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| Fotografía Dennis Kitchen |
RELATO 1
MI MEJOR VIAJE
Mi mayor ilusión siempre fue viajar. No veía el momento de abandonar aquella residencia y tirarme a la calle, con todos mis trastos, y dar la vuelta al mundo. Cuando ya había conseguido un taxi que me llevara al aeropuerto, me pararon una pareja de policías preguntando que a donde iba tan deprisa. Les expliqué con pelos y señales mis intenciones y lo único que hicieron fue ayudarme a subir las maletas al coche y desearme feliz viaje. Les escribiré una postal de todos y cada uno de mis destinos.
RELATO 2
LA ROPAVEJERA
Todo ocurre dentro de una batidora inmensa; los planetas giran, se licúan, escurriendo mares coloridos: dorado chicle, azul espuma, rosado miel, verde océano…
Las ropavejeras flotan entre las corrientes de maletas que parpadean; extraen vestidos de luz etérea. Los niños los visten y perfuman el cielo.
Mi perrito Oskar ladraba estrellas que se disolvían en gotas.
Mi abuela ropavejera me besó la frente:
—Despierta, mi niño.
Abrió los ojos. Habló.
—Soñó algo bello, doctor —dijo la madre—. ¿Cómo lo encuentra?
El médico bajó la mirada, compungido.
—Despertó para despedirse —susurró—. Volvió donde está su abuelita. Se fue feliz.
RELATO 3
LIGERA DE EQUIPAJE
Doña Eulalia vendió su casa.
Dos días después, rodeada de sus hijos, celebrando su 90 cumpleaños, les comunicó su conformidad para ingresar en la residencia que eligieron para ella. Tras la fiesta se dispuso a preparar el equipaje, que aunque pareciera abultado, no pesaba.
Llenó las
maletas con los mejores recuerdos de su azarosa vida, su familia, su perrita, los amantes clandestinos.
En el bolsillo guardó la visa, el móvil y el pasaporte.
Al día siguiente la vieron en el aeropuerto, gritando:
¡Vais listos!
¿Yo, en una residencia?
Jajaja...
¡Me voy a Las Vegas!
Y mi vuelo... ¡Sale ya!
RELATO 4
MÁS SABE EL DIABLO...
Nadie podía decir que Aurora no fuese una abuela abnegada. Adoraba pasar tiempo con sus nietos, cuidarles... siempre estaba dispuesta a echar una mano. A sus setenta años, rebosaba energía y amor para regalar a los suyos.
Pero había una cosa que no soportaba: que le mintieran...
¡Cómo corrían los pequeños detrás de sus equipajes, en equilibrio sobre el carrito capitaneado por su abuela!
Aurora solo lamentó perderse la cara de sus tres hijos y sus esposas cuando, ya sentados en el vuelo "secreto" a El Cairo, sin esperarlo, vieron entrar en el avión a sus respectivos vástagos, alborotándolo todo.
RELATO 5
LO ESENCIAL
Las tres hermanas hacían su escapada cada octubre, una tradición sagrada: una semana para reír, ponerse al día y beber sin remordimientos. Daba igual el destino; lo esencial era verse y contarse las mismas historias como si fueran nuevas.
Este año, Carmen eligió la isla de Fuerteventura.
Apareció en el aeropuerto arrastrando un torreón de maletas que parecía una mudanza.
Las otras dos, copa en mano, casi se atragantan de la risa.
—¿Pero dónde vas tan cargada?
—Por si decido quedarme y no volver —dijo, guiñando un ojo.
Y así, entre risas y maletas, octubre volvió otra vez.
RELATO 6
AIRE
Tengo dudas, pero finalmente me cambian de fila. Dejo atrás a los que van a volver para dirigirme hacia mi nueva puerta de salida.
Conforme me aproximo noto que el dolor de espalda, la artrosis, los calambres… todo se desvanece. Me siento ligera, infinita y llena de energía.
Un señor bañado por una luz celestial me pregunta si quiero facturarlo todo.
“Mis errores y sufrimientos tienen tanta cabida como las alegrías y enseñanzas que han protagonizado mi larga vida. ¿Quién sería si los dejase atrás?”
Mi respuesta dibuja una hermosa sonrisa en su rostro dándome paso a una nueva aventura.
RELATO 7
ME VOY
Allá voy. Feliz. Mira mi sonrisa. Mira mi paso ligero.
Me llevo conmigo los buenos recuerdos, que son muchos.
He vivido la guerra, el desengaño, el dolor y la desilusión. Pero ahora que parto, solo me llevo conmigo la alegría y la esperanza.
Allá voy, convencida de que ha merecido la pena. Avanzo sin miedo, quiero cruzar esa puerta y descansar. Sé que la muerte nunca es bienvenida para quienes se quedan, pero yo camino hacia ella ilusionada y sin temor. Sé que estaréis bien. Ahora quiero descansar. Que la tierra os sea breve. Os espero al otro lado.
RELATO 8
#MARITA
Hacía mucho que no veía a la abuela Marita. Me llamaba por teléfono y yo siempre le soltaba aquello de la falta de tiempo, la uni, el trabajo y demás. No era verdad, ¿cuántas horas al día perdía yo en el scroll infinito?
Mi amigo Pedro me comentó que la había visto en Tailandia, que salía en Instagram tomando una sopa Tom Yum, con sus gambas, su cilantro y su zumo de lima.
¿What? ¡Mi abuela Marita, famosa, recorriendo el mundo!
Crucé con ella mil mensajes con sus aventuras.
Se hizo viral con el reel “Consejos para rescatar nietos perdidos.”
RELATO 9
OHHHHHH...
No se me ocurrió otra idea mejor.
Mi abuela Ana es ideal. Ochenta años, buen aspecto, simpática..., y le encanta viajar.
Mis instrucciones fueron claras, y el dinero que ingresé en su tarjeta habría hecho feliz al propio Elon Musk.
Han pasado los días y me siento tranquilo, tal es la confianza que le tengo a mi querida abuela.
Hoy llega de Colombia y la estoy esperando con verdadera devoción. Mi furgoneta está bien aparcada y yo, bien vestido y recién afeitado no levanto ninguna...
─ ¿Alejandro Bermúdez?
─ Sí, soy yo.
─ Queda usted detenido por tráfico de estupefacientes.
RELATO 10
RETORNO
Empaquetó el bagaje de su larga vida y volvió al grupo. Se sintió ligera, escuchó atentamente la música en la megafonía de la plataforma de Enterteinnement, avanzó hacia adelante, quería celebrar su regreso.
Dispuesta a disfrutar de la hazaña de este nuevo viaje, comenzó a bailar, conocedora de que salir y regresar forman parte del mismo destino: continuar un sendero ya abierto y completar el círculo.
Y, actualizadas sus energías, arrastró sus maletas.
Abrió sus brazos a todos, les envió un abrazo enorme y midió los dominios del espacio y del tiempo para seguir hacia adelante con equipaje renovado.
RELATO 11
SENSACIONES DE MI NIÑEZ
Por fin la paz llegó a mi cuerpo y a mi mente.
Anhelaba el sosiego y la serenidad de mis años adolescentes, el ambiente que viví.
No deseaba nada más.
Tomé mi maleta, me despidí de aquel lugar que tanta tristeza me había ocasionado.
La somnolencia me embriagaba, casi sin buscarlo.
La brisa perfumada de salvia, tomillo, romero y lavanda, campos eternos en los que ella se perdía cuando era pequeña.
Despertó con el tacto suave de las manos cálidas de su madre, le propiciaban sensación de seguridad.
Aferrándome a ellas, temiendo que si las soltaba me precipitaría al vacío.
RELATO 12
DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE
Después de cuarenta años juntos, el abandono inesperado de su marido le rompió el alma. Con su marcha, el verano se evaporó y las lluvias acompañaron su llanto.
Un día, mirando al cielo y acariciando sus sienes, sintió que su corazón se abría, y que en en algún lugar más allá de sus sentidos brotaba un manantial de fortaleza.
Una sorprendente entereza la envolvió con la suavidad de las alas de un ángel, impulsándola a llegar lejos, muy lejos.
"¡A volar!"
RELATO 13
AMORES OCULTOS
Doña María siempre viaja sola, pero factura demasiadas maletas. Son antiguas, de cuero, con cierres dorados y olor a perfume viejo.
En el puerto la saludan como a una reina; nadie pregunta por sus acompañantes.
Por las noches brinda con copas vacías, murmura nombres al oído del mar.
Cuando el barco atraca, baja ligera, rejuvenecida, dejando atrás camarotes sellados y silencio.
El capitán le sonríe.
—¿Todo en orden, señora?
María acaricia una maleta y susurra:
—Siempre. El amor, si se conserva bien, no se pudre.
RELATO 14
AURORA
Siembre cargó con los sueños de los suyos. Su sueño fue hacer cumplir esos sueños.
Con el paso del tiempo fue recopilando sus vivencias, historias y enseñanzas. Ahora había llegado ese momento que nunca falta a su cita.
Su equipaje casi listo... Envolvió la alterada primavera entre mullidos algodones. El verano, oliendo a sombra de higuera. La maleta del otoño fue dejando un reguero de hojas secas...
Su invierno le acompañaba sin embalar, abrazado a su sombra.
Aurora atravesó el "hall" del aeropuerto sin notar el peso del que tiraba; para volar a cabo norte, donde se hizo boreal.
RELATO 15
DON MARCELO
"Viajas más que el baúl de la Piquer"
Es lo que los mayores dicen al que es muy viajero.
Concha Piquer, una mujer que era acompañada por decenas de baúles, llevó la copla a lo más alto de la escena internacional.
Tratándose de una mujer que llegó a tener una gran empresa del espectáculo, siempre portaba muchos baúles. Acostumbraba a alquilar vivienda allá donde iba, en los baúles metía de todo, desde colección de vestidos hasta ropa de cama o de mesa. Y, no menos importante, una jaula con el canario de su madre, DON MARCELO.
RELATO 16
LA MEJOR DE SU PROFESIÓN
Decía ser la mejor costurera de toda España.
Sus clientes llegaban en pareja, ellas con algún que otro ojo morado o brazo en cabestrillo, "accidente doméstico" decían , y sus maridos las acompañaban para hacerles un vestido como regalo. La modista les tomaba las medidas, y a los pocos días, ellos iban a recoger los trajes y...su merecido.
Por las noches se la veía salir cargada de maletas y cuando le preguntaban por el contenido solía decir que eran desechos de la costura.
Así, docenas de mujeres agradecidas la visitaban a menudo, para hacerle sus encargos, cuyos maridos recogerían después.
RELATO 17
LA GANADORA
Lucía se inscribió en el famoso show televisivo _“Agarra lo que puedas”_, animada por sus compañeras del centro para mayores al que pertenece.
Sabía que era complicado, pues los concursantes habituales son jóvenes, guapos y con un prometedor futuro en las redes sociales.
Cuando fue seleccionada, le temblaron hasta las calandracas pero deseaba disfrutar de la experiencia, consistente en agarrar objetos en un aeropuerto.
Con desparpajo, persuadió a muchos pasajeros recién aterrizados y agarró sus maletas, llegando triunfante con más de 50.
Los demás concursantes permanecen en shock.
Ella y sus amigas, aún disfrutan de los 40.000€ del premio.
RELATO 18
ALI BABÁ Y LAS CUARENTA MALETAS
Ali viajaba con una muda, su cepillo de dientes y la foto de su madre.
Los miércoles, tras cerrar la gestión que la traía por aquí, salía a pasear. Se dejaba llevar. Un paso tras otro.
Todos la conocían. Sonreía a los niños y los perros se acercaban buscando una caricia.
Y así pasaron las semanas, convirtiéndose en años, y todos envejecimos.
Con el tiempo empezó a cargar con más cosas, pequeños recuerdos, tal vez el peso del tiempo y la memoria. Hasta que algo se torció.
Y lo supimos aquel día que llegó con cuarenta maletas.
RELATO 19
ESTE ES MI TECHO
A ella le gustaba decir que se iba de viaje, aunque jamás había volado.
A sus ochenta y siete años, el campanario de su pueblo seguía siendo su cima más alta.
En el aeropuerto encontraba consuelo, caminaba entre viajeros inventando destinos, fingiendo despedidas. Sus maletas sólo guardaban recuerdos y su billete era una sonrisa perdida en la multitud.
Lo tuvo todo, un techo que la cobijó, un fuego que la calentó y el cariño de sus seres queridos.
Todo eso quedó atrás.
Cuando la megafonía anunciaba embarques, ella cerraba los ojos, y por un instante creía sentir que también partía.
RELATO 20
DOÑA CARMEN
Doña Carmen, con sus ochenta años a cuestas y cargada con las compras de la vida, no dudó ni un momento en gastar su paga extra en un billete para Ibiza… solo ida.
—¡Qué sorpresa se van a llevar cuando vayan a verme al Buen Retiro y yo ya no esté! —murmuró, satisfecha.
Pero la sorpresa mayor llegó cuando pasaron por el banco.
—¡Paco, que tu madre ha vendido la casa y se lo ha llevado todo!
Mientras tanto, en la cubierta del ferry, Doña Carmen levantaba su copa de champagne, sonriendo al horizonte.
RELATO 21
DONDE EL PESO SE CONVIERTE EN ALAS
La señora Emilia avanzaba por el aeropuerto como si estuviera marchando hacia un destino épico. Detrás de ella, una torre inverosímil de maletas se tambaleaba, pero no caía. Ahí llevaba años enteros: cartas que nunca envió, vestidos de fiestas que ya no recuerda, y hasta un par de zapatos que bailaron un romance que tuvo prisa por irse. Levantó el brazo, saludando al aire, como si alguien invisible la esperara al final del pasillo. “Ya voy “ murmuró. No sabía bien a dónde, pero después de cargar con tantas vidas, lo único seguro era que por fin empezaba una nueva.
RELATO 22
EL ÚLTIMO TREN
Está mañana he sacado el billete
súbanse todos al último tren
guarden sus penas, guarden sus miedos
comienza el viaje, comienza el vaivén
No quiero hacer altos en el camino
que alce la mano quien quiera bajar
ahora que aun vamos despacito
más adelante no pienso parar
Voy a jugármelo todo a una carta
voy a jugármelo y voy a ganar
escuché que el mundo es un trozo de gasa
pues en mi bolsillo lo voy a guardar
He llenado mi maleta de sueños
de esperanza e ilusión
nunca es tarde para hacer el camino
nunca es tarde para soñar
RELATO 23
LIBRE COMO EL MAR
Pasaporte falso, cirugía estética, cuenta bancaria vaciada poco a poco, ropa y artículos personales sacados del casoplón de vez en cuando y guardados en casa de una amiga hasta que ¡por fin! liberada de su marido, un mastodonte maltratador.
Rica, con dinero y joyas repartidos en las maletas y posibilidades infinitas para marcharse a dónde le diera la gana, en su yate, para poder arrojar al mar algo de peso innecesario.
Cuando llegara a su destino, los aduaneros no encontrarían el dinero ni las joyas astutamente ocultas, ni drogas... Ni tampoco algo mucho más pesado.
RELATO 24
IQUIQUE, 1907 O EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA
Renée, amiga de la familia, era esperada en aquel verano de 1972, sobre todo por los niños, porque volvía de un viaje por Sudamérica anunciando regalos para todos. El día de su llegada, en la piscina de la urbanización, abrió varias maletas llenas de _souvenirs_ de Bolivia, Chile, Perú, Colombia...
De Chile cayó, en manos de nuestra familia, un vinilo: _La cantata de Santa María de Iquique._ Ese disco recordaba la matanza de tres mil seiscientos obreros, mujeres y niños de la industria del salitre, que luchaban por sus derechos.
Aquellas canciones, prohibidas en España, marcaron mi vida para siempre.
RELATO 25
MOHER
-.Hipotecas.
-.Préstamo (boda de Margarita).
-.Ayuda (estudios Dilay)
-.Huerto (donde pasaba sus ratos de soledad).
-.Seguro de coche y vida( obligatorios).
-.Colegio profesional.
-.Apreciaciones de su círculo íntimo.
-.Pensamientos que la hacían dudar de su capacidad de vida
-.Miedos de sus hijos ...
Con la mirada perdida, Catherin fue doblando meticulosamente cada una de esas cargas, metiéndolas en maletas y colocándolas en equilibrio en aquel carrito.
Se dirigió, atravesando la estación, hacia aquel lugar donde comenzó aquella vida, no elegida, pero sí admitida.
¡Sonreía!
Fue lo primero que le hacía feliz en años.
¡A los acantilados de Moher, por favor!
RELATO 26
CADA COSA EN SU LUGAR
Mi abuela Olvido, coleccionaba maletas que apilaba por todos los rincones de su casa. Cada vez que le preguntábamos la razón de esa extraña manía, nos decía que en ellas guardaba secretos que nunca debían ser contados.
Las tenía ordenadas por colores: rojo, para las lágrimas secas, verde, para los anhelos dormidos y azules para las palabras que nunca llegaron a pronunciarse.
Decía que así los recuerdos no se mezclaban, que el mejor remedio para no volverse loca era mantener cada uno en su lugar.
Cuando murió, pudimos comprobar que todas estaban vacías. O eso creímos.
RELATO 27
¡QUE OS ZURZAN!
Setenta y ocho arrugados años; tanto como las prendas comprimidas en las maletas que transportaba. Cipriana se había cansado de ser invisible como una cremallera y olvidada como el hilo de un hilván. Se hartó de sólo ser unas manos armadas con aguja y dedal. Las seis modelos corrieron alborotadas al control de pasaporte, ella custodiaba la colección de moda que lucirían sus pieles de seda en las Galerías Lafayette de París.
La vieja costurera necesitaba sentirse importante; y antes de facturar el equipaje, su boca, fruncida como un ojal, se estiró burlona tejiendo un plan.
No llegó a embarcar.


