sábado, 1 de febrero de 2025

RELATOS SEMANA 244

Foto de Stock

RELATO 1

ÚNICO TESTIGO 

No conciben una vida sin música y en ella han basado su riqueza y su legado.

Desde el momento en que sus miradas concurrieron, se pegaron el uno al otro formando una aleación con bisagras, que les da independencia, pues los dos coinciden en la necesidad de vivir como quieren, y es por eso qué bordean el sistema con paso anarquista. 

En esos límites se encuentran sus cuerpos cada noche, con la química que fue el primer lenguaje de unión.

Como único testigo, una guitarra.



RELATO 2

AQUELLAS JAM SESSIONS

Todo empezó como un juego. Aunque fuéramos padres y tuviéramos montones de responsabilidades, en aquel garito nos convertíamos en niños. Nuestros juguetes eran un montón de instrumentos a disposición de quien quisiera tocarlos. La mayoría no nos conocíamos, pero la música improvisada se interpretaba desde el goce, sin ningún otro interés que el de disfrutar. Durante horas, el ejecutivo se convertía en baterista, el autónomo en guitarrista, el dependiente en un bajista consumado...
Marta y yo hacíamos el indio con la percusión. Pero el auténtico rey era su marido, que con su voz nos trasladaba a lugares que nunca transitaríamos.



RELATO 3

RECORDADME

Había reunido a sus amigos más íntimos porque tenía algo importante que comunicarles.
Ya en los cafés y los chupitos, acudió al escenario que había en el local, ante la mirada divertida de todos, y comenzó a cantar "Dolce Vita", de Amaral, con algunas variaciones y nombrando a todos los presentes. 
En un momento efímero pero eterno, su voz dejó de sonar. Su mujer, con lágrimas en los ojos y una sonrisa resplandeciente, subió a la tarima, le besó y él terminó entonces la canción. 

_Recordadme así, feliz y cantando para vosotros. Os quiero mucho a todos_

Alzheimer, esperaba inexorable...


RELATO 4

EL ÁBACO DE BELCEBÚ

Tocaba en un antro del centro desde hacía… demasiados años. Soñaba con escenarios grandes, aplausos interminables y su nombre en carteles de neón. Aunque el público fuera escaso, él se imaginaba en un gran estadio recibiendo enormes baños de multitud.

Una noche, un extraño productor que apestaba a azufre entró en aquel local y, fascinado por su talento, le ofreció un contrato que no pudo rechazar. Al estrechar su mano, un futuro en el que se vio como una estrella atormentada le traspasó.

Años después, su muerte por sobredosis fue portada en todos los medios. Satanás movió el ábaco de las almas.


RELATO 5


D.T.
 
Algunas veces pienso en él, en cómo habría sido su vida si hubiese seguido otro camino. Esa afición de frecuentar bares neoyorkinos y acaparar el micrófono para cantar música country era el primer escalón de una carrera como artista.
 
¿Habría logrado hacerse un hueco en la industria de la música? ¿Se habría casado? ¿Hubiese decidido tener hijos? Esas y otras tantas preguntas nunca tendrán respuesta, pero no me importa.
 
Sé que elegí bien porque jamás he tomado una decisión de la que me arrepienta. No me puedo quejar; después de todo, vuelvo a ser el presidente de los Estados Unidos.


RELATO 6

VOLVER

Sí, sólo estoy cantando una canción.
Sí, sólo estoy tocando mi ukelele. 

Sé que es una locura,
pero estoy volviendo a ti.
El avión vuela por encima de las nubes,
me encanta este mar de leche. 

Miro dentro de mi alma,
veo montañas oscuras, son archipiélagos que traspasan estas nubes desde abajo.

Miro hacia arriba, 
ahora puedo apreciar el sol.
Sólo estoy intentando volver a mí.
Sólo estoy intentando volver a ti.
Sólo estoy en busca de nueva luz.

Quiero difundir esta música, mientras mis dedos tocan acordes desconocidos,

Yo estoy cantando una nueva canción.

RELATO 7

NO ME LO PUEDO CREER

Creí que era uno más de esos ligones que con una cerveza en la mano iban esparciendo sus encantos por doquier. Pero la verdad es que su personalidad me impactó. 
Me regaló una entrada para un concierto y quedamos en que él me buscaría. Aquella noche no tenía otra cosa que hacer así que fui. No sabía quién cantaba. De pronto, en el escenario él apareció. 
Hoy quiero presentar, dijo ante el público asistente, a una chica especial que me ha fascinado por su naturalidad.
No me lo podía creer, me estaba llamando a mí. 
Te dije que te buscaría.

RELATO 8

LEILA

No había otra Leila en la familia, solo yo.
Papá era el único que pronunciaba mi nombre completo; para todos los demás, era Lely. Siempre me llamaba cuando tocaba la guitarra: “Leila, ven”, dando golpecitos junto a su asiento con la palma de la mano. Cantábamos juntos mientras mamá nos observaba en silencio.

El día que recogimos sus cosas tras el funeral, encontré sus lazos de tuno, aquellos que llevaba sobre su capa en la facultad. Entre los colores gastados, brillaba un bordado dorado:

“De Leila, con amor.”

Mire a mi madre.

—Leila —susurró— fue su primer amor.

RELATO 9

MI SUEÑO

Acompañaba a mi padre, siendo niño, por basureros, lodazales de Nueva Orleans, rescatando objetos que luego vendíamos. Pasábamos por Bourbon Street, olía a Jazmín, a alcohol, amalgamados con el Jazz.
Soñaba con ser músico.
Rebuscando encontré una corneta, la escondí.
Desde entonces me escapaba. Con antiguos músicos tocaba mi corneta. 
Me pasé al saxofón. 
Ya mayor, con una situación económica holgada, decidí mudarme. Desocupando el trastero encontré la vieja corneta. Con nostalgia la abrillanté. 
Llevaba un pequeño grabado: “Jasbo”
Emocionado por el hallazgo, lloré; posiblemente era del músico que se creía que le había dado nombre al Jazz.



RELATO 10

MITOMANÍA 

Tom encontraba en la música el mejor vehículo para entender la vida. Admiraba profundamente a muchos músicos de muy diferentes estilos, pero sin duda al que más; _kurt Cobain_. Ya no solo por su música, si no también por el aura de misterio que rodeó al cantante. Parecía querer imitar esa atormentada vida perdida por un trastorno bipolar.

Aquella noche pidió a sus amigos que fueran a la inauguración de un teatro, al que había sido invitado para interpretar sus ultimos exitos.

En plena actuación, sacó una escopeta de entre bambalinas, y se voló la tapa de los sesos.

RELATOS FUERA DE CONCURSO 

MEJOR, UN CAFÉ

Aquella figura se alzaba en el escenario, apenas visible, recortada contra un fondo anodino y desenfocado. Unas luces, tristes y desangeladas, caían sobre él. Su rostro, oculto a contraluz, pasaba desapercibido. La escena, desde mis ojos, flotaba en un vacío de indiferencia, sin emoción alguna. Desde mi butaca, lo observé con atención, intentando darle una nueva oportunidad, pero la chispa no llegó. Desistí.

Cerré el blog de notas y preparé un café, buscando en su aroma el consuelo que la imagen no me había proporcionado.

Parece que las musas no estaban de mi lado esta semana. Al final vinieron.


LUIS

Cada viernes, Luis cogía su guitarra e iba a la sala de ensayo. Tenía casi setenta años y, aun así, acudía con un espíritu joven y lleno de energía a tocar con toda aquella chavalada.

Excepto Nefta, que era algo mayor, el resto no pasaba de los veinte. Manu, Noa y Adrián ni siquiera habían cumplido dieciséis. Carlota, la del bajo, solo unos poquititos más: veinte añitos. Se comían el mundo.

Aquel viernes, mientras afinaban, Luis se detuvo y sonrió.

— Chicos, este será mi último ensayo; he conseguido trabajo para una gira mundial con una banda legendaria —anunció, alzando una ceja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario