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Escultura: Daniele Accossato |
Cada semana propongo una foto y, cada fin de semana, votamos entre todos y elegimos los cinco mejores relatos 🥇🥈🥉❇️❇️. Este es el resultado desde que empezamos con el primero el día 5 de abril d.c. (después del coronavirus).
lunes, 31 de julio de 2023
RELATOS SEMANA 168
sábado, 29 de julio de 2023
RELATOS SEMANA 167
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Foto: Félix Lupa |
RELATO 1
Palito de canela.
Llevaba tiempo rascándose la nuca. Cuando el picor llegaba a ese sitio de la espalda inaccesible desde arriba y desde abajo, vio su vida pasar en un rascado, y puso solución: una tienda.
Hizo traer los mejores maniquíes, aquellos que imitaban la figura apolínea sin brazos los dejó detrás, pero había que comprobar bien a los que daban la cara, aquellos que te miran como una figura de Hopper.
Entonces, sólo entonces, quiso comprobar cómo tenía el muñeco su palito de canela debajo del bañador y obtuvo la siguiente conclusión:
Cuando el tacto es insuficiente, agarra fuerte.
RELATO 2
Revelación vacacional
Tenía tanto que dar que se lanzaba sin más sobre las mujeres intentando seducirlas. Desgraciadamente, en aquella época no funcionaba así; había que pasar por el matrimonio para poder amancebarse. Por eso, tras casi corromper a una joven, una maldición detuvo sus andanzas por la isla.
La historia es muy interesante, pero un impulso me hace separarme del grupo. Calor, un torso desnudo… tiendas, una mirada salvaje… viento, aroma masculino... Lo veo y sé que es él. No sé cómo liberarlo, pero mis manos comienzan a estimularlo con fervor.
Estoy lista para ser corrompida por semejante varón.
RELATO 3
LA ELECCIÓN
Me casé enamorado y pensé que ella también lo estaba.
Poco después de nacer nuestra hija, tuvo la primera explosión de ira descontrolada. En medio de gritos y mucho desprecio hacia mí, me dijo que se iría con nuestra hija a su país.
A partir de aquí todo fué en declive.
Sus enfados y amenazas fueron creciendo, a la vez que yo mermaba.
Me tenía... digamos que.... dominado.
Pasado el tiempo, acabé por pedir el divorcio.
Ella se fue.
Pero mi hija, que por edad ya podía elegir, se quedó conmigo y me sorprendió con un abrazo y un: Gracias Papá!
RELATO 4
El diario de la tía Paqui
07:10_Me despierto sobresaltada. He soñado que soy la hermana gemela de Ana Bolena y Enrique VIII quiere descabezarme también.
08:55_Voy por la calle y me caga una urraca.
09:14_Encuentro una tienda y decido entrar por si tienen algo para limpiarme la cagada. Resbalo y para no pegarme el gran talegazo me agarro a lo primero que pillo, que resulta ser el paquete de un maniquí masculino que hay en la entrada.
09:15_Alguien vociferando dice que soy una vieja _desgenerada_. Sí, con S.
09:19_Decido que mejor me voy a comer salpicón a cualquier chiringuito.
10:00_.....
RELATO 5
El devenir infringido
Su presencia llegaba como un calambre en la entrepierna. Manos suaves, con formas dulces, me agarraban con determinación.
Cada mañana, cuando me sacaba a la calle y cada noche, de vuelta al pequeño local donde todos pasamos la noche como sardinas en lata, su contacto revivía en mí sentimientos inexplicables.
Tras décadas de reflexión, llegué a una conclusión que me produjo un gran pesar. Al ser inanimado no poseo memoria alguna y eso que yo confundía con sentimientos, era un flashback al amanecer de lo que había ocurrido al atardecer y viceversa.
Ni ella me amaba ni yo a ella.
RELATO 6
ORBITANDO
Siempre había tenido fama de frívola (y frescachona) No en vano sus envidiosas “amigas” la llamaban “Satélite” Porque decían que siempre estaba orbitando alrededor de todo lo que tuviera pantalones. Chica desinhibida y natural, se bebía la vida con desenvoltura y espontaneidad. Su lema era: VIVE Y DÉJAME VIVIR.
Fueron pasando los años, y quiso la mala fortuna que su mente se fuera nublando, olvidando el presente y estancándose en el pasado. Ahora, raro era el día que no protagonizara la surrealista escena de fingir un vahído para “agarrarse” a lo primero que veía: La entrepierna de su macizo enfermero.
RELATO 7
Agarre
Los encontró en la página de pequeños anuncios del diario local: «Se vende un lote de dos maniquíes de hombres realistas, dotados de Inteligencia Artificial y movimiento».
Los sacaba cada día al inicio de la jornada, y funcionaban como un hechizo atrayendo a la clientela.
Al principio no sabía porqué, pero con el tiempo descubrió que cuando los ponía en el exterior de la tienda, con la manipulación del traslado se les abultaba la entrepierna y el maniquí frotaba la excrecencia con sus manos.
La escena era grosera y escandalosa, por lo que decidió cortar la sicalipsis quitándoles los brazos.
RELATO 8
Deseo
Últimamente tengo un sueño recurrente, el maniquí de la tienda de la esquina cobra vida y hacemos el amor durante horas.
Esta mañana el sueño ha sido más real que nunca, al despertarme me ha extrañado que no estuviera a mi lado. He levantado la persiana y ahí estaba, solo también, con la mirada perdida en algún punto del horizonte.
Es de noche, no soporto la idea de volver a despertame y encontrar mi cama vacia. Todavía debe estar la tienda abierta. Bajo las escaleras, lo agarro y lo subo a casa, a mi cama.
¡Buenas noches, amor!
¡Hasta mañana!
RELATO 9
EL TRABAJO
El trabajo, dignifica
El trabajo, es necesario.
El trabajo, nos hace independientes.
El trabajo, nos hace responsables.
El trabajo, yo qué sé...
El trabajo, me pone cachonda.
RELATO 10
LA VIDA NUEVA
Encerrados e inmóviles en aquel sótano de los almacenes Spencer, los maniquíes se miraban de soslayo, soportando su terrible y fría desnudez.
Siete de ellos parecían que sonreían cuando una mañana, doña Eulalia, la dueña de la mercería, los compró por Wallapop.
¡Al fin podrían ver la luz!
Doña Eulalia les pasaba un pañito húmedo cada mañana, les cambiaba el outfit y los sacaba al sol. Aunque aquella mujer hablaba demasiado, vendía un género horrible y aprovechaba las mudas para apretarles sus partes íntimas, ellos disfrutaban de volver a los escaparates y así ver pasar al mundo.
RELATO 11
No importa la edad.
Estudiaba con mis amigos, ella se acercaba me rozaba con su cuerpo
Pensaba que era casual. Sin embargo sentía una sensación placentera
Tenia un examen llegue a buscar a mis amigos, estaban con su padre. Ella me cogió la mano, me acarició,
me llevo al sofá, ahí me hizo descubrir los secretos del amor. Nos poníamos citas, repetíamos.
Tenía 18 años recién cumplidos.
Después siempre busqué, mujeres mayores que yo.
No he dicho que la mujer, que me inició en las artes amatorias, era amiga de mia padres y madre de mis mejores amigos.
RELATO 12
Quien no se consuela...
Berta no conocía varón, no por falta de oportunidades, sino porque uno le rompió el corazón hacía ya treinta años, los mismos que llevaba trabajando en aquella tienda.
Pero un corazón roto no hace que un cuerpo deje de arder de deseo, y hacía tiempo que Berta había encontrado el antídoto a su zozobra.
Paul (así le llamaba ella) era su maniquí preferido, y no precisamente porque le sentaran bien las prendas que lucía. Le encantaba que su mirada pareciera querer disimular que él también gozaba cuando ella lo trasladaba del interior a la calle dos veces al día.
RELATO 13
Carmina
Mi tía siempre me decía que la época que más le gustaba era el verano, con los hombres en pantalones cortos, sonrisas amplias y gafas de sol.
Yo nunca le conocí pretendiente alguno. No me la podía imaginar acompañada, por eso aquella tarde cuando confundió ese maniqui con un visitante de la isla, casi me muero de un ataque de risa.
Cuando ella se recompuso sólo me miró de soslayo y bufó "todos son iguales ".
viernes, 21 de julio de 2023
RELATOS SEMANA 166
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Foto: Giuseppe Milo |
RELATO 1
Algo confuso
Me llamo Algarupiñapo del planeta Muskartinu, y me mandaron a una misión de reconocimiento a la tierra.
Un día experimentando lo que los humanos llamaban “cita”, leí que los humanos se llenaban de mariposas el estomago para poder cortejar a sus hembras, pero lo que no me dijeron es que al hablar saldrían todas volando por la boca.
La misión fue todo un éxito y la humana quedo prendada, ahora tendré que ver como explicarles a mis superiores que he entablado una conexión especial con ella….
Ya se nos ocurrirá algo para que me dejen quedarme en la tierra.
RELATO 2
La tetería de las emociones desbordadas
Rosalía regentaba una coqueta tetería en Torrox.
Rosalía poseía la facultad de detectar pesar de cualquier índole en las personas que allí se hallaban y compartía su encanto con quien necesitaba un poquito de paz interior, charlando de la vida y de las cosas bonitas que existen y que a veces no vemos.
Y entonces ocurría algo mágico. Las emociones se desbordaban y como si de un milagro se tratara, un montoncito de brillantes y purpúreas mariposas revoloteaban efímeramente sobre ellos hasta desaparecer junto con el pesar.
Hace tiempo que abandonó Torrox, quizá para alegrar la vida de otros lugares.
RELATO 3
La Libertad con nombre de mujer es arte abstracto.
La mariposa simboliza la Libertad efímera del ser humano.
Alcanza el resplandor.
Sus alas se deshacen como cenizas de un puro que se quema como el tiempo.
◦
RELATO 4
¡VOLAD MARIPOSAS! (BIEN LEJOS)
Todas mis amigas me contaban emocionadas, casi ñoñas, lo que sentían cuando se enamoraban, “mariposas en el estómago” decían. Pasados los meses sus relaciones, casi todas, terminaban, bien por un maltrato, unos cuernos, pura desilusión o golpe de realidad.
-Tú, ¿Para cuándo? Se te va a pasar el arroz. Me decían, algunas obviamente envidiosas de mi perenne y feliz soltería, otras, verdaderamente preocupadas.
- Jamás, les digo, jamás voy a caer en esa trampa, el amor está sobrevalorado.
-¿Cuál es tu secreto?
-Inspirar hondo, contraer el estómago, exhalar de golpe, y… Todas las malditas mariposas del estómago van fuera.
RELATO 5
Expectativas
«El número de 'mariposas' que una persona suele ver al principio de cualquier relación es directamente proporcional a las 'expectativas' e inversamente proporcional a las 'decepciones' que van aflorando a medida que se van conociendo», se escuchaba tras la puerta del Aula Magna de la facultad de Psicología, que continuaba:
«Sin embargo, estas variables no acostumbran estar sincronizadas y mientras las mariposas revolotean al principio, las decepciones van apareciendo durante el transcurso del tiempo, expulsando a las expectativas.
Esta es la razón por la que muchas personas sueñan con encontrar el amor de su vida, y mientras tanto, se emparejan».
RELATO 6
LA SORPRESA
Las traían en cajas desde muchos lugares distintos: Filipinas, Costa Rica, Malasia, Kenia... Viajaban en forma de crisálida y yo era el encargado de clasificarlas y colocarlas en los paneles de madera.
Había preparado los néctares artificiales en distintos puntos del local y sabía que aquella tarde se produciría la eclosión.
Quería darle una sorpresa a Marta en nuestra segunda cita, sabía que ella adoraba las mariposas.
Mientras charlábamos se produjo el milagro:
Mil pétalos de seda titilaban en el aire vistiendo de colores vibrantes nuestro espacio.
Marta sonreía como una niña en su fiesta de cumpleaños.
RELATO 7
Personas vitamina
“Y eso es todo. Una mierda, como siempre…” dijo cabizbajo mientras removía su café con desgana. Ese discurso pesimista no era nada nuevo para ella, esa forma de ver todo tan negro empezaba a ser destructiva.
Lo fácil habría sido no quedar más con él y distanciarse; pero los amigos de verdad se quedan.
En silencio, comenzó a buscar emociones positivas, colores vivos, recuerdos felices. A su alrededor, fueron materializándose en forma de mariposas de diversas tonalidades que desprendían una luz reconfortante.
Agarró la mano de su amigo y este, sonriendo, sucumbió a la mágica belleza que le envolvía.
RELATO 8
Aleteo
Odiaba esas mañanas en las que se sentaban los dos a desayunar y él permanecía ensimismado leyendo el periódico.
Ella coleccionaba mariposas. Las guardaba como un tesoro, en una cajita de cristal.
Para entretener sus desayunos solitarios decidió colocar una mariposa en la pared por cada dia que él no le dirigiese la mirada.
Así pasaron varios años hasta que, al fin, él levantó la vista, percatándose de que la pared de la cocina estaba repleta de mariposas.
Entonces miró a su mujer y la vió. Era hermosa.
Ella sonrió, extendió sus alas y levantó el vuelo.
RELATO 9
El dibujante
Recordaba perfectamente lo primero que vio cuando salió del coma. Sin embargo, no se acordaba de lo que le había llevado hasta allí.
Los médicos le contaron que había sido arrollado por un vehículo en plena noche y que no encontraron su cuerpo hasta el amanecer.
Ya en planta, pidió un cuaderno y colores. Dibujó compulsivamente durante días, hasta que una mañana paró, se levantó y pegó en la puerta de la habitación el dibujo de una mariposa junto con un texto:
_Busco a la dueña de este tatuaje. El vuelo de su voz mientras dormía me salvó la vida._
RELATO 10
Mariposas libres
Cuando era pequeña, mi abuela me ponía a fregar suelos en cuanto me veía leyendo ensimismada, porque, según ella, había que vivir con los pies en la tierra, y dejarse de fruslerías e historietas.
Pero sirvió de poco.
En seguida comprendí que tener "mariposas en la cabeza", como ella me decía , no me hacía mejor que otros, pero si me permitía vivir otras vidas, otras épocas y lugares.
Un libro y mi imaginación eran suficientes para hacerme sentir libre.
Y la libertad es lo más grande del ser humano.
RELATO 11
DEPENDENCIA
Mientras tomamos el café en silencio, desconecto y me quedo embelesada imaginando cómo será la persona que me enamore.
Deseo besos de amor.
Sexo con amor.
Risas y amor.
Amor romántico.
Amor apasionado.
Amor sincero.
Mi marido acaba su bebida y después de pagar, me toma de la mano y salimos para seguir nuestro paseo.
Son quince años de monotonía e indiferencia, en los que no he dejado de preguntarme por qué estoy con él.
No hay nada que nos ate, nada que me retenga, nada me impide irme.
Nada, excepto mi dependencia de esas deliciosas croquetas, que sabe hacer como nadie.
RELATO 12
¿YO? QUIERO SER ARTISTA
No sé lo que me pasa, siempre hago todo lo contrario de lo que se espera de mí. En las reuniones familiares, todos me miran con compasión, como si estuviera desperdiciando mi vida.
Qué culpa tengo yo, de querer vivir de otra manera e impregnar de carboncillo las yemas de mis dedos.
Siempre que puedo me escapo de la Facultad de Económicas, el plan B exigido por mi familia, a la cafetería de Bellas Artes.
Ansío cambiar los nubarrones de cifras, econometría, fiscalidad y un montón más de asignaturas aburridas, por el caótico revoloteo de mi imaginación.
Así soy yo...
RELATO 13
Revuelo
¡Vuela, vuela ! ¡Mira, mira cuánta vida, cuánto cielo, cuánto vuelo!
Cuantas veces tu ala desgarrada, rota, enamorada, siguiendo el camino al sur entre nubes o el cielo azul.
¡Sigue, sigue a tu ritmo, sigue!
¡Vuela mariposa monarca y sigue el ímpetu de tus alas! Tres mil kilómetros no son nada.
Desde el firmamento brilla tu color, esta noche estaremos cerca de las estrellas otra vez como la noche de ayer.
¡Vámonos a donde jamás nadie llegó!
—¡ Oye! ¿Me estás escuchando? Sólo te he preguntado que quién vino anoche…se oía un gran revuelo en tu habitación.Esta es la razón por la que muchas personas sueñan con encontrar el amor de su vida, y mientras tanto, se emparejan».
RELATO 14
Mariposas a la fuga
María, ya sé que me advertísteis sobre él antes de casarme, pero es que siempre he creído mucho en las señales.
Ese día, cuando estaba sentada con él en el bar de la Paca, aparecieron a mi alrededor un montón de mariposas revoloteando y yo pensé que era una señal del destino...¡era mi hombre!
¡Mal rayo me parta a mi, a las señales y a él por engañarme con la Balbina!
¡En qué mala hora se le tuvo que escapar a la niña de la Paca las mariposas que había cazado en el campo!
viernes, 14 de julio de 2023
RELATOS SEMANA 165
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Foto Ilse Bing |
Oculta
La señora marquesa se moría de celos por culpa de su marido.
Éste siempre fue un crápula. Cuando era joven, el abogado de la familia lo sacaba a menudo de la comisaría a causa de las numerosas detenciones por escándalo público.
Ella, también aristócrata, se casó muy enamorada, sobre todo de la fortuna que él heredaría junto al título nobiliario y siempre temió que sus frecuentes escarceos arruinaran su matrimonio y todo lo que conllevaba.
Su última invención para espiar a su marido fue esconderse tras la balaustrada de la parada de metro frente a su despacho disfrazada de periódico.
RELATO 2
INICIANDO UNA RELACIÓN
- A qué te dedicas?
- Colecciono periódicos. Trabajo con ellos.
- Ah!
Empecé a hacer conjeturas:
- Buscas datos?
Investigas?
Escribes?
A Oscar, el chico al que acababa de conocer, le resultó divertida mi curiosidad y optó por invitarme a su apartamento.
Encontré el estudio de un artista.
En todas las obras participaba el periódico, que podía ser el soporte, o lo introducía con collage. Después las pinceladas y veladuras lo integraban, dejaban entrever fragmentos de frases, que confería a la obra un interés añadido.
- Curiosidad satisfecha?
- Sí. Le dije contenta e ilusionada.
- Pues ahora me toca a mí:
A qué te dedicas?
RELATO 3
Los mensajes de mamá
Cada domingo, papá y yo repetíamos la rutina que teníamos antes de morir mamá: Misa de 11, paseo junto al río y vermut en el kiosko de Milú. Yo corría hacia los columpios, hasta llegar al pequeño puente sobre un arroyuelo.
Allí, como un vigía, esperaba ansioso.
_-¡Ahí está!_, pensaba.
Arroyo abajo navegaba tembloroso un barquito de papel. Más tarde un cisne azul. Sonreí. Después apareció una pequeña balsa que portaba un papel con algo escrito. Bajé corriendo para atraparla.
_"Confía, mi vida"_, decía esa vez.
Miré arroyo arriba mientras mi madre me lanzaba un beso, antes de desvanecerse sonriéndome.
RELATO 4
Vendedora de periódicos al acecho
Una mañana de noviembre saltó una noticia en grandes titulares que conmovió la ciudad: ¡Atraco en París, se busca al club Moonlight!
Michelle, como vieja al visillo, hizo sus averiguaciones desde una esquina, sus pesquisas resultaron infructuosas, pero aprovechó para vender unos cuantos periódicos y hacerse con una buena pasta gansa.
La fotógrafa Ilse Bing, que pasaba por allí, no perdió la instantánea y disparó rápida con su cámara Leica.
Michelle, la belle, aparecía en la place de la Concorde sentada en una silla a la buena sombra de la página del titular del robo por montera.
RELATO 5
LA GACETA
Enriqueta vendía revistas y prensa en la tienda de la esquina.
Mi padre me encargaba los periódicos del día y a mí me gustaba charlar un rato con ella.
Me regalaba un chupa chups de esos que llevan chicle dentro y preguntaba por mis historias con los chicos del colegio.
Los viernes nos dábamos cita en su local. Nos ponía al día sobre los asuntos políticos y económicos del país.
Lo hacía de forma jocosa, colocando un cucurucho de periódico en su cabeza, imitando las voces de los politicuchos del momento.
Nos hacía reír y pensar a la vez.
RELATO 6
BROKER EN PARÍS
Tras una dura jornada, con fuertes caídas en los mercados, decidí caminar un poco, a pesar del calor que hacía en París. Atravesando los jardines del museo del Louvre, llegué al Sena, cabizbajo y pensativo.
Y veo allí a una adorable señora, con un gorro hecho con el periódico del día, que ya recogía la caída bursátil.
La sonora carcajada que me estalló hizo que todos me miraran. Me erguí sonriendo, y me prometí que en la próxima debacle saldré del Palacio de la Bolsa con un sombrero hecho con las páginas sepias del periódico.
RELATO 7
Escribe poemas al lado del Sena
Cuando me compra el periódico, retira la página de sociedad sin mirarla, la dobla y hace un sombrero de papel. Le sirve de protección, pues el sol pega en esta orilla del Sena, pero también ahuyenta los malos presagios, esos que le dicen que él se ha casado.
Le conoció una mañana de abril. Colgada de su brazo, ella, una señorita de la alta sociedad francesa.
Sus ojos azules le pidieron que escribiera un hechizo hecho poema. Y escribiéndolo fue ella quién se hechizó.
Diez años después sigue aquí, vendiendo poemas a 2 francos.
Esperándole.
RELATO 8
Mordaza
Periodista de vocación y profesión.
El agua recorrió su cuerpo, se puso colonia de narciso, las medias, veladas, su vestido preferido azul egipcio.
Miró el periódico 1990. Periodista asesinado por la investigación que implicaba personas importantes en el tráfico de influencias Se quedó huérfana siendo pequeña.
Lo sedujo. Él, un hombre importante, no se podía resistir a una mujer atrevida.
Recogió cuidadosamente, el escorpión, había cumplido su objetivo.
Su padre descansaría en paz. Su asesino moría lentamente.
RELATO 9
CRÍA CUERVOS…
Crié a mis hijos sin apenas poder prestarles atención, todo era trabajo y trabajo. Crecieron, no obstante, como crecían antes los niños, sin apenas nada, pero como las flores del campo o los animalillos del bosque, sanos, sin prejuicios y naturales.
Ahora, a la vejez, lidio con los nietos, pequeños dictadores caprichosos, mimados y consentidos. Hoy le ha tocado el turno a Edison, mi nieto de seis años, ya convencidísimo de sus aptitudes como peluquero: Venga “abu” siéntate que te voy a poner el secador, de mientras, lee una revista. Y, heme aquí, con el “secador” puesto pasando el rato.
RELATO 10
La promesa
Laura trabajaba en unos laboratorios cinematográficos, donde clasificaba copias en bruto de películas que llegaban para su montaje y posterior distribución.
Un día desapareció un ejemplar de _Ben Hur_.
Desesperada, tras días y noches buscando, pidió ayuda a un amigo sacerdote, quién le aconsejó pedir ayuda a Dios y prometer llevar puesto un hábito de santa Rita durante un año.
Días después apareció la copia pero Laura no se veía con el hábito puesto y decidió cambiar de trato.
Prefería sentarse a leer el periódico todas las tardes en un lugar público con un cucurucho de papel en la cabeza.
RELATO 11
Culturizándose
A primera hora de la mañana se pueden ver cosas muy peculiares y la señora del periódico era una de ellas. Aunque parecía muy normal, su ritual captaba la atención de muchos.
Ojeaba un periódico con rapidez, separaba una sección, le daba forma de gorro y se lo colocaba en la cabeza mientras leía con calma el resto del diario.
Un día quise saciar mi curiosidad y le pregunté por qué hacía eso.
“Como no sé leer, me pongo lo que creo que puede ser importante para que mi cabeza lo retenga y luego miro las imágenes para entretenerme”.
RELATO 12
PRENSA MAÑANERA
Desde muy pequeña disfrutaba cogiendo el periódico que papá había traído muy temprano y, bajo la mesa camilla, iba pasando las enormes hojas mientras mordisqueaba mi tostada.
Nunca faltaba la prensa junto a mi café, pero algo cambió con el tiempo: el mundo, los periodistas o quizá yo… Las noticias me afectaban clavándose dolorosamente en mi corazón, de manera que incluso me planteé dejar esta arraigada costumbre.
Un día coloqué una hoja sobre mi cabeza para protegerme del sol y volví a sentirme como antaño. No sé por qué están todos tan asustados, ¡ahora me divierto tanto con el periódico!
viernes, 7 de julio de 2023
RELATOS SEMANA 164
RELATO 1
LA CÉLULA Y EL AMOR
Hoy era el día, pero de manera inesperada, al abrir el balcón, recibir la acariciante brisa, y vislumbrar la silueta de Carla, su dulce vecina de enfrente. Se dió cuenta de que a pesar del sufrimiento, las desigualdades sociales, la miseria de los suyos, se podía luchar de otra manera.
Se desprendió de su chaleco de explosivos, bajó, cruzó la calle, subió, y la besó apasionadamente, después... corrió a la comisaría más cercana.
Él era la CÉLULA 6 del comando yihadista de Estambul.
Su nueva misión: detener el atentado que iba a suceder, defender la vida y conquistar a Carla.
RELATO 2
ENTRE TULES Y BRISAS
Neblinosos, así eran mis días. Todo visto entre tules, la claridad lechosa, las siluetas mas intuidas que vistas. Las mañanas eran mas cómodas, ya que por las tardes y noches la intensidad de la luz variaba y veía en penumbra. Aprovechaba esta situación para mis meditaciones, trascendentales algunas veces, vacuas otras. La brisa matutina me fortalecía y viniéndome arriba me sentía invencible, hasta que… daba un traspiés y me derrumbaba. Cuando esto sucedía oía una voz lejana que me decía: ¿Quieres hacer el favor de ponerte las gafas de una puñetera vez? Te vas a hacer daño, “joía” presumida...
RELATO 3
Anclado
La tía Carmen de mi mujer me contó en una de aquellas inolvidables moragas y paellas que su familia festejaba en el campo que había enviudado muy joven, cuando tenía los hijos pequeños y seguían super enamorados.
Y que todas las noches, desde entonces, sentía que su marido se acostaba en su lado habitual de la cama porque notaba ese olor tan característico de los mecánicos, que era su profesión.
Al principio era reconfortante, hasta que se casó en segundas nupcias.
Entonces dejó de percibirlo, pero empezó a ver movimientos de cortinas y su imagen borrosa reflejada en el espejo.
RELATO 4
Mi reflejo
He cambiado un par de muebles, pero las mismas cortinas siguen acariciándome al pasar.
El espejo ovalado de la habitación muestra mi reflejo. Ya no soy una niña.
Sigo sintiendo como esta casa me protege. Cuidó de mí mostrándome sus recovecos, donde me escondía para que ella no me hiciera daño. Y me mostró el camino que tenía que tomar antes de empujarla.
Su espíritu no ha subido las escaleras, en estos treinta años no me ha molestado.
Sus huesos siguen abajo.
RELATO 5
El pasado volvió, con los recuerdos.
La brisa movió el toldo, que cubría la cuna de mi nieta.
Ese toldo tenía 30 años; la edad de mi hijo.
Las manos encallecidas de mi madre, hacían ropita de bebés. Que vendía en el vecindario.
Yo tenía 17 años, me tocó la barriga; me entregó un toldo primoroso.
Me puse a llorar.
Le pregunté:
— ¿Mama, cuando lo supiste?
—El mismo día que lo engendraste.
—Él padre, no quiere saber nada.
— ¡No importa! Lo criáremos juntas.
El velo que ocultaba la verdad se desgarró. Dando pasó al amor,
que mi madre sentía por mí.
RELATO 6
MOMENTOS
Me quedo sola.
Contemplo el movimiento pausado y armonioso de la cortina de mi alcoba.
Eso me calma.
Pienso en cómo sería mi vida si el transcurso fuese así, tan sereno...
Como esa danza apacible que genera la suave brisa...
Imagino una vida placentera, sin grandes cosas.
Con el cariño de los míos. Unos pocos, nada más.
Algunos momentos para poder contemplar la belleza de cosas sencillas.
Sueño con el beso y las caricias de un amor verdadero.
Solo eso.
No necesito más para ser feliz.
Interrumpe mis pensamientos la Madame, anunciando que llega un nuevo cliente.
RELATO 7
Silencio
Otro día más, denso como gota de gordo aceite.
Lentamente recorro los pasadizos de mi memoria, visitando la exposición permanente de los rostros de quienes ya son otros y están lejos.
¿Soy yo también otro?
Tengo que curarme la nostalgia.
¿Reuniré algún día el valor suficiente para enfrentarme a la felicidad de un tiempo que no volverá?
La de ahora es una felicidad distinta: una especie de paz se alterna con la incertidumbre de un futuro de soledad impuesta.
La respuesta entra por la ventana, acariciándome el pensamiento. Un estallido de luz me abraza para hacerme estos días verdaderos.
RELATO 8
Resacón X
La brisa mañanera acaricia mi cuerpo desnudo. Trato de taparme, pero mis manos no encuentran sábana alguna. El frío me hace desperezarme y el olor del café recién hecho me hace dar un salto de la cama.
Una infinidad de interrogantes me asaltan de forma vertiginosa. Intento darles respuesta mientras busco mi ropa; fracaso en ambas tareas. Ante mí tengo una puerta bloqueada y una vía de salida que no sé si es segura.
Lentamente separo la cortina para abandonar la habitación.
“Buenos días, semental. Espero que hayas descansado porque estoy deseando repetir. ¿Vamos a por la cuarta ronda?"
RELATO 9
Y AUN ASI
No culpes al viento si lo sentiste enajenado
y aun así abriste las ventanas.
No lo culpes si hizo volar los visillos,
si alborotó tu pelo,
si rompió los cristales de las copas
y derramó rojo vino sobre los manteles
rojo vino sobre tu pecho.
No lo culpes si hay destrozos
tras los postigos.
Te avisó su voz
su hielo
su bravura,
y aun así, abriste las ventanas.
RELATO 10
Duelo
Cortina al viento.
Almas aladas.
Ganas de verte.
El espejo me habla.
Sin decirme nada
me lo dice todo.
No entiendo sus palabras
o no las quiero entender.
Tu figura desaparece.
Nunca más te veré.
Dolor intenso.
Pensamientos congelados.
Qué quiere decirme la vida
que me quita lo que más quiero.
RELATO 11
PI
Aquella mañana de abril encontró al pajarito colgando de las ramas, lo salvó.
Ella siempre había tenido cientos de pájaros volando, ahora tenía uno entre sus manos. Creció.
Tras varios meses, bastaron minutos para tener sensaciones tan diferentes.
Abrió la ventana y entró la brisa fresca de Levante, entonces, como cada día, el pajarito se deslizó por el alféizar haciendo sus piruetas, pero hoy tras posarse en su hombro, le tocó con el pico la nariz, luego voló… alto y fuerte como un mirlo.
De recuerdo le ha dejado el vuelo de la cortina y un arañacito en la nariz.