viernes, 17 de febrero de 2023

RELATOS SEMANA 144

https://www.facciabuco.com

RELATO 1

SOY AGUA

Tenía miedo, temor de que un día el viento entrara en mi vida.

Soy agua, me encanta el mar, los lagos, los ríos, los arroyos y las cascadas.
Durante mucho tiempo, conté cuántas gotas de lluvia podían mojar mis mejillas.
Sentía sus riachuelos descender lentamente por mi cara y una sonrisa abría mis ojos y mi corazón. Por fin, de repente, el frío viento del nordeste llegó y la trajo consigo.
Ahora se derrama sobre mí, es una cascada de amor. 
Bienvenida sea esta lluvia, ahora puedo cerrar los ojos, abrir las manos y abandonarme riendo feliz.

RELATO 2

El halo mágico de la música

La arena dorada de la playa, hacía resbalar los rayos de sol sobre nuestras pieles, hasta detenerse en  su fresca sonrisa. 

La espuma  creaba arabescos, que  adornaba como rosas marinas, nuestro improvisado lecho de amor. 

Las cristalinas gotas de lluvia, prendidas a su pelo negro, eran diamantes que tejían un velo de novia.

El firmamento pintó de estrellas la  noche, la magia se fue diluyendo. 

En un rincon de un bar cualquiera, me envolvió el suave hechizo musical de Fausto Papetti: “La Playa”, hizo que ella emergiera del  baúl de los recuerdos, no supe su nombre. Pero la amé..

RELATO 3

AQUETZALLI (MANANTIAL) 

Aquetzalli se despidió de Tlacaélel. Lo embalsamó y cubrió con arcilla, bien sellado al fondo de la cueva que habitaban, como le pidió y enseñó. Cerró los ojos y soñó que volvía al manantial donde la encontró el chamán. Como sabía leer las estrellas, se dirigió al suroeste en una travesía de varias semanas.
La sequía se había tragado todo. El cansancio, la desesperación y el dolor por la pérdida de quien consideraba su padre la poseyeron, brotó de su boca un grito terrible y de sus ojos un llanto imparable.
Volvió la lluvia. Volvió el manantial. Volvió su pueblo.

RELATO 4

Cuando menos te lo esperas

La sequía que atormentaba a la ciudad era igual de comparable a la de su carrera profesional. Los castings habían menguado y ello, sumado al fuerte terral que ya llevaba tres semanas acechando, la desanimaba enormemente. 

En los momentos de escasez era cuando más echaba de menos la tranquilidad que le transmitía su tía.

Un pensamiento dedicado a ella. Una llamada. Un papel protagonista. Saltos de emoción.

Una tormenta inesperada. Una mirada de agradecimiento al cielo. Un largo baile bajo la lluvia para celebrar la belleza de la vida.

RELATO 5

Así como tú

Nada ocurre dos veces, ni siquiera esta lluvia que recibes entre tus manos es la misma de mañana.

Nacimos sin ninguna experiencia y exploramos la vida según nos guíen nuestros torpes pasos. 

Ningún día va a repetirse, ningún aliento. Ningún beso tiene el mismo sabor entre tus labios, ni todas las miradas van a producirte el mismo escalofrío.

Ayer alguien pronunciaba tu nombre prendiéndole fuego, después llenó las margaritas de espinas como si fuesen rosas. 

Todo pasa. 

Eres tú, así como sientes. Así como adornas las cosas. Así como llenas los días. 

De a poco a poco, vivimos.

RELATO 6

Frontera y justicia

El agua resbala y arrastra la costra de sal de mi piel. Es un enigma que un acto tan simple sea tan placentero, y en cambio, el amor, aún siendo una emoción sublime, nos haga sufrir sin remedio.
Mientras atisbo el horizonte, me parece ver reflejados los rostros de mis amantes sobre la superficie del agua. Los reconozco porque en algún momento fueron yo, aunque ahora sean frontera.
Pero es de justicia reconocer que, al igual que mi amor cristalizó sobre su piel, yo no sería quien soy sin la sal de sus recuerdos.
El amor con amor se paga.

RELATO 7

Underville, Desierto de Iberia.
Año 2159

Aquél amanecer, a través de los pequeños ventanucos del poblado de Underville, se auguraba que un sol de justicia volvería a presidir el cielo.

Sus habitantes comenzaban sus quehaceres, mientras grupos de niños acudían a clase entre juegos, ajenos a que ese día no sería como los demás.

A media mañana, un revuelo de murmullos fue aumentado su volumen hasta mezclarse con risas y gritos de alegría. 

Abrieron las salidas y un olor olvidado comenzó a inundarlo todo. 

Poco a poco, los habitantes del poblado subterráneo de Underville fueron saliendo para empaparse de aquello que los más mayores llamaban _lluvia._

RELATO 8

ARENA Y LÁGRIMAS

Mi paupérrima infancia en un campamento de refugiados, saharaui, con seis hermanos pequeños,  consumía mi vida: acarreando agua, cocinando, cuidándolos…

Pasaba los veranos, de acogida, en  Almería, con quienes luego se convirtieron en mi familia adoptiva. El clima era parecido: pleno sol, vientos de arena…

La luz se tornó gris. Sentir caer esas pequeñas gotas del cielo en tierra extraña y dejarme empapar fue inevitable. Evoqué esas contadas ocasiones en África cuando llovía: los niños abandonábamos las jaimas, saltábamos, reíamos.

Abracé sentimientos encontrados de añoranza, tristeza y alegría. Me invadió la culpa. La lluvia, mojando mi cara, lavaba mis lágrimas.

RELATO 9

Cantando bajo la lluvia

Desde que nació solo conocía la vida desde aquel rincón lluvioso de la jungla donde no faltaban alimentos y se sentía protegida.

Pero aquel encuentro cambió su destino.

Unos intrusos penetraron en su colonia y la secuestraron como quien se lleva un trofeo ante la mirada asustada de su familia.

Ya en el vehículo oía a sus captores que hablaban de experimentos, moléculas, mutaciones y de «no se qué de ADN», me contó.

Cuando terminaron con ella, la habían trasmutado en una mujer espontánea, que gozaba cantando bajo la lluvia y sin ninguna añoranza de su anterior naturaleza como rana.

RELATO 10

LLUVIA

Cuando éramos niños jugábamos al pilla pilla, al escondite, a las chapas, a la botella, a los médicos descubriendo lugares prohibidos. Sentíamos el cosquilleo, la emoción de recorrer nuestros cuerpos sudorosos, frágiles y transparentes.

 
Hoy, a lo lejos, te veo avanzar hacia mí... Y en un instante, mi único deseo es jugar contigo, y vuelvo a sentir aquella misma ilusión. Corro porque no quiero que me pilles. Pero como siempre, me alcanzas sin remedio.

Me rindo, querida lluvia. Me entrego a ti por completo.

RELATO 11

Querer sentir

Ando distraído. 
Llueve a cántaros. 
Resuenan los truenos.
Me estremezco al verte. 
Eres tú. 
Preciosa, con tu piel de porcelana. 
Sin maquillaje, resaltando tus rasgos.
Sonrío. 
No sé muy bien porqué lo hago. 
Quizá por esa ternura que desprendes. 
Lancé el paraguas. 
La lluvia empapa nuestros cabellos.
Recorrí lentamente tú pálido rostro. 
La tomé de las caderas, atrayéndola hacia mí. 
Ella me rodeó con los brazos. 
Acaricié sus labios con la yema de mis dedos. 
Suaves y perfectos.
Y seguidamente la besé.
El otoño es más bonito si se refleja en ella.
Eres luz y universo.
Donde quedarse una vida.

RELATO 12

UMAMI

Sus compañeras de instituto le quitaron la ropa, zapatos y paraguas.
Esperaron a que terminara la clase de natación y entrara al vestuario.
Cuando salió y vio que su ropa no estaba se encogió de hombros y con una gran sonrisa bailando en su precioso rostro salió al patio. Llovía. Su cara se iluminó más aún si cabe y mirando hacia arriba y estirando los brazos acogió la cálida lluvia, que la envolvió y consoló. Reía y bailaba, mientras sus mezquinas compañeras espiaban atónitas su comportamiento.
Qué haces? Le gritaron, rabiosas.
Saborear la vida!!! Respondió. Amargadas, que sois unas amargadas.

RELATO 13

Y cayeron gotas

Y cayeron gotas con fuerza y rabia que se desparramaron por su rostro, su cabello, sus manos, su cuerpo...
Y por fin, se sintió libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario