Fotografía autor desconocido |
RELATO 1
PRESBICIA
Crecí escuchando los consejos de mi hermana, siguiéndola, imitándola. Siempre me sentí querida y protegida por ella.
De pronto tomó una gran distancia primero y una ausencia absoluta después. Desapareció de mí vida.
El tiempo nos cansa la vista y apartamos los objetos para verlos mejor. Quizás mi hermana al apartarme de ella haya visto y descubierto en mí defectos terribles, actos despreciables. Me siento culpable de su abandono y sola sin poder refugiarme en su cariño. La echo de menos.
RELATO 2
LA VERGÜENZA DE LOS TAYLOR
Al borde de una carretera boscosa, una mañana fría, cerca de la mansión de la familia _Taylor_, apareció el cuerpo del inspector _Russel_ con un disparo en la nuca. En uno de sus bolsillos tenía una fotografía de las hijas _Taylor_, en el dorso una frase: _Monique y Stephan_.
¡Ella, es un varón!
_(...)_
THE TIMES
_FILICIDIO:_
_El fallecido inspector Russell investigaba la misteriosa desaparición de una de las hijas Taylor. La fotografía encontrada en su cadáver, fue clave para que la policía descubriera enterrado en la mansión familiar a Stefan Taylor, "El hijo de la vergüenza asesinado por sus progenitores"._
RELATO 3🥈
Una amiga para toda la vida
Mi amiga Esther es tímida, pero hoy ha decidido salir en la foto conmigo.
El fotógrafo al revelar la foto profirió un grito , se la enseñó a mamá y ella se desmayó.
Yo no entendí nada.....
Acto seguido, mamá me sacó de la casa y me llevó a casa de los abuelos, mi padre la tranquilizo, le dijo que no podía ser.
Yo sostenía la foto para ver que había salido mal, y fue cuando mi madre me dijo:
Hija Esther murió hace ya 20 años, era mi amiga del colegio.
Tanto yo como Esther nos quedamos sorprendidas....
RELATO 4🏵️
RECUERDO ALEATORIO
Tía Teresa era sorda desde que su marido le transmitió la sífilis, que a él le llevó a criar malvas y a ella a maldecir su boda durante el resto de su existencia.
Al morir su marido, se fue a vivir con Tía María que aunque tenía mucho dinero no tenía ganas de gastarlo.
Cuando íbamos a visitarlas nos recibían a oscuras en un salón lleno de cuadros y alfombras lujosas; y de una lata oxidada sacaban unas galletas rancias que comíamos a la luz de la farola, mientras Teresa escribía: _Galletas María más duras cada día_ , y reíamos hasta atragantarnos.
RELATO 5
Cliquear
Clic,clic,clic…
—¿Estas? Premio Pulitzer de fotografía.
—Ja, ja, ja,ja…
—Dani, por favor no te burles más. — ¡Danos las fotos!
— No quedamos que iríamos a la reunión, con vestidos de antaño o es que ustedes pensaban que era de disfraces.
— Ya escucho a sus amigas envidiosas del barrio: “Las Olmedo se presentan a la fiesta hechas unas birrias.”
— Nuestros vestidos eran preciosos.
Telas de seda,lazos…Perfectamente
acicaladas.
— ¿Que pasó?
— Pasamos debajo de un andamio, solo nos dio tiempo de escuchar:
¡¡¡¡ Agua con barro va!!!!
RELATO 6🥇
LAS DOS HERMANAS
Yo tenía dos amigas que eran hermanas.
Una empezaba las frases, otra las acababa.
Una hacia el almuerzo, otra la colada.
Una reía por todo, la otra lloraba.
Una escalaba montañas, la otra llaneaba.
Se completaban en todo, imposible separarlas.
Hasta que una se echó novio.
Escogió a la de las risas, los almuerzos y escaladas. Acabó tan exhausto que pidió intercalarlas.
Desde aquel día el pueblo no para de juzgarlas.
¿Dónde se ha visto que un hombre se case con dos hermanas?
RELATO 7🏵️
MÁS QUE HERMANAS
Hoy pasearíamos por la calle sonriendo, abrazadas, orgullosas… pero en aquellos tiempos eso era impensable.
Al poco de nacer yo, mi madre quedó viuda, deseando haber tenido más hijos. A los dos años la criada, soltera, murió al dar a luz. Crio a esa niña con el mismo cariño que me profesaba a mí: compartimos muñecas, libros, secretos… éramos inseparables.
El amor que nos teníamos era más que fraternal, inconmensurable. Cuando mi madre me buscó marido, fue tal el dolor que sentí que se me partió el alma. Me quité la vida. Mi hermana tardó dos días en reunirse conmigo.
RELATO 8
Alienadas
Cuando mis padres decidieron que nuestra niñez había llegado a su final y nos presentó en sociedad, no sabíamos aún la gran sorpresa que nos tenían reservadas a mi hermana Elisabeth y a mí misma: el convento y el matrimonio con un teniente hijo de un rico ganadero de mi pueblo... Así fue cómo nuestros destinos quedaron vinculados a otras voluntades ajenas, así fue cómo fuimos alienadas de por vida. De nada sirvieron nuestras protestas. Fuimos aplastadas por inercias sociales que nunca tuvieron en cuenta la falta de vocación religiosa de ella ni la ausencia de amor hacia aquel hombre.
RELATO 9
Los paseos de la Alameda
Clara y Luisa eran dos señoritas bien.
Recatadas y pudorosas, ambas encarnaban el encorsetado ideal femenino de finales del siglo XIX.
Su padre, Don Gil, gustaba de pasear con ellas por la Alameda.
Se pasaban la tarde paseo arriba, paseo abajo. Era su rutina diaria pues las niñas ya estaban en edad casadera y tenían que dejarse ver.
Con un poco de suerte, al llegar a casa, encontraría alguna invitación para merendar en casa de un posible pretendiente.
Pero la suerte se resistía en complacer a Don Gil...así que allí iban tarde tras tarde, paseo arriba paseo abajo.
RELATO 10🥉
SERVICIO A DOMICILIO
Para Little Henry resultaba fácil colarse en las casas de las familias pudientes de Hidebury.
Las damas de la alta sociedad, conocedoras de la excelencia de sus habilidades, reclamaban sus servicios.
Uno de los trabajos más extraños y excitantes que le solicitaron tuvo lugar bajo el miriñaque de la joven Lisa Hot, mientras posaba para un retrato junto a su hermana. Claro que para Lisa tampoco fue fácil guardar la compostura durante aquella placentera maniobra sexual bajo sus faldas.
_-Algo bueno tenía que tener ser enano-_, pensaba Little Henry mientras se afanaba en hacer lo que mejor se le daba.
RELATO 11
Nadie lo ha sabido
Desde la axila al muslo encorsetada, cintura de avispa, busto generoso y caderas marcadas. Sentarse era un suplicio y los pequeños zapatos me molestaban. Aunque me diseñaba Jacques Doucet, y eso aseguraba la máxima elegancia, el mejor chiffón o la seda charmeuse, padre no me permitía decorarlos con lentejuelas, bordados ni encajes, y por supuesto, siempre, en el más estricto negro.
A mí me daba igual, al llegar a casa, empezaba mi vida. Rose me desvestía, pues era mi doncella.
Lo que nunca supo papá, era lo que me hacía después. Y yo a ella.
Nunca lo ha sabido nadie.
RELATO 12🥉
MANUELA Y JUANA
La guerra estaba a las puertas de casa. Ninguno de los dos quería ir. De los amigos que fueron, por supuesto obligados, ninguno regresó, al menos no enteros. Eran jóvenes, muy jóvenes, las trincheras tenían un hambre feroz de sangre inocente. No, no irían a la guerra, ya inventarían algo, verían como zafarse. Su pobre madre ya había perdido a uno de sus hijos, el mayor, y ni eso los salvó de la llamada a filas. Por fin, se les ocurrió una idea. Y allá van Manolillo y Juanele, a hacerse la foto para el pasaporte para ir a América.
RELATO 13
ERAN HERMANAS
Son opuestas, dos versiones, de difícil trato, enfrentadas, han vivido experiencias comunes.
Eran rivales, enemigas, envidiosas llenas de rencor, con sus defectos y cualidades, sin conexión por el sufrimiento, sin empatía.
Rivalizaban en belleza, con un montón de imperfecciones, eran unas desconocidas, han crecido a prueba de desgracias.
Supervivientes de una infancia infeliz, huérfanas de cariño materno, quizás mutiladas e incapaces de amar.
En la búsqueda del ayer, donde las dos encontraron el horror que las une y las hizo así, donde ambas sufrieron abusos por parte de un padre inestable, bajo la permisividad de una madre enferma.
Eran hermanas....
RELATO 14
MATILDE Y ROSARIO
Eran hermanas y vivían en una villa señorial rodeada de viñedos.
El negocio familiar.
Rosario de 16 años, de una educación exquisita, ya había sido apalabrada a un rico industrial del Norte.
Matilde de 15 años, inteligente y perspicaz, disfrutaba de las charlas con su padre sobre añadas y vendimias.
Amaban la tierra.
Su hermano Felipe, de 11 años, corto en palabras e ideas y sobrado de mimos y derechos adquiridos heredaría todo años después.
Dilapidando la fortuna jugando a las cartas.
Ellas entregaron sus dotes y él se entrego a los vicios.
Caprichosos, los juegos del destino.
RELATO 15
FORAJIDAS
La infancia de las hermanas Emma y Celeste Madison formaba parte de esos recuerdos que uno nunca querría tener.
Su carácter se forjó en una paupérrima colonia de Illinois, entre inmundicia y forajidos, de los que aprendieron a sobrevivir mediante violencia y resentimiento.
Adoptadas por un clérigo adventista, su vida empeoraba cada día, sometidas a una estricta disciplina de remilgadas costumbres y olores rancios, hasta que en un proceso de huída desesperada, se reinventaron como forajidas sin escrúpulos.
Su vida terminó abruptamente, como era de esperar.
En su epitafio puede leerse: _"Al este del Edén, los sentimientos se esconden indefectiblemente"_
RELATO 16🥈
Compostura, ante todo compostura
Era tan emocionante que mi hermana Petra y yo nos prometimos mantener la compostura y esconder nuestros nervios ante la llegada del famoso fotógrafo.
No teníamos ni idea de cómo funcionaba el armatoste aquel, pero nos lo habían descrito como mágico.
Media hora después, seguíamos de pie esperando a que ese señor hiciese lo que tenía que hacer. ¡Ni que nos estuviera pintando al óleo!
Entonces Petra se sentó y un zumbido de varias tonalidades resonó en la habitación.
Nos miró con los ojos abiertos como platos; nosotras sin mover un solo músculo.
“Ha sido el sillón”, sentenció mi hermana.
RELATO 17
MI ALMA GEMELA
Era mi dieciséis cumpleaños y tenía que acudir al estudio para la foto porque mi puesta de largo era inminente. Desde que nací, no se habían hecho fotos.
Sería entonces hora de presentarme en la sociedad de Louisville, Kentucky, el famoso Derby era en Mayo y ya tendría edad para ir a las carreras.
Iba nerviosa, no me gustaba posar quieta. El fotógrafo desapareció en la capucha negra: - No se mueva, dijo.
Se oyó el disparo, sentí un escalofrío, como si me rozaran el codo.
_Nota del autor: su madre perdió a su melliza en el parto._
RELATO FUERA DE CONCURSO
Se puede o no salir
Colebrook,Pensilvania.
Esa noche de invierno Alison se quitó las botas que no la dejaban respirar y esa ropa que la tenia sumida en un régimen de luto constante. Se internó en el bosque que flanqueaba la casa y desapareció. Atrás quedaron los silencios, las prohibiciones, la pérdida de identidad y el instinto aniquilado.
Al salir de entre los árboles un horizonte sin delimitar le mostró quién era.
Su hermana Bethanie no corrió la misma suerte. No sintió ese arranque de la sangre. Una semana antes apareció colgada de una viga en su estancia.
Alison no se detuvo
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