sábado, 26 de abril de 2025

RELATOS SEMANA 256

Foto Robert Doisneau

 
RELATO 1

LA CHATARRERÍA DEL TITO FINO 

Es un placer ver cantar y bailar a los hermanos Montoya. Como periodista sigo sus actuaciones por el mundo. En una entrevista les pregunté cuáles fueron sus orígenes y de dónde les venía esa pasión que ponen en sus actuaciones. Me dijeron que donde realmente desarrollaron su talento, fue en la "Chatarrería del Tito Fino" en el barrio de los Asperones, Granada. En invierno, alrededor de la hoguera, en verano, debajo del Chambao. 

La familia sigue reuniéndose en la chatarrería con el cante y el baile. El escenario de los chiquillos; la chatarra, el polvo, la grasa y los desguaces.

RELATO 2

MAMÁ GANÓ, NOSOTROS PERDIMOS

Más de dos meses llevan mis hijos preguntando por las fiestas del pueblo. Están como locos, aunque, a esa edad, yo también pasaba meses haciendo la misma pregunta a mis padres.
Hoy día, cuando pienso en ello, me vienen los recuerdos del año en que a mi madre le tocó el bingo que se celebraba en la plaza del pueblo. Mi hermana Carmen y yo lo celebramos dando brincos en el primer sitio que encontramos.
La Guardia Civil no tardó en bajarnos de aquel coche propiedad del alcalde, y lo ganado sirvió para pagar tal destrozo.


RELATO 3

LA VERDADERA RIQUEZA
 
En un rincón olvidado de los suburbios de Barcelona, Laika y Jonatán, hermanos gitanos, jugaban sobre un coche viejo. El viento les despeinaba mientras reían como si el mundo fuera suyo. Su casa era humilde, hecha de parches y promesas rotas, pero su espíritu no conocía límites. Mientras otros los miraban con prejuicio, ellos bailaban sobre la chapa oxidada, soñando con libertad. Su cultura, rica en historias y canciones, era su escudo y su fuerza. No tenían lujos, pero tampoco cadenas. Porque, al final, la verdadera riqueza era aquella tarde de viento, risas y sueños compartidos sobre un coche abandonado.

RELATO 4

POCO ARTE, MUCHO INGENIO

No tenían un coro que les acompañase y la radio rota soltaba un hilo de música entrecortada pero para ellos fue el mejor de los escenarios. 
La gente pasaba, algunos se detenían, otros, los más, no prestaban atención a aquéllos dos chiquillos que por una moneda se desgañitaban en lo alto de aquél desvencijado coche que entre el sol de justicia y un calor sofocante a sus pies pretendían ganar unas monedas aquél día del caluroso mes de agosto.
No tenían mucho arte pero sí hambre y la carencia les agudizó el ingenio.
La necesidad es el motor del ingenio.

RELATO 5


PARÍS Y HELENA 

Helena era, ante todo, griega. 
Y eso se traducía en asistir a reuniones y danzar con su amigo Cícero, al grito de ¡Epa!, mientras los mayores jaleaban.
En una de esas celebraciones alguien le contó el relato de París y Helena, enamorados y escapistas por partes iguales, y culpables de la guerra de Troya. 
Desde entonces creyó estar destinada a repetir la historia.
Tras años bailando, el destino y su libre albedrío la llevaron a Francia.
No fue desacertado el vaticinio. 
Terminó siendo primera bailarina en el Ballet de la Ópera de París.

RELATO 6

DONDE SOLÍAMOS GRITAR

Diez años después, volví al lugar donde solíamos gritar. Todo seguía intacto: los bancos con nuestros versos torpes de Bowie, los coches oxidados con nuestras iniciales grabadas a compás, y el eco del monstruo que pudo contigo.
En mi bolsillo sigo llevando nuestras promesas rotas. Quemé nuestras cartas, tus poemas, mi diario…Pero el grito sigue vivo, agazapado. 
Decías que el grito nos salvaría; solo funcionó conmigo, mi princesa.
Hoy, al fin, tengo paz. Fría, prestada, frágil. Pero paz. A veces me pregunto: ¿para qué gritábamos?
El silencio, hoy tuyo, me devuelve la pregunta.
Yo la guardo donde todavía duele.

RELATO 7

ALGUNOS SE CREEN LIBRES, OTROS LO SOMOS

Nací en el seno de una saga de gitanos auténticos y orgullosos de serlo. Mis antepasados lejanos fueron nómadas, buscadores incansables del buen vivir, y eso, aunque las últimas generaciones decidieran asentarse, se lleva en la sangre. 
Tuve una infancia despeinada, literal y metafóricamente. Por eso, después de que unos funcionarios _bienpensantes_ decidieran _proteger_ a los menores de mi poblado y nos obligaran a vivir en familias payas _normalizadas_, se cernió sobre nosotros una tristeza profunda que nos marchitaba.
Tras mucho litigar, al fin nos _devolvieron_. 
Bailamos y cantamos sin parar durante tres días con sus tres noches. Libres.

RELATO 8

ADIÓS FRANCISCO, ADIÓS

—¡Que os bajéis der coche de una vé!
—¡Anda y que te follen, Julián! Sube tú y nos bajas.
—¿Pero qué dices, caniha? ¡Aburtan má las palabras que tú! Que lo tengo a tersero, hombre. 
—Ahhh, bueno, siendo asín… nuestras disculpas. Quillo, vámono, que el señor lo tiene a tersero. ¡Jajajaja!

Se miraron, cómplices, y siguieron bailando. Desde mi balconcillo no podía reírme más. 

—¡Juli, deja a los chicos, Franco no se muere todos los días! —grité con una sonrisa—. Aunque tenga que apretarme el cinturón, yo corro con los gastos. Que disfruten, que hoy es un día para recordar

RELATO 9

HISTORIA DE…

Parece que fue ayer, el humo de las velas de una tarta de cumpleaños se evaporaba entre risas y lágrimas de alegría; el pasado se escapa entre recuerdos. 
Al final, la vida es un algo que se disfruta… o no. 
Quedan huellas de los hechos, aunque sean realidades intangibles. Todo pasa deprisa, marcado por arrugas, canas y sueños sin cumplir.
Somos el único manantial del que brota agua salada y agua dulce, conformando nuestro baile, en esta fiesta llamada “Vida”.
Es historia… nueve décadas vividas parecen segundos; se fueron como polvo, disperso por un soplo.

RELATO 10

RECUERDA 

Durante el apagón, el silencio llenó el apartamento. Sin redes ni pantallas, Julia sacó una caja polvorienta del armario. Entre risas y nostalgia, sacaron una foto: ella y Mateo de niños, de pie sobre un coche viejo, gritando al viento. _"¿Recuerdas ese verano?"_, preguntó ella. 
"No", respondió él. 
_"Pues haz memoria"_

El apagón, lejos de ser una molestia, les conectó con su esencia, con esa alegría salvaje de la infancia. Sin internet, encontraron algo más valioso: memoria viva, amor antiguo. Se miraron, sonrieron, y en la penumbra, volvieron a ser aquellos niños, aunque ahora con arrugas y más historia.

RELATO 11

EL GRAN APAGÓN 

Habian pasado treinta años desde aquel 28 de abril de 2025 en el que Andalucía y toda España habían descubierto que el sistema era frágil.

Sólo fue suficiente un hacker un ordenador portátil para apagar Europa Occidental.

Nadie lo sabía, ¡pero era sólo el principio! Después de que la electricidad, el gas, el combustible, el dinero, a veces los alimentos, comenzaron a agotarse.

El trabajo, gran invitado a las celebraciones del Primero de Mayo era un fantasma del pasado.

Nuestros indómitos nietos lo celebraban a su manera, bailando flamenco sobre el techo de un viejo coche abandonado en el patio.

RELATO 12

BARRIO DE LOS IGNORADOS

Anita y Abel, niños con nombre y sin apellidos, crecieron en el barrio conocido de los ignorados.

Transcurría la década de los años 70, en los que la existencia se vivía en blanco y negro y se desvanecía en color.

Cursaron la EGB en la erudita escuela de la calle.

Las sobras ajenas nutrieron sus cuerpos y fortalecieron su carácter.

Bailaban, saltaban y reían hasta aquel gélido día de enero que un indigente anciano, buscando cobijo, les encontró sin vida, acurrucados dentro del coche en el que depositaron su inocencia y alegría en tantas ocasiones.

RELATO 13

¿HASTA CUÁNDO?

Estaban atrapados. No había escapatoria posible para evitar el trágico destino que, a pesar de su corta edad, sabían que les aguardaba. 

Entonces, la sirena de un barco inundó el aire. No daban crédito a lo que veían sus ojos. A lo lejos se aproximaba su salvación. Celebraron el milagro con todas sus fuerzas hasta que una voz se impuso sobre todo. 

“¡Niñooos! Subid pa casa ya o sus reviento a palos”

La isla y el mar se esfumaron para volver a dar paso al descampado lleno de chatarra. Su rescate tendría que esperar, pero… ¿hasta cuándo?

RELATO 14

DE ESTA FORMA EN QUE TE RECUERDO

De pronto me encuentro con tu imagen como quien descubre un billete doblado en el fondo del bolsillo. Sorprendido y afortunado. Me transporto fugazmente al día en que nos llevaron a ver el campamento del circo: el elefante, los leones, el equilibrista en su larguísimo monociclo, y nosotros dos subidos en lo alto del coche, jaleando ese mundo lejano. Aún me duele verte partir de la mano de la mujer barbuda. Espero que te vaya bien allá donde estés, galopando bocabajo, tragando espadas, leyendo el futuro o girando sin parar mientras los cuchillos vuelan a tu alrededor.

sábado, 19 de abril de 2025

RELATOS SEMANA 255

Foto Nuria Rico


RELATO 1

SINTIGO DENTRO

—¿Puedo abrir los ojos ya?
—No, aún no. Aguanta un poco más.

Seguimos andando, no mucho. Unos metros. El calor era insoportable y las chicharras no callaban.

—¿Ahora?
—Sí, ya puedes.

Miró el muro del taller de Martín, en las afueras de Puente Tocinos. Hacía tiempo que estaba abandonado. Vio la pintada. No supo qué decir, excepto “gracias” antes de despedirse con una excusa. 

No volví a verla nunca más. Pero cuando paso por allí, aún leo el mensaje: “Contigo me siento en un ∞”, y aunque ya no duele, tampoco se borra.

RELATO 2

DESNUDO, A LA INTEMPERIE 

Contigo, me siento... en un cielo volando sin alas,
en las poderosas garras de un águila real.
Me siento encerrado en una jaula oxidada,
colmado de promesas vacuas y de amor inexistente.
Grande cuando te tengo, reducido a la nada cuando desapareces.
Me siento atrapado en las humedades de las paredes de tu corazón.
Aislado de mí mismo,
escondido tras tu sombra,
y oculto en las palabras que grabaste a fuego en mis sentidos.
Observado e ignorado por la indiferencia anónima,
te sigo esperando en la esquina derruida donde nos vimos por última vez.

RELATO 3

PARA TODA LA ETERNIDAD

Acabó el instituto y se matriculó en matemáticas. Hizo un doctorado y después se marchó a Copenhague. Pasados los sesenta, ganó la medalla Fields por su estudio de los infinitos de Moëbius. En su pueblo prepararon una bienvenida espectacular, como si fuera una estrella del rock y, sin embargo, seguía sintiendo un terrible bochorno cada vez que veía la pintada que hizo de joven, para quien creyó sería el amor de su vida, y que supuso la puñalada que mató su amor propio; «¿Conmigo te sientes en un lazo?, ¿en un circuito?, ¿en un bucle? ¿Qué mierda es eso?»


RELATO 4

VOLVER A EMPEZAR

No le importó conducir más de mil kilómetros, dejando atrás su antigua vida, para llegar a su nuevo hogar, en un pueblito de apenas cien habitantes en la provincia de Ourense. No le fue difícil integrarse en el lugar. Su mayor placer era caminar por sus calles y disfrutar de los paisajes.

Paseando por los márgenes de la carretera, quedó paralizada. Y de entre sus temblorosas piernas se deslizó hasta el asfalto un hilo de orina. Miró aterrorizada a su alrededor. Su paz quedó dinamitada al leer aquella pintada. La frase recurrente de su acosador la había alcanzado de nuevo.


RELATO 5


ILIMITADO SENTIMIENTO

Aquella frase le atormentaba. ¿Quién la escribió en esa pared desconchada?. 
"Contigo me siento en un infinito". 
Aunque aquel podía ser su propio infinito, él, con ella, no sentía nada. 
En la explicación estaba el tormento. Su castigo era saber que había vivido la incalculable emoción y esta, el total de las cosas, se había convertido en el vacío y en la nada. 
El mundo se movía gracias al desamor y su orbe cruzaría la línea de meta. 
Concluyó que, con un poco de suerte, terminaría con esta relación y, quizá, volvería a sentir el infinito en otra.



RELATO 6

SUSURRO ETERNO

Sus paredes, vencidas por el tiempo, aún respiran por sus cicatrices abiertas. Ya no queda casi nada de su pasado, salvo un susurro escrito en su piel: “Contigo me siento en un infinito”.
Quizá no importe cuánto cambie el mundo; el amor, como estas paredes, resiste, se agrieta, pero aún permanece vivo.

RELATO 7

OJO DE TIGRE 

El coche estaba en marcha, yo conducía hacia un horizonte oscuro, una pared negra cargada de lluvia arcaica. 

Un arco iris lejano quería contar una historia diferente.

Me encontré tumbado dentro del tubo de una resonancia magnética.

Con los ojos cerrados surgían imágenes, llegaban sonidos secos, el pasado era una casa vieja, una inscripción en la pared desconchada, tú mi infinito.

Ojo de tigre, ágata azul, nuestras perlas entrelazadas para formar tu símbolo. 

En el centro un corazón de cuarzo, que de repente dejó de latir.

RELATO 8

ENTRE PINTADAS 1944

Mi abuelo quemó un abrigo de rayas azules por delante y liso por detrás. Se lavó su cara coloreada con las mismas rayas. 
El pueblo despertó con una pared pintada con rayas azules, rodeando una figura con el color original de la pared; otros días, otras pintadas…
Los gendarmes jamás atraparon al artista.
Mi abuelo pertenecía a la resistencia, mandaba los mensajes a través de sus pinturas realizadas con la complicidad de la noche.

RELATO 9

HISTORIAS DE MIEDO 

En la bifurcación de la carretera que lleva a los pueblos de pizarra negra, en Guadalajara, en el muro de una casa abandonada, un graffiti 
rezaba “Contigo me siento en un infinito”. 
Nadie recordaba cuándo apareció. 
Cuentan, que quienes se detenían demasiado tiempo frente al mensaje, quedaban atrapados en un bucle eterno, reviviendo sus peores recuerdos. 
Un atardecer, un viajero curioso fotografió el muro y desapareció sin dejar rastro. Desde entonces, dicen que su figura aparece a veces en la carretera, inmóvil, indicando con el brazo a posibles incautos, que pasen de largo, para que no cometan su error.

RELATO 10

INFINITOS 

Éramos los más jóvenes del pueblo. 
No teníamos parques ni pantallas, pero nos sobraba mundo. Cazábamos renacuajos en la charca, robábamos mazorcas y cañas de azúcar, explorábamos cuevas como quien descubre siete galaxias. 
Nos hacíamos llamar “Infinitos”.
Con quince años quisimos dejar huella; pintamos las esquinas con graffitis de color con nuestro nombre. Lo mejor fue el tren. Llenamos sus vagones de infinitos convencidos de que así alcanzaríamos todas las ciudades.
Años después, cuando volvimos al pueblo con nuestros hijos, lo vimos llegar temblando sobre las vías. Sonreímos:
—Ahí viene nuestro tren —dijimos. —Así viajábamos los Infinitos.

RELATO 11

NO IMPORTA LA DISTANCIA
 
Empezó como un juego, un atrevimiento a su “¿a qué no eres capaz?”. Me lancé a la carretera sin pensarlo demasiado, 200 km no iban a impedir que nos conociésemos.
 
Salió bien. Todo lo que había compartido conmigo era verdad, incluyendo sus fotos. Al verle agradecí que no hubiese usado filtros de ningún tipo, no los necesitaba.
 
El universo me había premiado por lograr dejarme llevar y yo se lo agradecía repitiendo el mismo trayecto cada fin de semana.
 
Cuando pasaba la casa con el grafiti mis pulsaciones se aceleraban. La ansiada espera llegaba a su fin.

RELATO 12

"CONTIGO ME SIENTO EN UN ∞"... O LA SANTA PACIENCIA 

-Veamos: ¿qué es lo primero que pensáis al leer la frase escrita sobre esta vieja casa de peones camineros?

(Un alumno levanta la mano)
-Profe, ¿qué son los peones camineros?

-Son los operarios que contrataba antiguamente el Estado para mantener los caminos y las carreteras.
-¿Y por qué tenían casa?
-Para estar cerca de las leguas que tenían asignadas.

(Una alumna levanta la mano)
-Profe, ¿qué es una legua?

-La distancia que se anda en una hora... ¿Alguno va a contestar la pregunta que he hecho al principio?

(Otra mano levantada)
-¡Yo pienso en los churros que hace mi abuela!!

RELATO 13

BESOS INFINITOS

Qué bonito está el cielo, míralo, que colores. Quiero bailar y besarte, siempre besar, en rojo, en azul, en blanco, que belleza. 

Cierro los ojos, déjame que te bese. 
Porque en mis sueños nuestros besos son infinitos. Son dulces, salados, con sabor a limón, con olor a flores, de todos los colores, dame, besos de canela, de jazmín. Cumpliendo mis deseos con cada beso contigo.

Apuro la copa, es la última.
Tú sabes mis secretos, que sobran ganas y que siempre faltaron besos.
Pobre corazón, y los besos, dónde los guardaré, ya no me quedan cajones ni armarios. Qué locura.

sábado, 12 de abril de 2025

RELATOS SEMANA 254

Autor desconocido


RELATO 1

MORIRÉ EN AGOSTO

Cada vez que comentaba a mis amigos mi intuición de que moriría en agosto, lo hacía de chanza, como un chascarrillo adornado de cierto tono poético. 
Lo cierto era que, en el fondo, lo pensaba. 
La experiencia me ha hecho tener una mala relación con ese mes: bajones de tensión con pérdida de sentido y consecuente desmayo, rodales de sudor axilar en mi primera cita con un amor veraniego, insolaciones de ingreso hospitalario urgente,...
Pero estar a punto de morir por el impacto de un hervidor vintage en un apartamento de Santa Pola, esto sí que no me lo esperaba.

RELATO 2

¿TE SIRVO UN TÉ, GILIPOLLAS?

—Mamá, he estado pensando que quiero ser influencer.  
—Tú lo que vas a ser es gilipoller. 

Y voló la tetera. Esther no aguantaba más. Pedrito, con sus vídeos y bailes, la tenía hasta el coño.

Madre soltera, reventada tras doce horas en la fábrica de juntas, solo quería paz. Pero su hijo siempre elegía el peor momento para tocarle los cojones.

El agua no quemaba, pero el golpe fue seco. Se hizo el silencio. Ella encendió un cigarro en la cocina. Miraba por la ventana y farfullaba necedades.

Pedrito se encerró en su cuarto. No lloró, tampoco grabó.

RELATO 3

NO FUE COMO EN LAS PELÍCULAS

Estaba yo a lo mío, tan tranquila, y sin esperarlo apareció el niño. Se ve que quiso hacerme una broma, grabarla con su móvil y luego qué se yo si compartirla por ahí. Me dio un susto de muerte. Antes de pensarlo, le lancé la tetera. Normalmente no tengo puntería, pero fíjate que esta vez fue directa a su cabeza. Para evitarla tendría que haber hecho un giro de cintura imposible, de acróbata, como Tom Cruise, o no, ese otro, uno flaco, ahora no me acuerdo, en esa película. Pero no se apartó, no. Ay señor. Qué vamos a hacer.

RELATO 4

EL COCHE

Todo empezó cuando me equivoqué en echar gasolina a mi coche diesel. Mi marido me decía que arreglara el coche, que merecía la pena. 
Pero él no me entiende.
 Ya había visto un coche muy bonito hace tiempo, que me encantaba y me apetecía cambiarlo. No tenía dinero para pagarlo, pero tampoco me importaba. 
Trabajo muy duro para al menos poder elegir el coche que yo quiera. Estoy harta de tener que mirar la letra pequeña, de escuchar a mi marido, de hacer las cosas a su manera... ¡Harta! 
¡Ahora me toca a mí! ¿Te enteras? ¡Que te calles yaaaaa!


 RELATO 5


CASANDRA

Era la mejor en la cafeomancia. Los consultantes pagaban fortunas para hallar respuestas en los posos del café. Una mañana, recibió la visita de un joven mercader de cafeteras quien la convenció para cambiar su vieja Caféolette por la nueva Nespresso. El comerciante le garantizó que el café encapsulado tiene el poder de adivinar predicciones nunca conseguidas anteriormente por este método de adivinación: el poder de comunicación con nuestro “yo” futuro. 

Probó consigo misma antes de adquirirlo. No sabemos el mensaje del futuro que recibió Casandra, solo sabemos que la Nespresso acabó estampada contra la nevera “No Frost”.

RELATO 6

TÉ ROJO PARA DOS

Ella se perdía entre lienzos, mezclando azules y rojos como quien quiere dar sentido al caos.

Él ensayaba a violín La noche transfigurada, repitiendo sin tregua: re-mi-sol-la-fa-mi.
La melodía afilada cortaba el aire del pequeño estudio.

El agua hervía pretendiendo un té rojo para dos.
El pitido del kettle la hizo gritar al fin; cogiéndolo por el asa, lo lanzó.

Él pudo esquivarlo; su violín no.
El impacto partió la madera y el tiempo.

Hubo silencio. El primero en cinco años.

Él hizo las maletas.
Ella volvió al lienzo.

Desde entonces, pinta sola en rojo.

RELATO 7

VOLVER

Necesitaba rememorar aquel olor que le emocionaba, pero por más que escarbaba en su cabeza, se le escapaba, como el agua entre los dedos. En aquella casa olía a libertad, a libros y té. 
Ahora que Padre había muerto, decidió volver.
Llegó de madrugada, una luz estaba encendida. Abrió y cruzó sigilosamente el recibidor. 
Llegando a la cocina, el instinto, y años de "break dance", le salvaron de un buen golpe. 
Tras un chillido, su hermana se colgó de él, besándole y pidiéndole perdón por haberle lanzado la tetera. Olía a libros y té.
Y sin Padre, también a libertad.

RELATO 8

UNA EXTRAÑA CAPACIDAD

Él siempre fue sabedor de tener súper poderes. Una rara mezcla entre elasticidad física y capacidad visual capaz de sortear cualquier objeto que pudiera atentar contra su integridad. 

Fue tal la primicia que hasta un avispado productor cinematográfico vio un filón en la noticia y su película se convirtió en pionera del cine futurista, y perdura.

Pero en ese momento en el que toda acción se suspende en el tiempo sobran las palabras.

Había llegado el momento de continuar sus vidas por separado. 

¿Qué motivo había para lanzarle la tetera? 

Extrañado se preguntaba:

 "Nunca comprenderé los arrebatos de esta mujer".

RELATO 9

GUERRA 

Un huevo especial, anidado entre nubarrones, despierta el interés de los expertos. Se congregan alrededor, no saben qué decidir. 
De pronto, como una olla a presión, eclosiona, estallando con una furia descomunal.
Todo a su paso es destrucción.
De los restos emerge una criatura fría, altiva, indiferente.
La llaman “Guerra”.
No tiene compasión.
Se alimenta del llanto, del miedo… del alma herida.

RELATO 10

TETERA RELOADED

-Pero Moníc, mi amor, que no te estoy mintiendo.
He salido más tarde de trabajar, por eso llego a esta hora.
-De verdad, Larry, crees que soy tonta? Hueles a perfume barato, aún llevas en los labios restos de carmín...
-No lo entiendes, no es lo que parece, he estado con mi hermano, hasta ahora mismo,terminando un trabajo. Espera Moníc, deja esa tetera, no!!! No lo hagaaaaas!!! ZAS!!!
Y así cuentan, porqué Larry Wachoski se divorció de su esposa, se convirtió en Lana y después del teterazo volador, se le ocurrió su genial escena de la película Matrix.

RELATO 11

LA VIDA ES MÁGICA REALMENTE 

Silvia compró el cueceleches en un mercadillo de Altea, en el que todo se vendía con el apelativo de "asombroso".
Cuando frotaba para lavar el artilugio, todo comenzó a vibrar y de la nada apareció un chaval guapetón. 
_"Soy el genio del cueceleches"_, dijo con voz profunda. 
Silvia, totalmente en shock, le lanzó el cacharro mientras buscaba una vía de escape. 
El chaval, con sus poderes, esquivó el impacto y a la vez la convenció de que le concedería 3 deseos. 
Silvia, tras hacer el amor con el genio, pensó tranquilamente en los 2 deseos que quedaban por conceder.

RELATO 12

VUELTA A CASA

Hoy se cumplen dos años desde que Luis se fue. Mi hermano, siempre tan libre, desapareció tras la muerte de papá, llevándose apenas dos maletas y muchas preguntas. No dejó notas, ni promesas. Solo el eco de su risa y tardes en el jardín. A veces lo recuerdo como un destello: la cafetera cayendo de sus manos, mi risa llenando la cocina. Quizás quiso huir del dolor o proteger su alegría. Pero yo nunca dejé de esperar. Esta tarde, al abrir la puerta, lo vi. Más delgado, con los mismos ojos. No dijo nada. Solo sonrió. Y supe que volvía.

RELATO 13

TETERAS  

Dos robustos caballos tiraban lentamente del carruaje del Cirque Bidón.

De pueblo en pueblo, bajo el sol del sur, sus pezuñas levantaban nubes de polvo ocultando el horizonte y el mar. 

Las ruedas chirriaban entre las piedras, con cada sacudida el carro hacía un gran ruido. Contenía un centenar de teteras que colgando del techo, chocaban entre sí como gitanas borrachas en una sevillana metálica. 

En el espectáculo bajo las estrellas, las acróbatas gritaban desenfrenadas, lanzándolas hirvientes contra sus compañeros, que se apresuraban a esquivarlas entre los aplausos del público.

«¿Teteras _tenteras_ ?» “¡Es como la vida!», exclamaba siempre alguien.


RELATO 14

CON LOS PIES EN LA LUNA

Llegó el momento que sin saberlo había buscado toda mi vida, el que muchos no se atreven ni a soñar. 

Después de noches en vela, te encuentras sola, con miedo ante la soledad desnuda. 

Sin poderlo contar a nadie, como se escribe en silencio la vida.

Esta es mi luna, mi mundo que viaja por los sueños, que se esconde y asoma la fantasía, hasta poder tocarla.

Ahora tengo mi lugar, tengo un espacio hacia donde tensar mis caminos, tengo la necesidad de vivir el que yo he decidido.

Siempre caminamos hacia nuestro encuentro, seamos fuertes, rendirse es estar muertos.

RELATO 15

SÚPER MADRE
 
Preparo el desayuno como cada mañana. Pronto llenará el ambiente con su característica energía.
 
Irrumpe en la cocina y percibo algo diferente en él. Todos mis sentidos se ponen en alerta y lo observo con atención. Tardo dos segundos más en saberlo.
 
Agarro la tetera y se la lanzo con fuerza. La esquiva sin dificultad y cuando va a defenderse le asesto con una sartén en la cabeza.
 
“Malditos cambia pieles”.
 
Mi verdadero hijo se asoma sigilosamente por la puerta y se queda desconcertado. 
 
“Cariño, recuerda que el mayor poder de un superhéroe es saber reconocer siempre a los tuyos”.

RELATO 16

UN BUMERÁN EN EL CIRCO

Los roles actuales de vida reducidos a un número de circo, donde los lanzadores de cuchillos son ahora contorsionistas, perfectas dianas en movimiento, que se emplean a fondo en esquivar un armamento, hasta ahora, desconocido para ellos.

Mientras, el otrora blanco de esos afilados puñales ahora se revuelve como leona herida, y ejerce de lanzadora de su particular arsenal, destructivo como una hiriente frase o un párrafo envenenado, que no matan, pero debilitan. Palabras que encierran dolor y que, cual efecto bumerán, tal vez un día, podría volver todo junto en forma de agua hirviendo. 
O no...

RELATO 17

ANTES DEL SOL

Aquella mañana desperté antes que el sol.
No fue el canto de los pájaros ni el murmullo del viento acariciando mi ventana. No sé por qué, pero sentí la necesidad de estar presente.
Cogí mi manta de lino y me envolví para bajar las escaleras de madera, que crujían como si acabaran de despertar.
Necesitaba tomar un café y me dirigí a la cocina.
Allí, nada más entrar, fue cuando realmente tomé conciencia del porqué había despertado con aquella sensación.
En décimas de segundo, me vi moviéndome al más puro estilo Matrix.

RELATO 18

LA PANTERA ROSA

Antes de ser madre, había pasado mucho tiempo en el campo. Tenía una habilidad que había desarrollado en soledad trabajando como cabrera... ¡Una puntería infalible lanzando piedras! ya sea con su honda, su super tirachinas, o al más puro estilo tradicional. 

Yo también desarrollé mis habilidades para esquivar sus accesos de ira, creándose entre mamá y yo, un vínculo parecido al del inspector Clouseau y su mayordomo oriental, que ponía en alerta, con sus artes marciales, los reflejos de Peter Sellers cada vez que éste llegaba a su casa, en aquellas películas que tanto me hicieron reír siendo un niño.

RELATO 19

EL CIRCO EN CASA 

De pequeño me entusiasmaba el cirque du soleil. Quise emular sus acrobacias y conseguí ser un contorsionista destacado. 
Pero lo que nunca imaginé es que mi mejor actuación sería en mi propio hogar.
Mandy, mi pareja, tiene un genio de mil demonios y pasa de las palabras a los hechos de forma iracunda.
Gracias a mi "elástica habilidad" he librado a mi cabeza de ser la diana de cada una de sus embestidas.
Lo malo es que no gano para reponer tanto aparato destrozado, ahora le ha tocado al hervidor...¡menos mal que en la tienda ya me hacen descuento!


sábado, 5 de abril de 2025

RELATOS SEMANA 253

Foto by Teddy Locquard
RELATO 1

EL CUERVO

Color negro, pico duro, me equilibro en cualquier situación. 
Graznando fuerte, asusto a los gorriones.

Últimamente me gustaría pintarme el flequillo de naranja, está chulo dicen.

El de al lado eres tú ;
se te ve cómodo sentado en el cable, piernas cruzadas, culo al aire, ni te fijas en mí.

Demasiado concentrado en leer noticias de mentirijilla en la “Gaceta del Saltimbanco”.

Tu paraguas cerrado, colgando en el vacío, no te protejerá de los oscuros nubarrones del horizonte. 

Soy negro, como el alma de este continente que huele a podrido.
Pero si quiero, yo puedo volar lejos de aquí.

RELATO 2

PERDIDO

Ayer estuvo hablándole en inglés a una lámpara durante horas. Con su acento cortado y un vocabulario mínimo, intentaba convencerla para visitar a un viejo amigo. Luego nos miró sin conocernos y sin saber dónde estaba, y pidió educadamente un taxi. No quiso acostarse en su cama, decía que estaba llena de gente. 

Esta mañana han venido de la clínica a buscarlo tres hombres de gran tamaño. Mientras forcejeaba, preguntaba con angustia dónde estaban su pajarraco, su periódico, su pamela, su palo, su paraguas. 

Creo que este año no podrá ayudarme con la declaración de la renta.

RELATO 3

EL CUERVO Y EL FUNANBULISTA.

-¿Qué distancia crees que habrá hasta el suelo? 
-¿Qué clase de pregunta es esa? Además, ¿qué importancia puede tener? Eres un cuervo, lo cuervos podéis volar. 
-¿Por qué tiene que ser importante mi pregunta para contestarla? ¿No puedes responder sin más?
-Estoy leyendo, y la lectura me aporta el sosiego que necesito para no caerme. Si miro hacia abajo, dejaré de leer, perderé el equilibrio y me caeré. 
-¿Cómo lo sabes si jamás lo intentas? 
-Correré ese riesgo. 
-¡Sin duda lo harás! Pero quizá el verdadero riesgo sea no saber...
-¡Tú tampoco lo sabes!
-Sí, pero yo soy un cuervo.

RELATO 4

SILENCIO EN EL CABLE

Podría decir siete cosas, pero no voy a soltar ninguna. De nada sirve quejarse sin tomar acción. 
Tenía el mundo acechándome a todas horas; con sus historias tristes, sus catástrofes, con su queja de pandereta. Como todos vosotros, soy un funambulista de la vida.
Apagué las redes, eché un último vistazo a las mismas noticias, di carpetazo. 
La sociedad vino a cantarme al oído, como un cuervo hambriento de mi propia carroña. 
No encontró nada. No le di ese festín. 
Desde mi posición vislumbro el mundo, elijo la sintonía que vibra conmigo, de esos que bailan en mi mismo cable.
 

RELATO 5

UMBRAL

Cada día espero su llegada. No tarda en aparecer de la nada acompañado del cuervo. 
Arriba, sentado sobre el cable que cruza el patio, escondido tras el periódico, finge no verme, aunque yo sé que sí. 
Oigo su voz profunda y hueca con claridad. Me regala acertijos y paradojas para las que nunca hallo respuestas: “¿Puede una mentira ser cierta si nadie la duda?”, fue la de ayer. 
Se esfuma justo en el momento en el que me tomo la medicación. 
El viento me trae una hoja de periódico. 
Leo: ¿Dónde van las cosas que no llegaron a pasar?

RELATO 6

LIKE A ROLLING STONE

Adam siempre se mantuvo firme y eso que su vida estaba llena de controversias y conflictos. Pero, aunque todo se derrumbara, mantenía la cordura, no le tenía miedo a nada.
Menos a las alturas.
Hasta que decidió luchar contra ese vértigo, contra la cuerda floja que le hacía ver todo su pasado lleno de grises pensando que podría asomarse un color más vivaz.
En ese instante decidió atacar a su pavor.
Acabó subido a un tenderete junto a un nuevo amigo que le recibió piando, en la misma sintonía, todo quedó alineado,
“like a rolling stone”.

RELATO 7

LA BELLEZA DEL PRECIPICIO 

Sentado al borde del abismo,
en el inestable,
pero más seguro de mis aposentos,
en la cuerda floja de mi anónima existencia,
contemplo el devenir del mundo,
arropado por sucias hojas de periódico,
parapetado tras la masa humana serigrafiada en papel mojado,
que anula e invisibiliza,
pero abriga.
La corriente de la energía ajena resalta el brillo de mis ideas,
desintegrando mis pensamientos,
y esparciéndolos por el espacio sideral.
El mal agüero me ronda,
no deja de acecharme,
y el paraguas no protege,
aunque la tormenta luminosa siempre embellece.

RELATO 8

LUCES DE LA CIUDAD

– Sé que tuvimos nuestras diferencias. Que durante el rodaje sufrimos muchos desencuentros. Hasta puede que yo interpretase contigo mi mejor versión de princesa soberbia. Bueno, también es verdad que te amenacé con retirarme de la película cuando ya estaba casi terminada si no me pagabas un aumento de sueldo. Lo siento, la vida era así. Pero lo que no entenderé nunca, y esta vez nunca es mucho tiempo, es que tú hayas pasado a la eternidad con la imagen del personaje bonachón y yo con este aspecto de pájara carroñera, con lo que me gustaba el papel de florista ciega.


RELATO 9

LA CÚSPIDE DE LA PIRÁMIDE 

Torpes, prepotentes, egoístas, tontos, malvados...
Así estaría durante horas y me faltaría tiempo en mi corta vida para usar todos los adjetivos descalificativos contra ellos.
No nacieron para el agua y creen saber nadar como los peces, tampoco nacieron para el aire y creen poder volar.
Tienen dos patas, y siempre andan tropezándose con todo.
En su infinita soberbia, creyéndose la cúspide de la pirámide, machacan y arrasan lo que es de todos.
Es el único animal que contamina su propia agua y comida.
Míralo ahí, posado a mi lado, cree estar haciendo una gran hazaña.
Humano tenía que ser.
RELATO 10

EL CLUB DE LOS OTROS

No es algo que se planea, sucede sin más. Oscuridad, voces y algo de luz. Estás dentro.
 
No recibes un manual de instrucciones, ni los consejos que debes seguir para ascender. Simplemente sabes lo que puedes hacer y lo que no.
 
Te acostumbras a no cambiar nunca de vistas y confías en que alguien que no sea un animal, se cruce en tu camino. Mientras tanto, esperas.
 
Es una putada que el poder llegar al otro lado dependa de hacer una buena acción por alguien, y mucho más cuando te has muerto en un campo completamente deshabitado.

RELATO 11

DESDE EL INFIERNO AL CIELO

Siempre vivo desde la penumbra, la incertidumbre y la indecisión. 

Me quedo en silencio en mi burbuja, el tiempo se para, me lleva a lugares que nunca conocí. 

Cierro los ojos y escucho los ruidos que me rodean.
Huyo de la incongruencia.

Dejo que el ciclo se repita, con indiferencia.

Las palabras luchan contra mis miedos, mis tristezas, mi propia rendición ante el abismo.

Volver a soñar, perderme en la magia de la fantasía, la imaginación, el mundo de palabras, volar como un pájaro, arrastrando por mi cielo el ronroneo hipnótico, para que el corazón no olvide seguir siendo niño.

RELATO 12

UNA PEQUEÑA REFLEXION

¿Qué dice ese periodico, viejo? Le pregunta el cuervo al payaso.
 
"Que en esta vida todos estamos en un alambre". 

¿Y cuál es la novedad? 
Yo me paso la mía de alambre en alambre ¿qué sería la vida sin atreverse a dar un paso por el miedo a caer? dijo el cuervo. 

En las alturas, dice el payaso, no escucho las risas fingidas de la gente, ya no hago reír. 
Todos estamos tristes en este circo, nadie es feliz.
Quisiera tener alas como tú, sobre volar la vida y disfrutar de todos los placeres pequeños que antes no supe apreciar.

RELATO 13

LA CORNISA DEL TIEMPO

Cada mañana, Elías subía al cable con su sombrero, su periódico y su costumbre de ignorar el mundo. Pero aquel día lo esperaban. Un cuervo que no le graznó, solo lo miró, como quien trae un mensaje sin urgencia.
¿Has venido por mí?, preguntó Elías.
El cuervo ladeó la cabeza.
Elías cerró el periódico. Nada nuevo bajo el cielo. Colgó el paraguas, no por si llovía, sino por si decidía bajar.
Pero no bajó.
El ave seguía allí, silencioso.
A veces, el mensajero no viene a llevarte.
Solo a recordarte que sigues esperando, suspendido entre el ayer y el después.

RELATO 14

UNA CONVERSACIÓN DE ALTURA

_-Disculpe, caballero, ¿le importaría decirme qué hace usted aquí? Este no es lugar para un humano..._ , le dijo el cuervo al acróbata.

_-Si nos ponemos así_ ,contestó el acróbata, _tampoco es muy habitual que un cuervo hable.-_

_-Yo no hablo, señor mío, grazno. Que usted me entienda no es normal. Está claro que el que no encaja es usted._

_-Tengo las piernas perfectamente encajadas en el cable, el sombrero encaja en mi cabeza y el periódico entre mis manos. ¿Se refiere a eso?_

_-No intente liarme y busque su sitio._

_-Este es mi sitio en este momento._

_-Disfrute, entonces._

_-Gracias._



RELATO 15


EL TONTO DEL SOMBRERO

Cada mañana, sube al cable con su destartalado sombrero y ese periódico ridículo. Silba, ríe solo, cuelga un paraguas para decorar el improvisado salón. Ayer incluso cantó ópera. Hoy finge leer las noticias ante las atónitas miradas de las palomas. ¡Que no te entienden!

Yo observo. Siempre observo. Sus piernas cuelgan peligrosamente, desafiando el sentido común. Pero él, desde hace meses, insiste con su absurda rutina. ¿Sentirá que vuela, o algo así?

Hoy… el cable ha crujido. Mientras caía, alcé el vuelo.
Yo sí que puedo tocar el cielo.
¡Estúpidos humanos!
A este le llamo El Tonto del Sombrero.


RELATO 16

UN EQUILIBRISTA RODEADO DE DESEQUILIBRADOS 

Aquí dice que el respeto y la justicia internacional han saltado por los aires, Gustavo. ¿Tú qué opinas?
– Crack.
También... que el ejército estadounidense ha recuperado por la fuerza el canal de Panamá y ha invadido Canadá y Groenlandia. ¿Cómo lo ves?
– Crack.
El avance de las tropas rusas ha superado ya la frontera norte y ha empezado a invadir Finlandia. Estados Unidos exige comprensión para Putin. ¿Qué tal?
– Crack
Ya han concluido las políticas arancelarias lanzadas por Donald Trump, y Europa ha entrado en un estado de recesión imparable... 
– Crack.
Gustavo, menos mal que nos hemos traído el paraguas.


RELATO 17

EL MAGO Y EL SILENCIO 

El mago quiso atrapar el silencio con su chistera, este se diluía entre el bullicio, el batir de alas, el paso de los siglos… No lo veía, no lo olía, no lo palpaba… 
El mago preguntó:
-¿Existes? 
Fue a lo más alto, intentando escuchar el silencio, sin éxito; lo envolvía el silbido del viento. ‎


RELATO 18

EN LAS ALTURAS

Nunca había visto una cosa tan fea. Flaco y alargado, en exceso grande para su gusto.
En la cabeza tenía una especie de judía plana del color de la mora vieja. Las alas terminaban en unas prolongaciones semejantes a lombrices de tierra. Mirándole más en detalle creyó haber visto seres como él, pero a este, en las alturas, no se le había perdido nada.
Pensó en picotearle, para ver si reaccionaba. Pero justo en ese momento oyó el grito grave de la avutarda, que anuncia lluvia, y salió volando. 
Allá él si se quedaba.


RELATO 19

RECUERDOS QUE PERDURAN

El confinamiento les había pillado en Brimeda. Un niño de 6 años y un abuelo demasiado testarudo para trasladarse a Astorga, lo más cercano con más de 50 habitantes.
El tiempo y el tedio transcurrían apacibles.
Una tarde, el abuelo desempolvó una película de Mary Popins, por hacer algo diferente, que no fuera contar cuentos de miedo.
El niño no paraba de hablar del personaje. 
El abuelo, que era un verso suelto, decidió sorprender al nieto transformándose en una suerte de Mario Popins.
No salió del todo bien, pero todos rieron a carcajadas.
Incluyendo un cuervo que pasaba por allí.