miércoles, 24 de enero de 2024

RELATOS SEMANA 192

Foto Api

 RELATO 1


¡AY PACO, LO QUE NO TE PASE A TI!

Ayer fui con Paco al bar de Tinín. 
Estaba lleno de estudiantes Erasmus. 
Paco llegó como pudo a la barra y luego fue al baño.
El camarero lo llamó para recoger el pedido, pero él no aparecía.
Los estudiantes empezaron a corear su nombre.
Cuando salió del baño, su cara era un poema. 
Yo empecé a llamarlo señalándole la barra y, de pronto, los estudiantes lo cogieron en volandas mientras coreaban:
¡ Paaaaaacooo, Paaaaaacooo ...!
Cuando regresó con su tapa en el papelillo, ¡yo no podía aguantarme la risa!.
Y Paco, aún pasmado, sólo repetía:
-- ¿Pero qué ha pasado?

RELATO 2

UNA LÁGRIMA EN LA CERVEZA

Resbala una lágrima. 
Cae sobre la espuma de la cerveza.
Saltan miles de gotas, se introducen en mis ojos, como si de una televisión se tratara veo recuerdos; Casa Aranda, sus churros, Antigua Casa de Guardia con sus vinos dulces, “Pajarete”…, el tapeo en “Mesón Lo Güeno”…                        
Se escuchan risas, murmullo, la música trasnochada; igual que la noche anterior, al marcharme, dejándote.                  
Me despediste, acristalada de estrellas, aderezada con jazmín, mar y sol. Te llevé en mi corazón.
Pasaron años, ahora me despido de la cuidad donde trabajé y formé una familia. Por fin regreso a mi Malaga del alma.

RELATO 3

UNA ALEMANA EN UN TABLAO

Tras kilométricos chats, verla en persona en la T4 me provocó una sacudida.

Como cicerone, la acompañé a un tablao flamenco con macetas, abanicos, mantillas… Un calé bailaba al compás de la guitarra y el cante jondo.

Nos animaron unas _biere_. Hanna empezó a palmear, sin arte, pero con ganas hasta gritar ¡OLÉ! con acento extranjero.

Abandonándose, arrancó a “bailar”. El bar aplaudía; su insinuante sonrisa cautivó a todos, arrollando nuestros corazones.

Marchó y no veo el momento de revivir nuevamente su alegría, mientras me sorprendo al recordar la empatía y gracia de mi adorable chica alemana, cada día.

RELATO 4

LA ÚLTIMA 

Después de veinte años casados, Pepa y Pepe habían sido felices muchas veces. Sobre todo en los momentos compartidos con otros: hijos, amigos de amigos que acaban siendo amigos comunes y algunas celebraciones familiares. Bueno, entre ellos también, pero sobre todo al principio.
Con el irreversible desgaste de los años comenzaron los desencuentros, que fueron cambiando la indulgencia por reprobación, dejando marcas invisibles.
Los tres meses de confinamiento pusieron el punto final a su relación.
Cuando fueron al abogado a recoger los papeles del divorcio quedaron previamente en el bar de siempre. Esta vez fue verdad que tomaban la última.

RELATO 5

LOS CHAVALES

Tenían unos quince años cuando quedaron por primera vez en el bar del Tato, sin saber que aquel lugar y su propietario se convertirían en testigos del devenir de sus vidas.  

Allí se reunían para celebrar los triunfos de su equipo de fútbol, sus despedidas de soltero, los nacimientos de sus hijos... incluso algún divorcio. También lloraron allí la muerte de Antonio.

Si sus paredes hablasen, podrían contar los triunfos, fracasos, penas y alegrías de cada uno de ellos.

Hoy vuelven a la mesa que Tato reserva a nombre de _Los Chavales_, para celebrar la llegada del primer nieto.

RELATO 6

LOTTO VIDA

Granada, venta a pié de carretera . Achabe, nigeriano y Moussa, maliense, se quedan aquí. Vienen de realizar distintos trabajos en Zaragoza y Madrid. Buscan climas más cálidos, como los suyos. Están indecisos si dirigirse a Huelva o Almería. 
Observan obnubilados una cesta que se rifa con toda clase de viandas, conservas, licores, quesos, embutidos...
Su rifa la ganaron al cruzar el Estrecho. Premio, sus vidas.
Les dejo unos euros y los invito a cerveza y torreznos. Son musulmanes. Me miran, se miran. Luego atacan sin piedad el tentempié. Contra hambre y necesidad no hay dios que resista .
Gira la ruleta.

RELATO 7

DIARIO DE UN CAMARERO, DÍA 78

La hora punta ha pasado y la taberna casi recupera la breve tranquilidad de su apertura.

Comienzo mi carrera de subida y bajada a la planta superior. Mientras trato de pensar en todas las horas que me quedan por delante, noto como dos habituales fijan su mirada en mí.

“Sí, yo creo que sí”, dice una de ellas. Continúo escalando peldaños. “Perdona, ¿puedes bajar y volver a subir, pero despacio?”, comenta la otra.

Obedezco sin saber qué tratan de lograr. Ambas asienten con rotundidad.

“Sí, tienes muy buen culo. Gracias”.

Mi reacción: subida de moral con un toque de acoso.

RELATO 8

BIERZO FOR EVER

El acuerdo se sella con un par de cañas y unos torreznos de Soria. Intuyen que les gustan las mismas cosas. Pasear con los perros por la alta montaña del Catoute o las rojas tierras de As Médulas y encontrar donde comer chorizo y cecina hasta que el corazón diga basta. 
Pero de eso no han hablado, la morriña del Bierzo hace daño.
Salen de la taberna "Reino de León", entre la calle E18 y la Quinta avenida, en Manhattan. Han llegado al mejor acuerdo posible, y la "Startup" pasará de uno al otro. Entre leoneses queda la cosa.

RELATO 9

UN "SIMPA" COMO DIOS MANDA

En los años ochenta, en "El tintero", chiringuito histórico de Málaga, un regimiento de camareros te ofrecían los platos vociferando las raciones. Levantabas la mano, y estabas servido. Después pasaban por las mesas, contaban los platos vacíos, y pagabas la cuenta.

La particularidad de aquella terraza de "chiringo", es que las mesas estaban sobre la arena de playa, y era muy frecuente que los "tiesos" como yo, enterrase algunos platos disimuladamente. 

Hoy en día "El tintero" sigue funcionando con su tropa de camareros tan característica, pero las mesas ahora... están a buen recaudo sobre una impenetrable solera de hormigón fratasado.

RELATO 10

GENIO Y FIGURA 

Ojú que jambre manejaba yo mare mia que al ver aquel jamon cazi derrapo al tomar aquella curva cuando los ojos me jicieron chirivita.

Er cuello la camisa con mas roña que un carbonero y er pelo "ensalibao" me dije "amo pa dentro".

Camarero!
 "Jaga usté er favo" y sírvame un platito de aquél jamonsito que paese llamarme y sírvame también una servesita que vengo muertesito de sed.

Marchando!

Veinte euritos pa usté. 

Vaya! que jambre traigo pero parne ya verá usté...

Pues si no hay parné, eah ¡con Dios! y con un billetito como este vuelva usté otra ve.

RELATO 11

A TRAVÉS DEL CRISTAL

Siempre elegía la misma esquina, aunque vendiera poco. Extendía su pequeña manta y exponía su mercancía. No era el sitio adecuado para potenciales clientes. Al contrario, la gente que pasaba por allí era bastante estirada. Malvivía en la calle desde que en la época del COVID perdiera su familia y trabajo. ¿Por qué vienes a diario a este sitio? Le pregunta su compañera de penurias. Mira, le contesta, mira ese bar, le señala el ventanal desde donde se ven cervezas frescas y ricas tapas. Ahí, ahí desayunaba yo todos los días. Ahora, me conformo con mirar a través del cristal...

RELATO 12

ADIOS DEFINITIVO

Anoche la añoraba tanto que me fui al bar donde solíamos ir cada tarde. Pedí dos cañas y brindé a su salud. Más tarde, cuando llegué a casa, me tumbé en nuestra cama y rompí a llorar. Y no sé si fue el alcohol o un cruel espejismo pero juro que la sentía respirar a mi lado.

Esta mañana, al despertar, sintiéndome de nuevo acompañado, volví al bar. Esta vez pedí dos tapas, las que más le gustaban, para ver si así ella se quedaba allí y dejaba de seguirme, que no me gusta vivir con fantasmas.

domingo, 14 de enero de 2024

RELATOS SEMANA 191

Foto: Karin Freitag

RELATO 1

ENTRE CUATRO PAREDES

Tenía en su trastero todo lo necesario para sobrevivir en las más altas cumbres, atravesar las más peligrosas junglas, protegerse del abrasador desierto, o bucear en las aguas más turbias y oscuras del mundo.

En su salón se enfrentaba a la crudeza del invierno Lapón, o a los peligros de la sabana keniata.

En su dormitorio escalaba su litera equipado con oxígeno, y protegido hasta las orejas para no morir congelado en la cumbre del Everest.

En su baño, luchaba contra las fuertes corrientes del Mekong, o las profundidades abisales oceánicas, para conseguir alimentarse.

Mi vecino era un auténtico aventurero.

RELATO 2

LA MEJOR LECCIÓN DE MI VIDA

Mi primera sesión de AA estaba pronta a comenzar. Casi todos habían llegado, todos con su teléfono como es normal. Entonces salí a fumar un porro con la chica de pelo rojo. Luego fui al lavabo y vi al monitor sentado de una forma que me impactó, pensé que estaba loco. Después de sacar un esnórquel de su boca me dijo: “a veces te sientes como un pez fuera del agua, pero en realidad sólo das vueltas en una charca, mi trabajo es ayudarte a salir, pero es necesario que nades para no volver”. Todos los días lo recuerdo.

RELATO 3

DECEPCIONES 

La vida es curiosa, ayer por la noche salimos a darlo todo, estaba preparado para comerme el mundo y después de una noche sin sentido estoy aquí pescando truños, en un baño que no conozco, respirando a través del tubo aire envenenado de mi propia borrachera y esperando que piquen. Como ayer.

RELATO 4

AGUAS OSCURAS 

Aunque todos me lo advirtieron no hice caso a nadie. Todavía no sé por qué seguí adelante, pero aquello no olía nada bien. A pesar de todo, estaba decidido a descubrir lo que aquél inframundo escondía.
El tiempo ya transcurrió y hoy, desde la experiencia que me dan las canas estoy convencido que hay cosas que aunque huelan mal debo dejarlas pasar pues lo único que puedes conseguir al echar la caña en aguas oscuras es alguna pieza que no puedas controlar. Hoy, al contrario que ayer, la sensatez guía mi vida y me he convertido en un burguesito más.

RELATO 5

DESVARÍOS DE VARIAS GENERACIONES 

Antes de que la oscuridad finalmente se lo tragara, Valentín desafiaba la realidad convirtiéndose en submarinista de cloacas, desollador de colas de ratón y creador de pergaminos sobre piel de naranja. 
Nadie podía con su poca cordura. Ni Jacinta, la enfermera y gran profesional, fue capaz de reaccionar cuando pescó el ojo postizo de su madre. 
Compartía aficiones y locura con ella, que era menos inteligente que su vástago. 
Allá por 1980 tiró su lucero derecho con intención de encontrar el tesoro, que según dejó escrito otro lúcido de la familia, estaba ubicado en las tuberías del Pazo donde vivían.
 

RELATO 6

CERRAR LA TAPA DESPUÉS DE USAR

Sentado encima del lavabo sentía las losas gélidas en mi trasero, protegido únicamente por un fino calzoncillo de algodón. Mis trémulas manos sostenían una delgada rama con un hilo anudado en la punta simulando pescar en el wc. Unas gafas de buzo culminaban este sinsentido. Inmóvil, con mis articulaciones entumecidas, sentía escalofrío. Notaba mi respiración agitada. Se me escapó un pedo. Así me tuvieron durante dos horas en mi primer día de facultad. Al sonar la campana, se dio por concluida mi novatada y pude asistir a clase de Estadística. Bienvenidos a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

RELATO 7

PESCA SEGURA 

Un joven y eminente psiquiatra llevaba una vida muy estresante: clases en la universidad, consultas en un hospital público, en una clínica privada y en su domicilio. Un colega le recomendó pescar con caña. "Mejora un 17% el estrés y la ansiedad", le dijo.
Al mes se encontraron.
—Estoy muy agradecido con tu consejo. Como no tengo tiempo practico una simulación de pesca en la casa y creo que ya estoy perfecto. Mira la foto.
—Lo entiendo, pero ¿porqué te pones gafas y tubo de bucear?
—Porque no sé nadar y me da terror imaginar que puedo caerme y ahogarme.

RELATO 8

NO ME ACOSTUMBRÉ A NO ENTENDERTE

El desorden que dejabas en mi cabeza siempre tuvo su magia. La cama permanentemente deshecha, tazas sobre el armario, colillas en la maceta…

Justificaba mi amor porque nada más me importaba. Los libros por el suelo, poesías a medias, al perro nunca encontraba… seguro dormía bajo tu ropa sobre la almohada.

Si querías relajarte, de mí te separabas. “Voy a pensar”, me decías, y durante horas no hablabas.

Me alejé para abandonar tu locura y recobrar mi cordura. Cuando volví se te había ido algo más que la cabeza; te fuiste, _mi todo_, y contigo también mi vida.

RELATO 9

DULCE CICATRIZ

La miro una y otra vez. Imposible no sonreir a pesar de protagonizar la bromita . No me desharé de ella. Es como la muesca en el revólver de un pistolero.

Colegio Mayor Universitario, en Santander. 

La novatada a un joven de Soria que jamás había visto el mar.

Serás pescador por un día, dijeron los veteranos. Y de esta guisa me inmortalizaron. Mis rocas, los lavabos. Mi mar, el agua del váter. Mi sol, la luz de un ojo patio interior

Colgaron la foto en el tablón de anuncios. Hasta mayo aguantando. 

Dulce cicatriz para una vida adulta que comenzaba.

RELATO 10

TARDE DE PREMIOS

El presidente de la comunidad no sabía cómo contentarnos e ideaba mil estrategias: Lanzaba olor a tierra mojada en los rellanos, pedía suculentos desayunos, los colocaba en bandejas con flores en cada puerta, encendía y apagaba las luces de los hogares desde la general y repartía copazos a la vez que sonaba musicote por megafonía...

Era 17 de abril del año 2020; con aquel encierro andábamos todos descolocados. 

¡La idea del premio a quien pescara más peces que dejó caer por los desagües me pareció brillante!

Pesqué dos lisas, me hice un en blanco. 

Aquel caldo tenía un sabor dudoso.

RELATO 11


ALOHA

Un sinfín de momentos se van reproduciendo lentamente en mi cabeza. Sigo sin entender cómo ha podido pasar, o cómo no lo vi venir. Cinco años… Joder, casi dos mil días. ¿No podía haberlo hecho antes de tenerme esperando en el altar? Plantado, humillado y destrozado.
 
Adiós a nuestro proyecto de vida, a bucear con las tortugas y a tomar mai tais bajo el sol hawaiano.   
 
Sólo tengo fuerzas para intentar recuperar mi dignidad y mi cordura. Creo que las perdí aquí, mientras vomitaba todo el alcohol que mi cuerpo no pudo tolerar.

RELATO 12

¡POR FIN! (O NO)

Después de jubilarnos, mi mujer y yo decidimos vender el chalet y comprarnos un piso en el centro, para poder asistir a todo tipo de actividades culturales sin necesitar el coche. 

Tuvimos suerte, encontramos un pequeño apartamento muy coqueto, de un dormitorio y un baño, en pleno casco antiguo.

Todo estaba saliendo a pedir de boca. Nos sentíamos como cuando éramos novios... hasta que mi hijo se divorció y vino a vivir con nosotros.

Desde pequeño fue sonámbulo. Algunas noches lo encontrábamos intentando pescar con caña en el inodoro... nada grave si no hubiese sido por mis problemas de próstata.

RELATO 13

ALMAS PERDIDAS

Soy pescador de almas perdidas, intento pescar lo bueno que aún el mundo puede ofrecer. Es una tarea difícil, no hay herramientas adecuadas, muchos se resisten. Me arreglo con una caña pequeña, una rama ligera, un cordel fino. Llevo máscara y tubo, no soporto el hedor del poder. Es dentro de la taza del váter donde casi siempre acecha. Pero éste es uno de los lugares, donde aún tengo esperanza de que pueda florecer algún alma humana. Como dijo una vez un poeta: "De los diamantes no nace nada, del estiércol nacen las flores".

RELATO 14

MI NIÑO ESPECIAL

Carlos me mira con sus hermosos ojos pero nunca dice nada.
Supimos pronto que iba a ser un niño diferente, ajeno a lo que le rodeaba.
Vive en su propio mundo interior. Es como si no hubiese querido abandonar la placenta para continuar flotando en su líquido.
Así fue creciendo, sintiéndose "feliz" cuando se sumergía para bucear o pescar.
En casa pasa las horas en el baño.
 Allí lo veo sentado, con su caña y sus gafas de buceo...supongo que esperando ver aparecer un mar de agua en el inodoro.
Carlos...Carlitos... mi niño especial.

RELATO 15

LA PARED EN BLANCO 

Unos padres transparentes. 
Un orfelinato. 
Un personal, rígido, impersonal. 
Unos niños crueles. 
Única amiga, sordomuda. 
El coctel para un mundo imaginario. 
Él, Autista; una pared en blanco.
Cristales iridiscentes iluminan el acuario de su mente, con peces plateados que forman aureolas enlazados unos a otros. Desprendiéndose del océano imaginado y pescándolos en pequeñas gotas de agua.  
Capaz de hacer un mundo de fantasía, convirtiendo un váter en un inmenso mar. Donde él pescaba creaciones mentales inexistentes. Que luego ella, sordomuda, el autista, las compartían como si fueran reales.


lunes, 8 de enero de 2024

RELATOS SEMANA 190

Foto Ramón Masats

 RELATO 1


DEVOCIÓN 

Con los bueyes hice el camino y ante ella contigo me postré, lo que más quería, porque la protección que hacia ti le pedía, sabía que yo no te la podría ofrecer. 
Ahora que estás bendecida y protegida bajo el mantón de Nuestra Señora ¿qué más puedo pedir, hija mía, si nuestra Blanca Paloma, Reina de la Infancia su abrigo te ofreció?
Mi devota fe por nuestra Pastora hizo que tú llevaras su nombre y por eso se lo quiero agradecer y le pido que cada año te proteja Rocío, allá donde estés. No quiero más,
con eso tengo bastante.

RELATO 2

ROCÍO (SEVILLANA ROCIERA) 

No me importa qué digas
Cuando me veas
Si de camino voy
Hacia la aldea.

Con alegría
Con la ilusión de verla
De romería.

Qué me importa que pienses
“¡Qué desfasado!”
Si me gusta ir cerca
Del Simpecado.

Con alegría
Con la ilusión de verla
De romería.

No te importa si lloro
Junto a la ermita.
Cuando Ella me mira
Mis penas quita.

Con alegría
Con la ilusión de verla
De romería.

De mi madre me acuerdo
En esos días
De la fe que llevaba
Y me quería.

Con alegría
Con la ilusión de verte
En mis recuerdos
De romería.

RELATO 3

FE

Víspera de Patrona. Virgen de la Palma. 

Un telegrama notifica a Asunción que Luis, su marido, es libre. 

Dos años cumplidos en una prisión de Ceuta por contrabandear tabaco y azúcar. Alto precio para un humilde arriero por querer vestir y alimentar mejor a sus siete vástagos.

El día grande, de promesa vestida, arrodillada, medalla al cuello, con su pequeña , pone velas a su Virgen.

 Convencida de que oraciones y rosarios han facilitado la libertad de Luis, ha perdido la fe en la justicia humana.

Salen alegres del santuario. 

Con los demás romeros, corean:

Viva la Virgen de la Palma!!!

RELATO 4

PARTÍR

Mi padre decía:
La esencia de un país, de una familia, son sus tradiciones. Los
festejos del año nuevo, el carnaval, las procesiones, con sus velones en Semana Santa. Él nunca abandonaría su tierra.
¡Boom!
Sentí el corazón de mi madre contra el mío iluminando la estancia. Mi padre herido, cogió mi mano, transmitiéndome amor y fortaleza. Gritó.
— ¡Vete con los niños!
Huimos del infierno de la guerra.
Me llevé el osito, la muñeca, la foto familiar, un terrón de tierra y la receta de lentejas de mi madre. 
La esencia de mi familia la llevaba en mi corazón.

RELATO 5

EL FRÍO DE LAS INCERTIDUMBRES NOS MANTIENE VIVOS

Peter Waterman es un escritor egocéntrico y hedonista. Se vanagloria de poder crear una historia de absolutamente cualquier situación. 
Luis, su amigo español, creé que el calor de las certezas nos hace imbéciles. La vida es una sorpresa imperfecta y todos sabemos que se achica el alma de los que se niegan a sufrir.
Viajan juntos a España, y sin darle explicaciones, le enfrenta a una imagen típica de la Semana Santa sevillana. El sufrimiento, condensado en esas figuras de rodillas, deja sin palabras al inglés y Luis gana la apuesta. 
La estilográfica "Ideal Pen" de la familia Waterman.

RELATO 6

MUJER ESPEJO

Una niña danza entre sombras, imitando a su madre. En el espejo, peina su reflejo con dedos curiosos y hace los gestos que admira.
Con pasos pequeños, recorre la calle empedrada, emulando la gracia de quien la guía. Al atardecer, entre velas titilantes, imita las oraciones de los viernes, elevando sus plegarias con voz chiquita. La luz de las velas danza en sus ojos, reflejando la esencia que hereda, mientras el rosario las une con lazo eterno.

¿Llegará ese día en que su luz sea también doble?, se dice al mirarla.

Madre, siempre serás el espejo donde yo me mire.

RELATO 7

VIDAS TRUNCADAS 

Hay circunstancias que marcan la vida de las personas desde la infancia.
Yo era una niña ajena al drama que se cernía sobre mi familia. 
Por eso no entendía por qué se arrastraba mi madre por el suelo de la iglesia llevando velas encendidas a plena luz del día, ni el porqué de tanto rezo por mi hermana. 
Yo sólo quería bailar con mi vestido de volantes.
Pero de nada sirvió tanta fé y penitencia.
Mi hermana se fue. Mi madre se sumió en la pena.
Y aquella niña risueña que era yo, olvidó que un día fue feliz.

RELATO 8

ROMERÍA DE LOS MILAGROS

Mi madre lleva una cruz
va su corazón llorando
cómo en esta dura vida
esos golpes va cargando.

Ruega a su Virgencita
alguna nueva trajera
que su querido marido
_d’una_ vez _por’toas_ saliera.

Llegamos hasta la ermita
alegría y alborozo, pero…
las lágrimas de mi madre
caen en rosario roto.

Su bendita "Milagritos"
parece que la ha olvidado
yo no puedo divertirme
y miro para otro lado.

Súbitamente lo veo
son lágrimas de alegría
madre sale corriendo
la Virgen por fin la oía.

Giros envueltos, abrazos
besos y risas logró 
al resguardo de los pinos
su vida de amor llenó.

RELATO 9

EL FERVIENTE DESEO DE UNA MADRE

Mamá cuéntame otra vez la historia del deseo que pediste a la virgen. 
¿No te cansas nunca de oírlo hijo?
No. Me gusta oírtelo decir.
Verás, cuando naciste eras la niña mas bonita que pariera madre, y no porque lo diga yo. Pero a medida que ibas creciendo, notaba como te perdías en ensoñaciones, la mirada triste y el desasosiego por sentirte diferente te acompañaba a diario. No eras feliz. Por eso, de rodillas, pedí a la virgencita milagrosa, que me concediera poder verte como realmente eras. Y por eso, aunque te bautizaran Elena, hoy todos te pueden llamar Federico.

RELATO 10

DESAPARECIDA

Yo solo tenía tres años. Creo que es por eso que mis recuerdos de aquellos días pasan por mi memoria como las imágenes en un proyector de diapositivas:

Me despierto en el asiento trasero de un coche que no reconozco.
El conductor no es mi padre. 
De copiloto va una mujer que tampoco conozco.
Lloro.
La mujer me da mi peluche favorito y me dice que vamos a ver a mi abuela.
Me duermo abrazada a mi osito. 
Me despierto y llevo puesto un traje de gitana. 
Un policía me coge en brazos mientras otros detienen a mis secuestradores.

RELATO 11

ENCANTADORA RAIMUNDA

Siempre recordaré a mi abuela Raimunda con una sonrisa encantadora en su rostro, aunque la vida nunca fue afable con ella. Siendo aún mocita la casaron con mi abuelo al que le aguantó lo indecible como que se jugara a mi abuela a las cartas. Analfabeta salió adelante sorteando mantas y toallas para alimentar a los nueve hijos que parió. Cargada de niños, recorría las calles con los pies descalzos, cumpliendo así con todas las peticiones que le hacía a San Rafael. Esa fe hacia el santo hizo que afrontara la vida que le tocó vivir, con una sonrisa encantadora.

RELATO 12

CUANDO MENOS TE LO ESPERAS

Mis padres pensaban que contratar a una niñera extranjera me aportaría ventajas tales como aprender un segundo idioma o conocer otra cultura. Pasando tanto tiempo con ella, era “inevitable”.

Un día de romería me llevó a una iglesia y se puso a rezar muy devotamente. Sucedió. El deseo incontrolable de acercar mi cirio al suyo para prenderlo, la energía que fluyó por mis manos y la precisión con la que se movieron marcó el inicio de algo mayor. ¡Fue espectacular!

Algún día les confesaré a mis padres de donde viene mi pasión por los malabarismos con fuego.

RELATO 13

VOLVER A EMPEZAR

Acudía a la iglesia a pedir por su hija. La situación en casa era cada vez más desesperada, y más difícil de sobrellevar con la reciente radicalización de Mohamed. 

Él, se había empeñado en volver a Marruecos, y que la niña tenía que dejar de ir al colegio y empezar a trabajar en el campo para ayudar a sostener la economía familiar.

Aquella tarde iba a ser diferente e ilusionante, por que con la ayuda del Padre Jacinto, se habían citado en la iglesia con Asuntos Sociales, para poder desaparecer. 

A partir de ese día, sus vidas cambiarían radicalmente.

RELATO 14

SÚPLICAS

Carmencita y su madre salieron esta mañana de su casa hacia la basílica. La madre de rodillas y con un pañuelo en la cabeza, la niña vestida de gitana, para ahuyentar a la tristeza.

A la niña Carmencita le fascinan las velas, las mira fijamente, sin parpadear, y la iglesia se llena de chiribitas. Piensa que son ángeles que vienen a recibirlas. 

El padre, mientras tanto, agoniza en su cama, suplicando a un Dios en el que ya no cree, que le deje vivir al menos hasta mañana para abrazar a su mujer y a su niña una vez más.


viernes, 5 de enero de 2024

RELATOS SEMANA 189

 

Foto: thedailybeast.com

RELATO 1

SIEMPRE HAY UNA ESTRELLA QUE NOS GUÍA

Los copos volaban como plumas. Mi abuela preparaba almendras y manzanas tostando azúcar, derritiendo así nuestro paladar. El aroma era agradable y la estancia resultaba acogedora.

Lentes en la punta de la nariz, tejiendo jerséis navideños pegadita a la chimenea, narraba cuentos encerrando sabios consejos, "pedid deseos mágicos para disfrutarlos siempre ”.

Súbitamente advertimos que el calor se apagaba. Salimos al bosque a buscar piñas para alimentar el fuego, su crepitar nos encantaba. Mientras pensábamos qué regalos sostendrían la felicidad eterna, una estrella fugaz iluminó nuestros corazones. "Unión, Amor y Paz", decidimos.

Nuestra simpática husky _Stella_ nos acompañó con su trote divertido. Corrió lejos un rato aunque algo intuyó y volvió veloz para guiarnos deprisa a casa.

Desgraciadamente fue la última Navidad con la abuela… pero, meses después, _Stella_ nos sorprendió felizmente con tres tiernos cachorros de preciosos ojitos color cielo.

Creció una gran familia humana-perruna y nos reunirnos cada año, igual que seguimos los consejos de la abuela que tan felices nos mantuvieron unidos y en paz.

Volviendo la vista atrás siento su amor, la estrella polar que nos mostró el camino... y, en su memoria, mis ojos no tardan en sumergirse en lágrimas de emoción mientras escribo esta historia.

RELATO 2

OLANDA YA SE VE…

Aquella noche en Madrid, el estruendo de la guerra fue sustituido por dulces villancicos de la vieja radio del aparador. Los pequeños Lucas, Nicolás y Candela vivían en un orfanato al cuidado de tres enfermeros que les salvaron la vida cuando solo tenían tristeza y soledad. Melitón, de barba canosa y voz sabia, se ocupaba de las necesidades materiales asegurándoles una cama confortable y comida caliente. Gastón de mirada tranquila y alma serena se encargaba de curar las heridas visibles, y las no visibles con palabras de ternura. Y Balzac de piel morena y risa escandalosa, se encargaba de llevar la alegría con fiestas y juegos en aquella oscuridad. 
La noche de reyes los pequeños debían acostarse temprano. Emocionados apenas probaron la cena, donde planearon que estarían despiertos toda la noche para poder ver a los Reyes Magos. Como cada noche Melitón, Gastón y Balzac, acompañaron a los niños a la cama para darles las buenas noches. Cuando las luces se extinguieron, corrieron ansiosos hacia la ventana donde se sentaron al pie de ella, mirando a través de los cristales empañados. La luz del sol les sorprendió dormidos en el suelo, juntitos, tapados con una mantita y rodeados de juguetes.

RELATO 3

LA CARTA A LOS REYES MAGOS

Aquella misma mañana habían salido al campo a por musgo. Lo llevaron a casa en una caja de zapatos ; colocaron después aquellas lonchitas verdes aterciopeladas a los lados del río de papel de aluminio. Al Belén solo le faltaba la orejita del buey. 

A la abuela le costó desplumar al pavo con el llanto de sus tres nietos a sus espaldas, habían disfrutado del animal en el jardín, haciendo burlas a su "gluglú" torpe mientras bailaba el seno rojo sobre su pico. Después, tapando la tristeza, la abuela, las tías y la madre se reunieron con los niños en la mesa. Saborearon el guiso a la luz de las velas del centro. Hubo alfajores, turrones, peladillas, hubo panderetas, zambomba y anís. Hubo villancicos, cosquillas y besos. Los niños sacaron brillo a sus botines y los alinearon junto a la chimenea. Hubo cuentos en la cama, con risas nerviosas anticipando el misterio.

La casa quedó en silencio y las mujeres dormían su quehacer, cuando resonaron los gritos de los niños:

—¿Véis como existen los Reyes Magos? ¡Mamá, Abu, tíaaaaa! ¡Nos han traído a papá de vuelta de esa guerra de los adultos!

RELATO 4

QUÉ NOS TRAERAN?

Quisiera volver a tener la ilusión de la niñez. 
Quisiera volver a tener la inocencia que tuve ayer.
Quisiera que el pensamiento puro de mi infancia no se hubiera ido jamás. 
Quisiera que las cosas fueran tan fáciles como las imaginaba ayer.
Quisiera, quisiera, quisiera…Pero no puede ser, me enteré que los Reyes Magos no existen y en ese momento la magia cedió el paso a la realidad. 
No mamá, ¿A que no es verdad?
Ahora me toca repartir ilusión con los míos como anteriormente lo hacían conmigo porque sólo ver vuestras caritas me llena de felicidad. 
¿Quién dice que los Reyes Magos no existen?
Yo sí creo en ellos porque cada seis de enero veo sus caras de felicidad. Esos pequeños cuerpecillos dejando los zapatos con caramelos en la ventana, tres copitas de anís y hierba para los camellos.
No, no es verdad que los Reyes Magos no existen. 
Vosotros sois los auténticos Reyes Magos que me seguís dando la misma ilusión que yo tenía con vuestra edad.
Venga, vamos a la cama que vienen los Reyes Magos y os van a encontrar despiertos. 
Sí mamá ¿me traerán todo lo que he pedido?
¿Habéis sido buenos?
Seguro que sí.

RELATO 5

CORREO DEVUELTO. (DESTINATARIOS DESCONOCIDOS)

Algunas arrugas en la frente y el pelo que comienza a blanquear certifican mis afortunadamente numerosas Navidades vividas.
Recuerdos entrañables. La familia completa y unida. La felicidad máxima para un crío.
Los mayores cuando nos reencontramos con familia o amigos que no vemos hace tiempo lo celebramos comiendo y bebiendo en exceso.
La Navidad es de los niños. Ellos la contemplan con otros ojos. Esperan con impaciencia dos días especialmente mágicos para ellos.
Que un risueño personaje bonachón de rojo, sobre un trineo tirado por renos, se dedicara igual que los Magos a hacernos regalos, siendo de latitudes tan distintas, me fascinaba.
Yo no sabía entonces ubicar Laponia ni los países de Oriente de los Reyes Magos. Sabía que un reno era una especie de ciervo y que los camellos eran del desierto. 
Estuve enviando cartas hasta los doce años. Mis peticiones fueron satisfechas en un 90%. Fui un niño afortunado.
Hoy Laponia se calienta, Oriente Medio es un polvorin. Aún mantengo la ilusión y sigo escribiendo . Ya no pido bicis, balones o trenes eléctricos. Los he cambiado por paz, tolerancia, amor, empatía...
Y aunque soy el mismo remitente los destinatarios son diferentes. Desconsiderados y groseros me devuelven el correo.

RELATO 6

LUZ DE ESTRELLA

Muchas noches mirábamos por la ventana buscando a nuestros padres.

—Josemi, ¿es verdad que mamá y papá nos miran desde el cielo?

—Claro, Albita, porque ellos ya son una estrella y nos ven desde allí arriba.

—Sí, pero cual de ellas, porque yo veo muchas.

—Son la más brillante y están juntos los dos. Tú solo tienes que mirar hacia el cielo y verás como ellos mismos te lo dicen.

—A mí no me hace falta mirar para arriba. Cuando me acuesto me cojo las manos y recuerdo la cara de mamá, y me duermo contándole cosas con mi pensamiento.

—Esa es la mejor forma de verlos, Laura.

—Pues yo no me acuerdo mucho de sus caras y tengo que mirar la foto que tiene tita en el comedor.

—Porque tú, Lali, eras muy pequeña cuando se fueron al Cielo.

—Yo quiero mucho a tita, Josemi.

—Y ellos a nosotros. Y gracias a los titos hemos vuelto a vivir juntos al sacarnos de los colegios donde nos llevaron cuando pasó el accidente.

Y así recuerdo nuestra infancia, especialmente durante las mágicas noches de Reyes. Y todavía, cuando me siento vulnerable, sigo buscando consuelo en la luz de esa estrella.

RELATO 7

"ALL I WANT FOR CHRISTMAS IS YOU"

La velocidad con la que un copo de nieve, estrellado y microscópico, se une a otro en el inicio de la nevada es proporcional a la aparente ilusión de los niños que miran por la ventana. El blanco empieza a cubrir el jardín trasero y es incomparable a cualquier otro color. 
Se interrumpen todos los sonidos. Los animales del bosque cercano se paran para luego iniciar una carrera que les llevará al refugio. 
El sonido, entonces, es metálico. El de las patas de los ciervos agujereando la nieve y las pezuñas del jabalí al hundirse en ella en su breve trotar. 
También fue metálico aquel sonido. 
Los dos cuerpos yacen rotos, en posturas imposibles y sobre ellos se acumula la nieve que empieza a cubrir los charcos de sangre. Cubre los requiebros del terreno en segundos, y parece que limpia lo ocurrido.
Hacia esos cuerpos se dirigen ahora las miradas de los niños.
No esperan a Santa, ni los regalos debajo del árbol. Es a ellos a los que esperan desde hace días. 
Porque, aunque intuyen que no será posible, solamente quieren que esos dos cuerpos se levanten. Que suban las escaleras y sonrían al entrar en casa. 
Por Navidad.

RELATO 8

LA ESTRELLA DE LA NAVIDAD 

Tengo tres angelitos en casa que con la llegada de la Navidad se revolucionan.
Ya habíamos decorado el árbol y solo quedaba colocar la estrella. 
De pronto Álex, el mayor, dijo que eso de la estrella no era verdad porque él nunca la había visto. 
Los tres me miraron inquisitivamente.
Yo les dije que sí , que la estrella aparece todas las navidades.
Esa noche, al ir a dormir, vi que ninguno estaba en su cama. 
Bajé al salón y me los encontré mirando por el ventanal.
Cuando les pregunté qué estaban haciendo, me contestaron que estaban esperando a la estrella de Navidad.
Les dije que no podían quedarse allí toda la noche, pero no hubo manera de convencerlos.
Menos mal que las madres tenemos nuestras argucias.
Me acordé del puntero láser que uso en clase y subí a la terraza a hacer destellos simulando una estrella de larga cola.
Cuando bajé al salón, mis tres angelitos se abalanzaron sobre mí gritando que era verdad, que por fin la habían visto.
Y yo les contesté que las madres nunca mienten.
Y así de contentos y felices se fueron a la cama... mientras yo trataba de contenerme para no soltar la carcajada.

RELATO 9

Y TÚ, ¿CÓMO TE HAS PORTADO?

Durante el año se dejaban llevar por sus impulsos. Cuando llegaba el 24 de diciembre cambiaban ligeramente de actitud y al comienzo del año se apacaciguaban y les asaltaba el temor ante un largo historial de gamberradas pasadas.

La víspera de reyes, una gran duda los mantenía en vigilia.

“Manchar las cortinas con pintura no fue grave porque mamá las metió en la lavadora y romper el jarrón de la abuela tampoco, era muy feo y ni le gustaba”. 

“Yo cogí cosas del bolso de la niñera porque siempre se lo dejaba abierto y tiré el globo de agua a casa de la vecina para ayudarla a limpiar los cristales, los tenía muy sucios”.
 
“Yo dije que me dolía la barriga para hacer compañía a mamá, no por faltar al cole…”.

Mientras seguían convenciéndose de que merecían regalos, observaban cómo la nieve se amontaba en la ventana. Entonces, el chirrido de una puerta silenció su discurso.

“Como no os vayáis a la cama ya, voy a ser yo el que le diga a los Reyes Magos que no dejen ni un regalo. ¡A dormir!”.

Las siluetas de los pequeños se perdieron en la oscuridad dejando el silencio tras ellas.

RELATO 10

MAGICAL NEW YORK 

Los regalos adornaban los escaparates, iluminados por miles de bombillas. 
Un gigantesco árbol de Navidad llegado del Polo Norte según la fértil imaginación de los niños, erguido como un faro anunciando la navidad en Central Park.
El smog, la neblina y el frío abrazaban los rascacielos, cobijando bajo su sombra los mendigos que se amalgamaban con las grandes fortunas.
Todo de prisa, torbellinos de fuegos, los “yellow cabs”, la gente… 
Así es New York.
Allí vivíamos con nuestra madre desde que mi padre desapareció en África, en misión humanitaria.
Todos los días mi hermanita le daba su bocadillo a una mendiga. Le llamaba, “Mamá Navidad”. Pelo gris, entrada en años, bonachona, su vestimenta verde abeto con rojo destacaba su delantal azul, donde guardaba miles de cosas, calzaba deportivas. Siempre olía a galletas.
Mi hermanita le habló en el oído
Ella contestó:
— ¿Es tu deseo?
Era Nochebuena, olía a galletas, oímos un estruendo.
Un globo con guirnaldas de abetos, dirigido por gacelas doradas, con alas brillantes, iluminadas por miles de luciérnagas, con Mamá Navidad, remontaban al cielo.
Mi padre apareció en la puerta desorientado, no recordaba nada. Traía galletas y cinco borlas de cristal con nuestros nombres.

RELATO 11

PAN Y VIN

De niños siempre esperábamos con impaciencia la noche del 5 de enero.
Esta es la tradicional noche de los “Pan y Vin”, grandes piras que se hacen con restos de leña de poda, rastrojos de la mazorca.
A las 8 de la tarde se transforman en hogueras ardientes y de sus chispas se sigue sacando auspicios para el año nuevo.
Si las chispas salen por la mañana, Este, “coge el saco y va a harina”, año de vacas flacas entonces.
Si las chispas van por la tarde, Oeste, “coge el saco y llena la olla”, año de abundancia. 
Para nosotros niños era la noche de la Befana, vieja bruja, ella con su saco, calesa y mula, traía regalos a los buenos, y sólo carbón a los malos.
Solíamos dejarle un vaso de vino y un pedazo de pinza, torta de polenta y pasas, heno para la mula.
Los calcetines que colgamos bajo la chimenea se llenaban de frutos secos, naranjas, caramelos, incluso algún trozo de carbón.
¿Los regalos deseados? Lo que se pedía nunca llegaba, pero la carta de la Befana siempre decía "pórtate bien, haz caso a tu madre y el año que viene ya veré si puedo satisfacerte".