sábado, 28 de septiembre de 2024

RELATOS SEMANA 228

 

Foto Kerstin D.


RELATO 1


LA SOLEDAD DE LA PANTALLA

Angélica se marchó de la fiesta temprano. Quería coger el último tren, estar sola para responder a sus palabras. Abrirse en canal en un mensaje, mostrar sus sentimientos sin tapujos.
Ella se sabía amada por un ser especial. 
Al amanecer, el inspector metió el teléfono en una bolsa de pruebas. Faltaba el análisis de ADN, pero parecía otro caso del "asesino de la IA", que engatusaba a sus víctimas con "alter ego" virtuales, cebos para la desdicha. 
Preguntados sus amigos, ninguno sabía de la situación ni de la relación ficticia, pero todos habían sentido que se alejaba. 
Hasta desaparecer.

RELATO 2

EL VIEJO Y LA GUAPA

¿Guapa? Sí, como sólo lo son las veinteañeras, pelo suelto, camiseta ajustada, piernas afiladas.

Sus ojos fijos dentro del mundo virtual de su móvil, esperaba en la parada de metro en una estación cualquiera, de un Oeste real. 

El viejo la observaba en silencio, viendo la película de su propria vida corriendo ante él.

Muchos años antes, estaba apoyado en los mismos pilares de aquella estación.

Cerró los ojos, había un chaval, pelo largo, vaqueros, guitarra y bota tejana, un cajón lleno de canciones y sueños. 

¿Viejo? Sí, en su bolsillo una lágrima y las ilusiones perdidas.

RELATO 3

LOS ÁNGELES NEGROS

Acababan de mudarse. Clara tuvo que matricularse en aquel instituto lleno de reglas no escritas.
Para ser aceptada debía unirse a los Ángeles Negros. El ingreso dependía de tres pruebas: robar una foto del director sin ser vista, levantarse en plena clase y marcharse dando un portazo, y la última, la definitiva. 
Le darían instrucciones en Lamberet Station. Su corazón latía frenéticamente cuando recibió el audio: 

–Espera en el centro de la vía hasta que el tren aparezca.

Al ver acercarse la luz en el tunel el terror la invadió. Sabía que, si no subía a tiempo, todo acabaría aquí.

RELATO 4

LA CIUDAD AZUL

En la estación de metro de Varsovia, junto a las vías del tren alguien desplegó un piano gigante, una alfombra musical que sonaba cuando presionabas sus teclas con los pies.
Pero, por increíble que parezca, nadie lo vio ni lo escuchó, pues todos esperaban al tren ensimismados con las notificaciones e historias de otros, olvidando así su propia historia.
Se enteraron al día siguiente, cuando lo vieron publicado en Instagram. Fue tal el desconcierto y descontento de todos los que allí estaban, que, con furia, arrojaron sus móviles a la papelera más cercana, inundando la ciudad de luces azules parpadeantes.

RELATO 5

DESPISTE MORTAL

Llevaba unos días de locos. Habíamos estado en casa de Charly preparando el TFG y no había tiempo ni de ver las noticias. El metro no llegaba, pero yo seguía revisando la documentación para que la Universidad no me pusiera pegas. Me asombraba que no hubiera nadie y me quité los cascos. Un silencio sepulcral me sobresaltó. ¿Qué estaba pasando? Me recordaba a una película, pero no recordaba su título y de repente empezaron a sonar las alarmas del metro y una voz de ultratumba declaraba el estado de alarma por Covid. Ya nunca pude salir de aquel anden.

RELATO 6

EL TREN DE LA VIDA.

El tren partía de la estación, Elena miraba a su madre desde la ventanilla.
Aurora inmóvil en el andén con la vista perdida en el horizonte. 
Se había despedido de la persona que más quería, su vida quedaba huérfana. 
La cabeza comenzó a dolerle con fuerza.
Ya en casa pensó cómo viviría a partir de ahora. 
Su marido falleció.
Su hija, que era su alegría, su único motivo para vivir, se había ido al extranjero.
Sin moverse del sofá, cogió una manta, se tapó y esperó a que el sueño la venciera o la venciera la vida, le daba igual.

RELATO 7

NUEVO COMIENZO
 
Me sentí observada desde el momento en que dejé atrás aquella infernal edificación. La aparente sensación de libertad se desvaneció conforme repasaba las rigurosas indicaciones que debía seguir. La más importante: no interactuar con nadie hasta llegar al lugar indicado.
 
A través de un oscuro ascensor accedí a un andén. Confiaba encontrar a alguien más en mi situación, pero la única que esperaba era yo.
 
De repente, un vídeo ocupó toda la pantalla del dispositivo que sostenía: “Bienvenida a Reborn Rails. Si está viendo este vídeo es porque han intercambiado su condena por un apasionante nuevo comienzo. Escuche atentamente porque…”

RELATO 8

METAVERSO 

Sumergida en la adicción a los videojuegos, nada parecía interesarle fuera de la pantalla.

Había perdido el miedo a la oscuridad, a la madrugada, a las más peligrosas situaciones. Resultaba extraño ver la relajación con la que jugaba, completamente ajena a todo...

¿Por qué actuaba de esta forma? ¿Por qué ponía en riesgo su seguridad? Lo inevitable estaba a punto de suceder. Un joven encapuchado pasó corriendo, arrancándole de las manos su tablet.

Ella simplemente lo miró soltando una gran carcajada, diciéndole...

¿¿¿Dónde vas imbécil??? ¡Si estás prisionero en mi _Metaverso_ y en el próximo nivel serás fulminado por mi rayo!

Idiota...

RELATO 9

MI REFUGIO

Hay una paz extraña en una estación de metro vacía, parecida a la que hay en un aula antes de que lleguen los alumnos o en una sala de conciertos antes de que acuda el público. 
No es la misma paz que cuando se van, porque entonces queda flotando algo que no se ve, que reverbera. 
Por eso llego siempre temprano. 
Me gusta sentir cómo se despereza el silencio despertado por los pasos de los primeros pasajeros.
La paz de los sitios antes del ruido es una cápsula invisible donde me refugio para después poder caminar entre el caos.

RELATO 10

NO DEJES PASAR UN TREN QUE QUIERAS COGER. 

Todas las noches a la misma hora la veía bajar las escaleras, apoyarse en la misma columna y coger el metro de las 9:13. Eran mis cinco minutos preferidos del día. 

Sentía una irrefrenable atracción hacia todo su ser; su pelo, su forma de andar, su mirada... Un día pareció que me miraba en lontananza, ¡hasta estuve a punto de cruzar las vías absolutamente hipnotizado por sus profundos ojos marrones!

Ayer noche volví a verla, pelo suelto, sandalias, top negro, short blanco, estaba preciosa. El metro se interpuso otra vez entre nosotros. Lo intentaría mañana, ¿tendría otra oportunidad?

RELATO 11

CONSCIENTE

Suena una canción 
Que me recuerda a ti
Habla de nuestro amor 
Sin final feliz.

Tus silencios decían 
Hay otra en mi lugar
Por mucho que insistí 
No volviste jamás.

Las reglas de la vida 
No las puedo cambiar
Y has de reconocer 
Lo nuestro fue verdad.

Ahora toca aceptar
Dejé de competir
No es por falta de amor
Es por respeto a mí.

Tiempo de decisión
Hablo al contestador
Admitiendo el final
Consciente digo adiós.

RELATO 12

SUEÑOS EN EL TREN DE MEDIANOCHE 

Solo, en el tren de medianoche, se adormilaba y leía.
Vio la fotografía de una joven en el periódico. Leyó: “Lo último que ella hizo fue llamarme desde la estación del tren”, declaró su novio.
“¡Señor!”
Le llamó una voz suave.
Era la chica de la fotografía.
La miró interrogante. 
Se vio rodeado de letras.
“Usted trató de evitar que me tirara a las vías del tren. Lo arrastré conmigo”.
Ahora solo somos recuerdos en un papel.

RELATO 13

EL "GLAMUR" DEL UNIFORME 

Crecí viendo series policíacas, me obsesionaba convertirme en héroe.
A que engañarme, también admiraba el porte y empaque que da el uniforme. Con 16 años soñaba que embobaría a la que era mi novieta, le pediría matrimonio a lo oficial y caballero. Muy romántico todo.
Pasó el tiempo y sí, soy policía, y de los buenos.
Por eso, no termino de entender qué coño hago en el metro, disfrazado de guiri rubia, en pantalón corto acechando a una presunta mafia de traficantes de armas...
Ostras, aquella del otro lado de la vía es mi mujer...
Disimula Alfredo, disimula, agacha la cabeza...

RELATO FUERA DE CONCURSO 

VIDAS CRUZADAS

_-Ahí está otra vez-_, dijo Paco a su compañero señalando uno de los monitores.

_-¿Tan seguro estás de que es ella? Parece demasiado joven-_, contestó Rubén. 

_-Eso es porque ya tenemos una edad, pero estoy seguro de que es ella. ¡Tengo que decírselo! Ahora vuelvo-_, dijo Paco saliendo de la garita de vigilancia. 

Después de un par de minutos, Rubén vio en el monitor cómo su compañero se acercaba a la joven. Hablaron unos minutos. Cuando llegó el tren, se abrazaron antes de que ella subiese al vagón.
Paco tenía razón: aquella joven doctora salvó la vida de su hermano.

sábado, 21 de septiembre de 2024

RELATOS SEMANA 227

Foto Pierre Botte

 RELATO 1


EL BAILE DE LAS MARIPOSAS

Al final del jardín se hallaba el viejo invernadero, caliente y con olor a fruta madura. Violet revive miles de horas en ese palacio de cristal del que colgaban incontables capullos de seda mientras un corro de mariposas de exóticos colores bailaba a su alrededor.

Hoy reconoce que, tras sus muchos errores, para seguir adelante tendrá que transformarse como hacían sus viejos compañeros de baile, los lepidópteros. Hace tiempo dejó de ser el centro de atención, sólo le queda un amigo que la escuche pacientemente. Se acepta, sonríe, sabe que su pequeño ángel guardará el secreto de sus pecados eternamente.

RELATO 2

CUANDO EL AMOR ES SILENCIO 

Él, una estatua inanimada, todos los días la veía pasar.
Ella, con sus finos tacones, hacía crujir las otoñales hojas, bajo el peso de sus larguísimas piernas, deslizándose cual pantera. Reía cantarina, llenando el parque de notas musicales.
Su cabellera, agitada por el viento, acariciaba en ocasiones, la inerte piedra.
Algunas veces colgaba su chaqueta, sin darse cuenta, sobre la angelical figura, impregnándole su perfume.
Con un desconocido, la vio amarse, bajo su pedestal. Fue testigo de esa felicidad.
Él, una escultura; desde el silencioso dolor siempre seguiría amándola.

RELATO 3

TODO LLEGA

La fiesta de fin de rodaje estaba teniendo tanto éxito como el que se esperaba de la película. El alcohol y las drogas circulaban con velocidad, si bien estas últimas con moderada discreción.
 
Una de las actrices se alejó de la muchedumbre para celebrar lo que pronto sucedería.
 
“Muerta por sobredosis”.
 
Jamás volvería a robarle un papel. En cualquier momento su corazón dejaría de latir. Entre risas, reparó en una estatua que la observaba e imitó su gesto.
 
“Lo sé, nadie puede saber que ha sido cosa mía”.
 
Continuó riendo mientras, a lo lejos, la actriz protagonista se desplomaba.

RELATO 4

NÁYADE LIBERADA

En su mundo, los antepasados definían el destino. Ser hija de tal o de cual proporcionaba un status al que ella nunca tuvo acceso, pues no conoció a sus padres ni oyó hablar de ellos.

Pronto descubrió que no saber su procedencia la hacía libre, y aquello le parecía más valioso que un nombre en una sociedad que enfermaba al mismo ritmo que las aguas que habitaba. 

Protegida por la oscuridad de las noches sin luna, salía a buscar lugares nuevos. Cuando encontró aquel lago, nunca volvió atrás. Solo los seres fantásticos que vivían en su orilla sabían su secreto.

RELATO 5

ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO 


Hablaban Luzbel y Lilith: el ser de luz, le decía, soberbiamente, debes callar y bajar la cabeza ante mí, mujer, pertenecí a la cohorte del magnífico arcángel Miguel.
Puedo destruir ciudades enteras... Corromper a la humanidad...
Y tú? Qué tienes tú más que yo, simple mujer.
Y ella le respondió: ssshhh, yo, ángel, poseo el poder de hacer inclinar las testas de los hombres más poderosos del mundo.
Puedo, a un chasquido de mis dedos ponerlos a mis pies y beneficiarme de ellos.
Ah sí? Dice el ángel.
Y ese poder, dónde lo tienes ?
Entre mis sienes y mis piernas.

RELATO 6

AFRODITA 

Observo a mi hijo Eros esculpido, y descubro que solo conseguís reflejar evidencias de la imagen que habéis creado de nosotros, los dioses del Olimpo.  
Aun siendo la diosa de la belleza, no puedo evitar hacerlo con ojos de madre. Mi hijo representa el amor, pero no captáis el auténtico significado de su característica divina. Él lo representa en todas sus formas, no solo en la carnal. 
En su mirada, solo reflejáis lo pícaro, obviando su capacidad de ver el interior de los corazones. 

Intentáis, sin éxito, representar lo divino pero, para nosotros, solo sois simples mortales. 

No os ofendáis.

RELATO 7

SIN VERGÜENZA 

Los primeros días la vergüenza era un obstáculo para denunciar. Pensaba en las preguntas, en las miradas recelosas. El horror tendría forma en cada palabra pronunciada.
Quedaría escrito para siempre como prueba de lo acontecido. 
Pero no denunciar les conferiría impunidad, no tenía alternativa. 
El sentido común le decía que la vergüenza no era suya, que era de los agresores. La ignominia era del animal. La afrenta a la pureza y la bajeza, del abusador.
Fueron declarados culpables.
Saber qué estarían encerrados y pagarían por lo hecho, le permitió celebrar la vida, volver a ser ella.
Y callar muchas bocas.

RELATO 8

DISFRAZADOS DE MAYORES

La invitación al encuentro de exalumnos la inquietó. Habían pasado veinte años. Al mirarse al espejo se preguntó cómo habría sido su vida si hubiese aceptado aquel beso. En la cena se reconocieron de inmediato, eran niños disfrazados de mayores que cruzaban miradas como brasas encendidas. Tras la cena, pasearon por el jardín del local.

— Me debes un beso —dijo él, con un brillo infantil en los ojos. Unieron sus labios en un beso lento que contenía todo lo que nunca fue.

Su esposa vino a buscarlo.

Ella, a solas en aquel jardín, prometió que jamás dejaría nada por hacer.

RELATO 9

EL AMOR. EL DESPERTADOR DE LA VIDA.

El día empezó demasiado temprano, faltaban horas para que el sol levantara su vuelo, todavía reinaba la luna.  
Sentí necesidad de salir de mi cobijo, todo estaba calmado, el silencio era mi único compañero. 
Un sonido llamó mi atención, una alegre melodía, al compás. 
Sentí cosquilleos en mi estómago, las mariposas revoloteaban, se despertaron mis sentidos. 
El amor me enseñó a abrazar, besar, acariciar, amar, confiar, disfrutar la felicidad.
Por él y con él tuve vida. 
Llegó aquel día, intentando tapar con una gran sonrisa las lágrimas que se escapaban. 
Peinaba mis alas, alentando mi vuelo. 
Hoy abandono mi nido.

RELATO 10

AQUELLOS VERANOS DE LOS 80

Me encantaba salir con ella.

Cada risa compartida, cada mirada cómplice, cada palabra susurrada al oído, era un sinónimo de diversión y espontaneidad.

Las botellas de champán caían, las historias de vida se entrelazaban, los sueños se compartían, y el mundo exterior dejaba de existir.

Importaba poco que al día siguiente apenas recordáramos la noche anterior. Nos cruzábamos en la playa con nuestras _Ray-Ban_ de color negro, que disimulaban la resaca que nos acompañaba, y que a menudo, perdíamos en la arena. 

Tirados en una hamaca, se recargaba la energía suficiente para volver a vivir...

...una noche más.

RELATO 11

SHHHH...SHHHH

¡Qué harto estoy de que todo el mundo que se acerca a este rincón del jardín haga lo mismo!
En buena hora se le ocurrió al escultor ponerme con este gesto silente, preferiría haber sido un querubín alado sin más. 
Llevo aguantando confesiones secretas, que siempre acaban con el dichoso dedito en la boca, desde que me colocaron colocaron aquí.
 ¡Qué suplicio!
Si al menos tuviera un frondoso arbusto para pasar inadvertido, pero ni eso...¡el jardinero es de lo más eficiente!
Bueno, al menos hoy me ha tocado un pibón con buenas piernas.


RELATO 12

SUSPENDIDA DE LA EMOCIÓN 

Un día, al dirigirme a la cocina, algo en el jardín captó mi atención. Miré, sin saber exactamente dónde fijar la vista, hasta que observé al querubín. No sé si fue la perspectiva o si, de alguna manera, él me llamó. Me quedé pensando en él mientras mis invitados empezaban a marcharse. Ya sola en casa, lo recordé. No pude resistirme: puse cava en mi copa y me senté junto a él. En ese instante de plenitud interior, observé su rostro. Creí que era mi imaginación, pero no. Él me miró. Yo solo pude levitar.

sábado, 14 de septiembre de 2024

RELATOS SEMANA 226

Foto de Emanuele Centi

 RELATO 1


COMO EN UN CUADRO DE HOPPER

Imagínate a un perro sentado frente a la ventana de su casa, con las orejas erguidas y los ojos brillantes.

Imagínate su paciencia y su capacidad de estar presente sin exigir nada a cambio.

Imagínate su presencia tranquila y su disposición a ofrecer cariño y consuelo.

Imagínate su pureza y la nobleza de tener esa capacidad infinita de amar y cuidar.

Te he amado, y me he sentido muchas veces en soledad, como los personajes de un cuadro de Hopper.

Querida mía, voy a seguir con mi vida, porque ya he dejado de esperarte.

No soy un perro, adiós...

RELATO 2

LA ESPERA

Lo llamaba "Pequeño" porque era muy chiquito cuando lo encontró metido en una caja de zapatos, detrás del Malecón. 
Tenía una cabeza errática vencida por el devenir de las orejas. Solo se mantenía quieto cuando llovía. Los truenos y relámpagos le asustaban, de manera que su amigo partía solo a pescar. Aún con tormenta salía con la barcaza, que todavía había que pagar.
Entonces le esperaba, y solo se movía de la ventana cuando iba a aparecer, lo intuía.
Aquel día se tumbó y cruzó las patas delanteras sobre la cabeza. 
Mucho antes de que supiéramos qué había naufragado.

RELATO 3

SENDERO DE HORMIGAS

Al salir del colegio mis compañeros marchaban con sus papás. Yo empecé a irme andando triste, solo, porque mamá dejó de recogerme. La esperaba junto a la puerta de casa, observando durante horas el sendero de hormigas que pasaba por debajo del puentecito que hacía con mis dedos… hasta que apareció él. Nos miramos un rato, le llamé “¡Chico!” y se acercó feliz moviendo la cola. Con cuatro años acaricié por primera vez a mi mejor amigo. Lo supe en cuanto vi esa tímida y única mirada de cachorro, superviviente como yo. Desde entonces compartimos interminables y divertidas tardes juntos.

RELATO 4

“EL ECO DEL SILENCIO”

Apoyó su hocico contra el cristal, sintiendo la fría distancia que lo separa del mundo. Sus ojos, cansados, siguen los movimientos de la gente en el exterior, y no logra entender el porqué de su encierro. Dentro, solo hay silencio. Fuera, el viento y las risas, le parecen tan lejanos. Recuerda cuando todo era suyo: el aire, el suelo, los juegos. Ahora, solo queda el vacío en su interior. Su corazón late con un anhelo que nadie escucha, esperando, siempre esperando que alguien rompa el cristal que encierra su soledad.

RELATO 5

QUERIDO CANITO

Parece como si hubieses estado siempre en nuestras vidas. 
Te observo tumbado al sol y nada queda ya de aquel olor a basura y pelaje a parches. Esa mirada temerosa y agotada ahora duerme patas arriba, tranquilo, confiado.
Admiro tu enorme capacidad para ser en el presente. Si comes, disfrutar el alimento es tu único objetivo. Si juegas, corres, ladras, no importa nada más.
Cuánto debemos aprender de vosotros los soberbios seres humanos, que sin saber manejar nuestra parte animal, jugamos a ser dioses.
Gracias pequeño, por tu inmenso amor incondicional sin prejuicios.
Me pregunto quién salvo realmente a quién.

RELATO 6

ELLA

Se despierta con la urgencia del sol, su cabello despeinado danza en el espejo y su sonrisa ilumina mis mañanas. Me envuelve en su abrazo, acaricia mi lomo y coloca un beso entre mis ojos. Caminamos juntos; después la veo con su taza humeante, vestirse y echar a correr. 
Hay un eterno silencio hasta que vuelve.
Siento su llave en la puerta y mi nombre en el aire. Suelta el tacón en el piso, pone en sus pies los zapatos de calle. 
Ahora vuela la pelota en el campo, mi nombre en el viento y mil colores entre nuestros cuerpos.

RELATO 7

PEDIGRÍ 

Doña Josefa, su nombre había sido mancillado. 
Su fiel perrita con pedigrí se convertía en una fiera cuando le traían un perrito de acuerdo a su linaje.
Una noche la luna iluminó un hueco en la malla. Se asomó un perro callejero, con pelos pinchos por la suciedad, oliendo a barro de ciudad. Su hocico, su mirada la cautivaron. Nacieron siete perlas negras. Unas bolitas de pelo movían sus rabitos, en la calle en una caja de cartón. Sus trescientas razas impuras y su madre no interesaban a su dueña.
Lastimosamente, hambrientos, me lamieron, los recogí. Me quedé con una.

RELATO 8

BRYNA

Me llamo Bryna, que significa pequeño 
cristal de hielo, como los que se depositan en las briznas de hierba en invierno.

Solía mirar por la gran ventana los copos de nieve que cubrían la loma, mientras el fuego de la chimenea iluminaba mi hocico.

Ahora soy ceniza esparcida por nuestras montañas. A veces el aullido del viento, me devuelve el sonido de tu voz mientras corro feliz hacia ti entre el cielo y la línea de cresta.

RELATO 9

LOVE IS IN THE AIR
 
Conoce la ruta perfectamente. Es una de nuestras tradiciones cuando llega el invierno y nos encanta vivirla juntos. La cabaña es nuestro refugio, la forma en que desaparecemos por un tiempo. 
 
Dedico mucho tiempo a escribir y él, desde su lugar favorito, me observa con cariño. Todo es como siempre ha sido. 
 
Las luces de un coche captan su atención. Agudiza la mirada y distingue una silueta que se aproxima. Comienza a gruñir de forma terrorífica. 

Ha sido mala idea no contarle a mi perro que me estoy enamorando y que, posiblemente, esta costumbre será ahora cosa de tres.

RELATO 10

MI VIDA CONTIGO

Estaba sola, triste, deprimida. 
Entonces llegaste tú, transformando mi pena en alegría. 
Me sentí útil, debía cuidarte.
Convertiste mis oscuros días, de truenos y relámpagos, en un jardín de flores.
No hablabas, pero me mirabas con tus grandes ojos, que desprendían ingenuidad, confianza y agradecimiento. 
Recuperé las ganas de vivir. 
Dependías de mí, sin embargo en realidad te convertiste en mi apoyo.
No pasó una sola noche en que no te acurrucaras en mi regazo, mientras yo te acariciaba.
“Exagerada, un perro no provoca todas esas sensaciones”, decían. 
Era evidente que nunca habían cuidado, o mejor, sido cuidados, por uno.

RELATO 11

INOCENCIA 

Y allí nos quedamos los dos.
Mirando a través de la ventana viendo como caía la lluvia, mansa y cristalina, y mis lágrimas, discretas y saladas. Él se quedó, en su perruna inocencia, esperando a que volviera.
En cambio yo, sabía que no sería posible. Nunca sería como antes.
Nuestro amor humano se fue diluyendo con los años, pero el suyo, el amor perruno, era imperecedero, fiel y eterno.
Y así, mirando por la ventana, esperaba paciente e ilusionado.
Lo que yo daría por poder seguir amándolo, por quererlo como sólo un perro sabe querer aunque lo traten a puntapiés.

RELATO 12

SUPERVIVIENTE

Aku observaba el atardecer sobre la playa. 
Mientras el sol se derretía en el horizonte, Clara dio el último sorbo a su café y Aku ladró más ansioso de lo habitual. Al abrir la puerta, se alejó en una carrera frenética, hasta parar y sentarse junto a unos matorrales, esperando agitado a su dueña. Cuando intentaba tranquilizarle, Clara vio los ojos de una niña que la miraba asustada. Se sentó a su lado y, sin decir palabra, la cubrió con su chal. Pasado un rato caminaron de la mano hacia la casa.
En la playa descansaba una patera desvencijada.


sábado, 7 de septiembre de 2024

RELATOS SEMANA 225

 

Los relatos contendrán esta frase


RELATO 1

CITY OF STARS

Transparente, como un libro abierto. Se consideraba un ser muy social. Cualquier plan que incluyese a personas le entusiasmaba. Adoraba enfrascarse en largas conversaciones que empezaban en un lugar y acababan en otro muy distinto. Partidario de las relaciones que implican contacto físico y extremadamente fiel a sus tradiciones.
 
Una de ellas tenía lugar cada 14 de febrero, en su casa. Era en ese momento, y solo entonces, cuando le gustaba estar solo. Su película favorita, una copita de vino y un viaje inolvidable a la ciudad de las estrellas.

RELATO 2

LA TALEGA DE FiELTRO

A mi padre… “le gustaba estar solo”…, a veces. Ensimismado, sus manos, curtidas por el sol, manoseaban una talega de fieltro y sus acuosos ojos grises la miraban melancólicamente. Reía, mientras sus dedos repasaban el bordado de la abuela, de un escudo con una escoba y un rastrillo. Tenía un escrito: “Los blasones de nuestra humilde casa”.
Esa talega llevó comida al campo. Sirvió de maleta. Cargó libros de colegio. Escondió secretos familiares…
Hoy soy yo la que acaricio la vieja talega tratando de revivir aquellas bulliciosas tardes de estío.  
No busco la soledad, ella es mi única compañía.

RELATO 3

EL HOMBRE QUE SENTÓ CÁTEDRA

Apareció muerto en su habitación. Se decía de él, que le gustaba estar solo. 

Nadie sabía qué lo había llevado a esa vida de reclusión. La noticia de su muerte trajo consigo una mezcla de tristeza y curiosidad. En su apartamento encontraron pilas de libros y papeles llenos de notas.

Se determinó que su fallecimiento fue causado por un infarto. Nadie lo reclamó. 

Con el tiempo, la policía cedió aquel material a la Complutense. Aquellas reflexiones en papel se publicaron y sentaron las bases de cómo mejorar una sociedad en descomposición, convirtiéndose en lectura obligada en la carrera de sociología.

RELATO 4

SOLEDAD

Siempre de mi decian, "le gustaba estar solo" y es verdad, me gustaba estar retirado de todo contacto con el mundo harto de la hipocresía que siempre me rodeaba.
 
Por que admiro el silencio necesitaba recomponer el puzle de ideas que me asaltaban sin orden en mi agitada mente

En el silencio hallé reflexión 
y en la soledad, la paz que tanto añoraba.

Escapé del gentío y concentrado en mis pensamientos
mi espíritu creció. 

No hice caso de chismes ni comentarios intencionados porque
me gusta la soledad y sólo con ella descubrí 
quién era. 

Ella me alejó de mi locura.

RELATO 5

COLOR.

Sábado por la mañana.

Jaime despierta, golpea perezosamente el despertador y se tira de la cama. Toma el café frío que quedaba y con la ropa de dormir sale de casa. Termina la tediosa jornada y regresa por las baldosas desgastadas. 
Su certeza: le gusta estar solo. 

La chica que reparte folletos del restaurante se gira y chocan.
Ella ríe torpemente, él impasible.
Entonces la ve y la escena parece tomar color: mejillas sonrojadas, su falda verde, el mechón naranja en la frente. 

Domingo por la mañana.

Jaime despierta, se vuelve y un hoyuelo le saluda. 

Le gustaba estar solo.

RELATO 6

EN LAS NOCHES SIN LUNA

Al borde del otoño, el fuego del atardecer doraba las hojas, enigmas y misterios aguardaban pacientemente la oscuridad más profunda.

Los árboles son el vínculo entre el inframundo y el cielo. Sus raíces, anclas del mar verde que llamamos bosque. Lugar ambiguo, que al mismo tiempo habita el suelo con largos dedos hundidos en los abismos terrenales, tocando el cielo con largos brazos hasta donde el viento reúne su follaje oscilante en un gran abrazo.

Este el sitio donde, en las noches sin luna le gustaba estar solo, escuchando la emocionante berrea de los ciervos en celo.

RELATO 7

EL DESTINO DE UN MANCHEGO

Aprovechaba cada segundo que pasaba en la Mancha, en esos momentos le gustaba estar solo. 
Paseando esas calles empedradas solo era el hijo de la Francisca.
En cambio en Madrid, donde ya conseguía acaparar aplausos, le resultaba difícil deambular sin oír su apellido. Su bondad natural le permitía mantenerse cuerdo.
Recién estrenada la avaricia de ser querido, no quería abandonar esa playa. Sabía que la fama era fugaz y las tornas podían cambiar en cualquier momento. No había muralla que detuviera lo acordado por el destino. 
Aun así, soñaba con el "León de oro".
Tenía toda la vida por delante.

RELATO 8

EL FANTASMA DE LA SOLEDAD

Era una pieza más. 
Un elemento que a diario se confundía con el difuso entorno gris. 
Como un actor de tercera en alguna antigua y olvidada película en blanco y negro, le gustaba estar solo.
La soledad rota por algún insulto despiadado.
De rostro arrugado, arropado por una barba larga y vieja, ojos cansados que despertaban entre su andrajoso lecho de cartones usados, abandonado a su suerte.
Su presencia se diluyó como un fantasma, como se diluye el humo hasta hacerse invisible. 
La esquina quedó vacía. 
Nadie se percató de que a la ciudad ese día le faltaba un habitante.

RELATO 9

HUELLAS EN LA ARENA 

Le gustaba sentarse frente al mar y fantasear con las vidas de quienes paseaban por la orilla. 
Imaginó que la chica de pelo rizado que caminaba despacio se llamaba Irene, era estudiante y le gustaba estar sola. 
El hombre que se cruzó con Irene justo cuando ella tiraba una piedra al agua, se llamaba Alfredo, era representante comercial y su mujer le había dejado hacía unos meses.
Alfredo casi tropieza con Ana y Raquel, que eran azafatas pasando un día de descanso... 
Cuando unos enormes ojos verdes se posaron en él, supo que era el momento de volver a casa.

RELATO 10

AÑORANZA

Añoro sus silencios, sus abrazos, el tempo de sus pasos, su calma. Yo le amaba porque tenía música interior, una manera de ser trasparente y una alta sensibilidad jamás conocida. Le gustaba estar solo, concentrado mientras pintaba, entrecerrando los ojos para encontrar la siguiente pincelada. Los abría, miraba por encima del lienzo y me descubría enfrente, tumbada a su entera disposición. Sonreía y continuaba pintando mientras yo esperaba abrazar su mirada de nuevo. Entonces abandonaba la pintura para tomarme y yo le amaba aún más. 

Y heme aquí extrañando, deseando… _Debería dejar de pensarte, amor mío_, grita mi alma.