![]() |
| Foto autor desconocido |
RELATO 1
AMAZON
Alexa, enciende la luz.
Alexa, pon música.
Alexa, una lista de música romántica.
Alexa, iluminación ambiental, sensual.
Alexa, abre el mueble- bar.
Alexa, sírveme una copa.
Alexa, un whisky con mucho hielo.
Alexa, prepárame un jacuzzi.
Alexa, los pétalos de rosa.
Alexa, la temperatura del agua, a 38°.
Alexa, las sales de baño.
Alexa, sabes que el whisky, me gusta en un vaso corto. Haz bien las cosas, monada.
Alexa, no pongas esa carita, que mi dinerito me está costando, rubita.
Alexa, ¿qué cojones estás haciendo?
Alexa, ¡¡No juegues con eso!!
- _Alexo, mírame a los ojos._
¡¡¡Aleeeexaaaaaaaaa!!!
- _¡¡Hasta siempre, gilipollas!!_
RELATO 2
LA REVOLUCIÓN DE LAS ROSAS
Para mí la guerra no empezó el primer día, sino cuando, perpleja, vi caer la primera víctima cruzando la calle con el periódico, mi padre.
Nuestro hogar, y todo el país, se inundaron de horror. Los tanques y las granadas fueron arruinando días, meses, años. Nos acostumbramos al olor de la sangre, del miedo, del hambre…
Pero nadie permaneció impasible. Alterné mis estudios con los románticos jóvenes rebeldes durante el conflicto bélico.
Al fin conseguimos iluminar a mi amada Georgia de la siniestra sombra soviética. Adiós fusiles Kalashnikov y toques de queda.
En mi pelo, una rosa anunciaba la libertad
RELATO 3
MICAELA LA DE LOS TALADROS
Micaela se crió con su padre, quien se ganaba la vida en las obras haciendo taladros en muros de hormigón y le acompañaba al trabajo porque no tenía con quién dejarla.
La desgracia se llevó a su padre, siendo ella adolescente; las medidas de seguridad eran inexistentes.
La constructora quería beneficios a toda costa.
Micaela, que había desarrollado una gran habilidad haciendo taladros de cualquier diámetro, se largó con un encofrador de Irún.
Tiempo después, todos los involucrados en la muerte de su padre, aparecieron con un agujero en el corazón.
De Micaela, la de los taladros, nunca más se supo.
RELATO 4
Cambio de planes
Todavía no sé cómo fui capaz de aquello.
Ante una oleada de robos a entidades bancarias, los directores de sucursal recibimos formación para afrontar ese tipo de situaciones.
Ninguno de los ejercicios que practicamos consistió en enfrentarnos con los asaltantes, sin embargo, allí estaba yo, apuntando al cabecilla de la banda sin tener ni idea de cómo me había hecho con su revolver.
Sentí un placer desconocido al reventarle la cabeza de un disparo.
Me resultó bastante fácil convencer a sus compinches para salir juntos de allí y repartirnos el botín.
Ni siquiera mi marido ha vuelto a saber de mí.
RELATO 5
VIVIENDO PELIGROSAMENTE
Iba corriendo a través del bosque, las ramas le arañaban la cara. Diminutas gotas de sangre y sudor le entorpecían la visión. Apuntó su arma, una etiquetadora, pero no tenía munición. Miró su bolsillo y en vez de balas encontró pilas alcalinas. Desesperada se ocultó detrás de una piedra y sacó su teléfono móvil pero, no daba señal. Iba a morir, lo supo al instante, cuando oyó su nombre…
¡LAURA, LAURA! ¿Dónde estás?
Toda la escena se borró y despertó sobresaltada y confusa.
¡¡LAURA!! ¿Te has vuelto a dormir?, Anda termina de etiquetar todo y cierra la tienda ya.
RELATO 6
NO HAY PERDÓN
La decoración de cada habitación contaba la historia de una mujer famosa. Entró en la que había reservado tras una llamada anónima.
Al fondo se divisaba la fotografía de una "Lara Croft" con peluca rubia y una mirada que nunca olvidaría: Eva, su hermana pequeña, que había desaparecido en 1999.
El nombre del autor le llevó hasta ella. El 27 de agosto de 2023 fue rescatada de una red de trata, junto con otras veinte mujeres.
A día de hoy, psicólogos, terapeutas, y el amor de su familia permiten que Eva sobreviva.
Pero no olvida ni perdona.
RELATO 7
Novia atómica
Me considero un buen novio. Soy detallista, cariñoso, sé escuchar y apoyo incondicionalmente las decisiones que toma, pero no soporto esta afición suya.
Ella se… Le gusta mucho… disfrazarse de personajes de videojuegos y… exhibirse en eventos.
Ah, que a usted también…
¿Nada de malo? Cada vez que lo hace se convierte en una auténtica extraña. Me habla en idiomas rarísimos, quiere sexo salvaje y hasta conserva alguno de sus complementos mientras lo hacemos. El otro día apretó tanto una uzi contra mi pecho que me dejó una marca como la que tiene usted en el cuello.
…
RELATO 8
Sin perdón
La Consejería de Justicia había adquirido robots humanoides guardaespaldas para protección de victimas de violencia de género, programados con técnicas de defensa personal y disparaban dardos paralizantes. La beneficiaria grabaría su voz y la palabra que lo activara.
Hicimos una simulación de agresión. Mi compañera pronunció «ataca» y el robot de un salto le dio un golpe de karate a la mano del técnico que sostenía el destornillador junto con una patada en la entrepierna, y apuntándolo con su pistola, escupió en el suelo aceite de engrase mirándolo a los ojos y con voz metálica le dijo «alégrame el día».
RELATO 9
LO TUYO
Apestando a alcohol y tabaco, llega a casa. Suelta las sucias botas que desprenden trozos secos de barro y tapizan el suelo. Sin lavarse las manos, se sienta a la mesa y la llama:
—Margot, ostia, mi comida.
Ella llega con el paso lento. Hoy lo mira con desprecio. No ha cocinado. No hay miedo ni beso forzado. Él le da un cachete en la nalga, la coge por la trenza, la arrastra hacia sí:
—Quiero comer, luego te voy a dar lo tuyo.
Margot saca del bolsillo la pequeña STAR negra y dispara.
—Aquí tienes ahora lo tuyo, cabrón.
RELATO 10
¿Locura transitoria o realidad?
Mi granja había sido atacada por lobos.
Algo se movió, disparé. La luna iluminaba el bosque, una especie de látigo trenzado me arrebató el rifle.
La vi, sus ojos inyectados en sangre, me enviaron un rayo y caí.
Aulló.
Ella se alejó, era hermosa, flotaba. Se desvaneció en la neblina.
Dijeron que había tenido una alucinación.
Lo que no dijeron las autoridades es que el rifle lo encontraron calcinado. Mi cara tenía unas quemaduras extrañas.
Cuenta la leyenda que una loba en las noches de luna llena se convertía en mujer. Buscando al hombre del que se enamoró.
RELATO 11
La Escritora
Hay que disparar seguro al objetivo, vigilando cada movimiento de tus manos para no cejar en el empeño de imponerte a través de ese pelo esculpido en la larga trenza de tu tiempo .
Hay que apretar firmemente el gatillo de aciertos y de errores, de pasos inútiles o certeros, porque escribir es dar la cara a punta de tinta cargada en tu pistola, un fuego, un ritual que dispara tu fórmula de signos y de ideas.
Hasta el último instante tienes que señalar con la mirada fija al lector como único culpable del crimen de tu historia.
RELATO FUERA DE CONCURSO
ESQUIZOFRENIA
Me miras fijamente.
Me señalas e inmediatamente entran cuatro fortachones que me llevan a la fuerza a la esquina de un callejón.
Me dan una paliza.
Me dejan tirado.
Me despierto gritando, horrorizado, me caigo de la cama donde dormía y soñaba.
La misma mujer del sueño, mi mujer, se acerca amorosa y me consuela.
- Ha sido un mal sueño, me dice.
No hago caso.
Me quedo en el rincón de la habitación gimiendo.
Entran en la habitación los cuatro fortachones, ahora con batas blancas.
Me llevan al hospital atado a la camilla.
Este mal sueño me persigue hace años.

No hay comentarios:
Publicar un comentario