viernes, 21 de abril de 2023

RELATOS SEMANA 153

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 RELATO 1

Arraigo


El abuelo ya casi no podía ver. Antes de perder totalmente la vista quiso que lo lleváramos a visitar su pueblo.

Entre el sublime paisaje de la Montaña de Riaño entramos en un villorrio abandonado de edificaciones tapiadas.

Con su poca visión fue reconociendo y contándonos todo: dónde vivía Lidu la partera, el camino a la mina donde trabajaba, ¡su casa!.

Encontró en el suelo la contraventana sin bisagras y la colocó en su sitio.

Cuando llegamos de vuelta, descubrimos que aunque su cara mostraba media sonrisa y expresión satisfecha, el alma del abuelo se había quedado en su pueblo.


RELATO 2


Quizás mañana


Creedme si os digo que esa ventana apareció en mi casa una mañana, así sin más. Al principio me alegré pero he vivido siempre a oscuras y ahora...ese agujero en la pared me produce desasosiego. Quiero acercarme a la luz, pero no me atrevo, quién sabe lo que voy a encontrarme. He escuchado muchas historias en el pueblo de ogros y hombres-lobo y aunque tengo sospechas fundadas de que son solo leyendas, después de tantos años escuchándolas, el miedo se ha apoderado de mí. 

Quiero acercarme y saltar hacia fuera, pero todavía no estoy preparada. 

Aún no.

RELATO 3


EL VIEJO POSTIGO


Yo ya era viejo cuando ella nació, mi madera es noble, aunque no lo parezca ya. En la guerra me salvé de proyectiles y fuego.

Siempre abierto mi ojo, veía la vida pasar. Ella, menudita, pelo negro y ojos olivo en flor. Pasaba con su cantarillo en la cadera, cimbreante como junco verde.

Nunca se casó, no hubo mano que la pudiera domar. Se paraba delante mío y ladeando graciosamente su cabeza decía: "Está torcido él o yo" y se iba a la fuente.

El día que una caja de mi misma madera pasó, me cerré para siempre jamás.

RELATO 4


Adiós


Hoy me despido triste de la tierra que me vio nacer, llevándome recuerdos de agua:


Los juegos tirando guijarros al río, que planteaban rozando el agua, alzándose una y otra vez para terminar hundiéndose.


Los baños hasta tener los labios morados y la piel arrugada.


Las aguas de lluvia bajando rápidas por las atarjeas de las calles. 


El alegre sonido del agua inundando las acequias y los huertos. Ese olor a tierra mojada.


Qué afortunados fuimos sin saberlo.


Cierro mi casa para seguir la senda de los que ya encontraron un lugar donde la lluvia no es un milagro.

RELATO 5


FUIMOS TODO Y NADA, SIEMPRE Y NUNCA


Huir tiene su arte, me avisaste el día antes, era como la magia, nunca descifras el truco.


Desperté, sólo había vacío a mi lado. Eras impredecible.


Un simple segundo para mirar atrás, eras consciente de lo que abandonabas, de la vida que te llevabas.


Simplemente te llevaste mi oxígeno, mis latidos, mis palabras, mi cerebro, hasta mi poesía… 

Al irte, mi inspiración se perdió.


Mis sueños huyeron por la ventana, me dí cuenta de que nunca te conocí de verdad. Si hubiese presagiado la tragedia, hubiese corrido contigo.


¿Lo ves?

Me dañaste, pero quiero estar contigo.

Aún espero tu regreso.


RELATO 6


AUSENCIA


Debes ser tú el que está al otro lado de esta puerta, porque no has llamado.


RELATO 7


Inesperado


Ningún indicio parecía revelar los acontecimientos que se sucederían ese día y que le traerían la felicidad que todavía no había encontrado.


Se levantó a la misma hora de siempre y salió a estirar las piernas. No era precisamente espontáneo, por lo que cuando reparó en que se había salido de su ruta habitual sintió miedo.


Una pequeña casa tapiada le cortaba el paso y un placentero olor le condujo hasta una de sus ventanas. Sobre el alfeizar, una tabla reposaba ocultando algo.


Convencido de sus actos, la movió y fue absorbido hacia otro mundo donde la dicha le esperaba.


RELATO 8


Gretel


Es un milagro que no abandone todos mis ideales, cuando sigo encerrada tras esta pared de piedra y musgo. 


Participaré en el futuro de la humanidad.


Escucho como Hansel llora y vuelvo a cantar su nana preferida. Sólo me tiene a mí y a su resistencia, y yo solo tengo mi lucidez.


Cuando la vieja abre el portón de la celda para entregarnos el mendrugo de pan, en mi puño se reúnen la fuerza de todas las víctimas y propino el golpe con el que llevo soñando día tras día.


Y es certero.


Corremos y nos alejamos de las incertidumbres.


RELATO 9


No es país para fantasmas


Los fantasmas que habitaban la casa Altolaguirre estaban muy nerviosos; un promotor la había adquirido para transformarla en hotel.

Cuando comenzaron las obras, temiendo perder la tranquilidad disfrutada durante siglos, los fantasmas se emplearon a fondo para infundir terror en albañiles y visitantes.

Sus esfuerzos resultaron en vano entre el ruido de martillos, taladros y fratasadoras.

Desesperados, decidieron trasladarse a otro caserón cercano. Estaba en mal estado y pasaba desapercibido.

Meses después, acomodados en su nuevo hogar, un hombre tomaba medidas del edificio y apuntaba en su libreta: _"Demolición cerramiento en ventanas existentes 200€/unidad"_


No es país para fantasmas....


RELATO 10


A CAL Y CANTO


El pueblo asistió a su funeral. Josep era de esas personas que uno nunca olvida, siempre dispuesto a ayudar. 


Había vivido en aquella casita de campo en soledad toda la vida, hasta que por sus problemas de salud, la cerró a cal y canto e ingresó en una residencia.


En la cajita que a nombre de D. Benito, el párroco, dejó Josep para que se abriera una vez enterrado su cuerpo, había una nota...


La policía, alertada por el párroco, acudió a aquella condenada propiedad.


Al desentablillar la puerta, el horror. Desenterraron más de treinta cadáveres.


Muchas desapariciones quedarían resueltas.


RELATO 11


La ventana 


Desde la ventana se vislumbran, del cielo lágrimas lloviendo.

Incandescentes rayos la oscuridad alumbran.


Mi sombra la noche ha perfilado.

Cual ventana el alma refleja.

Mil cristales de dolor, hieren mi corazón atormentado.

    

Mi querer para siempre se fue.   

La fría mortaja, de tristeza nuestro amor cubrió.


Rayos de luz, entre velos de nubes se filtran. 

Las tinieblas se esconden. 

Amanece, cantan los pájaros.

Las flores coquetean al sol.


Miro la cuna, canto una nana.

Sus ojitos se abren, su risa inocente alegra mi vida.                              

Mi niño querido, eres farol, que ilumina mi camino.


RELATO 12


LAS ESTRELLAS NUNCA DELATAN


Hay momentos que por no recordar, preferirías vivir sin memoria, sin embargo no puedo olvidar lo que me contó mi abuelo _El Matao_.


“Hace casi cien años hubo una guerra atroz donde, increíblemente, peleaban pueblo contra pueblo, hermanos contra hermanos.


Agonizante, repté de la fosa común. Demente, el insomnio me acompañó en una casa incendiada, tapiada, semiderruida, donde me escondí entre ratas y humedad, oyendo disparos en la lejanía.


Mi abrigo fue la alerta del pánico continuo, mi almohada un machete bajo el lecho, y las confidentes estrellas del firmamento que mantuvieron mi secreto casi cuarenta años, fueron mi techo”.

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