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Foto: autora Lola |
RELATO 1🥇
EL ALCOHOL, MEJOR CON MODERACIÓN
Me desperté y acudí a la cocina como por inercia, como hago cada día a las 6 de la mañana.
Encendí la luz y cuando iba a echar mano de las galletas eco de avena y chocolate, de pronto vi una especie de aparición. Un pescao en un plato, con tol aceitazo.
En ese momento pensé...._"no debí tomar anoche los 12 chupitos de Jagger ni los 3 yintonis de garrafón. Bueno, tampoco debería haberme morreado con el que iba disfrazado de Daenerys Targaryen y ...."_
Repentinamente, el pescao habló, sacándome del pensamiento.
_"Calientame en el microondas. Que estoy muy rico"_
RELATO 2🥇
EL “ESPABILAO”
¡Seguidme! Ordenó el joven alevín al resto del banco. ¡Yo os pondré a salvo!
Entre titubeo y titubeo miraban a la gran matriarca, que a sus 25 años siempre había mantenido a todos a salvo.
Vida nueva, orden nuevo, predicaba el alevín, dejad atrás lo viejo.
Con esta arenga convenció a la gran mayoría, que lo siguió…
¡¡Vaya!! Silbó admirado un pescador al compañero, menuda pesca.
¿Has visto? Ha sido rarísimo, se han metido todos de golpe en el cerco, desde el radar hemos visto que se han desviado de su ruta habitual. Mira, esta del plato, iba la primera.
RELATO 3🥉
Dorada
Fijo la mirada en el plato y concluyo que ese pez dorado soy yo.
Las dos estamos muertas, fuimos brillantes, agallas rojas llenas de sangre viva, ojos negros, piel canela.
Yo también huelo mal. Aunque tus papilas olfativas informen que soy una princesa, te engañan.
Solo soy podredumbre y si hueles otra vez, igual que ocurriría con el pez, la percepción de que algo va mal salta en tu cerebro. Haz caso. Así es.
Si comes la carne de este pez, tus jugos gástricos se revolverán.
Si me amas correrás el mismo riesgo.
RELATO 4
CUIDADO CON LO QUE DESEAS
La encontré en un anticuario y tuve que comprarla. Aquella lámpara prometía otorgarme cualquier deseo, solo uno, si la frotaba 87 veces, ni más, ni menos.
Entonces me imaginé en una pista de baile en Marbella, con un vestido verde azulado con el frontal plateado...Tendría grandes ojos, de profunda mirada, y llevaría una corona dorada. Tendría las carnes prietas y jugosas, sería tan rica que solo comería marisco.
Allí que frote 87 veces llevando la cuenta, y...
¡Zasca!
¡La pista era un plato y yo una dorada nadando en un charco de aceite, con mi vestido de escamas!
RELATO 5
Lejos del mar
Esta es la historia de un pez que vive en una pecera.
Es feliz, desconocedor de otros mares, nada el pez, en su pequeño océano.
No conoce el mar, no sabe que está detrás de un cristal transparente, que existen más peces fuera, no conoce la salida.
Él no es libre, vive en su soledad, cautivo en un recipiente, que no es mar, solo una prisión.
No seas como ese pez, no te dejes dominar, no vivas aislado.
Encuentra otros mundos, no vivas en la ignorancia, creyendo ser feliz.
Recobra tu libertad y sigue nadando fuera, aunque sea a contracorriente.
RELATO 6
Confianza culinaria
Dije que sí porque quería ganarme el cariño de sus padres como fuera. La idea de una comida familiar no me entusiasmaba en absoluto, pero era mi oportunidad para demostrar que soy un buen partido.
Reconozco que entre mis cualidades no se encuentra el cocinar, aunque preparar ese plato no presentaba ninguna dificultad.
Llega el día, compro el pescado y lo sazono ligeramente. Desprende un olor tan putrefacto que exprimo un limón entero por encima. La apariencia sigue siendo desagradable, claro que a los pijos les gustan estas cosas.
¿Debería cortarlo o el sushi se sirve de una pieza?
RELATO 7
El pescado de la discordia
Estaba tranquilamente sentado sin decir nada, cuando Julieta llegó, con dos platos de dorada, la suya estaba perfecta, colmada con ensalada, la mía parecía triste, ajada y abandonada, que con sus ojos vidriosos pedía que la tiraran.
Fue entonces al decirle algo, cuando me contesta airada: “Si no quieres el puto pescado, vete a casa de tu hermana, que bien te tiraste a la vecina, en mis horas de jornada, a ti solo te importas tú, lo demás solo es fachada,”.
Y me tuve que marchar, tras tremenda encrucijada, con los gritos e improperios, y una fuerte bofetada.
RELATO 8🥈
Mirta la inconformista
A Mirta le encantaba llevar la contraria. Cuando todas íbamos juntas, a ella le daba por ir hacia otro lado.
Por eso, el día que pasamos cerca de la desembocadura de aquel río y vi la expresión de sus ojos, supe que iría, literalmente, a contracorriente.
La seguí, intentando convencerla de que no lo hiciera. El agua era cada vez más dulce. Estaba a punto de desistir cuando, sin saber cómo, un gusanito se contoneó delante de nosotras. Mirta abrió la boca y se lo tragó. Inmediatamente salió disparada fuera del agua... Eso es lo último que supe de ella.
RELATO 9🏅
La caja de música
Ahí estaba el letrero:
“El pez de plata”
Caza
Pesca
Pirotecnia
Instintivamente se agarró el colgante de medio pez de plata que le entregó una desconocida.
Miró la tarjeta con esa dirección.
Una chica la atendió, era su vivo retrato.
Le mostró el colgante.
La otra chica tenía la otra mitad.
Lo juntaron, encajaron. Era una llave.
— Un hombre dejó este organillo.
Lo vamos abrir con esta llave.
Encontraron un documento.
“Para mis gemelas dadas en adopción contra mi voluntad…
Las quiero, mamá".
Primavera (1990)
RELATO 10🏅
Naturaleza muerta
Fue un flechazo que colmó sus sentidos, comenzando por el olfato. Luego la vista. Cuando la pensó en su paladar se deleitaba extasiado imaginándose el sabroso manjar.
—¿Qué le hago?— Preguntó el pescadero en el mercado.
—Límpiela bien para el horno.
El pescadero raspó las escamas, extirpó branquias y, ya de costado, olvidada del mercurio y de los residuos que la habían nutrido, lucía un solo ojo lloroso y una sonrisa plateada. Su boca abierta simulaba una carcajada silenciosa.
¿O acaso era el grito reivindicativo, desgarrador del azul y sus plásticos?
Sobre el plato, la dorada estaba muerta de risa.
RELATO 11
MISIÓN "CASI" IMPOSIBLE
Se acercaba la hora en la que, en la terraza del restaurante que estaba pegado a casa, empezaban a servir todo tipo de manjares.
Lentamente, disfrutando cada paso que daba, mirando a un lado y a otro, controlando las idas y venidas de los camareros y las mesas de los comensales, se dirigió con paso firme a una mesa en la que, en el mismo instante en que el camarero servía una jugosa dorada, su propietaria rebuscaba distraída en su bolso.
Se abalanzó sobre la mesa para arrebatar aquella delicia, cuando...
- _¡¡¡Zaaaaape, gaaaato!!!_
No siempre se gana. Otra vez será...
RELATO 12
Por la boca muere el pez
Soy un pez poco normal
Me gusta socializar
A la orilla me acercaba para ver a la gente disfrutar
Entre sus piernas nadaba
Queriendo también jugar
Dicharachero y locuaz
Creí ser uno más
Pero me esperaba la torta
de la cruda realidad
Con un anzuelo en la boca
Así terminé mis días
Y de ahí al plato de Lola,
lo demás ...
¡son solo espinas!
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