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Foto Cristina García Rodero |
RELATO 1
INVISIBLES
Ahora no serán solo ellas, ahora todos nos cubriremos la cabeza, gritó el mundo.
Lo que empezó como un símbolo de rebeldía se convirtió en un caos. Las calles se llenaron de figuras anónimas, sin rostros visibles. Médicos y pacientes se confundían, profesores y alumnos intercambiaban roles. Los gestos, las expresiones, todo lo humano desapareció. En las oficinas, las decisiones eran tomadas por desconocidos. Nadie sabía quién estaba detrás de cada palabra. El anonimato total convirtió a la sociedad en un lugar de desconfianza y descontrol.
Nos volvimos invisibles para los demás y poco a poco desapareció también nuestra conciencia.
RELATO 2
CARNAVAL, CARNAVAL, CARNAVAL TE QUIERO...
Quiso el destino que durante el confinamiento nuestras empresas quebraran y nos quedáramos en la ruina.
Todo se gestó como en broma, pero una noticia que anunciaba las obscenas ganancias de los bancos en plena pandemia nos hizo hervir la sangre y actuamos. Planeamos con cuidado, e inspirados en la casa de papel, nos hicimos con el botín.
De eso hace ya cuatro años, y aún hoy, pese a las cámaras, todos se preguntaron como conseguimos escapar a la vista de todos, pero totalmente invisibles. Un éxito rotundo, cien millones de euros a repartir entre cuatro. Los carnavales ayudaron bastante.
RELATO 3
UN PLANETA BONITO
Laura había quedado consternada tras visitar Kabul, donde había estado tramitando la adquisición de lapislázuli para su nueva escultura.
Con lágrimas en los ojos, decidió compartir con todos su indignación, saliendo a la calle de riguroso luto y un velo negro en la cabeza a modo de crítica hacia el burka institucional de Afganistán.
Su acción no pasó desapercibida en las calles de Madrid y días después, centenares de mujeres salieron a las calles de todo el mundo para manifestar su asco hacia un mundo que no hace absolutamente nada para remediar esta aberración.
_"Las del planeta bonito"_ las llaman.
RELATO 4
LAS VIUDAS NEGRAS
Soltero empedernido, millonario, vividor y mujeriego, Paulino Gigolino, que además era propietario de una cadena de discotecas de éxito desde Ibiza a Nueva York, un buen día empezó a sentir una especie de quemazón en salva sea la parte, provocando que fuera urgentemente al urólogo. Éste le diagnosticó un herpes persistente e incapacitante, y a él le generó una depresión tal que cada noche se le repetía la misma pesadilla...
Un desfile de mujeres reclamando a su miembro viril, todas vestidas de negro con un velo cubriéndoles la cara para no ver la horrible estampa del mismo.
Poooobre Narciso.
RELATO 5
TRISTEZA MUNDIAL
Este año el concurso anual de plañideras, del Museo de la Muerte mejicano, ha sido online. Rompiendo la tradición, tuvieron que sollozar a cara descubierta y no les gustó.
En todo México "las lloronas" manifestaron su enfado, como ellas saben, llorando, con el rostro tapado.
Medio planeta las ha visto gemir, han puesto de moda la tristeza. Las redes y los medios de comunicación se han llenado de queja y lamento.
Un presentador acaba de decir en la tele: "Ahora somos capaces de llorar por los gazatíes, saharauis, por las mujeres afganas. ¿El siguiente paso será hacer algo por ellas?".
RELATO 6
MUNDANA HIPOCRESÍA
Siempre me impactó la fé ciega (nunca mejor dicho), la absurda devoción y sin embargo la absoluta convicción, de aquellas mujeres.
Creer en la redención, parecía ser un motor vital tan poderoso, como para socavar cualquier otro principio que se alejara un ápice de su dogma divino.
Dicha creencia estaba tan arraigada a su ser, que se había convertido en sentimiento, fruto de una férrea educación transmitida desde generaciones...
Que más da, discurrir por el sendero de la vida haciendo maldades, o convertirse en una persona vil, si con un trapo en la cara y una caminata todo se arregla...
RELATO 7
DE ORUGA A MARIPOSA
Atrás quedaron los años del pueblo, que se comía hasta las mondas de las naranjas, la llamaban Animala, por su brusquedad y por su comportamiento.
Quedó huérfana, fue a Barcelona e ingresó en un colegio de monjas del Sagrado Corazón.
Ahí comenzó la transformación de la niña harapienta, sucia y soez, a la señorita educada y bella que es hoy.
Pero hay días en los que se guarda a escondidas un trozo de piel de naranja, otros amanece acostada en el suelo.
Esos días, en los que le afloran recuerdos de una infancia mal acabada, es, sin duda, más feliz.
RELATO 8
EL MUNDO ES NUESTRO
Es nuestra señal de identidad, vestidas de negro nos manifestamos.
No es por promesa ni por infligirnos un dolor innecesario, mostramos las manos vacías por aquéllas que a lo largo de los tiempos se les ha negado hasta su propio ser.
El silencio nos situó al margen de nuestros derechos pero todo esto se acabó, ya nadie podrá silenciarnos. Nuestro grito reivindica todos los silencios de aquéllas que no pudieron gritar. Por todas aquéllas que anuladas sufrieron el ostracismo y el olvido hoy estáis más presentes que nunca y os recordamos cuando todas juntas decimos que el mundo es nuestro.
RELATO 9
LOS QUE NO SE VEN… ESTÁN AQUÍ.
—¿Porqué estás llorando?
Mirándole su carita angelical, le contestó:
—Los amigos y familiares lloran, pero ni me miran. Seguro me echan la culpa por darle todo lo que él quiso. No me responden cuando les hablo. Vestidos de riguroso luto… Mi hijo murió en un accidente de coche.
A su vez pregunta:
—¿Pequeño, qué haces aquí, a estas horas, solo? ¿Tus padres?…
—Estoy muerto, igual que tú…
RELATO 10
FOMO (Fear of missing out)
Sábado. 19:15 h. Otra vez esa maldita foto. Los últimos rayos del sol se filtraban a través de la persiana. Llamaban a la puerta las buenas noches. La observé de nuevo. Que pereza. Había perdido el interes.
— Héctor, ¿bajas tú al perro? —dije.
Volví a clavar la mirada en la puñetera imagen. Fui a los ajustes del grupo, intente salir, pero mi FOMO me mantenía encadenada.
Tragué varios ansiolíticos, como si fueran caramelos y me arrastré a la cama. Allí, un eco constante me recordaba que mi mayor miedo no era perderme algo, sino perderme a mí misma.
RELATO 11
NADA ES LO QUE PARECE
Parecían, a simple vista, un cortejo de duelo, pero al acercarse se percibía en ellas otra realidad. Bajo sus velos oscuros, sonrisas picaronas asomaban en sus labios, y algunas dejaban escapar una carcajada ahogada. A medida que avanzaban, sus risas suaves y miradas coquetas sorprendían a quienes las veían pasar, especialmente a los caballeros desprevenidos, que, tras una mirada atónita, se sentían atrapados en un juego misterioso. Las mujeres vestidas de negro se paseaban libres y alegres, como si fueran dueñas de un aquelarre secreto que nadie más podía entender.
RELATO 12
EL CRONISTA
El funeral del narcotraficante Rodrigo Silva aún se recuerda en Cambados, en pleno corazón de las Rías Baixas.
A las cinco de la tarde, bajo un silencio sepulcral, llegó el coche fúnebre, seguido de quince Lamborghini, todos negros. De cada uno de ellos descendió una afligida viuda con el rostro oculto. Entrelazando sus brazos, las quince caminaron tras el lujoso ataúd, portado por ocho hombres de confianza de Rodrigo.
El objetivo fue preservar la vida de la auténtica viuda, amenazada de muerte por el clan enemigo.
Sé que te gustaría saber más, pero si te lo contase, tendría que matarte.
RELATO 13
MEDIDAS DESESPERADAS
Las cosas no siempre fueron así. Hubo un tiempo en el que había suficientes y hasta se podía elegir. Algunas más que otras, pero todas teníamos la oportunidad de pasarlo bien.
Ahora es distinto. Están en peligro de extinción, por lo que cada vez que se percibe a uno se activa el protocolo de emergencia. Cada una procede como es debido y las que quieren beneficiarse del recién llegado se unen en procesión hasta la ermita del pueblo.
Eso sí, siempre manteniendo el anonimato. Tenemos un apetito sexual que satisfacer, pero no dejamos de ser siervas de Dios.
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