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Foto EL MUNDO |
Cada semana propongo una foto y, cada fin de semana, votamos entre todos y elegimos los cinco mejores relatos 🥇🥈🥉❇️❇️. Este es el resultado desde que empezamos con el primero el día 5 de abril d.c. (después del coronavirus).
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Foto EL MUNDO |
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Autor desconocido |
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Fotografía anónima |
DESPILFARRO
La boda perfecta.
El gran salón estaba listo. Todos habían llegado, los invitados, los fotógrafos, el alcalde, los testigos. Incluso el bisabuelo de la novia estaba allí.
Pero algo no estaba bien. Todos se miraron asombrados y al unísono señalaron la única silla apoyada en la pared que reflejaba su sombra.
En el suelo, el semicírculo de flores blancas esperaba a la otra mitad.
El novio tambien esperando su prometida . Ella nunca llegó.
Qué desperdicio, dijeron todos, saliendo conmocionados: una corona incompleta, una novia invisible, una silla que falta.
¡No! Es un despilfarro total , gritó llorando el novio.
RELATO 2
Al pie de la letra
En un primer momento no pensamos que fuese a durar mucho allí puesta. Como la primera vez que recurrimos a ella lo pasó realmente mal, no concebíamos que se repitiera.
Sentarse en “la silla de pensar” nació como castigo por mal comportamiento, pero debe haber algo que se nos escapa porque la niña no es mala. Sin embargo, todos los días se coloca sobre el asiento y pasa varias horas reflexionando sobre vaya usted a saber qué.
A sus ojos es un altar; no nos deja acercarnos, ni tocar la estructura de madera. Creo que fallamos al bautizar esa práctica…
RELATO 3
La cabaretera
El 13 de febrero de 1972 cumplí 13 años. Aquel día mis padres volvieron a regalarme lo que más me gustaba: una sesión de cine.
Llevábamos más de treinta años de censura así que cuando, a pesar de mis pobres conocimientos de inglés, entendí lo de _"un tigre es un tigre, no un cordero, señor"_ algo se abrió en mi cabeza.
Aquella noche decidí ser lo que he sido hasta que mi cuerpo me lo ha permitido: bailarina.
La película era _Cabaret_, la canción Main Herr y el descaro de Liza Minnelli fue siempre mi inspiración.
RELATO 4
CHURRUCA, QUE SE ME CASA LA NIÑA
—¡Mi Saray, que se me casa! Cuatro trajes, _brilli-brilli_, la corona...
_¡Pechá_ sesiones con _La Churruca_! Vestidos de princesa, de sirena, _los doraos_, el blanco _pal_ "sí quiero" _pa mostrá_ la honra...
—No _te socurra engordá_ que nos pilla el toro —aseveraba la modista.
Pero gitana _mu normá_ no soy, sino el garbanzo _más negro'l puchero_.
_Pa_ no darle un mal rato a mi madre, le dejé hacer. Seguí con mi _preñao_ y el vestido de boda lo rediseñé cuando, antes de salir, le arranqué cuatro vueltas al bajo y lucí en minifalda.
Ver esas caras... ¡lo mejor del día!
RELATO 5
La despedida
Te ruego me perdones. No puedo decorar tu celebración.
Hace treinta años murió mi esposa cuando te alumbró. Desde entonces hemos estado siempre juntos.
Mi niña, representación de su madre, único sentido de mi vida, se va.
Te casas con un funcionario de Australia que conociste en un viaje con amigas. Es para tí un momento feliz, y yo me alegro por ello, pero siento que no podré sobrevivir a esta segunda pérdida.
Supongo que pensarás que volveremos a vernos algún día, pero yo no lo creo. Habré muerto de pena.
Te ruego me perdones. No puedo decorar tu despedida.
RELATO 6
La silla
Por mi trabajo, tenía que recoger los muebles que los vecinos tiraban.
Había una calle especial, una casa especial, cada vez que pasábamos, había una silla diferente para tirar:
Silla de enea.
Silla Luis XV.
Silla de caoba.
Silla decapada.
Silla carcomida.
Silla de forja.
Silla plástica.
Silla de aluminio…
Un día pasé, no estaba, había un revuelo en la casa.
La anciana, la encontraron muerta en una silla, al lado, otra vacía, encima un ramo de lilas, con el nombre de su amado. Esquela: “Te espero. “
RELATO 7
A TRAVÉS DEL ESPEJO
Nadie puede vernos totalmente, sí fugazmente por el rabillo del ojo o intuirnos, pero, ahí estamos. Solo la niña pequeña de la casa nos ve claramente. Ahora mismo, sentado en la silla contemplo como le dan una mano de pintura al salón. Antes era yo el pintor, pero desde que soy un fantasma me limito a observar, no podré avanzar hasta que no averigüe qué me pasó.
Alguien se está subiendo a la silla, por no coger la escalera.
¡Catacrakkk!
Silla volcada, cabeza abierta y… ¡¡ya sé que me pasó!!
Yo también me caí. Ahora ya somos dos los fantasmas!!
RELATO 8
Plena
Con una guitarra de fondo y la visión de esta sala colorida, se alumbra en mi cabeza la idea de que mi alma está plena. Ese puzzle deshecho que era a los 16, ahora por fin está unido con un engranaje de amor propio y de aceptación.
Así que me quedo sentada en esta silla, de aquí no me levanta nadie.
Y la iré moviendo donde surja, a veces me levantaré, paseando por otras almas, ayudando en lo que pueda. Pero siempre volveré a ella, mi querida silla rodeada de tul esponjoso.
RELATO 9
La silla adivinatoria
Asun, la de Carratraca, más conocida como Madame Telodigotó, encontró una silla en el descampado que hay junto a su casa.
La mujer, andaba mal de dinero y se abastecía de lo que encontraba por ahí.
Después de adecentarla, se sentó para probar su resistencia y entonces una voz metálica le dijo: _"Te se va a estropear el grifo del bidel"_.
Asun, aterrorizada, acudió al baño y efectivamente, el grifo soltaba agua desaforadamente.
Descubrió entonces que la silla adivinaba el futuro y decidió obtener rendimiento, estableciendo un gabinete adivinatorio.
Junto con la sesión, regala a sus clientes un tupper con torreznos.
RELATO 10
¡QUÉ BONITA LA VIDA!
Abre el día. Alba echa los pies al suelo y da las gracias.
Asoma a la ventana, el cielo es gris, agradece al gris que la deje en casa devorando libros. Agradece al sol, si asoma, que la invita al encuentro con el mar y los amigos.
Adorna los días. Ve una silla desierta y la imagina sumergida en flores, desprendiendo aroma a lavanda aunque sean hortensias.
De eso se trata. De vestir este rato que pasa por aquí con su mejor disfraz.
¡Qué bonita la vida, dice, qué belleza hay en encontrar la manera de reunirnos y hacerlo posible!
RELATO 11
¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
La abuela era una auténtica devota de la Virgen del Carmen, y cuando se iban acercando las fiestas, ponía en guardia a toda la casa...
- _Isabelita, ¿Te has traído los alfileres, agujas...? ¡¡¡Los hilos!!!_
- _¡¡¡Joaquín!!! Llégate a buscar las banderolas, verdes, rojas y amarillas._
_- ¿Pepe? ¿¿¿Dónde estás??? ¡Ah! Ven aquí anda, ayúdame a colgar las guirnaldas._
Todos a las órdenes de la matriarca, no había ni un segundo que perder para que la familia recibiera las fiestas como es debido. Ni un rincón quedaba sin engalanar, ni una vela sin encender, ni nadie sin la emoción que contagiaba la abuela.
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Foto autor desconocido |
RELATO 1
UN DRAGÓN NEGRO EN LA OCURIDAD
Aquella callejuela del _Barri Gòtic_ le producía terror. Armado con una maza, pasaba diariamente con la intención, según él, de derrotar al Dragón que surgía de las paredes de piedra para robarle su existencia.
En una de aquellas ocasiones, fue sorprendido por los _Mossos_ martilleando las paredes y columnas góticas, batiéndose con una Bestia que solo él veía. Detenido y esposado, la mirada horrorizada de ese hombre les convenció de su falta de cordura.
Mientras era trasladado a comisaría, uno de los _Mossos_ se quedo haciendo guardia en el lugar, pero desde aquella noche... nunca más se supo de él.
RELATO 2
Es conveniente no banalizar el más allá
En la prefectura de Lyon, estaban inquietos por la inexistencia de actividad vital en el cercano pueblo de Bessenay.
Los consumos de agua, gas, incluso telefonía, habían cesado de un día para otro.
Tan sólo registraban una discreta demanda eléctrica nocturna.
El jefe de policía, acudió al pueblo con dos gendarmes para dilucidar el misterio.
Allí encontraron la nada más absoluta. Aquello era un pueblo fantasma.
Sin embargo, las farolas de todas las calles brillaban intensamente y de forma periódica. Uno de los gendarmes sugirió que podría ser un mensaje en morse.
_"De aquí no vais a salir"_, le pareció entender.
RELATO 3
Donde todo empezó
El alumbrado de la calle ofrece sus últimos minutos de luz. Caminan en silencio, intentando no pensar en lo que les aguarda. Pronto estarán lejos de allí y la ciudad empezará a despertar.
Hace tiempo que todo es distinto, pero 24 horas juntos dan sentido a su realidad. Quieren detener el tiempo, permanecer juntos y no tener que amarse desde la distancia. Desean la vida que no pudieron tener.
Se funden en un tierno abrazo. La noche termina de perecer, llevándose con ella sus espíritus que se desvanecen.
El próximo aniversario, en el lugar donde se conocieron, volverán a encontrarse.
RELATO 4
Un toledano que habla catalán y tiene casa en Sanlúcar de Barrameda
En 1890 se instalaron en Toledo 22 farolas que funcionaban con energía eléctrica.
Atrás quedaron las farolas de gas, que lucían evocando un ambiente bucólico, pero facilitaban el trabajo de los amantes de la propiedad ajena, que protestaron a tal efecto.
Tal fue el caso del Sindicato de ladrones toledanos ( SLT ), manifestándose durante tres meses hasta que llegaron a un acuerdo con los Lampareros, consiguiendo que los viernes se apagaran las farolas, de lo que también hicieron uso los enamorados.
En esa época, un viajante catalán enamoró a una maestra de origen andaluz.
A los 9 meses nació mi tatarabuela.
RELATO 5
La mirada indiscreta
Los árboles otoñean llenando de colores el parque donde nos conocimos. Esta estación llega siempre teñida de nostalgia, ¿verdad? O quizá soy yo, que llevo en la memoria demasiada añoranza.
Paso por tu calle, solo para verte a través del cristal vahoso de tu ventana. El halo que abraza las farolas, deja en la sombra la pared del callejón y me permite mirarte sin ser visto. No te asustes, nunca te haría daño.
Siempre te gustó vestir a lo Audrey...
No sé porqué me cambiaste por ese que acaba de entrar, entre otras cosas, porque nunca contestas a mis mensajes.
RELATO 5
La mirada indiscreta
Los árboles otoñean llenando de colores el parque donde nos conocimos. Esta estación llega siempre teñida de nostalgia, ¿verdad? O quizá soy yo, que llevo en la memoria demasiada añoranza.
Paso por tu calle, solo para verte a través del cristal vahoso de tu ventana. El halo que abraza las farolas, deja en la sombra la pared del callejón y me permite mirarte sin ser visto. No te asustes, nunca te haría daño.
Siempre te gustó vestir a lo Audrey...
No sé porqué me cambiaste por ese que acaba de entrar, entre otras cosas, porque nunca contestas a mis mensajes.
RELATO 6
La quinta
Al doblar la esquina del arco percibí que una sombra me seguía. Miré hacia atrás pero no vi a nadie.
Intranquila, continué mi camino acelerando el paso.
Oía pisadas al mismo ritmo que las mías. Comencé a sudar. La niebla me impedía respirar. Escuché el sonido de risas y algaradas de la taberna y rompí a correr hacia allí presa del pánico.
«Montse, no corris que la nit és llarga» me gritó riendo la tabernera con su acostumbrado escote descolgado hasta la barriga.
Sobre una mesa se leía en La Vanguardia «Ya son cuatro las víctimas del Destripador del Raval».
RELATO 7
VIDAS AJENAS
Con mi bicicleta y escalera recorro los suburbios encendiendo farolas al oscurecer. Durante segundos me meto en las vidas de otras personas cuando desde lo alto de la escalera atisbo por sus ventanas retazos de intimidades anónimas.
La madre que llora a su neonato muerto por las fiebres, el marido que pega a su esposa, la cena en la mesa de una familia pudiente, la estufa apagada del estudiante pobre, el anciano que reza por miedo a la soledad… Esas historias las llevo conmigo durante mis sueños y pesadillas, afortunadamente, se diluyen al amanecer.
Otra noche para conocer vidas ajenas.
RELATO 8
El farolero
Sin faroleros (1930)
Soy un anciano solitario, estoy al abrigo de la oscuridad en un parque. Enciendo un cigarrillo.
Mi abuelo perdió su empleo; encendía faroles. Fumaba en un callejón oscuro. Se acercó un hombre con una mecha, le pidió fuego. Al alejarse, se encendieron los faroles.
Supo que era un fantasma, porque no tenía sombra.
Después de contar el incidente se llevó la mano al pecho, murió.
Mi abuela decía: El farolero, se lo llevó.
Un hombre me pide fuego se ilumina el parque. No tiene sombra. “Es el farolero”…
Al despuntar el día, encuentran un mendigo congelado.
RELATO 9
ÚLTIMO SUEÑO
Era el último de mis sueños, atrapado en el cajón oculto de mi corazón.
Faroles amarillos encendidos en la calle, donde de repente,
todo se había convertido en piedra gris.
Intenté hasta el final iluminar el camino que habíamos recorrido juntos,
reviviendo colores, risas y amor.
Pero yo no pude hacer nada.
Al fondo hay una fortaleza, la tuya,
Catedral donde has encerrado emociones y sentimientos.
Tu mente, guardia feroz, para quitarse el miedo,
decidiò que permanezcan allí, encadenados para siempre.
Amanece, antes de dejar, me vuelvo,
última mirada.
Esta ciudad, Malaga, nunca mas será la misma en mi.