sábado, 18 de enero de 2025

RELATOS SEMANA 242

Autor: Albert Arthur Allen

RELATO 1

PINCELADAS PELIGROSAS

Desde muy pequeño acompañaba a su madre a clases de piano semanalmente, a un barrio exclusivo de su ciudad.
Mientras profesora y alumna se adentraban en una sala privada, insonorizada, él permanecía en un lujoso salón rodeado de arte. Había todo tipo de pinturas y esculturas, pero él se quedaba hipnotizado frente a las “Hermanas desnudas”. Jamás desveló nada a nadie. 
A sus trece años en un concurso de arte en su colegio católico, lo acusaron de plagio y lo expulsaron cogiéndolo de los pelos. Sus compañeros, empalmados, observaban la escena digna de ser plasmada en un lienzo en blanco.

RELATO 2

EL JARDÍN DEL EDÉN 

El señor Cooper tenía claro qué espectáculo quería para la inauguración de su nuevo teatro. 
Tras los difíciles años de la guerra, las ganas de vivir al limite y con total desenfreno eran la seña de identidad de esos locos años 20.
La gente quería diversión, locura, romper las normas sociales y disfrutar de lo prohibido.
Él, como buen hombre de negocios, sabía cómo dar la campanada...¡y desde luego que lo hizo!
Su coreografía de chicas desnudas escandalizaron a la "buena sociedad" al par que llenaban las arcas del señor Cooper día tras día.
 

RELATO 3

ACTIVIDAD NÚMERO 7

Llevaba dos años ya en la Escuela de Artes San Telmo. Una maravilla, una bendición de profesores y compañeros comprometídos con la inspiración y las nuevas formas de profundizar en el YO. 

La actividad número 7 me resultaba comprometida. Buscando la simetría del arte, debíamos mostrarnos tal como éramos, con nuestras fortalezas y debilidades, nuestros complejos y virtudes. 

La sensación de libertad llevaba mucho tiempo anulada en mi persona, y también en las clases más privilegiadas, a las que nos sometían a normas estrictas y absurdas. 

Con esta actividad, mi angustia se transformaba en arte y descubrimiento personal.

RELATO 4

HERMOSAS

Coincidieron las siete en la sala de espera del estudio fotográfico. Todas respondieron a un anuncio en el periódico donde solicitaban chicas "hermosas" para ser protagonistas de un anuncio de un producto dietético. Estaban nerviosas ya que un requisito imprescindible era posar desnudas. Pasaron a un decorado y tras quitarse la ropa fueron posando siguiendo las instrucciones del fotógrafo.
Tras la interminable sesión iban siendo descartadas una tras otra, hasta quedar solo una. Aquella chica rellenita, que causó risas disimuladas a todas las demás, fue la protagonista del nuevo y milagroso jarabe para abrir el apetito llamado "Hermosura y vigor"

RELATO 5


LO QUE LA HISTORIA NO CUENTA

Calígula pasó a la Historia como un emperador cruel, desalmado y demente, que disfrutaba ejerciendo la tiranía entre sus súbditos, incluso los más allegados. 
Su juego favorito consistía en obligar a todas las mujeres de Palacio, incluidas sus propias hermanas y las esposas de los Patricios, a caminar desnudas por el peristilo. Con los ojos vendados y los brazos al frente, Calígula deambulaba hasta atrapar a alguna, lo que obligaba a la infortunada a tener sexo con él, fuese quién fuese y delante de todos. 

Y hasta aquí la versión no oficial de porqué una conspiración acabó con su vida.

RELATO 6

UNA TARDE TRANQUILA  

Susana por favor..., cojase la rodilla derecha. Marga, usted..., sí, adelante el pie. Perfecto, gracias. ¡Tom! Tenemos que desplazar ligeramente la luz cenital hacia el proscenio... ¡Ahí, perfecto! 
¿Preparadas? ¡Quietas, por favor! Tres, dos...

_–...en ese preciso y mágico instante...–_ 

_¡¡¡Soy William, Pastor presbítero!!! Jesucristo volveráááá, y castigaráááá a las ofensoras que hayan cometido indeceeeencias._

_–...desmelenado, persiguiéndolas amenazante, blandiendo un garrote como en una película de Charlie Chaplin...–_ 

_¡¡¡Yo, os maldiiiigoooo!!!_

El estudio de fotografía se descompuso al instante, Las modelos corrían en todas direcciones, sin poder evitar tropezones, desequilibrios, alguna aparatosa caída, pisotones y torceduras de tobillo.

_¡¡¡Huidddd pecadooooras!!!_

RELATO 7

TRES PARADAS

Cogió todas sus cosas, apenas tenía lo que cabía en una bolsa, que cruzó sobre su pecho. 
Disfrutó del trayecto en bicicleta. El aire daba en su cara y el olor era agradable esa mañana. 
Hizo la primera parada y recogió un pequeño paquete.
En la segunda besó la mejilla de su madre y guiñó el ojo a Abdul, que le dedicó una gran sonrisa.  
En la última y definitiva parada volvió a pensar en ellas, mientras apretaba el botón. Todas serían morenas, le esperarían cada noche desnudas. Sería eternamente feliz. 
Veintisiete muertos y quince heridos.

RELATO 8

"SEÑORES COMO NOSOTROS "

Como si fueran "Tres Gracias", el erotismo de sus Montes de Venus inspiraban pasiones y levantaban libidos de espectadores que en solitario acudían buscando placeres siempre reprimidos.
Sus figuras parecíanles invitar a aquellas mentes calenturientas a una orgía de sexo y
pasión 
cuyos pensamientos golpeaban inmisericordes las sienes de los que ávidos de lujuria acudían al espectáculo dejando volar su imaginación buscando nuevas experiencias nunca conseguidas.
Sus pechos voluptuosos, creían aquéllos reprimidos, llamábanlos a cabalgar sobre imaginativas secuencias de amor a pesar de que ellos, hombres de honor, no conocían el erotismo más allá de sus calenturientas y retorcidas mentes.

RELATO 9

DESDE EL PAPEL

Maya siempre sintió un vacío insondable, aunque su familia adoptiva le brindara todo. Sus recuerdos estaban nublados, pero en sus sueños asomaban los ojos de una niña que le sonreía con ternura. 
A los veinte años descubrió en la fotografía una pasión y, en una exposición, un rostro idéntico al suyo la detuvo en seco. Desde el papel, una mujer con su misma mirada y sonrisa melancólica parecía invocar su alma. Desesperada, buscó al autor de la imagen, quien le confesó haberla tomado en unos baños de Fez. Maya tembló. Por fin, su hermana no era solo un sueño.

RELATO 10

GORRIONES ROJOS

Desnudas y a la intemperie. Era una de las duras pruebas que teníamos que pasar durante nuestro adoctrinamiento. Pasábamos años, muchos, perfeccionando el idioma, nuestras maneras y la forma de entender su mundo. El Kremlin no podía permitirse fallos; estábamos en guerra.

Después, a través del estrecho de Bering, en un punto poco vigilado, nos introducían en el país. Atravesábamos Alaska y Canadá hasta llegar a nuestros destinos.

Allí nos distribuían por diversos clubes de mala muerte para ejercer como prostitutas. De esa forma, no levantábamos sospechas. Al alba, desde nuestras “toperas”, reportábamos a Moscú todo lo averiguado.

RELATO 11

NO SOLO ERA UN JUEGO

Como cada luna llena, ellas escapaban al claro del bosque, ese lugar que solo ellas conocían, lejos de las miradas que las juzgan. Era su rito secreto, su rebeldía. 
Entre risas y pasos, sus cuerpos desnudos celebraban la libertad negada. Como nos descubran!, exclamó Alba, pero Clara la interrumpió con una carcajada.
Que nos descubran, ¿y qué?. 
Las demás la siguieron, la danza se volvió más feroz, más viva. Cada giro era una promesa, ese momento era suyo, y nadie podía arrebatárselo. Cuando amaneció, sus huellas aún seguían allí, como si el bosque se negara a olvidarlas.

RELATO 12

DIBUJADA CON ACUARELAS DE ENSUEÑOS 

Doradas arenas, muselina del viento atrapan magia de la noche, semejando estrellas de mar.
La luna desgarra el acuoso velo emergiendo ingrávidas, tres diosas coronadas de algas y caballitos marinos. Cubriendo sus bellos cuerpos desnudos, con las sinfónicas olas.
Las musas se acercan, perfumadas con sal, al dormido acuarelista adornando delicadamente su cuello con una flor. 
El crepúsculo asoma. 
Deslumbrado, ve algo brillante alejándose al horizonte: 
— ¡Aurora, vuelve!
Miró su cuadro, ella está en él, acompañada por tres diosas más. 
Sin la flor que llevaba.
Se toca al cuello ahora la tiene él en fino coral…
¿Sueño o realidad?

RELATO 13

RITUALES

Todas habían participado alguna vez y hablaban maravillas de la experiencia. Naturalmente, aunque llevaba poco tiempo en Grecia, me moría de ganas por acudir a uno de ellos.

El lugar no siempre era el mismo, tampoco cómo se desarrollaban las cosas y eso le confería mayor emoción al ritual secreto.

Contemplar nuestros cuerpos desnudos siendo acariciados por la brisa veraniega y dejar que nuestras pieles se busquen entre danzas y caricias es espectacular.   

Pasamos los días sirviendo a otros, pero, aquí y ahora, nos sentimos dueñas del lugar, de nuestro destino y tan poderosas como las diosas griegas.

RELATOS FUERA DE CONCURSO

SUS LOCOS AÑOS 20

Nos trataban como a animales. Desde que aquellos bastardos habían llegado a nuestro planeta, no paraban de humillarnos, de vejarnos y de hacernos mil perrerías. ¡Nos habían roto!

Aún recuerdo cuando descendieron de sus enormes y poderosas naves tras cruzar los confines de la galaxia. Físicamente se parecían mucho a nosotros. Prometían venir en son de paz. No tardaron en mostrarse tal como eran.

Aquella noche, el general Zhort se acercó a nuestra aldea con varios soldados y se llevó a siete de nosotras. Se le había antojado montar una fiesta temática inspirada, decía, en sus años 20.

¡Malditos humanos!


EL CHISME VUELA, LA VERDAD SE PASEA

Llovía, la niebla había caído sobre la ciudad y el frío calaba hasta los huesos. Habíamos recibido un chivatazo. Alguien del vecindario, por su voz, una mujer mayor, entre los cristales de aquel bajo que daba a la calle Baker, aseguró atisbar un siniestro escenario.

Cuando llegamos, Renard nos recibió con cordialidad. Su sonrisa siniestra se mezclaba con el terrible olor a fuertes químicos que emanaba del sótano. 

— ¿Nos permite bajar? — le preguntó el inspector.

En el taller fotográfico, secándose aún, colgaban montones de revelados de mujeres desnudas algo subidos de tono. No podíamos detenerle por eso. ¡Maldita vieja!

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