sábado, 30 de noviembre de 2024

RELATOS SEMANA 237

Foto Colita

 RELATO 1


QUÉ LE IMPORTA A NADIE

¡Qué le importa a nadie si vengo o si voy!

Si visto mi fragilidad con el mantón que pegado a mi piel muestra mi ser y
al sentir tu desnudez pegada a la mía me estremezco y te deseo.

Qué importa lo que digan si nuestro amor puede ser fuente de inspiración de los más folclóricos letristas.

Si en cada roce de tu cuerpo me desarmo y reconstruyo y tu mirada es un volcán de sensaciones que me abruma.

Si las caricias de tus manos me sobrecogen y me hacen temblar como nunca había sentido. 

¡Qué le importa a nadie!

RELATO 2

MÁS ALLÁ DE LO VISIBLE

En ocasiones me divierto repasando mis anécdotas preferidas. Una de las más emocionantes fue el día que conocí a Pepe y Lola.
Una singular pareja, no por la energía folklórica de ella sino por la inmensa entrega y amor que se profesaban. 
Se conocieron en el bar donde Lola actuaba cada noche. Él quedó prendado de los giros de volante y sus caracoles bañados en sudor. Ese sentimiento imparable continuaba arrollándoles siete años después y nadie podía negar que estuviesen hechos a medida para el otro.

Decidí que el verdadero nombre de ella no tendría nunca cabida en su historia.

RELATO 3

AMOR A PRUEBA DEL MUNDO

En un pequeño apartamento lleno de plantas y libros, dos personas comparten su vida sin pedir permiso al mundo. Alberto, silbando bajito, prepara café mientras Mateo corrige unos exámenes.
 
La casa, decorada con fotos de sus viajes y sueños cumplidos, refleja su amor sencillo, valiente y libre. Fuera, los murmullos y prejuicios intentan atravesar sus paredes, pero ellos los ignoran. 

Por la calle, caminando de la mano, ríen de las miradas curiosas, seguros de que su felicidad es su mejor escudo. La gente puede seguir opinando; mientras estén juntos nada más importa. Su amor, simplemente, es suficiente.

RELATO 4

CARNAL

Fueron muchas las noches en las que salí de la oficina a altas horas de la madrugada con mi indumentaria de _joven, aunque sobradamente preparado_, abogado de multinacional. 
Entre el miedo y la curiosidad, atravesaba la noche ociosa de la que tanto me habían prevenido mis mayores: padres, maestros y otros responsables de mi crianza conservadora y elitista.
Se podría haber llamado Libertad, Valentía o cualquier sustantivo de los que yo carecía, pero se hacía llamar Carnal la que, justo antes de entrar en mi Audi, derrumbó todas mis barreras con una mirada tan ardiente que nunca más miré atrás.

RELATO 5

DE ESPECTÁCULOS Y PERFUMES

El espectáculo siempre fue nuestra salvación. Recuerdo perfectamente la primera vez que consumí; sólo curiosidad y sólo una vez. Sin embargo, mi memoria no lograba alcanzar cómo me hice adicto, en un proceso lento e inconsciente que te envuelve como un perfume. Él nunca sucumbió, ni siquiera en los momentos iniciales y difíciles en los que le odiaba y se lo manifestaba. No necesitaba ayuda, no quería nada, sólo morirme. Ahora, después de cinco años de rehabilitación, vuelvo a acercarme, aunque sea rozando sólo, al mundo que nos encontró y unió. Nuestros mantones vuelven a entrelazarse.

RELATO 6

QUÉDATE

Regreso a mi camerino para cambiarme. Toda la habitación huele a él. 

Un fuerte escalofrío me recorre todo el cuerpo. Dirijo la mirada hacia el espejo, el cual revela su escondite. Su anatomía se aproxima lenta, pero confiadamente hacia mí. 

Me sigo ruborizando cuando me mira así. No debería estar aquí, pero no pienso echarle. 

Acaricio con delicadeza su piel y llaman a la puerta. 

“Ernesto. ¡Sales en 3 minutos!”

Contengo las lágrimas. Mi reflejo me devuelve a la cruda realidad, aquella en la que él sigue estando muerto y yo lamento todo lo que nos faltó por vivir.

RELATO 7

HOGAR, DULCE HOGAR ?

-Nunca antes nos habíamos peleado con tanta rabia y agresividad como hoy.
-No te reconozco Manuel, me has gritado y dicho cosas muy feas.
Siempre hemos estado de acuerdo, aún con nuestras diferencias. Yo trabajo por las noches y he dejado la intendencia de la casa en tus manos. Siempre has hecho y deshecho a tu antojo y jamás te he dicho nada en contra, pero esto es un disparate y no estoy para nada de acuerdo.
-Eso no te da derecho a comportarte como un energúmeno.
-Pero, es que no ves que estas losas verdes no pegan con nada?

RELATO 8

EL BUEN AMANTE DEL BAILAOR

Manos arriba, hacia el cielo, queriendo atar el alma a una estrella.
Mientras sus pies están anclados, agarraitos al suelo. Arriba, abajo, tacatá. 
Con la carencia de un corazón latiendo que sigue el "gemío" del cantaor. Con el sentimiento de las palmas, su cuerpo dando vueltas y vueltas. 

Antonio ama bailar. Pero el baile es un mal amante, que devuelve noches de cocaína y mañanas desesperadas. 

Y ahora aparece él, y sus ojos negros, que persiguen mil cosas alejadas del flamenco, rompiendo sus planes en mil pedazos. Adiós a Tokio y Nueva York. 
A cambio de ser amado.

RELATO 9

ROJOS

Se pasean orgullosos a paso firme de soldado. Se saben corazón y pasión.  

Atardecer de verano y despertar del volcán. La muleta del matador. La sangre gitana. 

Prados de amapolas. Las botas del gato y el vestido largo de satén. La falta en el escrito y el alto amigo, no pases por aquí.

Una mariquita en la lluvia y una ficha del parchís. Dos bailarines libres, únicos, arrogantes, atrevidos, frenéticos.

El rojo relativo, metáfora del amor, ganador en la apuesta de la vida. 

Pero sobre todo es la marca que dejan mis labios, vestidos de gala, cuando besan los tuyos.

RELATO 10

PERSIGUIENDO A TEPSÍCORE

En los 70, en la Plaza Real de Barcelona, atisbé entre la multitud a una joven descalza que danzaba acosando a los clientes de las terrazas con un naipe de Tepsícore entre los dedos. Aquella belleza desnuda bajo un vestido vaporoso, me cautivó de tal manera, que decidí seguirla en su locura. Nos sumamos a otros que recorrían las ramblas de arriba abajo, siendo insultados por muchos y aplaudidos por pocos. Gays, travestis y transformistas, refugiados en las drogas por los golpes de la dictadura. Abanderados de las libertades que hoy ya no están, porque no pudieron envejecer.

RELATO 11

LOLO

En el Madrid del 81 todo era lo que parecía, aunque nadie solía ser quien decía ser, sobre todo de noche.  
Eran tiempos de cambio, de explorar los límites de lo prohibido y de excesos, de muchos excesos.
En esa época conocí a Lolo, un soplo de aire fresco, un adonis sevillano, aficionado a la fotografía que me salvó de un fin trágico.
Esta era nuestra foto preferida: acabamos en su estudio después de drogarnos y follar como locos. Me gusta apretarla contra el pecho antes de entrar a la quimio, me transmite su fuerza desde donde quiera que esté.

RELATO 12

LA ABUELA 

Desde pequeño era un niño sensible.
Su madre los abandonó.
Le crió su abuelita, igual que a sus hermanos. 
Ella lo trataba de forma especial, como especial era él.
—Abu, quiero volar como las mariposas y vestirme como las hadas.
Ella le contestaba.
—Tú harás lo que quieras, siempre te apoyaré. Tendrás mi amor.
Los hermanos se separaron. 
Ella murió. Regresaron todos. 
Sus hermanos lo abrazaron, hicieron lo mismo, con Luis su pareja. 
— Eres de la familia.
El retrato de la Abuela parecía que los miraba con ternura.

RELATO 13

LO QUE LA VERDAD ESCONDE 

Habían pasado únicamente veinte años desde la victoria de Trump. Mike hurgaba entre las cosas que su tío Eduard guardaba en la buhardilla de su casa en San Francisco, cuando descubrió una fotografía. En ella, dos figuras se entrelazan con gracia, vestidas de vulnerabilidad y resistencia. 

Adoctrinado en un mundo donde la expresión personal está prohibida, se siente perdido ante la imagen. ¿Qué secretos encierran esas miradas? Sin respuestas, guarda el retrato bajo su uniforme de colegio, sintiendo un anhelo inexplicable. Sueña con comprender lo que significa ser humano y libre, imaginando, en silencio que grita, lo que parece inalcanzable.


sábado, 23 de noviembre de 2024

RELATOS SEMANA 236

 

Foto Kio Wa

RELATO 1

INFIEL

_-¿Videollamada?_
_-¡Sorpresaaaaa! ¿Te pillo mal?_
_-Un poco... Ya ves, diluviando._
_-¡Vaya! El clima de Londres es así._
_-No te preocupes, hoy estábamos todo el día de congreso._
_-Bueno, ¿Y cómo lo estás pasando?_
_-Perdona amor, ahora no es buen momento, ¿hablamos luego?_
_-¡Claro! No te entretengo más, un beso, ¡te quiero!_
_-Gracias, adios._

Los atardeceres de otoño en Cádiz son preciosos, idílicos, reparadores... más, si se comparten con la persona amada. Ese fin de semana de lujuria desenfrenada había traído una _yo_ que apenas reconocía. 
No se cuánto tiempo podré soportar la vergüenza de la mentira, pero necesito sentirme libre.

RELATO 2

SOLA, MIRANDO EL OCÉANO 

Cada día pisaba firme la tierra de sus ancestros. Allá donde agarraban las raíces que le daban sombra, notaba la calidez de la tradición y la familia. Pero nunca dejaría de ser gitana, eso la abrumaba.
El peso de su destino llenaba de tristeza sus tardes. Caminaba por la playa, miraba el mar, como si pudiera ver al otro lado, allí donde la vida era diferente a la suya. Y planeaba irse, salir corriendo. Pero había algo más fuerte que sus deseos. 
Ese triángulo plateado, frontera entre el Atlántico y el Mediterráneo, tiraba de ella. 
Nunca viviría alejada de Cádiz.

RELATO 3

PREPARADA
 
Al principio no le di ninguna importancia. Se desvanecería en algún lugar de mi memoria, como pasa siempre. Sin embargo, cuando aquellas imágenes empezaron a perseguirme recurrentemente busqué respuestas.
 
Parece ser que algunos sueños adquieren un carácter premonitorio y materializan momentos del futuro. Si bien hay que tener la mente abierta y una actitud muy receptiva.
 
Por eso estoy aquí, un día de verano y en el lugar revelado, tratando de engañar al universo con esta falsa lluvia para acelerar el encuentro con el hombre destinado a convertirse en el amor de mi vida.

RELATO 4

DEPENDENCIA EMOCIONAL

La lluvia golpeaba sobre mi paraguas con un ritmo cada vez más constante pero no me importaba mojarme, sólo así me daba cuenta de que estaba viva. Deambulé sin un rumbo fijo, perdida por calles desiertas esperando encontrar alguna explicación que me ayudase a comprender qué pudo ocurrir. Sí, tal como apareciste te marchaste 
como si de un juego de magia se tratase. Me resistía, a pesar del tiempo transcurrido, a creer que lo nuestro se acabó.
Es curioso pero ha tenido que ser ahora, alejada de ti, cuando he recobrado mi vida. Esa dependencia emocional también se fue contigo.

RELATO 5

EL PARAGUAS DE ANA

Ana tenía solo veinticinco años cuando Marcelo, el amor de su vida, murió en el hotel donde trabajaban aquella Nochevieja. Solía bajar a recordarle mirando el mar cada primero de enero desde hace ya demasiados años.

Aquel día, el cielo estalló con un lamento desgarrador sobre sus hombros. Ana sacó su paraguas y se encogió, haciéndose minúscula ante el mar infinito. Después, se dejó llevar y permitió que la lluvia arrastrara las deudas de su pasado. En esa catarsis, con el mar como testigo, Ana encontró la contraseña para desencadenar su corazón. Poco después, volvió a enamorarse.

RELATO 6

BAJO LA TORMENTA

Bailan bajo el paraguas, ajenos a todo, desnudos en el agua, como si la lluvia, el azote del viento, las olas, nada ocurriese.  

Sus mentes están lejos, en una isla de luna clara, donde cada noche danzan sobre una alfombra de arena. 

Con una vida entera por delante para aprender, con las yemas de sus dedos, la geografía de sus cuerpos. 
Para convertir miradas en risas cómplices bajo las sábanas. 

Creen que el mundo es sólo suyo, pero la lluvia continúa insistente, rompiendo el hechizo, devolviéndolos a la tempestad.

No esperes pasar la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia.

RELATO 7

UN SECRETO EN GOTAS DE AGUA

El agua resbalaba sobre el paraguas como un murmullo constante y lleno el silencio. No era la lluvia, era el eco de palabras afiladas de las que hacen heridas. Sentada en el suelo, inmóvil, esperaba, como si el mundo me debiera una respuesta. Dicen, que si escuchas con el corazón, las gotas pueden contar secretos. Entonces lo supo, no estaba sola. Una sombra alta y extraña susurró: “¿Estás lista para dejarlo?”. Se levantó descalza, el paraguas cayó al suelo. Bajo aquella tormenta, soltó el miedo, tomó la mano de la sombra y desapareció, dejando atrás el peso de cada gota.

RELATO 8

COLORADO COLORÍN 

Era la reina del cuento al revés, donde los ratones huían de Hammelin y el flautista los buscaba desesperado. 
En su mundo, el lobo soplaba las casas para proteger a los tres cerditos del frío y, Caperucita, llevaba pastel al lobo para curarlo de su gula de carne. Ella nunca llevaba zapatos de tacón a las fiestas; usaba deportivas, las ataba bien fuerte y bailaba siempre entre cuentos desordenados. 
«Colorado colorín», murmuraba, mientras esperaba bajo la lluvia de su paraguas que las gotas limpiaran cada una de sus historias para volver a empezar de nuevo, mil veces y una.

RELATO 9

LA MECÁNICA

Mecánica de profesión; desde lo alto de la montaña, pasaba como una película su vida, por su mente. Aliviada, recordaba las parejas con buenos sentimientos que tuvo. Escogió aquel, con aires de enamorado, que la cubrió de mentiras. El peor; que la maltrató hasta anular su autoestima; su paraguas eran sus lágrimas.
Solo la quería para que le hiciera la revisión a sus automóviles. 
Le exigió que dejara a punto su último coche. 
Y bien que se lo dejó; ahí sentada sobre una piedra vio como cayó al abismo el coche con su dueño, envueltos en llamas.

RELATO 10

OLOR A CAFÉ CON LLUVIA 

Dulce nació en el Valle del Cocora, asombrosa región cafetera de Colombia, donde la lluvia suave y constante impregnaba su vida de olores magníficos. Su padre recolectaba café en un cesto y transportaba a su Dulce en otro, mientras su tierno entendimiento se nutría de aquellos maravillosos paisajes. 
Dulce prefiere olvidar porqué abandonó su tierra.
Al atardecer, bajo el caño de cualquier ducha, pierde su mirada bajo un paraguas salpicado por el agua. 
La gente dice que está loca.
Yo creo que regresa cada tarde a aquellas nubes cafeteras que empapaban su alma de felicidad en el Valle del Cocora.

RELATO 11

NERÉIDE PERDIDA

Yo vengo de un sueño donde cae la lluvia desde nubes blancas. 
Vengo de la mar, de las olas fieras de viento agitadas. De otras más lentas rompiendo en la orilla, como acariciándola. 
De la mar salí buscando aventuras y belleza extraña.
Vi ciudades locas, orgías de luces, prisas irritadas. Oí muchos gritos de gente callada, de desesperanza.
Y tuve bastante. No era aquel mi sitio, no sentía nada.
En la playa espero que llegue una ola, que me lleve a casa. 
Remojo mi cola atrapada en piernas, para rescatarla. 
Quiero regresar a la calma de agua. El mar me reclama.

RELATO 12

EL TODO COMO META FINAL 

Os habéis preguntado alguna vez qué es de la almas cuando el cuerpo que habitamos muere?
Vamos a una especie de estación, ahí esperamos próximo hospedaje o saltar al "más allá"
Nos juntamos unas cuantas y nos contamos nuestros anhelos.
Obviamente todas deseamos ir al TODO, pero pocas lo consiguen.
A mí me toca esperar. Estoy en un bonito paraje lluvioso, me gusta conservar el aspecto de mi anterior cuerpo mientras espero.
No soy quisquillosa a la hora del reparto, lo que sí me gustaría es no entrar de nuevo en una adicta al móvil cruzando una vía de tren.

RELATO 13

ETAPAS 

Las vacaciones en nuestra casita costera estaban siendo las más difíciles con diferencia. 
La adolescencia de mi hija llegaba a su cúspide, arrasaba como un huracán e inundaba todo de resentimiento y culpas.

Íbamos a cenar, Nuria se negaba a bajar alegando alguna llamada urgente con una amiga. 

De nuevo, el conflicto.

Esta vez salió hacia la playa. 
La seguí, sabiendo que no había respuesta correcta para resolverlo.

Estaba exhausta por su propia montaña rusa emocional.
Dudé si desvelarle finalmente mi historia de rebeldía o mantener mi reputación de madre estricta e injusta.

Cogí aire.

-Cariño, ¿me haces un hueco?

RELATO 14

CAFÉ PARAISO

Portugal.

Llovía a cántaros aquel día. 
Copo de vinho verde y Sagres pequena en la mesa.
Esperando por ti como siempre.

Ahora quedan solo recuerdos fugaces.
Nunca llegarás, nunca volveras.

"Call me the breeze"  decía la canción en el Café Paraiso.

"Yo siempre sarè ligera briza de mar que acaricia tu pelo en un día de lluvia" me decías.

No, no hay cambios en el tiempo, ahora solo sequía de amor, pedazos de my alma se arrancan sin pietad.

Sólo mi paraguas me protege de los chorros helados de tus inútiles "te quiero" que aún golpean mi corazón.

RELATO 15

TOC

Marta tenía el deseo constante de estar al abrigo de la lluvia. Era su forma de expresar la necesidad de sentirse protegida. Cuando no llovía, corría a las duchas de la costa, se sentaba, y de manera repetitiva y compulsiva, pulsaba el botón para recibir su dosis de protección.

Los que conocían su historia sabían que aquella obsesión venía de las veces que tuvo que soportar a sus trastornados padres, que la obligaban a pasar horas bajo la ducha o atada a la intemperie los días de lluvia, para que limpiara sus "pecados".


sábado, 16 de noviembre de 2024

RELATOS SEMANA 235

Foto Annie Leibovitz

RELATO 1


EN EL BAR COSMOPOLITAN


Me paso media vida observando a la pareja de enfrente. 

La de Hopper. 

En la cafetería americana donde el caballero piensa qué va a tomar, sentado en un banco, con el menú en la mano. 

La camarera le va a tomar nota, aunque ya sabe lo que tomará.  

Todos los días pide lo mismo.  

Copa de helado gigante y hamburguesa doble extra de queso con patatas. 

No hay nadie más en el bar. 

Normal. Aqui es de noche ya. 

Luces de neón.  

Me dan envidia, lo reconozco.  

Al menos se tienen el uno al otro. 

No están solos, como yo.


RELATO 2


¿QUIÉN ERA?


Tras cuarenta tomas, por fin dieron por buena la secuencia más importante del anuncio de un establecimiento de comida rápida. 

_"Ven a Happy Meal y no te pasará esto"_, decía el slogan.   

La participación del chico que aparece en segundo plano fue imposición del dueño de la empresa, pero no se podía saber su identidad. 

Eran otros tiempos. No existía lo digital ni la inteligencia artificial, así que, hasta que el azar quiso que esas dos empanadillas le tapasen la cara, tuvimos que limpiar todo treinta y nueve veces. 

Ese día dimití de mi puesto de becario en la HDPCorporation.


RELATO 3


EL HOMBRE QUE SE RINDIÓ ANTE LA ESTUPIDEZ HUMANA 


Pablo aborrecía las reuniones anuales que la empresa en la que trabajaba organizaba para conocerse mejor, las Team Building. 

Dedicaban un día al año a practicar guerra con pistolas que lanzaban bolas de pintura; eliminaban estrés y fomentaban compañerismo, decían.


Pero aquel año, la actividad consistía en comer hasta hartarse y cada vez que sonara determinada canción de El Fari, debían lanzar a quién quisieran todo lo que hubiera sobre las mesas.

Pablo observó volar la comida, pensando _¿qué hago aquí?_


Días después, marchó a una pequeña isla del pacífico a cultivar Camelias. 

Se había rendido ante la estupidez humana.


RELATO 4


DE MAÑANA NO PASA


Cientos de euros guardados en mi armario bajo la promesa de "mañana empezaré". Las camisas se rien de mi desde el perchero incapaces de abrazarme como antes. Los pantalones no hay forma de metérmelos, so pena de que luego no puedan salir. Y por no hablar de lo gastado en hamburguesas, perritos y cervezas. Definitivamente de mañana no pasa que me apunte al gimnasio. No voy a admitir más excusas. No es que no tenga voluntad, es que siempre hay algo que me impide empezar 

pero claro, quién se resiste a ese pastelito que te dice "cómeme soy todo para ti'.


RELATO 5


ESTO ES LA GUERRA 


Tengo fuerza de voluntad.

Soy implacable, nadie podrá hacerme retroceder.

Día 1: 

Todo ha salido bien.

El plan ha sido ejecutado a la perfección.

Ni un solo fallo.

Estoy orgulloso de mí.

Día 2: 

Otra victoria. No he cedido a las tentaciones. 

Día 8:

Empiezo a flaquear, pero no voy a rendirme, esa palabra no figura en mi vocabulario.

Día 15:

Escalofríos incontrolables recorren mi cuerpo, debo aguantar. 

Día 21:

Estoy débil, creo que ha llegado mi final, aunque no me rindo.

Día 30:

Veo visiones, lluvia de comida basura, hamburguesas, refrescos, patatas fritas...

Me estoy volviendo loco!!!

Día 32:

A la porra TODO.

Dejo la dieta.


RELATO 6


SAPERE AUDE


Trescientos años después, Juan era un valiente fan de Kant. 

Aun cuando todo era adverso al saber y la desinformación gobernaba el mundo, la razón dirigía su vida.

Podrían volar irracionalmente vasos y tortitas, pero su fe en el ser humano seguiría inquebrantable. Confiaba en la humanidad. 

Pudo demostrarlo cuando sucedió aquello. El agua reventó calles enteras, sumergiendo a los pueblos en el fango. 

Y del mismo fango surgieron hordas de jóvenes que ayudaron día tras día, noche tras noche, demostrando que el sentido de la vida no lo da lo que pensamos, sino lo que hacemos. 

Como decía Kant.

RELATO 7


MISTER PROPER 


Me gusta compartir las tareas del hogar, reconozco que disfruto y además soy ordenado. También lo hago porque los dos trabajamos. Lo que no soporto es sentirme el centro de atención cada vez que salimos a cenar con los amigos, porque Lucía, mi mujer, no encuentra otro tema de conversación que lo maravilloso que soy en casa con la limpieza. 


Clavo mi mirada sobre ella para que se calle de una vez, porque ellas, me miran como si fuera un adorable peluche, y ellos, todo lo contrario, como un apestado. Y yo, siento el deseo de mandarlo todo a tomar...

RELATO 8


MEJOR NO


Estábamos celebrando el cumpleaños del pequeño de nuestros tres hijos en el mismo restaurante rancio de comida rápida al que íbamos siempre. 

El ensordecedor griterío, los vasos volando, una camarera que tropieza y cae,... puro caos. 


-Tomás, cariño, ¿no te parece tierno que vengamos al restaurante donde nos conocimos?


+ Sí cielo... extasiado me hallo. - Dijo sarcástico.


****


Tras contemplar toda la vida que le esperaba con Susana, su mente regresó a la cita.


-¡Qué rica está la hamburguesa! Gracias por traerme. Lo estoy pasando muy bien. ¿Nos vemos entonces el viernes que viene? - preguntó Susana ilusionada.


+ Mmm... Lo siento, estaré ocupado.


RELATO 9


MARCOS


Aunque en aquella promoción todos éramos bastante mediocres, decidimos ponerle a prueba. Ni siquiera así conseguimos derrotar su infinita paciencia.


Marcos dejó el tenedor, se levantó y recogió los vasos y las decenas de tortitas que surcaban la sala de un lado a otro. Se sentó de nuevo, abrió la boca y, exultante, casi exuberante, engulló de un solo bocado la última que quedaba aún en el aire dirigiéndose hacia su desafiante rostro.


Todos los profesores, en la escuela de superhéroes, sabíamos que era rápido, pero aquel día dejó claro que era mejor que todos nosotros.

RELATO 10


ERA HAMBRE


Desde el jardín de infancia éramos inseparables, pero ella se volvió un mantra de vida sana. Matcha batido, avena, meditación... hasta la cara se le fue afinando, ¡de acelga!

Yo, en cambio, soñaba con lomitos, choripanes, hamburguesas y vasos bien azucarados de gaseosa.

El final llegó una mañana. Me sirvió un tazón de avena con leche de soja, y ahí me di cuenta: no era amor, era hambre. Dejé la cuchara, la miré con pesar y me fui. En el bar de la esquina me pedí una tostada de lomo en manteca. Fue el desayuno más libre de mi vida.


RELATO 11


EL ÁRBOL MÁGICO DEL PAN


El Hada de los labios amarillos, con aurea dorada; protectora del mundo invisible de niños perdidos. Uno comía un bocadillo; un huérfano zarrapastroso le pidió compartirlo, se burló, lo tiró al barro. 

La madrina, como castigo, le convirtió en árbol: “Serás humano de nuevo cuando seas compasivo”. 

Pasaron siglos, la lluvia ácida asoló el mundo; el árbol mágico seguía en pie.

Un día, un anciano lloraba bajo sus ramas, con su nietecito hambriento.

El árbol lloró, sus lágrimas se convirtieron en el fruto del pan.

Sus frutos alimentaron y sus semillas germinaron. 

¡Volvió a ser niño, con un gran corazón!


RELATO 12


MAÑANA EMPIEZO DE NUEVO

 

Abro los ojos y por fin me siento completamente renovado. Decido celebrarlo yendo a desayunar fuera. ¡Hoy va a ser un buen día!

 

En la cafetería hay bastante alboroto, aunque no me afecta. En poco tiempo estoy saboreando un plato abundante.

 

Una tortita aterriza en mi mesa, seguida por un vaso que se derrama a mis pies. Cuando busco al responsable, el caos ya se ha desencadenado. Todo el lugar es una amalgama de personas lanzándose comida salvajemente.

 

Dos meses de terapia contra la ira que voy a olvidar en cuanto me tome este último bocado. ¡SE VAN A CAGAAAAR!


RELATO 13


CONVERSACIÓN INSÍPIDA


Mientras hablabas, veía volar tus palabras cual comida insípida. Cada sílaba se transformaba en trozos de pan sin sal, en platos de arroz frío, en café aguado. Tus gestos semejaban tenedores que no atinaban a enganchar el interés, cuchillos sin filo que rebotaban sobre la mesa. Yo asentía, fingiendo atención, hasta me pareció sonreír, pero en realidad estaba lejos, perdido en el inequívoco vacío de tus frases, atento al sonido relajante de la lluvia que golpeaba los cristales. Entonces descubrí que cada gota parecía más humana y verdadera que la conversación en la que nos hundíamos, sin sabor ni dirección.

sábado, 9 de noviembre de 2024

RELATOS SEMANA 234

Foto: John Drysdale.

 RELATO 1


CAMINOS BIFURCADOS 

Llevaba veinte años malviviendo en la gran manzana, refugiándome del frío en el escaparate de una galería de arte.
Aquella noche debutaba una joven fotógrafa. La sala se llenó de gente opinando y alcohol elegante. 
No podía creerlo cuando vi su obra maestra, "Conexión". 
No tuve duda alguna, era el abrigo que mi madre me remendó tantos inviernos, las ovejas de mi tío y aquella carrera típica que teníamos las primas en cumpleaños. 
La pena me ahogaba, ¡qué inocente se es de niña y qué inconsciente tomando decisiones!

Me alegra que al menos una de nosotras lograra cumplir sus sueños.

RELATO 2

LA CAJITA DE LOS SUEÑOS ROTOS

Esa mujer de pelo canoso duerme entre mantas y cartones. 
Sentada en un banco, saca una foto manoseada y la introduce en una cajita, echa la llave y se la cuelga del cuello. 
Ella y sus recuerdos. 
Una leve sonrisa se dibuja en un rostro endurecido.
Va mostrando la foto, como cada día. 
"Tus hijas son preciosas.¿No sabes nada de ellas?"
Entonces, le cambia la cara. 
Sus recuerdos le pertenecen solo a ella. 
Baja la mirada, recoge sus cosas y se marcha con paso lento. 
Todos la respetan. 
No molesta.
Solo es un alma triste con efímeros momentos felices.

RELATO 3

EL GLOBO

Somos Niña y Pinta, ovejas felices.

Protagonistas del primer vuelo tripulado, acompañadas del pato Michel y del gallo Antoine, el 19 de septiembre de 1783, subimos a un gran globo aerostático que surcó los cielos de Francia.

Qué emoción, suspendidas en el aire, contemplando a nuestras hermanas que pastaban abajo, pequeñas manchas blancas sobre la hierba verde. 

Cuando aterrizamos, balaban «felicidades, enhorabuena!» a las primeras ovejas voladoras. 

La asombrosa hazaña de los hermanos Mongolfier, se había cumplido, empezaba una nueva era.

Ahora, para aliviar la tensión del vuelo jugamos al «caballo al galope» con sus hijitas, divirtiéndose un montón.

RELATO 4

ANIMALADAS

En un prado vibrante, aquellas dos corrían a toda velocidad, sintiendo el aire fresco acariciar su rizada cabellera. Martina y Gadea disfrutaban como si el universo estuviera a punto de extinguirse.

Con cada zancada, sus corazones se llenaban de una alegría pura e inigualable, y en la carrera olvidaban su dura rutina. Ahora sí, en ese preciso momento, eran las verdaderas protagonistas de una borrachera de libertad.

El mundo se extendía infinito ante ellas, mientras un par de estúpidas humanas, subidas en sus lomos, sonreían pensando que estaban al mando. Que ingenuas.

RELATO 5

MENUDA FIESTA

Aquellos días visitábamos a la familia de la Tata. Su hermana había muerto y tuvo que cargar con nosotros, pues Mamá y Papá habían salido de crucero, 
El funeral fue muy aburrido. 
La juerga empezó con las gallinas, que montaron su propia orquesta. Se unieron dos perros que se mordían la cola haciendo volteretas. Estábamos exhaustas, pero aparecieron ellas, dos ovejas gordas que nos pidieron subir a sus lomos.
Si no llega a ser por el charco de los puercos, seguiríamos trotando. Los rizos de mi hermana olieron a mierda una semana.
Total, nos aburría ser quienes éramos.

RELATO 6

SER JEFE ES FÁCIL SI SABES CÓMO 

Dos hermanas jugaban a las carreras montando a sus domesticadas ovejas en la explotación agrícola familiar. La que ganaba, felicitaba y abrazaba con ternura a su ovino. La que perdía lo golpeaba y menospreciaba. Los triunfos se alternaban con frecuencia, pasando del amor al odio tan a menudo que los animales temían la llegada del momento porque desconocían cómo debían actuar.
Cuando heredaron la finca continuaron con el mismo modelo de gestión de empleados aprendido durante las competiciones: conseguir objetivos con el esfuerzo ajeno sin formarlos previamente o culparlos por su fracaso.
Hoy recogen el premio de empresarias del año.

RELATO 7

EL VIENTO ARRASTRA. ADIÓS 

Arrastra el viento la nieve soleada marcada por juegos infantiles.
Arrastra el viento travesuras.
Arrastra el viento la hoja, antes prendida en el pelo alborotado de una niña.
Arrastra el viento, tus corretear tras los gatos.
Arrastra el viento tus juguetones juegos, con niños.
Arrastra el viento momentos vividos.
Arrastra el viento, tu alegre gua gua.
Arrastra el viento, recuerdos de tu colita moviéndose.
Arrastra el viento tu mirada fiel.
Arrastra el viento mis lágrimas, viéndote alejarte mi querido Zorrito. 
Arrastra el viento tu alma al cielo de los perritos, mientras sostengo tu cuerpo inerte.

RELATO 8

QUE PARE EL MUNDO, QUE YO ME BAJO

Mis amigos y yo pasábamos el año deseando la llegada de los feriantes con sus cacharritos. El tiovivo era nuestro preferido. Cada uno saltaba sobre la espalda de su animal favorito, conquistando el viento con una sonrisa.
 
Con el tiempo, aquel carrusel se me antoja un campo de entrenamiento, divertido, eso sí, pero en el que nuestros mayores, sin saberlo, nos amaestraban para ser dóciles. No les culpo, ellos mismos lo fueron.

Hoy me bajo del carrusel sabiendo que me caeré en cuanto ponga un pie en el suelo, pero segura de que me levantaré más fuerte y más libre.

RELATO 9

EL RUIDO BLANCO DE LA LLUVIA

Se rompió el cielo y comenzó a diluviar sin tregua. El invierno era muy frío y húmedo. Inventábamos juegos para distraernos, mamá nos leía cuentos junto a la chimenea, nos acostábamos pronto. Un día el ruido blanco de la lluvia cesó y nos empujó fuera de casa, locas por correr campo a través. Pero el suelo embarrado nos atrapaba y apenas podíamos movernos. Mi hermana señaló, giré la cabeza y vi un manso rebaño pastando tranquilamente. No sé cómo lo hicimos, el caso es que montamos sobre las primeras ovejas que pillamos y… ¡dos amazonas victoriosas volaron con el viento!


RELATO 10

DIVERSION SIN MALDAD

Hemos hecho muchas tonterías en la vida pero de nadie nos burlamos, sólo queríamos divertirnos. 

Eramos unas cabezas locas sin maldad. 

Vivíamos el momento según lo entendiamos y... "pelillos a la mar".

Hoy, es verdad que un poco más centrada, me río de mi misma y siempre les diré a mis hijos que sean libres, naturales, espontáneos y que para hacer una gracia no hace falta reirse de los demás. 

Pero por Dios, aquélla fotografía, confieso que tendré que estrujar mi imaginación para justificarme. 

No paro de reírme al verla. 

Ah, se me olvidaba, al final gané yo la carrera.

RELATO 11

El REGALO DEL ABUELO 

Mis abuelos eran guardeses de una gran finca a las afueras de Londres.
Los dueños eran casi de la realeza. Los niños aristócratas montaban en ponis, y los adolescentes a caballo.
A mi hermana y a mí se nos salían los ojos de las órbitas cuando, desde lejos, los veíamos, y a nuestro Abu, las lágrimas.
Por eso, cuando una tarde nos llevó al prado y nos subió a dos enormes y esponjosas ovejas, nos quisimos morir de la felicidad, la risa y las cosquillas del viento en nuestras caritas sonrosadas, cuando arrancaron en una veloz carrera por el prado.

RELATO 12

LA OVEJA QUE QUIERE SER CONTADA

Antiguamente se recomendaba contar ovejas para conciliar el sueño.
Mi amiga y yo éramos habituales en las noches de madres desveladas, médicos de guardia en su tiempo de descanso, estudiantes...
Nos contaban con angustia, con esperanza o con desinterés y cuando se dormían desaparecíamos.

Mi amiga no añora aquellos tiempos; yo sí. 
Sobretodo a una preciosa niña y su amiga imaginaria, que nos contaban con gracia y desparpajo. Nos montaban, nos hacían trotar, nos abrazaban como sólo un niño sabe hacerlo.
Acabábamos agotadas pero merecía la pena.

Yo reivindico que me cuenten. La melatonina en gominolas está sobrevalorada.



RELATO 13

A GALOPAR

Jeniffer, había emigrado a Estados Unidos con su marido, y Dorothy, siguió viviendo en la finca familiar. En las cartas que se escribían, las dos echaban de menos los días de juegos de infancia en las praderas. 

Jenifer, después de más de diez años sin volver a Inglaterra, un día regresó.

Al reencontrarse, la reacción de ambas fue exactamente la misma, correr a las cuadras a ensillar a los caballos para volver a cabalgar juntas. Con una sola mirada, sus espíritus infantiles volvieron a brotar. 

Aquellos caballos se convirtieron en carneros, y ellas, en dos niñas con el espíritu libre.

RELATO 14

IGUAL

Recuerdo aquellos días en los que deseábamos terminar con nuestras pocas obligaciones para poder entregarnos a una nueva aventura. 

Qué bien se nos daba ponermos el traje de heroínas y superar cada desafío. Descubrimos reinos, rompimos maleficios, combatimos contra feroces criaturas y corrimos como el viento sobre nuestros ovejicornios mágicos.

Dejamos atrás nuestra infancia, crecimos y adquirimos responsabilidades ineludibles. Ay amiga, a veces desearía volver a revivir aquel tiempo. Sin embargo, me doy cuenta de que nada ha cambiado demasiado porque todo lo importante sigue igual.

RELATO 15

IRONÍAS DEL DESTINO

Sabrina y Selena amaban la velocidad desde pequeñas.
Juntaron sus vidas y sus destinos desde aquel día en el que participaron juntas en las carreras de borregos siendo las únicas niñas del certamen.
La velocidad era su pasión, las envolvía y las hacía vivir intensamente, siempre juntas, siempre libres.
Su ultimo rally fue por la campiña que las vio crecer, Sabrina llegó sola a meta.
Un borrego las unió y otro las separó... ironías del destino.

sábado, 2 de noviembre de 2024

RELATOS SEMANA 233

Fotografía: Dorothea Lange


RELATO 1

BARCELONA 1938

Con los bombardeos les fueron arrebatos su hogar, un marido y un padre.

Muchas como ella deambulaban por la ciudad de la mano de sus hijos en busca de echarse algo a la boca. A ella, el miedo y la incertidumbre le encogían el corazón y el estómago.  

¿Dónde comerían esta noche? 
¿Dónde los podría abrigar del frío?

Aquella mirada perdida, se esforzaba en dibujar una sonrisa cuando sus hijos la miraban intuyendo su angustia.

La esperanza les llegaría después de la tormenta. Alimentados, arropados y protegidos por un grupo de vecinos y combatientes, emprenderían el camino hacia la frontera.

RELATO 2

MANOS A LA OBRA
 
Esto se está yendo de las manos y no sé cómo ponerle remedio. La idea fue mía, por lo que me siento parcialmente responsable de haber llegado a este punto.
 
Sin embargo, los niños no quieren seguir y yo estoy agotada de supervisarles y ayudar. No creo ni que pueda salvar nada de lo que llevamos puesto.
 
¿Cómo le digo a mi marido que a ninguno nos interesa construir un caminito de piedras que desemboque en una fuente rodeada de gnomos de jardín?
 
Cuando sugerí que sería conveniente hacer algo en familia no me refería a esto precisamente…

RELATO 3

COMPASIÓN 

Podría escribir todo un tratado sobre la condición humana, de cómo unos pasan con prisa y otros bajan la mirada, temerosos de que nuestra pobreza sea contagiosa. Estoy aquí, sentada desde las diez, en la puerta del supermercado, con mis dos pequeños, aprendiendo cada día que la compasión es un bien escaso. A veces, una mano se tiende, rápida y casi furtiva, dejándonos un par de monedas. Otras, alguien murmura una disculpa, como si ser pobre fuera un fallo propio y no del mundo. 
Aprendo que, en esta sociedad, la empatía es un bien que pocos pueden permitirse.

RELATO 4

LA MIRADA 

Su boca acalló, su mirada desnudó su alma.

RELATO 5

BRUMOSA LUZ NOCTURNA

La niña que soy es más vieja que mi edad. El abandono de mi madre, el hambre… fueron el máster de fin de carrera que me abrió las puertas para sobrevivir. A mis trece años llevo desconchados tacones de charol y carmín en los labios. A veces me cubro con un sombrero de hombre y me vuelvo intimidante. Es necesario llevar sustento a casa, hay una hermana pequeña que proteger de la calle. Y mientras la vida pasa, las frías noches me acompañan bajo la brumosa luz de una farola, donde conseguir créditos para la auténtica carrera de su vida.


 RELATO 6


EL COMIENZO DE TODO. 
EL FINAL DE UNA VIDA

Quién lo iba a decir esta mañana cuando salió apresurada, se inclinó sobre su madre, sentada en el butacón de terciopelo, para darle el que sería su último beso.

Claudia volvió a casa, sonaba "Lascia Ch'io Pianga" de María Callas.

A esas horas era normal entrar acompañada de ruido, y su madre haciendo la misma pregunta: ¿eres tú hija mía?

Hoy no hubo pregunta. 
Su madre, yacía inerte sobre la cama, sostenía entre sus manos, unas fotografías amarillentas de mis abuelos en Madrid del año 1936, del mes de Julio… 

El amor es un viaje sin boleto de vuelta.

RELATO 7

NO SOY DE ESTE MUNDO

Desde su nacimiento fue considerada una niña rara. La mirada soñadora, siempre perdida, sin variaciones en su rostro, la hacían parecer fría y distante. Sin preguntarle, la casaron con su primo para no partir la heredad de sus padres y tíos. Tuvo seis embarazos y tres hijos, por los que no sentía nada más que lástima. Su cuerpo, estragado por tantos partos y embarazos fallidos, le pasó factura y quedó imposibilitada para cualquier cosa que no fuera perderse en ensoñaciones y pensamientos secretos. Pensamientos que la llevaban a un mundo donde podía ser ella misma, feliz, libre y sin ataduras.

RELATO 8

EL CABALLO DE MILDRED

Los niños no tenían colegio y las tardes de estío eran interminables.
Mildred inventaba juegos para sus hijos que rápidamente quedaban obsoletos, hasta que ideó un plan infalible. 
En los prados cercanos a su rancho, cada atardecer aparecía una manada de caballos salvajes.
Mildred contó que a veces aparecía un caballo dorado y quién lo viera, sería afortunado por siempre jamás. 
Cada tarde esperaban a la manada que, con su galope, provocaba una polvareda tal que los niños tenían que esconder sus cabecitas.
Mildred mantenía fija su mirada.
En lo más profundo de su ser, anhelaba ver aquel caballo dorado.
RELATO 9

FIEL A NUESTRA CITA

Hola mi amor, hoy es nuestro aniversario ¿te acuerdas? 
Como cada año te escribo aunque luego deposite la carta en la vieja caja de madera que tanto te gustaba. 
Te sigo queriendo, lo sabes ¿verdad?
Te extraño cada día aunque hoy ya no estés aquí. 
Ellos, te sorprenderías, en cada uno hay un gesto, algo de ti que nunca se irá. 
Nos dejaste demasiado pronto y te llevaste para siempre mi corazón. 
Vivo… sí, pero no hay día que no imagine cómo sería mi vida contigo.
Hoy, en mi ancianidad te lloro, cosas de viejos, qué le vamos a hacer.

RELATO 10

UNA INCURSIÓN REAL

Después del desastre que había truncado miles de vidas, apoyada en la complicidad de guardaespaldas de mi confianza, decidí acudir allí donde todo había empezado. Salimos y llegamos de incógnito. Necesitaba sentir de primera mano lo ocurrido. Cubiertos de barro, caminábamos entre el lodazal y la incertidumbre, entre la generosidad y el vacío, cuando una mujer me pidió que cuidara de sus hijos para buscar algo que darles de comer. Mientras ellos se refugiaban en mí, y el más pequeño dormía entre mis brazos, supe que reinar es una palabra vacía si no puedes ser una más entre tu gente.

RELATO 11

CARESTÍA

Sentada y a salvo contemplo el lento e inexorable fluir del río, que avanza firme e indemne, hasta morir en la mar. 
La corriente me los arrebató de mis brazos, tan rápida como rápido silenció sus angustiados gritos. 
Luché toda la noche por aferrarme a la vida. Desolada y rota, erré más allá del tiempo, en una oscuridad de cañas y barro.
Al despuntar el alba, los hallé; fríos, inmóviles y... vivos. Los abracé con lágrimas secas y el alma quebrada.
Estoy feliz. Lo he perdido todo, todo; y sin embargo los tengo a ellos, y eso es cuanto necesito.

RELATO 12

POSGUERRA 

Fuimos de vacaciones a Stuttgart y encontramos un apartamento de otra epoca. Una escalera amplia que llevaba a unos apartamentos limpios, con una decoración sobria. Las cortinas a media asta para que no te vieran los vecinos pero entrara luz, una cocina sencilla, con cubiertos de acero, pesados, higiénicos. Había alguna foto pero aquella en especial, madre con sus hijos, te hacía estremecer porque podías comprender la vida limitada, llena de hollín y pesares que debían haber pasado. Se habla de la reconstrucción de un país después de una guerra, en la foto se vislumbra la desesperación para mantener las pocas piezas que quedan, unidas.

RELATO 13

AMOR

El simple vuelo de una mariposa o el reflejo de un rayo de sol le maravillaba. Se descubría hinchado como un globo, licuado hasta un zumo empalagoso. Notaba hormigas en su tripa y buscaba su cara en todas las mujeres.
Se dio cuenta de lo que le estaba ocurriendo. Pero fue tarde para ella, ya no había remedio. La había acuchillado hasta dejarla sin vida.
Ahora sabía que la quería. Reconocía el sentimiento, lo había vivido antes.
Porque hasta el ser más abominable ha sido amado.
Por su madre

RELATO 14

CORTANDO EL POLVO

En un campamento de refugiados polvoriento, María, una madre de dos hijos, se encontraba sumida en sus pensamientos. Los niños, exhaustos, se acurrucaban a su lado, buscando consuelo. La incertidumbre del futuro la atormentaba.

De repente, se escuchó: "¡Corten!". Las cámaras se apagaron.

Sonia Diva, una talentosa actriz, no sonrió al elenco, se quitó de encima a los niños casi a empujones y se fue a su camerino farfullando necedades.

La muy hija de puta había bordado la escena.