viernes, 29 de septiembre de 2023

RELATOS SEMANA 176

 

Foto: anónima 


RELATO 1


En un barco de nombre estranjero


Luis preparó el barco temprano y zarpó sin rumbo fijo.

Al atardecer, dispuso dos copas de un buen sangre de toro de 15 años, brindó mirando al horizonte y se ató a un cabo dispuesto en una argolla de popa, lanzándose al mar. El barco, que navegaba a toda vela, le arrastraba como un curricán.


Los guardacostas encontraron el velero a la deriva y avisaron a sus hijas, quienes habían denunciado su desaparición días antes.

Una copla de Concha Piquer, la favorita de su mujer, sonaba en el camarote.

Una nota que decía "volveremos a vernos" reposaba en la mesa.


RELATO 2


EN PILOTO AUTOMÁTICO


Después de muchos años vividos, pongo rumbo a poniente y me dejo llevar por las brisas marinas. El destino es incierto, tampoco me importa mucho, o nada, la verdad. Solo quiero dejarme ir, recordar lo bonito de la vida que he llevado, el vacío que han dejado en mi vida y preguntándome qué vacío dejaré yo, y quién me echará de menos. Lo dejo todo. Después del palo de la nueva ley anti acoso mi vida no tiene sentido, ¡Jamás podré volver a llamar mas a nadie a las tres de la tarde para venderle un seguro de vida!


RELATO 3


LA TRAICIÓN 


Manuel tenía una actitud nerviosa que me transmitía cierta inquietud. Le pregunté varias veces qué le sucedía, pero me decía que eran imaginaciones mías.


Cuando nos alejamos unas veinticinco millas de la costa, nos interceptó un carguero. No entendía nada. Manuel se puso de pie en la proa y le indicó a los tripulantes que ya podían empezar.


Lo miré a los ojos preguntándole a qué estaba jugando, pero parecía otra persona. 


Se descargaron dos toneladas de cocaína, y hasta aquí llegó nuestro hermoso viaje. 


Como era de esperar nos detuvieron, y ahora a ver quién nos devuelve la libertad.


RELATO 4


El relato


Podría relatar las incertidumbres esponjosas que acompañan mis mañanas o la certeza terrible de mi muerte asolándome por las noches. 

Al fin y al cabo relato con las mismas neuronas con las que amo, odio, suspiro y me emociono. Ellas son las que me permiten ver este mar como algo certero, y las que sienten la brisa que les llega por mi piel. O el olor a salitre y pez, que no abandona mi nariz.

Así que decido relatar esta tarde de verano, este navío velero, y el azul del mar. 

Lo demás no cabe en mi relato.


RELATO 5


Ocaso


—¿Te gusta? —Le pregunté mientras abrazados contemplábamos el primer atardecer de la travesía.

—Mucho, pero me entristece. Me evoca el fin de la vida, el ocaso. La muerte.

Estábamos empezando a salir y no nos conocíamos muy bien todavía, pero nos estábamos enamorando.

           —A mí me sugiere todo lo contrario —le contesté— Yo veo paz, descanso, el bello cierre de un bonito día, el preludio de una mágica noche y anticipo de muchos momentos felices que nos esperan.

—Eso se lo dirás a todas —Me contestó riendo.

Mientras tanto, el viento, amigo voluble del marino, acariciaba ilusionado nuestra nueva singladura.


RELATO 6


Como un daiquirí


Qué tienes que eres como un daiquirí cuando entra en la sangre.

Qué tiene el lago negro de tus ojos. Profundizo en ellos, me transporta a paraísos inexistentes.


Qué tiene el oleaje suave de tus palabras, que forma tornados en mi corazón, arrasando el juicio.

Qué tenemos que el amor estalla en mil rayos dorados, embriagándonos hasta la irreflexión.                   


Qué tiene la razón, de la sin razón, traspasando horizontes prohibidos.

Sabiendo que navegamos en diferentes barcos.     


Qué tiene el nudo marinero que ata nuestro secreto.         

Qué tiene vivir atracados en puertos diferentes. Tú con tu pareja, yo con la mía.


RELATO 7


El mar lo ve todo


El desenfrenado ritmo de la capital me estaba volviendo loco. Gente, ruido y contaminación por todas partes. Las voces no me dejaban descansar y llegué a considerar el abandonar mi profesión. 


Un viaje a la costa me abrió los ojos. Me mudé y me compré un velero. Sigo trabajando y es mucho más fácil ahora. Navego a alta mar, remato el encargo de turno y me tomo una copita mientras contemplo el hermoso atardecer. Siempre voy acompañado, pero vuelvo solo. 


Me gusta esta vida; y el sonido de las olas ha silenciado las voces.


RELATO 8


Almas a la deriva


Ana heredó de su padre la pasión por el mar y un velero de seis metros de eslora, con el que le gustaba salir al amanecer. 


Tras la ajetreada semana de trabajo, añoraba el silencio que solo rompía el golpeteo del casco sobre el agua mientras avanzaba hacia mar abierto. 


Aquel día, escuchó otro ruido. Ojeó el horizonte con sus prismáticos hasta avistar algo a la deriva.


Rápidamente puso rumbo hacia allí. Al llegar tuvo la certeza inmediata de que nada le separaría nunca del bebé que la miró mientras lloraba sentado sobre el cuerpo sin vida de su madre.


RELATO 9


Mirando a proa


La vida es un navío que recorre los rumbos, que llega y vuelve enérgica o consumida una y otra vez.

A veces nos paramos en la popa, donde solo los recuerdos bloquean la opción de mirar adelante.

A veces los destellos mantienen nuestra ilusión intacta. Pero no podemos abandonar Las velas al azar del reflejo de los vientos.

Tenemos que agarrar el timón, navegar con fuerza, dominar la banda, los costados del barco de barlovento a sotavento.

Tener siempre presente la proa y dirigirnos al lugar de nuestros sueños como la canción del Titanic: _mi corazón seguirá latiendo_.


viernes, 15 de septiembre de 2023

RELATOS SEMANA 175

Foto: @María M.

 RELATO 1


YA...

- Hola cariño... ¿Vas a tardar mucho en volver a casa?

- _Estoy en el despacho, ocupadísimo. Creía que te había dicho que hoy volvería tarde. Tengo aún un par de clientes que atender._

- ¡Ah! Pues no lo recordaba. Oye cariño...

- _Dime bonita._

- Si no te importa, cuando estés de vuelta, me traes a mi también uno de esos cócteles.

- _¿Un, qué?_

- ¿Qué cómo puedes tener tanta cara?

- _¿Cómo dices?_

- Estoy en la terraza del Hotel Hilton y te estoy viendo "C A R I Ñ O" Además te veo muy bien acompañado ¿No?

- _Pues... pero..._

- "Mi amor", ni peros ni manzanas...

RELATO 2

UN DÍA MÁS BUENO QUE MALO

Tengo lumbago, y estoy mareado y con resaca. Aun habiendo dormido la siesta, la botella de vino de la comida sigue bañando mis neuronas. 

Intento ir erguido, sujeto firme la bandeja con la yema de mis dedos pero no veo el pie. Yo y las bebidas caemos encima de la preciosa chica del vestido azul y su teléfono sale disparado al barranco. 

Se asoma, apoyando las manos en la barandilla, gira la cabeza y con una sonrisa descomunal me dice:

- Soy Ana, me acabas de salvar la vida. ¿A qué hora sales? Te invito a cenar.

RELATO 3

UN ECO DE NUESTRO TIEMPO 

Volaban los desenfrenados setenta, la tarde bostezaba. Recordé los diecisiete que celebré ayer, decidí pasear sola, me sentía tan mayor...

Me viste, te miré y, sin más, te acercaste y me invitaste al bar de la playa. Me deslumbró tu desenfado y sofisticación.

Acabó el verano y me dejaste tu mirada azul y un montón de recuerdos.

Guardé mis lágrimas y decidí vivir mi vida kilómetro a kilómetro.

Cuarenta años después nos encontramos en otro lugar. Tú has ganado peso y yo ya peino canas.

Me invitas y sonrío.

Siento una añoranza indefinible, hacia nadie en concreto, sólo al tiempo.

RELATO 4

Superpoderes

Siempre imaginé que sería fantástico tener poderes.

Durante la semana que alquilamos el apartamento en la playa, íbamos las amigas todas las tardes a eso de las siete a tomarnos un _spritz_ en el bar de la terraza antes de de la cena.

Desde aquel magnífico mirador, mientras ellas charlaban yo me entretenía intentando enviar el mensaje telepático «mírame» a las personas que pasaban por el paseo.

Al tercer día, un chaval se paró justo enfrente de nuestra ubicación, miró hacia arriba, sacó su teléfono móvil y marcó.

En ese momento mi teléfono sonó.

Aún sigo pensando cómo tenía mi número.

RELATO 5

¡NUEVA DESAPARICIÓN!


Crecí como pude o me dejaron. Nunca tuve familia, pero jamás me sentí solo. De pequeño, los compañeros mayores del orfanato me daban muchos “abrazos” y “besos”, también algunos maestros. Aprendí a callar y aguantar. Hoy, ya adulto, me paso los días entre la multitud. Observando.
 Esta mañana en una cafetería, me sitúo a lo lejos contemplando discretamente a la gente entretenida en sus cosas. Imagino entonces que son mi propia familia, y escojo a una persona cualquiera y me la llevo, (a veces no quieren) pero consigo que se queden conmigo para siempre.
Ya tengo una familia bastante numerosa.

RELATO 6

Una historia de reporteros de guerra


Tras años coincidiendo en todos los frentes, habíamos acabado convirtiéndonos en una familia.

Rumores sobre posibles atentados nos tuvieron dos semanas encerrados en el Hotel Seri de Malasia. Acostumbrados a la acción, aquello se nos hacía insoportable.

Para colmo, un periodista deportivo llamado Tudi, no paraba de hablar con ese irritante tono de final de Mundial. Nadie sabía qué narices hacía allí.

Las dos semanas de encierro se convirtieron en otras tres después de que Tudi desapareciese en "extrañas circunstancias" y la policía nos interrogase a todos.

Nadie abrió el pico. Al fin y al cabo éramos una familia.

RELATO 7

Sí, pero no

“Tenemos que vernos”. Un mensaje que, viniendo de ella, bastó para destruir mi tranquilidad y al que respondí con un “cuándo y dónde”. 

Habían pasado dos años y, aunque estaba acojonado, necesitaba reafirmar que ya no tenía ninguna influencia sobre mí.

Me tomé cuatro chupitos de tequila y fui a la cafetería. Al entrar en la terraza, su espalda al aire y su vestido azul turquesa me paralizaron. Sensaciones variadas, la mayoría oscuras. 

Salí corriendo sin mirar atrás. Mientras conducía hacia la consulta de mi psicólogo, sus llamadas constantes resaltaban su nombre en la pantalla de mi móvil.

RELATO 8

La muñeca

Limpiaba en un aeropuerto. Encontré, una muñeca muy bonita, la llevé a objetos perdidos. 
No la reclamaron, me la devolvieron.
Comencé mi afición de recopilar juguetes, que no reclamaban.
Mi hijo por su trabajo viajaba mucho. Se hizo novio de una chica extranjera. Vino a conocerme.
Ella al ver mi colección, cogió la muñeca. En su lengua, muy azorada, algo me explicaba.
Ante mi sorpresa la desnudó. Sacó un papelito de la espalda. 
Mi hijo lo tradujo.
“Al que se encuentre mi muñeca:
Quiero ser tu amiga. Con amor.”
Y una dirección. Era la de ella, viente años atrás.

RELATO 9

PANORAMA PARA MATAR

Acudía cada mañana a aquel bar a tomar su Martini rojo y una tapa de ventresca con pimientos.
Desde lo alto, en la entrada del bar, el panorama era desolador. Todas las mesas cercanas al mirador estaban ocupadas. Aquel día no podría ver el mar en primera fila.

Un acceso de ira irrefrenable invadió todo su ser, hasta el punto de romperse un diente al tensar tanto la mandíbula.
Comenzó a sudar y jadear, mientras emitía un sonido gutural sobrecogedor. 
No soportaba la situación.

Decidió entonces matarlos a todos. Ya lo había hecho antes por afición. 
Ahora tenía un motivo.

RELATO 10

QUÉ SABE NADIE

Llega sola. Se sienta en el lugar de siempre, junto a la baranda que da al mar. 

—Hola, Vane, ¿y Paul?

—Hemos quedado aquí, debe estar al llegar.

Devuelve una sonrisa forzada. Pide una cerveza que deja sin tocar. 

Paul no llega. 

Ella toca su pelo con insistencia, muerde sus uñas. Parece perdida, con la mirada clavada en el horizonte.

Se marcha y no vuelvo a verla.

A la semana, Vane y Paul aparecen en las noticias. 

—Fue un mal golpe —dijo ella cuando la acusan del fatídico final.

Todos los viernes venían juntos al bar.

Parecía una pareja normal.

RELATOS SEMANA 174


 RELATO 1


NO ME ACOSTUMBRO


Nací entre pobreza y miseria.


Crecí bajo los abusos de mi padre y el desdén de mi madre.


Llegaste a mi vida cuando solo era adolescente, pero ya crecía dentro de mí un nuevo ser.


Te hiciste cargo de todo. Me diste un hogar . Me sacaste del infierno en el que vivía. 


Mi vida cambió. 


Pero mi corazón sigue enfermo.


Cada vez que me besas,

cuando me dices que me amas, siento dolor por no poder corresponderte.


Desde pequeña formé un caparazón tan fuerte, que me permitió sobrevivir.


Pero solo eso.


Nada más.


RELATO 2


No me acostumbro

Yo te invité a mi cuarto, menguante. Menguantes como éramos,

yo te entregué mi válvula, de escape.

Menguantes nuestras almas de música de agua, …un piano constante, de unos dedos rozando la piel desnuda, el baile.

Yo te invité a mi cuarto, creciente. Creciente nuestro anhelo de auroras boreales, de luces y de llamas ardientes de unos labios, que rozando la noche en una gran rendija, el universo abre.

Y en el claro de luna, de blanca plata que arde, en mi cuarto te espero, nueva, llena o menguante…

Sin ti no me acostumbro ni a las notas del aire.


RELATO 3


No me acostumbro


No me acostumbro a este bullir de ideas en mi cabeza cada vez que espero tu llamada.

No me acostumbro a esperar una mirada cómplice cuando el sexo ha terminado.

No me acostumbro a tus mentiras disfrazadas en silencios.

No me acostumbro a una relación donde no hay relación.

No me acostumbro a esta obsesión que me anula como mujer.

No me acostumbro a esta lucha interna por mi dignidad.

No me acostumbro a que en vez de flores me regales lágrimas.

No me acostumbro a vivir sólo pensando en tí...No.


RELATO 4


NO ME ACOSTUMBRO


Cada día, al salir de casa, veo tu silueta despidiéndome desde la ventana de nuestro dormitorio.


No importa el tiempo, sigues ahí, fiel a nuestro ritual, separando la cortina. Tus ojos me hablan sin necesidad de palabras: 


—Vuelve pronto. 


Te digo adiós y sonrio. Tú también sonríes. Te dejo ensimismada mirando el mar, mientras suena en el coche nuestro Claro de Luna y se humedecen mis ojos. 


Así, cada mañana, nuestra conexión persiste, como una melodía eterna.


No me acostumbro a tu partida definitiva. Sigo viéndote tras nuestro cristal cada día que comienza. 


Sigues siendo mi único aliento.


RELATO 5


"No me acostumbro"


Salen al atardecer, cuando los turistas desaparecen. Pasean por la orilla cogidos de la mano. Su historia es tan simple y única como cualquier otra.


Anida en su corazón todo el amor que se han dado. Su decisión es firme. Han ido tachando días del calendario y hoy es el último paseo.


Sienten la arena en sus pies descalzos. Sólo escuchan la brisa del Atlántico que hoy luce plateado. No hace falta decir nada.

Ella no puede elegir, él sí, pero no podrá acostumbrarse.

Y elige marcharse con ella, igual que se va un claro de luna.


RELATO 6


NO ME ACOSTUMBRO 


A Carla, le encanta beber vino, pero no puedo olvidar que me corresponde a mí cuidar su medicación.


Se llama a sí misma, soltando una carcajada, "Madame Clochard", a pesar de encontrarse perdida en muchos momentos, momentos que además me producen angustia, sobre todo cuando dice: _-que vida tan extraña_-.


La veo partir con la mirada en su burbuja sin retorno. Si no te vuelves a dirigir a ella comentándole cualquier cosa, sigue con su viaje a ninguna parte.


La adoro, pero no me acostumbro a verla así, y más aún sabiendo lo inteligente, valiente y bella que fue.


RELATO 7


No me acostumbro


Se conocen en un viaje. Sin esperarlo, crean un vínculo muy fuerte. Poco a poco, se va alimentando y crece. Conversaciones diarias sobre cualquier tema, planes de todo tipo, fotografías que inmortalizan la magia existente entre los dos, risas, complicidad y mucha confianza.


Nueve años parecen un suspiro. Ninguno concibe un futuro sin el otro, pero un malentendido los separa. Su interminable chat de WhatsApp se queda congelado y su bonita amistad se destruye.


Ahora, cuatro años parecen un siglo. Lo que fueron sobrevive en sus recuerdos y qué duro es tratar de olvidar los más felices.


RELATO 8


NO ME ACOSTUMBRO


Como todas las tardes, cuando comenzaba la puesta de sol, trenzaba su cabello color plata y llamaba al perrillo, que daba saltitos de alegría pues sabía que les esperaba un largo paseo por la orilla del mar.

También llamaba instintivamente a su marido, pero el silencio le recordaba que ya no existía en este mundo.

Entonces suspiraba y decía _"Hay que ver, guapo. Mira que dejarme sola..."_


El sol desaparecía suavemente, al fondo, en el camino de las Lantanas, tiñendo la brisa de colores naranja y malva. 

Ella suspiraba..._"Hay que ver guapo....no me acostumbro a esta belleza sin tí"_


RELATO 9


No me acostumbro


Las tardes de domingo en El Retiro eran una inyección de felicidad familiar.


Cuando hacía frío, comprábamos castañas asadas y metía algunas en los bolsillos de mis hijos para que se calentaran las manos.


Me encantaban sus caritas cuando nos parábamos a mirar algún teatrillo de guiñoles, o su sobresalto cuando depositaban unas monedas delante de los mimos-estatua y éstos cambiaban repentinamente de postura.


De eso hace ya casi cuarenta años.


Yo sigo paseando por El Retiro, cada domingo. Si hace frío, compro castañas para calentarme las manos.


No me acostumbro a que se han hecho mayores, y están lejos.


RELATO 10


NO ME ACOSTUMBRO


Algunos dicen que ser resiliente es la clave para superar un hecho traumático.Pero… ¿Cómo hacerlo? 

Me falta el aire cada mañana cuando veo el lado de tu cama vacío, tu perfume en el tocador, tu taza favorita colgada. ¡No! No se trata de superar, es insuperable, es cuestión de aceptación. Pasan los meses y años y la congoja se vuelve resolución, y como nadie muere por nadie, se resurge de nuevo, cual ave fénix, de las cenizas en las que uno mismo se enterró, pero que, aunque, nos sacudimos con convicción, no nos acostumbramos a ser felices de nuevo.


RELATO 11


NO ME ACOSTUMBRO


Los amiguitos de mi hijo acudían a extraescolares. Las mamás presumían de sus talentos en kárate, fútbol, ajedrez…


Yo reconocía que la única capacidad de mi hijo era tocar ese tambor que le regalaron por su primer cumpleaños, así que aducía que a mi hijo le gustaba la música.


“Van a abrir un aula de piano”, malmetieron. “Por supuesto, lo apuntaré” respondí muy digna.


Quince años después no me acostumbro a vivir con tapones en los oídos, mientras mi cada vez más gordo, pesado y mofletudo Carlitos alterna el aporreamiento de las teclas del piano con los golpes del tambor.


RELATO 12


No me acostumbro


No me acostumbro al llanto, desnutrición, explotación de todo tipo, de los niños, hambruna, guerra, ambición, la indiferencia social, el mirar de los gobiernos hacia otro lado…

Africa, Latinoamérica, países en guerra, pobres… Extienden la mano encallecida, ennegrecida, arrugada, por el sufrimiento, a los países ricos pidiendo una limosna. Sino mueren.

Desde el medioevo hasta hoy la tecnología ha avanzado, la mentalidad de algunos no.

Me arrodillo, cojo tierra mojada por lágrimas de desfavorecidos, la arrojo al viento, que la extienda, llegue al claro de luna para que brille igual para todos.

No me acostumbro a la desigualdad de oportunidades.


RELATO 13


*No me acostumbro* 


Querida Mariana:


Sueño que tú y los niños estáis bien. Por aquí, como ya va siendo costumbre, comemos poco, mal y no descansamos nunca.


Sueño que vuelven para ayudarnos los que liberaron Francia y me estoy acostumbrando a que no lleguen.


Me he acostumbrado también al frío de la Sierra. Hasta me he acostumbrado al sonido del eco de los cascos de los caballos de la patrulla que nos busca y al de algunos disparos.


Pero a lo que no me acostumbro es a no poderte enviar estas cartas ni a perder el recuerdo de los rasgos de tu cara.



domingo, 3 de septiembre de 2023

RELATOS SEMANA 173

Foto @galerix.es

RELATO 1


EL PRIMER AMOR

Afrontaba con muchísima ilusion una nueva etapa:
Comenzaba mis estudios universitarios.

Dejaría atrás lo que tanto me oprimía estos últimos años, una ciudad provinciana y la convivencia con mis padres. 

Con solo mirar las maletas junto al coche, sentía que entraba en mi pecho aire fresco.

Pero la felicidad nunca es completa. Iba a separarme de Tomi. Llevaba enamorada de él desde los 12 años y ahora que ya éramos oficialmente novios, íbamos a ciudades diferentes. 

El destino que nos esperaba, lo intuíamos los dos. 

Cartas fogosas y frecuentes, que se distanciarían cuando conociésemos a alguien.

Y así fue.


RELATO 2

Mariposas de la noche

De madrugada, Marian escapó sin decir nada. Ni siquiera nos enteramos las que compartíamos con ella el mismo dormitorio. 

Al día siguiente, sirenas lejanas comenzaron a oírse cada vez más cerca, hasta que varios coches de policía rodearon el local. Rápidamente nos escondieron en el sótano. 

Horas después, nuestros explotadores salían esposados mientras los clientes reclamaban su dinero. 

En menos de cinco minutos guardamos nuestras pertenencias en las mismas bolsas que, hacía unos meses, habíamos llenado de esperanza camino hacia una nueva vida que resultó ser un infierno. 

Al fin libres, cada una partió hacia su destino.


RELATO 3

Piensa bien y fallarás

Cuando una amiga me necesita acudo a su encuentro. 

Normalmente suelen enviar mensajes más explícitos que “tía, necesito que vengas a casa. Es urgente!!!” y sé cómo actuar.

¿Ruptura? Improbable. ¿Propuesta de matrimonio? Posible. ¿Fiesta de pijamas? No lo considero urgente. ¿Salseo? Debe ser algo muy fuerte. ¿Homicidio? Espero que no… ¿Organizar su armario? Evidente. ¿Preparar un fiestón? Factible…

Lleno bolsos de viaje con todo tipo de utensilios que podrían ayudarme en cualquiera de las situaciones, pero nada me sirve para atrapar a un mono que se balancea en una lámpara. 

Nota mental: pedir más información antes de organizarme.

RELATO 4

Una mudanza irónica

Siempre que tenía que abordar asuntos trascendentes, él adoptaba un talante poético barato, de esos de best seller efímero.
_Hemos llegado al final de nuestro viaje juntos_, dijo con cara de circunstancias.

Entre indignada y aliviada, lo reconozco, preparé las maletas.
Yo adopté un talante irónico y barato también.

_Mira, en esta guardo la ropa de verano y entretiempo._

_En esta, la más grande, tus infidelidades y mentiras. Y las mías._

_Aquí, todo el aburrimiento. Y en el neceser, los buenos recuerdos, junto al papel higiénico._

_El coche me lo quedo yo, que es de coleccionista y le tengo cariño._

RELATO 5

Sorpresa 

Estábamos descargando las maletas para entrar en el hotel cuando oímos un grito desgarrador. Corrimos hacia su interior y vimos una escena sobrecogedora.

De pie, en la entrada, todavía con su equipaje en la mano estaba mi hermana gritando como una posesa.

Junto al mostrador de recepción, su novio, que no podía venir al festival porque estaba de viaje de trabajo, se encontraba atónito junto a su mejor amiga, inclinada sobre su pecho y tapándose la cara con las dos manos.

–¿Han consumido algo en el bar? –preguntaba el recepcionista, con expresión de «haber visto de todo» y obviando la tragedia.


RELATO 6

EQUIPAJE LIGERO

Había preparado ese viaje con mimo. En Aix-en-Provence, exploró las calles adoquinadas con sus lindos mercados que explotaban de color en cada puesto. Quedó fascinada por la historia de Aviñón. Atravesó a saltos los campos de girasoles que inspiraron a Vincent en Arlés.

Un mar violeta se extendió ante sus ojos. El olor a lavanda inundó sus sentidos.

Cada parada en su viaje fue un capítulo único, de belleza desbordada.

Una vez en casa supo que aquellas maletas cargadas de ropa eran absurdas. 

Que lo que ahora ocupaba su corazón era el único equipaje que necesitaba para vivir


RELATO 7

Cuando tu mujer se vuelve loca por lo vintage


Parecía una buena idea rescatar el coche de papá para un viaje.
Lo puse a punto y todo estaba en perfecto estado. 
Le dije a mi esposa que llevara poco equipaje porque el coche era pequeño.
Curioseando por el desván, descubrió los bolsos de viaje de mi madre. Insistió en usar alguno porque harían juego con el coche.
Cuando ya estábamos listos para salir, cual no fue mi sorpresa al ver el equipaje...¡había cogido todos los bolsos! 
Ante mi cara de pasmo exclamó:
-- ¡Cariño, son tan bonitos que no podía decidirme sólo por uno!

RELATO 8

¿Dónde esta mi equipaje?

Aeropuerto de Sevilla 12:40 

Maruja va en busca de su equipaje tras bajar del avión, un revuelo esta formado delante de la cinta transportadora que se encuentra vacía.
“Señores pasajeros se esta investigando una demora a la entrega del equipaje mantengan la calma”. 

Arroyo Coche ( Almogia ) 12:15 .

Prudencio entra en la casa asustado .

Marina, casi me muero del susto, estaba en el coche y han empezado a llover maletas,casi me muero del susto. 

Noticias Canal Sur:

A las 12:14 , todos los equipajes de un avión proveniente de Sicilia, han caído al abrirse parte de la bodega.

RELATO 9

DULCE RECUERDO DE INFANCIA

La canícula arañaba las tardes. Los “afortunados” con coche y apartamento, emprendían su viaje de vacaciones, apretujados, con un montón de bultos.  

Nosotros éramos más del montón. Cada verano enfilábamos en autobús de línea a una calita con casitas encaladas. Mis tíos, ilusionados, nos esperaban. Mi abuela no olvidaba su jaula con _Pititi_ y mi hermano su guitarra para enamorar a las muchachas.

Sin embargo, el recuerdo más dulce me estremece siempre al final del camino: abro la ventanilla, ofrezco mi rostro al viento y me dejo envolver por el fresco aroma del mar y las agujas de los pinos.


RELATO 10

Verano

Tu casa es tu fiel reflejo, eres tú hecha piedra, libre, amorosa y responsable. 

Cuando quedan minutos para partir, rememoró cada momento de paz, escuchando el trinar del chochín, y el movimiento suave de las hojas, bajo el acebuche.

Gracias por haberme permitido anidar en esta Breña, estar aquí ha sido un impulso para el resto de mi vida.

Llegué llena de pasado, pero aquí dejo mis maletas, sin abrir, con ánimo de volver a esta, tu casa, que ahora siento también un poco como mía.

RELATO 11

ESCUELAS DE MAGIA DE AYER HOY Y SIEMPRE


¡Cuántos recuerdos tengo de aquella época!
Muchos buenos y divertidos, otros menos. Pero en general fueron seis años maravillosos, en los que aprendí todos los fundamentos de la magia, no con las moderneces de Howarts, pero en su día, mi escuela fue precursora de muchos de los cursos que se impartieron luego allí.
Salimos formadas y educadas en los menesteres mágicos. Aprendimos a ser calladas y observadoras. Esta foto que ahora contemplo, es del día de mi graduación, en ella están mis seis compañeras de habitación. ¿Que dónde están? Dentro de los bolsos mágicos. 
Yo, soy Mary Poppins, la fotógrafa.

RELATO 12

LA PERLA NEGRA _(una historia casi real)_

Fue considerada una de las primeras _Vedettes_ de París. De voz esquisitamente aterciopelada para el _jazz_, de una aptitud extraordinaria para el baile, empresaria, y luchadora a favor de los derechos civiles y de los negros. 

Estadounidense, de origen afroamericana, nacionalizada francesa desde 1937. Durante la segunda guerra mundial fue espía en contra de la Alemania _Nazi_.

Una vida extraordinaria y comprometida.

_Joséphine Baker_, se casó tres veces y tuvo doce hijos adoptados.

Con residencia en _Cannes_, donde pasaba largos periodos veraniegos en los años 50 y 60, los desplazamientos a su residencia vacacional, no resultaban sencillos.

RELATO 13

Letras viajeras

Leer, descubrir lo de antaño 
Lágrimas como cuarzo
Empañaba el cristal de los lentes.
Esa carta:
Fue, vino, fue y volvió 
Amarilla por los años
Viva por el recuerdo, de lo que no
se dio.
“ Padre, recibí tu carta.
Logré escaparme
Acordado nuestro reencuentro bajo el puente.”
Nadie recogió la carta. El puente fue destruido.
Deteriorada, desconchada retirada como él por los años, aprendí a su lado a llorar por cartas escritas con:
Esperanza 
Dolor
Alegría… Sin recibir
Soy la valija de un empleado del correo en la Segunda Guerra Mundial.

viernes, 1 de septiembre de 2023

RELATOS SEMANA 172

Foto autor desconocido 

 RELATO 1


Lágrimas secas

Era el hombre mas feliz del mundo, pero un día su suerte se trunco cuando mataron a su mujer en un tiroteo.

En el panteón mando colocar el traje con el que se casaron, y cada domingo vestido con sus mejores galas, le lleva una rosa, se sienta en un taburete y le cuenta como le ha ido la semana.

Hay veces que siente su mano apoyada en el hombro, dandole consuelo y fuerzas para seguir viviendo, y otras en cambio, su lamento retumba entre las paredes del panteón, hasta que sus lágrimas secas dejan de apuñalar su alma.

RELATO 2

Nunca volver a descender

Vivo en la penumbra, un suelo de incertidumbre y de indecisiones.
Dibujando límites asimilables.
Miradas absurdas diluyen la levedad con la que todo llega y todo pasa.
No quiero volver a descender.
Deja que el tiempo se repita, somos sabios.
Siente como me levanto en mi invisible insistencia para defenderme. 
Mis sentencias, mis miedos, mis tristezas, rebeldes ante mi propia rendición.
Emerges como una fiera ajena al tiempo, barres los infiernos.
Dejándome caer en manos de un inocente amor.
Porque caer está permitido, pero levantarse es obligatorio. 
No sé cómo no huyes cuando se vuelven rebeldes mis pensamientos, cuando lloro.

RELATO 3

MI MUSA

Escucha el murmullo de la gente al otro lado del rojo terciopelo. Lleva año y medio sumando fuerzas para poder cantar. 

Silencio. 

Cuando abre el telón, los aplausos mueven el vestido que ha colocado en el maniquí justo al centro del escenario. Le llegan las notas del perfume de la que fue su compañera. 

Coge aire.

Silencio. 

Hoy hace año y medio que ella cerró sus ojos. Un nudo se agarra a su garganta. Siente que no podrá hacerlo, pero mira hacia arriba y sonríe. Su voz arranca entre aplausos nuevos:

    —Va por ti este tango, mi musa eterna.

RELATO 4

RELATO INACABADO

Un mes después de conocernos, ella me dijo _"déjame que escriba tu vida a partir de ahora, junto a la mía, sí tú quieres"_ con una sonrisa luminosa e inconmensurable.
En ese instante sentí que todo el amor del mundo nos abrazaba para no separarnos nunca.

Suavemente ella comenzó a escribir mi vida, haciendo de mí el protagonista más feliz que jamás hubiera sido escrito.
Pero el infortunio decidió ser coautor de aquellos relatos, hasta ese momento casi mágicos.
Mi autora fue apagándose hasta morir el día antes de nuestra boda.

Soy yo quien escribe ahora recuerdos que nunca tendré.

RELATO 5

EL MEJOR DÍA DE MI VIDA

Se despertó lleno de ilusión y nervios a partes iguales, uno no se casaba todos los días.
Sonó el teléfono, era su padrino de bodas: “escuchaaaa, estooo, yooo, nosotros, ¡que te lo digo del tirón! tu novia y yo nos queremos y nos vamos juntos, adiós.” 
Después de eso cada noche fue la misma pesadilla, se repetía una y otra vez, infinitamente…
Se derrumbaba en el suelo, no le quedaba mas consuelo que ponerse su traje de novio y sentarse al lado del traje de la que iba a ser su mujer, esperando, por meses y luego años, la muerte.

RELATO 6

Ensoñación

Otra vez, la rosa se abre al calor frío de un sol iridiscente.
Los pétalos cubiertos de terciopelo bermellón, despliegan su esplendor, tejiendo un ballet de muselinas, bailando al son del silbido del viento. Ella emerge blanco impoluto, vestida con encaje de espuma de mar. La arena de la playa gira, gira, en una pianola, formando con notas musicales:
Las mágicas palabras: “Sí quiero”
¡La beso!
¡Ahí despierto!
El mismo sueño hace viente años.
Como cristal atravesado por un rayo, nuestras vidas se diluyeron en la ironía del tiempo.
Ese accidente que te llevó para siempre, impidió nuestra felicidad.

RELATO 7

La insoportable levedad de la espera

Sentado entre bambalinas como cada noche, y son muchas ya, espero tu regreso. 
Mis manos aún sujetan firmes una nueva flor, que tú apenas mirarás, como muestra de mi amor por tí.
Un amor oculto, reservado y amargo... pero que sigue vivo a pesar de tu indiferencia.
Ya escucho los aplausos de otra noche triunfal para tí y, mientras me preparo para cerrar el telón, sólo espero ese instante en que nos cruzamos y dejo caer una rosa a tus pies.

RELATO 8

Show must go on

Fijo mi mirada en la rosa roja que ella acabará llevando entre sus labios. Comienzo a eliminar las espinas de su tallo. Con cada una, su cuerpo va apareciendo como una sombra. No la miro, no debo haberlo o se desvanecerá como otras veces. Eso es a lo único que accedió cuando le pedí que no se fuese. No tuve valor para decirle que era ella a quien necesitaba, a toda ella.

El taconeo de su zapato de baile contra el suelo es la señal. Me acerco y juntos comenzamos a deslizarnos al son de _Esencia de Mujer_. Nuestro tango...

RELATO 9

DIME

Dime si seguirás aquí.

En invierno, para pasar una tarde juntos frente a la chimenea, abrazados y desnudos, sucumbiendo al crepitar de las brasas de la madera de olivo.

Si los días de viento, veremos rodar las bolsas de plástico vacías. Esas que no entiendes que terminen sin dueño, prendidas bajo las ruedas de un coche.

Dime si seguirás queriéndome, como un día de playa bajo tu sombrilla de colores, junto a la ría que el mar penetra.

Si los sábados por la noche, con unas palomitas, miraremos bajo una manta, tu película favorita.

Dime si se marchitará esta rosa.

RELATO 10

MI MEJOR YO

Tormentosos jirones de recuerdos inundan mi cabeza. 

Nos prometimos sin palabras, tenía que protegerme de mí mismo.

Sin embargo, tú afirmabas resuelta, sin ambages, serena…

Siempre fuiste tu mejor tú, mientras yo nunca logré mejorar.

Habíamos de reconocer nuestro amor y fidelidad.

Pero un océano de dudas se cernía sobre mí.

Tu mirada me rozó, yo bajé los ojos.

Te amo de una forma distinta a la que me amas tú.

Tal vez no sea engaño, ni miedo, ni duda.

Tal vez sea sólo yo.

RELATO 11

La carta

    Curioseando en el despacho del abuelo cuando falleció nos encontramos un sobre envejecido con una carta sin enviar y dirigida a la dirección de soltera de nuestra abuela. Decía: «Querida Gertru: Cuando leas ésta ya estaré lejos. Ni tuve valor para contártelo en persona ni puedo casarme contigo arrastrándote en mi farsa. Te quiero más que a nadie en el mundo, pero como una hermana. En mi interior suena una melodía diferente que necesito asimilar. Espero que encuentres al hombre que no puedo ser yo. Perdona mi cobardía. Augusto».

    –¿Qué estáis fisgoneando? –preguntó la abuela Gertrudis entrando en la habitación.

RELATO 12

SOLUCIÓN FATAL


Me entraban sudores fríos cada vez que se acercaba a mí, no soportaba su aliento, ni esa mirada torva, ni sus sucias manos posadas sobre las mías para decirme que me quería.

Desde que me anunciaron mis padres este matrimonio, que solo a ellos interesaba, sentí que se esfumaban todas mis ilusiones, mis ganas de vivir, mi alegría. 

No me resigné. 
Pero tampoco tuve fuerzas para luchar. 

El día de la boda.
Me buscaron por todas partes.

De mí solo quedó ese bonito y esmerado vestido y mi futuro marido, esperando lo que de ninguna manera pudo ser.

RELATO 13

Performance

Cinco espejos producían un efecto caleidoscópico que permitía la misma imagen desde cualquier ángulo del cubo de cristal.
La rosa simbolizaba la fidelidad y el vestido, la tradición. Yo, entre neblina, con sombrero bowler, mantenía el cuello en ángulo de 30 grados.
Mientras el artista bebía champán y hablaba con los visitantes, yo repasaba la lista de la compra y la de los reyes Godos para no dormirme, hecho que produciría una hecatombe en el Museo Reina Sofía.
Esto, cada día, en turnos de 4 horas. 
Y mi madre, a las vecinas, que yo era un gran actor.

RELATO 14

Talento oscuro

Se estaba retrasando y la culpa empezaba a consumirle. Intentó silenciarla centrando su atención en la rosa que sostenía. 

No había hecho nada malo. Estaba a punto de vender un vestido de novia que superaba con creces cualquiera de sus creaciones previas, un traje de ensueño y a un módico precio. Podía ser distinto esta vez…  

Pero no, la fatalidad se avecinaría sobre ella tan pronto como lo comprase; quizás incluso antes de llegar al “sí quiero”. 

Apretó el tallo entre sus manos. La sangre le encaminó a acabar con su vida y, con ella, su legado de creaciones malditas.