viernes, 7 de abril de 2023

RELLATOS SEMANA 151

 

Foto: autor anónimo 

RELATO 1

UNA LUZ EN EL CIELO NOCTURNO

Aquello no era vida. Luchó en la guerra, salvó vidas, pero también las quitó. A él mismo intentaron arrebatársela, por muy poco la conservaba, a cambio, perdió sus piernas. 
El cirujano logró salvarle, pero no devolvérselas. El que sí pudo hacerlo caminar de nuevo fue el herrero del pueblo, le fabricó unas ortopédicas con las que se podía hacer la ilusión de seguir siendo un hombre entero. Los terribles dolores, físicos y mentales, lo indujeron a hacerlo. Simplemente ¡desapareció! 
 ¿Cómo sin sus piernas pudo irse?, ¿Dónde estaba? Sus vecinos, semanas después, dijeron haber visto una luz extraña en el cielo.

RELATO 2

OMAHA - SACRAMENTO

El ferrocarril de la _Unión Pacific_, avanzaba a toda máquina atravesando uno de los territorios preferidos por Gallagher y su banda. El asalto al tren iba a ser inminente. Se divisaba a lo lejos la polvareda que levantaban sus caballos.

A Gallagher, le encantaba dinamitar personalmente las cajas fuertes de la _Western Unión._

Aquella tarde de verano, su vida iba a quedar marcada para siempre. Un defecto en la calidad de los explosivos hizo que detonaran antes de tiempo seccionándole las dos piernas.

Sus leales amigos, le salvaron de milagro la vida cargándolo malherido y huyendo con él del lugar.

RELATO 3

La novia y su flamante marido

Mary esperaba pacientemente en el registro civil de Tamesville. Teniendo en cuenta que Jonas había perdido las dos piernas en la guerra de Cuba, era normal que se retrasara.

Él decía que la vida le había quitado por un lado y compensado por otro. Que ella le había salvado y hecho sentir, de nuevo, un hombre entero.

A lo lejos vio llegar a su prometido portado por un par de amigos. Su carácter olvidadizo era responsable de que las prótesis siguieran en casa.

Allí continuaban cuando cruzaron el umbral como marido y mujer. 

Él en brazos de ella.

RELATO 4

Ad aeternam

Me gusta volver de vez en cuando y comprobar que todo sigue igual.

Me hace recordar cuando el sol de la mañana me despertaba y la alegría de ver a mi madre con su amorosa sonrisa aceptando el infortunio. Se me abría el alma y me sentía afortunado de haber nacido arropado por tan dulces brazos.

La casa no se vendió. En el pueblo pensaban que daba mala suerte. ¡Qué equivocados estaban!

Ahora, mi madre y yo andamos juntos para siempre, aunque me sigue gustando que me coja en brazos, ya sin esfuerzos, mientras beso sus ojos, ya sin lágrimas.

RELATO 5

DE MADRESELVAS, RUISEÑORES Y ENREDADERAS

El único superviviente regresó con preciosos tesoros del mar, convirtiéndose en el personaje más rico del lugar.

La hija del duque y el apuesto  joven se encontraban entre mágicas madreselvas, y el padre de ella los descubrió.

Constance fue encerrada en el torreón del castillo de altos muros, pues Edgard no dejaba de ser un plebeyo. 

A través de un ruiseñor se enviaban cartas, pero el noble se percató y ordenó matar todas las aves.

Lo pillaron trepando la gigantesca enredadera. 

Las nubes lloraban mientras Costance gritaba: “¡Padre, le cortasteis los pies y a mí me quitasteis la vida, malnacido”

RELATO 6

Aprender a caminar 

Pongo mi cuerpo en puertas vacías que nunca se abrirán.
Juego a la ruleta rusa con mis propios sentimientos, renunciando a un tiempo que nunca volverá.
Batallas perdidas sin lucharlas. 
Corazones desafiantes que no están disponibles. 
Entrego mi alma.
Espero lo mismo.
Hago lo posible ante la certeza de lo imposible.
Sí. Hay cosas imposibles. 
Y cuando el otro no está, no quiere, eso se vuelve inalcanzable.
Aceptar es liberarse.
Aceptar no es rendirse.
Rendirse es caer en la batalla.
Cuando no hay lucha, cuando no hay quien la pelee, surge la peor lucha del mundo, la lucha consigo mismo.

RELATO 7

EL HOMBRE SIN PATRIA

La patria del almirante Dubois había sido siempre su valor. 
De noble estirpe pero vividor empedernido, prefirió mezclarse con el pueblo francés y defenderlo en mil batallas, motivo por el cual, cuando su rey perdió la cabeza en la guillotina y a pesar de ser noble, los franceses le salvaron de una muerte segura e indigna.
De todas formas, su vida carecía de valor para él tras amputarle las piernas, pues sus excesos le habían causado estragos.
Ni siquiera las piernas postizas regaladas por el pueblo consiguieron devolverle su patria; su valor.
Abandonó este mundo un 16 de octubre de 1793.

RELATO 8

Elevación

Llevaba semanas postrado en esa cama. Soñaba con elevarse, escapar de su realidad. 

Una noche, al paso de una estrella fugaz, rompió el silencio de la habitación verbalizando su deseo. 

A la mañana siguiente, un par de piernas ortopédicas reposaban frente a él. Le encajaban a la perfección y le devolvieron la luz que su rostro había perdido desde el fatídico accidente. 

Su séptima jornada caminando sintió una sensación extraña. Sentado, comenzó a ascender poco a poco mientras su cuerpo se desvanecía. La elevación se estaba completando.

En la estancia, dos piernas conservan el misterio de su desaparición.

RELATO 9

LEGADO

Noté un golpe brusco, como si me cayera de la cama y al abrir los ojos vi delante mío esas piernas de madera que reconocí enseguida. Eran de mi abuelo Eugin. Un escalofrío recorrió mi espalda. Al incorporarme precipitadamente me agarré al armario, el cual se abrió y perdiendo el equilibrio, tropecé y caí inconsciente.
Me despertaron unos golpes en mi puerta. Me levanté horrorizado y miré por la mirilla. era el abogado de la familia que saltaba nervioso de un pie a otro. Al abrir la puerta me abrazó y me susurró al oído: eres rico.

RELATO 10

EL ÁNGEL VENGADOR

Sólo quería marcharme lo más lejos posible. No podía soportar más las palizas de mi padre.
A los once años tomé un escueto equipaje y escapé. Anduve y anduve hasta que los pies comenzaron a sangrarme. Pero eso no me detuvo. Anduve y anduve hasta que las llagas comenzaron a subir por mis pantorrillas. Y continué. Anduve y anduve hasta consumir mis rodillas.
Cuanto más caminaba, más mi cuerpo se iba deformando. En tanto mis piernas menguaban, mis brazos y escápulas crecían, acabando por convertirse en unas hermosas y gigantescas alas.
Entonces comprendí que había llegado el momento de regresar.

RELATO 11

Nieblas en el horizonte.

El azul del mediterráneo refleja la desvencijada casa de mi tia abuela, de paredes enmohecidas, telarañas y empolvados muebles.
Abro su album. Hay fotos del juego de dormitorio. Según su diario traídos por su prometido de Venecia. Igualmente un arcón. En él guardó su vestido de boda. Lo abro, se me deshace el encaje en mis manos.
Sorprendida encuentro cartas.  
Dice una: “Querido esposo, 
espero celebrar juntos el aniversario de nuestra boda.”

Antes de su matrimonio, naufragó el barco del novio. 
Corrió por el acantilado, perdió las piernas y el habla hasta su fallecimiento.

RELATO 12

DESPUÉS DE TANTOS AÑOS 

Po fin acabó todo!

Después de tantos kilómetros recorridos a pie, librando innumerables batallas, muchas cuerpo a cuerpo, tan crueles que me hacían mantener las náuseas hasta llegar al campamento para vomitar desfallecido.

Victorias y derrotas amparadas por motivos, que para mí eran un innoble despropósito.

Mi única motivación para no dejarme morir: 
La vuelta al hogar. Mi familia.

Al llegar por fin a casa, la encontré abandonada y derruída. Invadido por un sentimiento de soledad y tristeza insoportable, me despojé de mis armaduras y postrado en la cama, me abandoné a mi último sueño unido a mi familia.



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