existencia,
contemplo el devenir del mundo,
arropado por sucias hojas de periódico,
parapetado tras la masa humana serigrafiada en papel mojado,
que anula e invisibiliza,
pero abriga.
La corriente de la energía ajena resalta el brillo de mis ideas,
desintegrando mis pensamientos,
y esparciéndolos por el espacio sideral.
El mal agüero me ronda,
no deja de acecharme,
y el paraguas no protege,
aunque la tormenta luminosa siempre embellece.
RELATO 8
LUCES DE LA CIUDAD
– Sé que tuvimos nuestras diferencias. Que durante el rodaje sufrimos muchos desencuentros. Hasta puede que yo interpretase contigo mi mejor versión de princesa soberbia. Bueno, también es verdad que te amenacé con retirarme de la película cuando ya estaba casi terminada si no me pagabas un aumento de sueldo. Lo siento, la vida era así. Pero lo que no entenderé nunca, y esta vez nunca es mucho tiempo, es que tú hayas pasado a la eternidad con la imagen del personaje bonachón y yo con este aspecto de pájara carroñera, con lo que me gustaba el papel de florista ciega.
RELATO 9
LA CÚSPIDE DE LA PIRÁMIDE
Torpes, prepotentes, egoístas, tontos, malvados...
Así estaría durante horas y me faltaría tiempo en mi corta vida para usar todos los adjetivos descalificativos contra ellos.
No nacieron para el agua y creen saber nadar como los peces, tampoco nacieron para el aire y creen poder volar.
Tienen dos patas, y siempre andan tropezándose con todo.
En su infinita soberbia, creyéndose la cúspide de la pirámide, machacan y arrasan lo que es de todos.
Es el único animal que contamina su propia agua y comida.
Míralo ahí, posado a mi lado, cree estar haciendo una gran hazaña.
Humano tenía que ser.
RELATO 10
EL CLUB DE LOS OTROS
No es algo que se planea, sucede sin más. Oscuridad, voces y algo de luz. Estás dentro.
No recibes un manual de instrucciones, ni los consejos que debes seguir para ascender. Simplemente sabes lo que puedes hacer y lo que no.
Te acostumbras a no cambiar nunca de vistas y confías en que alguien que no sea un animal, se cruce en tu camino. Mientras tanto, esperas.
Es una putada que el poder llegar al otro lado dependa de hacer una buena acción por alguien, y mucho más cuando te has muerto en un campo completamente deshabitado.
RELATO 11
DESDE EL INFIERNO AL CIELO
Siempre vivo desde la penumbra, la incertidumbre y la indecisión.
Me quedo en silencio en mi burbuja, el tiempo se para, me lleva a lugares que nunca conocí.
Cierro los ojos y escucho los ruidos que me rodean.
Huyo de la incongruencia.
Dejo que el ciclo se repita, con indiferencia.
Las palabras luchan contra mis miedos, mis tristezas, mi propia rendición ante el abismo.
Volver a soñar, perderme en la magia de la fantasía, la imaginación, el mundo de palabras, volar como un pájaro, arrastrando por mi cielo el ronroneo hipnótico, para que el corazón no olvide seguir siendo niño.
RELATO 12
UNA PEQUEÑA REFLEXION
¿Qué dice ese periodico, viejo? Le pregunta el cuervo al payaso.
"Que en esta vida todos estamos en un alambre".
¿Y cuál es la novedad?
Yo me paso la mía de alambre en alambre ¿qué sería la vida sin atreverse a dar un paso por el miedo a caer? dijo el cuervo.
En las alturas, dice el payaso, no escucho las risas fingidas de la gente, ya no hago reír.
Todos estamos tristes en este circo, nadie es feliz.
Quisiera tener alas como tú, sobre volar la vida y disfrutar de todos los placeres pequeños que antes no supe apreciar.
RELATO 13
LA CORNISA DEL TIEMPO
Cada mañana, Elías subía al cable con su sombrero, su periódico y su costumbre de ignorar el mundo. Pero aquel día lo esperaban. Un cuervo que no le graznó, solo lo miró, como quien trae un mensaje sin urgencia.
¿Has venido por mí?, preguntó Elías.
El cuervo ladeó la cabeza.
Elías cerró el periódico. Nada nuevo bajo el cielo. Colgó el paraguas, no por si llovía, sino por si decidía bajar.
Pero no bajó.
El ave seguía allí, silencioso.
A veces, el mensajero no viene a llevarte.
Solo a recordarte que sigues esperando, suspendido entre el ayer y el después.
RELATO 14
UNA CONVERSACIÓN DE ALTURA
_-Disculpe, caballero, ¿le importaría decirme qué hace usted aquí? Este no es lugar para un humano..._ , le dijo el cuervo al acróbata.
_-Si nos ponemos así_ ,contestó el acróbata, _tampoco es muy habitual que un cuervo hable.-_
_-Yo no hablo, señor mío, grazno. Que usted me entienda no es normal. Está claro que el que no encaja es usted._
_-Tengo las piernas perfectamente encajadas en el cable, el sombrero encaja en mi cabeza y el periódico entre mis manos. ¿Se refiere a eso?_
_-No intente liarme y busque su sitio._
_-Este es mi sitio en este momento._
_-Disfrute, entonces._
_-Gracias._
RELATO 15
EL TONTO DEL SOMBRERO
Cada mañana, sube al cable con su destartalado sombrero y ese periódico ridículo. Silba, ríe solo, cuelga un paraguas para decorar el improvisado salón. Ayer incluso cantó ópera. Hoy finge leer las noticias ante las atónitas miradas de las palomas. ¡Que no te entienden!
Yo observo. Siempre observo. Sus piernas cuelgan peligrosamente, desafiando el sentido común. Pero él, desde hace meses, insiste con su absurda rutina. ¿Sentirá que vuela, o algo así?
Hoy… el cable ha crujido. Mientras caía, alcé el vuelo.
Yo sí que puedo tocar el cielo.
¡Estúpidos humanos!
A este le llamo El Tonto del Sombrero.
RELATO 16
UN EQUILIBRISTA RODEADO DE DESEQUILIBRADOS
Aquí dice que el respeto y la justicia internacional han saltado por los aires, Gustavo. ¿Tú qué opinas?
– Crack.
También... que el ejército estadounidense ha recuperado por la fuerza el canal de Panamá y ha invadido Canadá y Groenlandia. ¿Cómo lo ves?
– Crack.
El avance de las tropas rusas ha superado ya la frontera norte y ha empezado a invadir Finlandia. Estados Unidos exige comprensión para Putin. ¿Qué tal?
– Crack
Ya han concluido las políticas arancelarias lanzadas por Donald Trump, y Europa ha entrado en un estado de recesión imparable...
– Crack.
Gustavo, menos mal que nos hemos traído el paraguas.
RELATO 17
EL MAGO Y EL SILENCIO
El mago quiso atrapar el silencio con su chistera, este se diluía entre el bullicio, el batir de alas, el paso de los siglos… No lo veía, no lo olía, no lo palpaba…
El mago preguntó:
-¿Existes?
Fue a lo más alto, intentando escuchar el silencio, sin éxito; lo envolvía el silbido del viento.
RELATO 18
EN LAS ALTURAS
Nunca había visto una cosa tan fea. Flaco y alargado, en exceso grande para su gusto.
En la cabeza tenía una especie de judía plana del color de la mora vieja. Las alas terminaban en unas prolongaciones semejantes a lombrices de tierra. Mirándole más en detalle creyó haber visto seres como él, pero a este, en las alturas, no se le había perdido nada.
Pensó en picotearle, para ver si reaccionaba. Pero justo en ese momento oyó el grito grave de la avutarda, que anuncia lluvia, y salió volando.
Allá él si se quedaba.
RELATO 19
RECUERDOS QUE PERDURAN
El confinamiento les había pillado en Brimeda. Un niño de 6 años y un abuelo demasiado testarudo para trasladarse a Astorga, lo más cercano con más de 50 habitantes.
El tiempo y el tedio transcurrían apacibles.
Una tarde, el abuelo desempolvó una película de Mary Popins, por hacer algo diferente, que no fuera contar cuentos de miedo.
El niño no paraba de hablar del personaje.
El abuelo, que era un verso suelto, decidió sorprender al nieto transformándose en una suerte de Mario Popins.
No salió del todo bien, pero todos rieron a carcajadas.
Incluyendo un cuervo que pasaba por allí.
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