RELATO 1
OVER THE RAINBOW
Nuestra madre nos había advertido que una tormenta se avecinaba. Ninguna la creyó, pero nos obligó a bajar con un paraguas. El sol brillaba con fuerza y el calor del verano era otro personaje más en nuestra historia.
Tan pronto como terminamos de pintar la senda de baldosas amarillas, empezó a llover de forma desproporcionada. Me derrumbé viendo cómo nuestro trabajo se desvanecía ante nuestros ojos.
"¡No llores! Cuando acabe la tormenta saldrá el arcoiris y con sus colores mágicos podremos llegar al castillo más rápido todavía".
Solo mi hermana sabía ahuyentar mis penas de una forma tan especial.
RELATO 2
LLUVIA ESCARLATA
Ellas, eran la contraposición de los ideales, una sublime y malévola, la otra dulce y sensible, retándose una a otra en un sin fin de devenires, jugando con sus fichas de ajedrez humanas.
Un día Ella susurro al oido de un hombre sus palabras casi inaudibles, y el hombre accionó el interruptor de la fábrica, soltando todo el material radiactivo en forma de lluvia.
Ella se rió en la cara de la otra, mientras bajo el paraguas veía como se derretían ante ella todos los trabajadores. La otra lloró mientras intentaba salvar a los pocos que pudieron escucharla.
RELATO 3
15 DE ABRIL (DÍA DEL NIÑO Y LA NIÑA)
Tuve la suerte de vivir esa valiosa etapa de inocencia y espontaneidad a tu lado, donde la imaginación era inagotable y la curiosidad por el mundo que nos rodeaba era insaciable. Cuánto añoro esa capacidad de sorprendernos y maravillarnos con las cosas simples, sentir la fascinación por los cuentos de hadas, experimentar con enorme asombro y admiración el mundo natural, la espontaneidad y la libertad de vivir el momento presente sin preocupaciones por el futuro. A pesar de los años transcurridos, seguimos siendo las niñas de siempre. Cuánto te echo de menos, hermanita. Y las niñas siempre decimos la verdad.
RELATO 4
SE ARRUINÓ LA FUNCIÓN
Mi familia siempre ha sido muy dada a todo tipo de celebraciones.
Con motivo del día de la madre montamos una pequeña representación en el jardín donde mis retoños, Eva y Eric, harían de alados querubines.
Apenas empezada la función, el cielo empezó a oscurecerse y se desencadenó una tormenta que, al ver las piruetas de mis peques, no pudo contenerse y estalló en un torrente de aplausos en forma de lluvia.
Eva, siempre risueña, sonreía embelesada bajo el paraguas, pero Eric, roto en sollozos, aún tenía que aprender a ver el lado bueno de la vida.
RELATO 5
TENGO CACA
No había peor momento que la fiesta del colegio para hacerme caca encima. No sé si era rebeldía, una comodidad mal elegida o el deseo de no abandonar algo que me estuviera encantando hacer en ese momento. Después de meter la narices, la profesora me arrastraba por la punta de la oreja hasta hacerme caminar de puntillas, para apartarme de los demás.
–¡castigada!–
Ahí quedé yo, bajo la lluvia con el consuelo esporádico de alguna amiga, viendo desde lejos cómo los demás niños disfrutaban la fiesta...
Ahora no he cambiado mucho... Sigo disfrutando, y tambien cagándola de vez en cuándo.
RELATO 6
LAS NUBES: SUS MUSAS
Nos encontrábamos en verano los amiguitos después del año escolar, muy limpios y repeinados, para jugar.
Al regresar, se escuchaba gritando a las madres en las diferentes casas.
¡No sales más!
¡Castigado, a la ducha!
¡De barro hasta las orejas!
¡Mamá!
Muchos lloriqueos.
Él siempre contestaba:
— Madre, no es barro, son mis amigos del cielo que juegan con nosotros.
Íbamos al río.
Las nubes eran figuras irreales desconocidas, en su imaginación cobraban vida; nosotros realista las transformábamos en bolas de barro que nos tirábamos entre risas.
Toda esa imaginación lo convirtió con los años, en un maestro del surrealismo.
RELATO 7
ESCAPARATE DE MUÑECAS
Las niñas acudían cada tarde al escaparate de muñecas, les contaban con detalles de felicidad las cosas que harían juntas.
Con nombres recién inventados, terminaban cada conversación prometiéndoles a las muñecas que les tenía reservado sitio en su jardín.
Las muñecas de la nueva temporada se estremecían de alegría al saberse elegidas.
Sin embargo, la muñeca negra desviaba su mirada, llevaba tantos años allí que sabía que a aquellas niñas que les visitaban cada tarde no le brillaban los ojos, sino que eran oscuros, fríos y profundos, como lo era el cementerio de muñecas rotas que crecía en su jardín.
RELATO 8
PASOS PERDIDOS
Nacimos casi el mismo día. Nuestras madres jugaban a las cartas aquel verano con nosotras en sus vientres. Compartimos chupetes, mocos y las cucharas de papilla.
Dicen que fue una noche de Reyes, que llovía cuando nos tomaron nuestra última foto juntas.
En mi comunión te mencionaron. En mi graduación te recordaron. Cuando obtuve el carnet de conducir, tus padres celebraron mi coche nuevo.
Dicen que te echaste a andar entre la gente. Que alguien te debió coger. No te vimos nunca más.
Tus padres no han dejado de buscarte. Sigo siendo tus pasos en sus vidas, amiga querida.
RELATO 9
MALEFICA
Siempre te creíste superior. Tu burlona sonrisa maléfica la tuve tan presente que cualquier imagen tuya iba precedida de una inferioridad que nunca pude superar.
Querías protegerme pero me asfixiabas con tu actitud.
Hoy las cosas han cambiado. ¡Quién lo iba a decir!
Ni el mejor serial hubiera previsto un final así ¿verdad hermanita?
Cuántas veces te decían, déjala, es una llorica. Nadie se imaginaba que la débil, como tú me creías fuera capaz de…jajaja.
El psiquiatra me enseña una fotografía. Veo tu sonrisa aunque no recuerdo nada. Me quedan muchos años por delante pero ya no tienes aquélla sonrisa.
RELATO 10
LA LUZ DE LUCÍA
Aquí estamos, inmortalizadas en papel mate. Reías bajo la tormenta, saltabas sobre los charcos, mientras yo… yo solo sabía llorar.
“¿Ves? Las gotas son como pequeños secretos que caen del cielo” prometía tu mirada chispeante. La admiración y la envidia, se entrelazaban en mi pecho a partes iguales.
Amada amiga, hoy imploro a tu sonrisa una respuesta, ¿por qué tú? ¿Por qué los que aman la vida, la pierden, y los que apenas vivimos, escondidos tras el miedo, permanecemos?
Eres luz, Lucía. Sé que tu paraguas me cobijará siempre. Súmalo a lista de cosas que nunca te dije.
RELATO 11
RESISTENCIA
La tormenta arreciaba, truenos y relámpagos, bombas que rasgaban el cielo y sacudían la tierra.
Los caudillos encorvados bajo el aguacero, con una mueca corrían a refugiarse en sus malolientes cuevas.
La lluvia golpeaba con fuerza los tejados y se desbordaba por los canalónes, derramándose por el suelo como lágrimas desesperadas largamente contenidas.
Ellas acurrucadas bajo un gran paraguas, resistían la gran tormenta que quería barrer la razón del mundo, dejándolo en manos de los locos belicistas.
Esperanza abrazando a su hermana Miedo, sonreía mirando más allá aquellos días oscuros; el amor a la vida les habría salvado.
RELATO 12
DISFRUTAR SIN SER VISTA
No había nada que les provocara más ilusión que un día de lluvia de verano. Cuando eso ocurría, Marta y su hermana pequeña corrían al jardín a disfrutar de la lluvia fresca, saltando de un lado a otro y jugando al escondite entre los maceteros. ¡Cómo disfrutaban! Leonor tenía, bajo la gárgola con boca de pato, su lugar secreto, donde se divertía sin ser vista. Desde la ventana, sus padres veían que Marta se apropiaba del valioso tesoro de su hermana, aquella gárgola con boca de pato, lo que provocó una hecatombe de lágrimas.
RELATO 13
INOCENTES
Bastian sufría desde pequeño. Era de esos niños inestables que asimilan mal sus sentimientos. Cualquier circunstancia, adversa o no, desestabilizaba su pequeño corazón.
Florence, en cambio, arrollaba con su desparpajo. Su risa contagiaba y toda ella llenaba de ternura.
Llegaron a la _Maison_ _Macao_ de Puerto Príncipe, en plena temporada de lluvias.
En el mes de octubre fueron devueltos al orfanato, sin aviso previo ni explicación.
¿Qué había pasado?, nadie lo supo.
Solo ellos vivieron lo sucedido en ese sótano. Bueno, ellos y el mayordomo, antes de quedar tendido encima de un charco de sangre. ¿Cuál de los dos fue?.
RELATO 14
AMOR POR ENCIMA DE TODO
Los niños nos levantábamos muy temprano, con el cosquilleo nervioso en el estómago que no nos dejaba desayunar. Nosotras esperábamos en el patio pese a la lluvia.
Tú te mostrabas alegre y esperanzada, mientras que yo, llorosa y preocupada.
Al finalizar las visitas, las monjas nos hicieron pasar al despacho y nos dijeron que nos adoptaban a las dos, no juntas, pues no éramos hermanas, pero sí íbamos al mismo barrio.
Ambas lloramos de felicidad por la cercanía.
Crecimos, nos enamoramos y ambas decidimos ser valientes e irnos a vivir juntas, hasta hoy. Mira la foto mi amor. Te acuerdas?
RELATO 15
LOS DUENDECILLOS DEL LAGO BLED
Estaba en Bled, un precioso pueblo esloveno, donde huí de todo para celebrar mi último cumpleaños.
La vida me pesaba mucho, hasta el punto de querer desaparecer; me pareció elegante hacerlo en el lago del pueblo, a escondidas, mientras llovía. Me resultaba romántico morir acompañado de la lluvia.
De la nada, aparecieron dos niños bajo un paraguas. Sentí toda la alegría de uno, mientras el otro absorbía mis tristezas.
Tal vez fue una alucinación, pero todo aquel peso que sentía desapareció con los niños y unas ganas inmensas de vivir me acompañan desde entonces.
La magia sí existe, creo yo.
RELATO 16
MI HERMANA JUANA
De las dos, mi hermana siempre fue la más aventurera, como se puede apreciar...
En esta foto, teníamos 7 y 5. Yo lloraba asustada por la lluvia, y ella simplemente reía.
Todo lo afrontaba con una sonrisa. Su espíritu siempre fue una fuente inagotable de luz para todos los que la rodearon.
Nunca desfalleció. Ni por un tormentoso matrimonio, que terminaría en un amargo divorcio; ni siquiera por el cáncer, que aunque terminó llevándosela, jamás la doblegó.
De ella me queda su hijita, a la que adopté, y en cuyos ojos, hoy atisbo, el fuego que siempre tuvo su madre.
RELATO 17
MALA LLUVIA
Aquel día no llovió como siempre. Lalita había escuchado a sus padres hablar de «lluvia radiactiva» y aunque no sabía a lo que se referían, intuía que era algo malo.
La nube contaminante provocada por el accidente de Chernóbil se trasladó al vecino país de Bielorrusia y cada vez que llovía lo inundaba todo de sustancias cancerígenas que eran absorbidas por los pastos para el ganado y las plantaciones agrícolas, intoxicando los alimentos que se consumían y el agua que se bebía.
La trajimos un mes a nuestra casa en una cura alimenticia, pero su recuerdo nos ha acompañado siempre.
RELATO 18
LA CASA MÁGICA
Una fuerte tormenta me sorprende gratamente durante la noche. Rememoro, con dulce nostalgia, cómo sin llevarme ni un año, te sentías responsable y cuidabas de mí.
“Esto es nuestra casa mágica. Contemos todas las gotas”, sonreías para protegerme.
“¡… decimueve y vente!”, y volvíamos a empezar porque no sabíamos seguir.
Aún conservo la casa-mágica-paraguas, y el valor que me infundiste para afrontar los miedos. Cada 18 de noviembre brindo por ti, por esa niña “mayor” que hizo de madre, y doy gracias porque fueras tú mi ángel, mi hermana. Hoy sólo quisiera tener cuatro años y contar las gotas contigo.
RELATO 19
HIJA
Recuerdo esta foto de la adopción peruana. Mas siempre fuiste mi hija. Alegría, dulzura, instinto de protección. Bendito el día que llegaste, ¡ay, aquel momento!
Y existías: me mirabas, llorabas, reías, jugabas, estabas…crecías.
¡Qué rápido transcurre el tiempo! Pero tú das a cada día un valor. Tus méritos, mis alegrías; tus dificultades, pan del día que, por labrar tu camino, no pesan. Perdóname mis errores, tal vez yo no importe tanto, tu vida ya está en marcha y a cada hora provoca mis aplausos.
Y cuando duermas, siéntete en el paraíso: recuerda que papá está ahí. Siempre velaré tus sueños.
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