viernes, 28 de abril de 2023

RELATOS SEMANA 154

 

Foto: Anna Spangano

RELATO 1

IRUYA

Mi vecina austriaca, estaba en la escalera con un cuaderno, mirada perdida, sus largos cabellos rojizos desordenados. 
La ingresé en el hospital. 
Leí sus escritos. "Se me van los recuerdos. No se quien soy. Me veo saliendo de un bohío, gotitas cristalinas me bañan, tintinean; me llaman Iruya. Vestida con los colores del arco iris, desciendo por él, hasta una laguna de aguas doradas. Emerjo como una pantera de oro, huelo a orquídeas. Luego sigo por un sendero tapizado de esmeraldas; voy diluyéndome”…

Esta mañana se fue para siempre, arreglé su casa.Encontré pelos negros cortos, cubiertos de polvos dorados.

RELATO 2

MUNDOS PARALELOS  

          Los árboles me hablan de amor y los ríos de leyendas. Pero mientras la noche se pega a mi piel, interpreto dos realidades opuestas.

          Tras la arboleda se oculta una residencia de lujo donde sus millonarios pacientes permanecen en el más absoluto anonimato desintoxicándose con la máxima discreción.

          Al otro lado, en un charco bajo el puente de la autopista, los desahuciados drogadictos se roban los colchones, comparten sus miedos, intercambian agujas infectadas y mueren.

          El ronroneo de _Bob_ interrumpe mi ensimismamiento. Con resignación, suavemente acaricio su lomo bajo el clamor redondo de una luna que nos abraza a todos.

RELATO 3

ÁNGELES ANÓNIMOS 

Rafael, Cabanel, Hughes, Bouguereau...
Todos pintaban a sus ángeles y querubines alados, espléndidos, rubios y sonriendo .
Nada más lejos de la realidad.
Nunca nadie podría imaginar cómo somos realmente.
Cierto es que cada creencia tiene su estereotipo definido por la cultura o tradición.
Estamos las veinticuatro horas del día observando y vigilando a los seres humanos. A veces podemos ayudarles aunque pocas veces interferir en sus vidas o decisiones.
Yo, solo puedo quedarme al lado de mi humana asignada y darle calor y consuelo. Para eso soy su ángel de la guarda.

RELATO 4

Noches pasadas por alcohol

Sentada en la escalera de incendios, a oscuras, sin dormir, solo veo un par de ojos brillantes del gato negro del vecino. 

Momento después estoy en mitad de la cocina, temblando de pies a cabeza, me es difícil abrir el armario donde guardo mi colección de botellas. 

De rodillas me sirvo un whisky, derramo la mitad, cojo el vaso con los dientes. Un, dos, tres, esperar -el temblor alcanza su pico, disminuye-, bostezo. 

Comienza un nuevo día.
A falta de compañía, embriagarme sola, con música triste.
Una vez más me fallaron, estoy en el proceso más difícil de mi vida.

RELATO 5

TE AVISÉ 

La ciudad empieza a despertar. Me he pedido un americano en la cafetería de la esquina para combatir el sueño y, como siempre, esta gatita me sigue porque sabe que cuando entro en casa, vuelvo a salir para regalarle algún caprichillo. 

Hoy está desconcertada porque aún no he entrado y ha decidido esperar conmigo pacientemente. Somos dos callejeras, aunque ahora lo que más desearía es estar en mi cama durmiendo a pierna suelta. 

Sé que papá está despierto y pendiente mí, pero ya me avisó antes se salir...

_Si vuelves más tarde las dos de la madrugada dormirás fuera._

RELATO 6

Portada

Leo siempre fue el rarito de la pandilla.

Cincuentón anclado en la adolescencia, introvertido, desaliñado con ropas caras y superdotado salvo para las relaciones sociales. Nunca le conocimos pareja.

Me gusta sentarme junto a él en las comidas pues su erudición hace muy amena su compañía y puedes encontrarte con una tesis sobre cualquier tema.

Me contó que se había apuntado a un taller de narrativa porque iba una «niña» que le gustaba.

—Vamos a escribir una novela juntos. He diseñado la portada y aparecemos los dos —me dijo mostrándola.

—¿Dónde estás? No te veo.

—Soy el gato. Mi avatar.

RELATO 7

Cositas que hacer

Las calles de su ciudad eran angostas escaleras que subían y bajaban creando caminos infinitos. Vivía a quince mil metros de altura. 

Cada mañana, antes de amanecer, reorganizaba la agenda con una taza de café. 

A primera hora recogería tomates y zanahorias de la ECA (Estación de Cultivo en Altura). 

Hoy le tocaba reponer el tanque, y aprovechando que a las nueve tenía que subir al piso 15420 para desparasitar al gato, miraría por si las nubes de ordeño facil todavía tuvieran agua. Así se ahorraría llamar a los aguadores.

Tras toda esta actividad podría ir a la escuela.

RELATO 8

..Y sin embargo

Desde aquí todo es feo... Y, sin embargo, cada día me siento a mirarlo.

Nunca pensé que volvería... Y, sin embargo, es justo aquí donde estoy.

Decíamos que, estando juntos, nada malo podía pasarnos... Y, sin embargo, ahora estamos lejos.

Temía quedarme sola... Y, sin embargo, todos se han ido.

Creía ser valiente... Y, sin embargo, estoy asustada. 

Tenía el control de mi vida... Y, sin embargo, me siento perdida. 

Jamás me gustaron los gatos ... Y, sin embargo, cuido a Kitty y ella cuida de mí.

El destino tiene sus propios planes... Y, sin embargo...

RELATO 9

Todo está bien

Nos peleamos. Quería controlar cada detalle de ella y ante la imposibilidad de hacerlo traté de destruirla. Llevó tiempo, pero logré comprender que no funciona así.

No hay forma de retroceder para cambiar lo vivido. Tiene un único sentido, de subida. Y aunque reconozco que hay momentos, como el de ahora, en que me gustaría quedarme en un peldaño para siempre; lo que parece la cima pronto deja de serlo. 

A medida que avanzo me siento más segura y convencida de que, dure lo que dure, es perfecta.

Al fin y al cabo, ninguna escalera es similar a otra.

RELATO 10

Soledades

Acabó de mudarme a Nueva York. 
Todas las mañanas cuando me dirijo a mi trabajo me acompaña la angustia terrible de saberme sola en esta ciudad abarrotada de gente.
 
Cuando llego a casa, me gusta sentarme en la escalera de incendios a tomar una taza de café.

Hoy la noche se siente mágica y apacible. Alguien me mira y se sienta a mi lado. Está tan solo como yo, en esta ciudad inmensa.

Entramos a mi pequeño apartamento y le hago un hueco en mi cama. Me tumbo a su lado. 

Él ronronea feliz.

RELATO 11

Y AHORA ¿QUÉ?

Subía diez escalones y allí me sentaba, con Park Avenue bajo mis pies. Siempre a la misma hora, después de un día de trabajo, cuando el sol comenzaba a caer vestido de naranja sobre aquella ciudad infinita.
Los cláxones insistían sobre el asfalto y los semáforos viraban a rojo cada diez minutos.
Daba igual. Yo había llegado hasta allí, a la ciudad de mis sueños, al piso más alto.
Y ¿Ahora qué? 
¿Qué importaba todo aquello si mi siquiera había mudado la piel?
Si mi corazón seguía latiendo de la misma manera que en mi pequeño pueblo.

RELATO 12

El gato altruista

Estaba yo hecha polvo con mis miserias emocionales cuando apareció un gato por la escalera de incendios. La ventana de mi cocina da a esa escalera.
El gato miró una botella de vino que tenía junto al fregadero y después me miró a mí. Realizó este proceso varias veces, así que pensé que me indicaba que me pusiera una copa de vino. 
Cogí la copa y salí a la escalera, sentándome en un peldaño. 
El gato contemplaba el paisaje urbano y a mí, maullando suavemente.
A lo lejos se escuchaba _Moon River_ y yo me sentí Audrey Hepburn.

¡Qué cosas pasan!

RELATO 13

Duerme casi toda la ciudad

Llevo varias noches intentando localizar de donde viene.
Siempre a la misma hora.
Se ha convertido en una obsesión.
Durante el día no puedo dejar de pensar en ello.
Todos los dias el mismo ritual, miro el reloj hasta que llega la hora, salgo para sentarme en la escalera de incendios y cierro los ojos hasta que empieza.
El sonido me envuelve, ni siquiera el ruido de las sirenas me distrae.
Hoy he abierto los ojos antes de que terminara y he visto su silueta sujetando el saxo.
En la tercera planta del edificio de enfrente. 
Te tengo.

viernes, 21 de abril de 2023

RELATOS SEMANA 153

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 RELATO 1

Arraigo


El abuelo ya casi no podía ver. Antes de perder totalmente la vista quiso que lo lleváramos a visitar su pueblo.

Entre el sublime paisaje de la Montaña de Riaño entramos en un villorrio abandonado de edificaciones tapiadas.

Con su poca visión fue reconociendo y contándonos todo: dónde vivía Lidu la partera, el camino a la mina donde trabajaba, ¡su casa!.

Encontró en el suelo la contraventana sin bisagras y la colocó en su sitio.

Cuando llegamos de vuelta, descubrimos que aunque su cara mostraba media sonrisa y expresión satisfecha, el alma del abuelo se había quedado en su pueblo.


RELATO 2


Quizás mañana


Creedme si os digo que esa ventana apareció en mi casa una mañana, así sin más. Al principio me alegré pero he vivido siempre a oscuras y ahora...ese agujero en la pared me produce desasosiego. Quiero acercarme a la luz, pero no me atrevo, quién sabe lo que voy a encontrarme. He escuchado muchas historias en el pueblo de ogros y hombres-lobo y aunque tengo sospechas fundadas de que son solo leyendas, después de tantos años escuchándolas, el miedo se ha apoderado de mí. 

Quiero acercarme y saltar hacia fuera, pero todavía no estoy preparada. 

Aún no.

RELATO 3


EL VIEJO POSTIGO


Yo ya era viejo cuando ella nació, mi madera es noble, aunque no lo parezca ya. En la guerra me salvé de proyectiles y fuego.

Siempre abierto mi ojo, veía la vida pasar. Ella, menudita, pelo negro y ojos olivo en flor. Pasaba con su cantarillo en la cadera, cimbreante como junco verde.

Nunca se casó, no hubo mano que la pudiera domar. Se paraba delante mío y ladeando graciosamente su cabeza decía: "Está torcido él o yo" y se iba a la fuente.

El día que una caja de mi misma madera pasó, me cerré para siempre jamás.

RELATO 4


Adiós


Hoy me despido triste de la tierra que me vio nacer, llevándome recuerdos de agua:


Los juegos tirando guijarros al río, que planteaban rozando el agua, alzándose una y otra vez para terminar hundiéndose.


Los baños hasta tener los labios morados y la piel arrugada.


Las aguas de lluvia bajando rápidas por las atarjeas de las calles. 


El alegre sonido del agua inundando las acequias y los huertos. Ese olor a tierra mojada.


Qué afortunados fuimos sin saberlo.


Cierro mi casa para seguir la senda de los que ya encontraron un lugar donde la lluvia no es un milagro.

RELATO 5


FUIMOS TODO Y NADA, SIEMPRE Y NUNCA


Huir tiene su arte, me avisaste el día antes, era como la magia, nunca descifras el truco.


Desperté, sólo había vacío a mi lado. Eras impredecible.


Un simple segundo para mirar atrás, eras consciente de lo que abandonabas, de la vida que te llevabas.


Simplemente te llevaste mi oxígeno, mis latidos, mis palabras, mi cerebro, hasta mi poesía… 

Al irte, mi inspiración se perdió.


Mis sueños huyeron por la ventana, me dí cuenta de que nunca te conocí de verdad. Si hubiese presagiado la tragedia, hubiese corrido contigo.


¿Lo ves?

Me dañaste, pero quiero estar contigo.

Aún espero tu regreso.


RELATO 6


AUSENCIA


Debes ser tú el que está al otro lado de esta puerta, porque no has llamado.


RELATO 7


Inesperado


Ningún indicio parecía revelar los acontecimientos que se sucederían ese día y que le traerían la felicidad que todavía no había encontrado.


Se levantó a la misma hora de siempre y salió a estirar las piernas. No era precisamente espontáneo, por lo que cuando reparó en que se había salido de su ruta habitual sintió miedo.


Una pequeña casa tapiada le cortaba el paso y un placentero olor le condujo hasta una de sus ventanas. Sobre el alfeizar, una tabla reposaba ocultando algo.


Convencido de sus actos, la movió y fue absorbido hacia otro mundo donde la dicha le esperaba.


RELATO 8


Gretel


Es un milagro que no abandone todos mis ideales, cuando sigo encerrada tras esta pared de piedra y musgo. 


Participaré en el futuro de la humanidad.


Escucho como Hansel llora y vuelvo a cantar su nana preferida. Sólo me tiene a mí y a su resistencia, y yo solo tengo mi lucidez.


Cuando la vieja abre el portón de la celda para entregarnos el mendrugo de pan, en mi puño se reúnen la fuerza de todas las víctimas y propino el golpe con el que llevo soñando día tras día.


Y es certero.


Corremos y nos alejamos de las incertidumbres.


RELATO 9


No es país para fantasmas


Los fantasmas que habitaban la casa Altolaguirre estaban muy nerviosos; un promotor la había adquirido para transformarla en hotel.

Cuando comenzaron las obras, temiendo perder la tranquilidad disfrutada durante siglos, los fantasmas se emplearon a fondo para infundir terror en albañiles y visitantes.

Sus esfuerzos resultaron en vano entre el ruido de martillos, taladros y fratasadoras.

Desesperados, decidieron trasladarse a otro caserón cercano. Estaba en mal estado y pasaba desapercibido.

Meses después, acomodados en su nuevo hogar, un hombre tomaba medidas del edificio y apuntaba en su libreta: _"Demolición cerramiento en ventanas existentes 200€/unidad"_


No es país para fantasmas....


RELATO 10


A CAL Y CANTO


El pueblo asistió a su funeral. Josep era de esas personas que uno nunca olvida, siempre dispuesto a ayudar. 


Había vivido en aquella casita de campo en soledad toda la vida, hasta que por sus problemas de salud, la cerró a cal y canto e ingresó en una residencia.


En la cajita que a nombre de D. Benito, el párroco, dejó Josep para que se abriera una vez enterrado su cuerpo, había una nota...


La policía, alertada por el párroco, acudió a aquella condenada propiedad.


Al desentablillar la puerta, el horror. Desenterraron más de treinta cadáveres.


Muchas desapariciones quedarían resueltas.


RELATO 11


La ventana 


Desde la ventana se vislumbran, del cielo lágrimas lloviendo.

Incandescentes rayos la oscuridad alumbran.


Mi sombra la noche ha perfilado.

Cual ventana el alma refleja.

Mil cristales de dolor, hieren mi corazón atormentado.

    

Mi querer para siempre se fue.   

La fría mortaja, de tristeza nuestro amor cubrió.


Rayos de luz, entre velos de nubes se filtran. 

Las tinieblas se esconden. 

Amanece, cantan los pájaros.

Las flores coquetean al sol.


Miro la cuna, canto una nana.

Sus ojitos se abren, su risa inocente alegra mi vida.                              

Mi niño querido, eres farol, que ilumina mi camino.


RELATO 12


LAS ESTRELLAS NUNCA DELATAN


Hay momentos que por no recordar, preferirías vivir sin memoria, sin embargo no puedo olvidar lo que me contó mi abuelo _El Matao_.


“Hace casi cien años hubo una guerra atroz donde, increíblemente, peleaban pueblo contra pueblo, hermanos contra hermanos.


Agonizante, repté de la fosa común. Demente, el insomnio me acompañó en una casa incendiada, tapiada, semiderruida, donde me escondí entre ratas y humedad, oyendo disparos en la lejanía.


Mi abrigo fue la alerta del pánico continuo, mi almohada un machete bajo el lecho, y las confidentes estrellas del firmamento que mantuvieron mi secreto casi cuarenta años, fueron mi techo”.

viernes, 14 de abril de 2023

RELATOS SEMANA 152

Foto: autor desconocido 

 RELATO 1


EL PODER DE CAROLINE 

Desde el mismo instante en que se cruzó con él, Caroline supo que tenía unos minutos para salvar a un máximo de personas del ataque terrorista que iba a suceder.

Ella tenía el poder de leer el peligro, de poseer la voluntad ajena, de guiarlos como en un sueño...

Aquel tipo no entendió nada... ¿cómo en unos segundos la estación quedó vacía?

Miró a su alrededor, cruzó su mirada con Caroline, y en soledad intentó desactivar precipitadamente el artefacto de su mochila..., pero saltó por los aires.

La gente despertó de su letargo preguntándose, qué es lo que había ocurrido.

RELATO 2

Ellos se quedaron perplejos

Pinté los labios de escarlata. Escogí la peluca color ruibarbo. Me vestí de rojo pasión.
En la feria, entre el sexo opuesto mi éxito, era aplastante, para envidia de las féminas.
Yo, mona, monísima, creyéndome la “prota”, posando muy sexi, decidí hacerme una foto. 
Del hombro del fotógrafo, saltó un mono sobre mí, me partí las uñas postizas, las pestañas salieron volando. ¡Ay la peluca! la arrancó.
Quedé con mis cuatro ralos pelos de siempre.
Ellos, cobardes cerraron los ojos, los abrieron después como plato, al verme echa un adefesio. 
Para al final unirse a las carcajadas de las chicas.

RELATO 3

Cuando la vida te abruma

Tengo miedo, no puedo respirar.
Un grueso nudo atenazó mi garganta.
El silencio se apoderó de mí y me invadió una extraña sensación. 
Caminé escuchando mis pasos vacíos y el silbido del viento inexistente. 
Ese puñado de pequeños recuerdos inundaron mi mente, empecé a temblar.
Miran a través de mis ojos. 
Respiran en mi nuca, me juzgan, me gritan, me empujan, me consumen, me aprietan, me asfixian.
No me oyeron cuando grité. 
Siento demasiada tristeza, demasiada soledad. 
Nadie entiende mis pensamientos.
El silencio me sobrecogió.
Mi llanto se tornó en ira.
Mi tranquilidad en pánico. 
Quiero huir de la realidad.

RELATO 4

El verano está llegando

Tras décadas de campañas de desprestigio desde gobiernos, medios de comunicación y redes sociales, los hombres vagan por el mundo humillados y como pidiendo perdón por existir. 
El daño ocasionado por algunos desembocó en una suerte de inquisición que juzgó y condenó a todos. Ya no hay futbol, ni bares, ni piropos, ni nada. 
Todo el planeta vive bajo el yugo de una dictadura implacable.
La líder _Amanda Temetodosyoyas_ junto a los _Twitters_ y la organización _"37 Géneros"_ vigilan y gobiernan el planeta, pero un grupo de mujeres valientes ha iniciado la resistencia.

THE SUMMER IS COMING
Temporada 1

Próximamente...

RELATO 5

La gigante de acero

Fueron años duros, pero sentíamos la satisfacción de estar creando el primer submarino francés capaz de sumergirse bajo el hielo.  

La maquinaria y la sala de torpedos del gigante de acero eran de última generación, de 1965. Para evitar un posible espionaje, todos pasábamos un control exhaustivo a la salida de la fábrica.

La calle me esperaba con luz natural, que agradecía después de 8 horas de centellas y chispas tras mis gafas protectoras. 

Antes de salir me lavaba cara y manos, me vestía y arreglaba el pelo en el aseo de visitas. 

La fábrica no tenía vestuario de mujeres.

RELATO 6

Giro inesperado de los fotogramas

La han descubierto y la van a matar. ¡Te están siguiendo! Por lo que más quieras, no te pares. ¡Bien! Los ha visto, lo sabe. Corre Hanna, no dejes que te atrapen. ¡CORRE!

Como guiada por mi voz, Hanna se detiene y me mira fijamente. Sus ojos traspasan todas las dimensiones que nos separan escrutando una respuesta. La encuentra porque inmediatamente sale de la pantalla y corre a mis brazos. 93 minutos han bastado para enamorarme de ella.

Abandonamos la sala hacia un destino tan desconocido para mí como el final de aquella película que nunca terminé de ver.

RELATO 7

SILENCIO SORDO

          Llegó una guerra tras otra porque todos se rebelaban contra todo… nuestras vidas se jugaban entre enfrentamientos.

          Suenan las sirenas. Agarro a mis hermanos. Corremos al refugio. Contenemos la respiración. Me orino encima. Se alejan las bombas. Volvemos a casa, convertida en escombros.

          Aparecen mis padres. Una cuerda de abrazos nos ata durante minutos. Corren lágrimas. Días de hambre, de miedo, de prestado, repartidos, separados. Nos alejamos, perdemos el contacto.

          Y estallan otras bombas. Los rostros descompuestos. Todos a la carrera. Crece el dolor en mis entrañas. Estoy rodeada y me encuentro sola. Se abre una grieta en mi alma.

RELATO 8

VOLAR

     Algunas noches se desprendía de su cuerpo y ¡¡volaba!! Alto, lejos, sin dolor. Otras, corría, sin rumbo ni destino, se abrigaba bien, y se zambullía entre el gentío y, simplemente, corría, con los ojos muy abiertos, fascinándose por todo y por nada. Otras veces “iba” al mar y nadaba desnuda, dejándose mecer por las corrientes, sin miedos ni tabúes. Incluso se había atrevido a husmear por el espacio exterior. Por las noches era un espíritu aventurero e intrépido. 
     Lamentablemente, por el día, su cuerpo permanecía atada a una cama, donde un accidente automovilístico la dejó postrada de por vida.

RELATO 9

Buscando

De niña buscaba a su padre en los bares. Cuando lo encontraba buscaba la manera de llevarlo a casa sin caerse.

De adolescente buscaba un niño guapo para novio. Cuando lo encontraba, buscaba la manera de enamorarse.

De mayor buscaba un empleo que la mantuviera en la gran ciudad. Cuando lo encontraba buscaba la manera de llegar a fin de mes.

Después se buscaba a sí misma. Cuando se encontraba, buscaba la manera de reconocerse.

Un día, cansada, dejó de buscar y sólo anhelaba no perder el próximo metro entre una masa de antiguos buscadores anónimos donde todos eran invisibles.

RELATO 10

UNA INSTATÁNEA

Esperábamos para subir al tren. 
Había un molesto murmullo y signos de impaciencia.

Finalmente comunicaron que nuestro vagón se aproximaba . 

De pronto interrumpieron esta alocución para dar una instrucción apremiante. Nos pedían abandonar la estación de inmediato por una amenaza inminente. 

En mi recuerdo quedó grabada una instantánea: semblantes angustiados, desesperanza en la mirada, el andar apresurado....

Me impresionó el silencio.

Conseguimos salir todos a tiempo, justo antes de la explosión. 

Un sonido ensordecedor precedió a la nube de humo negro e inmediatamente, sirenas de ambulancias y bomberos nos hicieron reaccionar. 

Nos descubrimos abrazados unos a otros... Llorando...En silencio.

RELATO 11

La novena distopía

Hacía unos meses que, según los informativos, seres procedentes de otro mundo se habían hecho los dueños del planeta. 

Sorprendentemente, nos adaptarnos a sus normas sin rechistar. Una de ellas fue prohibirnos mirarles, bajo pena de muerte.

En la última vacunación nos implantaron microchips GPS para que, al cerrar los ojos, pudiésemos continuar nuestro camino. ¡Qué detalle!

Nunca fui una mujer dócil, así que decidí mirar a la temible criatura arriesgándome a caer fulminada. Lo que vi fue un montón de operarios engrasando las articulaciones de un gigantesco humanoide marca Tesla.

Ahora lidero la rebelión de un ejército de insumisos.

RELATO 12

REBAJAS

Lo había visto en el escaparate de los Almacenes “La Moda” de calle Pez, mucho antes de sus anunciadas rebajas. Rojo y corto, ajustado a cintura con un bonito cinturón de hebilla.

Primer día de rebajas. Una avalancha humana corría hacia los almacenes. 

—¿Merece la pena esta pesadilla? —se dijo.

Un señor enclenque ajustaba, sin entusiasmo, el único abrigo rojo a la enorme cintura de su esposa.

—No le cabe, ¿no lo ve? —dijo desconcertada. 

La risa del hombre provocó que la señora se arrancara el abrigo y, tirando de su marido, lo pagó en la caja embistiendo al mundo.

RELATO 13

3 minutos / Una eternidad

Unos segundos, solo unos segundos y su vida se desmoronó.

No estaba a su lado, y la calle estaba atestada de gente.

Su hija de 3 años había desaparecido.

Gritó, corrió, su cara mostraba la desesperación mientras se chocaba con la gente, y buscaba a su pequeña.

Escucho un sonido familiar: “el puesto de los helados”.

Fue a empellones apartando gente, y cuando llego, allí estaba su niñita, tranquila jugando con otro niño.

Ella la abrazó y le dijo: 
“Sofía, no vuelvas a separarte de mamá entendido”.

Sus lágrimas brotaron sin parar, Sofía ya estaba a salvo.

RELATO 14

Ella

Ella era luz entre tinieblas, observadora y capaz de percibir cualquier movimiento que a los demás les pasaba desapercibido.
Aquella mañana el tren de cercanías descarriló. Ella lo supo unos minutos antes de morir aplastada por aquellos que tanto la admiraban y tan poco la comprendían. Aplastada por la masa.
Todos sus sentimientos y pensamientos se esparcieron por el vagón con aquel brutal golpe. Y hasta mí llegó su voz desde la lejanía y supe que la había perdido para siempre.

viernes, 7 de abril de 2023

RELLATOS SEMANA 151

 

Foto: autor anónimo 

RELATO 1

UNA LUZ EN EL CIELO NOCTURNO

Aquello no era vida. Luchó en la guerra, salvó vidas, pero también las quitó. A él mismo intentaron arrebatársela, por muy poco la conservaba, a cambio, perdió sus piernas. 
El cirujano logró salvarle, pero no devolvérselas. El que sí pudo hacerlo caminar de nuevo fue el herrero del pueblo, le fabricó unas ortopédicas con las que se podía hacer la ilusión de seguir siendo un hombre entero. Los terribles dolores, físicos y mentales, lo indujeron a hacerlo. Simplemente ¡desapareció! 
 ¿Cómo sin sus piernas pudo irse?, ¿Dónde estaba? Sus vecinos, semanas después, dijeron haber visto una luz extraña en el cielo.

RELATO 2

OMAHA - SACRAMENTO

El ferrocarril de la _Unión Pacific_, avanzaba a toda máquina atravesando uno de los territorios preferidos por Gallagher y su banda. El asalto al tren iba a ser inminente. Se divisaba a lo lejos la polvareda que levantaban sus caballos.

A Gallagher, le encantaba dinamitar personalmente las cajas fuertes de la _Western Unión._

Aquella tarde de verano, su vida iba a quedar marcada para siempre. Un defecto en la calidad de los explosivos hizo que detonaran antes de tiempo seccionándole las dos piernas.

Sus leales amigos, le salvaron de milagro la vida cargándolo malherido y huyendo con él del lugar.

RELATO 3

La novia y su flamante marido

Mary esperaba pacientemente en el registro civil de Tamesville. Teniendo en cuenta que Jonas había perdido las dos piernas en la guerra de Cuba, era normal que se retrasara.

Él decía que la vida le había quitado por un lado y compensado por otro. Que ella le había salvado y hecho sentir, de nuevo, un hombre entero.

A lo lejos vio llegar a su prometido portado por un par de amigos. Su carácter olvidadizo era responsable de que las prótesis siguieran en casa.

Allí continuaban cuando cruzaron el umbral como marido y mujer. 

Él en brazos de ella.

RELATO 4

Ad aeternam

Me gusta volver de vez en cuando y comprobar que todo sigue igual.

Me hace recordar cuando el sol de la mañana me despertaba y la alegría de ver a mi madre con su amorosa sonrisa aceptando el infortunio. Se me abría el alma y me sentía afortunado de haber nacido arropado por tan dulces brazos.

La casa no se vendió. En el pueblo pensaban que daba mala suerte. ¡Qué equivocados estaban!

Ahora, mi madre y yo andamos juntos para siempre, aunque me sigue gustando que me coja en brazos, ya sin esfuerzos, mientras beso sus ojos, ya sin lágrimas.

RELATO 5

DE MADRESELVAS, RUISEÑORES Y ENREDADERAS

El único superviviente regresó con preciosos tesoros del mar, convirtiéndose en el personaje más rico del lugar.

La hija del duque y el apuesto  joven se encontraban entre mágicas madreselvas, y el padre de ella los descubrió.

Constance fue encerrada en el torreón del castillo de altos muros, pues Edgard no dejaba de ser un plebeyo. 

A través de un ruiseñor se enviaban cartas, pero el noble se percató y ordenó matar todas las aves.

Lo pillaron trepando la gigantesca enredadera. 

Las nubes lloraban mientras Costance gritaba: “¡Padre, le cortasteis los pies y a mí me quitasteis la vida, malnacido”

RELATO 6

Aprender a caminar 

Pongo mi cuerpo en puertas vacías que nunca se abrirán.
Juego a la ruleta rusa con mis propios sentimientos, renunciando a un tiempo que nunca volverá.
Batallas perdidas sin lucharlas. 
Corazones desafiantes que no están disponibles. 
Entrego mi alma.
Espero lo mismo.
Hago lo posible ante la certeza de lo imposible.
Sí. Hay cosas imposibles. 
Y cuando el otro no está, no quiere, eso se vuelve inalcanzable.
Aceptar es liberarse.
Aceptar no es rendirse.
Rendirse es caer en la batalla.
Cuando no hay lucha, cuando no hay quien la pelee, surge la peor lucha del mundo, la lucha consigo mismo.

RELATO 7

EL HOMBRE SIN PATRIA

La patria del almirante Dubois había sido siempre su valor. 
De noble estirpe pero vividor empedernido, prefirió mezclarse con el pueblo francés y defenderlo en mil batallas, motivo por el cual, cuando su rey perdió la cabeza en la guillotina y a pesar de ser noble, los franceses le salvaron de una muerte segura e indigna.
De todas formas, su vida carecía de valor para él tras amputarle las piernas, pues sus excesos le habían causado estragos.
Ni siquiera las piernas postizas regaladas por el pueblo consiguieron devolverle su patria; su valor.
Abandonó este mundo un 16 de octubre de 1793.

RELATO 8

Elevación

Llevaba semanas postrado en esa cama. Soñaba con elevarse, escapar de su realidad. 

Una noche, al paso de una estrella fugaz, rompió el silencio de la habitación verbalizando su deseo. 

A la mañana siguiente, un par de piernas ortopédicas reposaban frente a él. Le encajaban a la perfección y le devolvieron la luz que su rostro había perdido desde el fatídico accidente. 

Su séptima jornada caminando sintió una sensación extraña. Sentado, comenzó a ascender poco a poco mientras su cuerpo se desvanecía. La elevación se estaba completando.

En la estancia, dos piernas conservan el misterio de su desaparición.

RELATO 9

LEGADO

Noté un golpe brusco, como si me cayera de la cama y al abrir los ojos vi delante mío esas piernas de madera que reconocí enseguida. Eran de mi abuelo Eugin. Un escalofrío recorrió mi espalda. Al incorporarme precipitadamente me agarré al armario, el cual se abrió y perdiendo el equilibrio, tropecé y caí inconsciente.
Me despertaron unos golpes en mi puerta. Me levanté horrorizado y miré por la mirilla. era el abogado de la familia que saltaba nervioso de un pie a otro. Al abrir la puerta me abrazó y me susurró al oído: eres rico.

RELATO 10

EL ÁNGEL VENGADOR

Sólo quería marcharme lo más lejos posible. No podía soportar más las palizas de mi padre.
A los once años tomé un escueto equipaje y escapé. Anduve y anduve hasta que los pies comenzaron a sangrarme. Pero eso no me detuvo. Anduve y anduve hasta que las llagas comenzaron a subir por mis pantorrillas. Y continué. Anduve y anduve hasta consumir mis rodillas.
Cuanto más caminaba, más mi cuerpo se iba deformando. En tanto mis piernas menguaban, mis brazos y escápulas crecían, acabando por convertirse en unas hermosas y gigantescas alas.
Entonces comprendí que había llegado el momento de regresar.

RELATO 11

Nieblas en el horizonte.

El azul del mediterráneo refleja la desvencijada casa de mi tia abuela, de paredes enmohecidas, telarañas y empolvados muebles.
Abro su album. Hay fotos del juego de dormitorio. Según su diario traídos por su prometido de Venecia. Igualmente un arcón. En él guardó su vestido de boda. Lo abro, se me deshace el encaje en mis manos.
Sorprendida encuentro cartas.  
Dice una: “Querido esposo, 
espero celebrar juntos el aniversario de nuestra boda.”

Antes de su matrimonio, naufragó el barco del novio. 
Corrió por el acantilado, perdió las piernas y el habla hasta su fallecimiento.

RELATO 12

DESPUÉS DE TANTOS AÑOS 

Po fin acabó todo!

Después de tantos kilómetros recorridos a pie, librando innumerables batallas, muchas cuerpo a cuerpo, tan crueles que me hacían mantener las náuseas hasta llegar al campamento para vomitar desfallecido.

Victorias y derrotas amparadas por motivos, que para mí eran un innoble despropósito.

Mi única motivación para no dejarme morir: 
La vuelta al hogar. Mi familia.

Al llegar por fin a casa, la encontré abandonada y derruída. Invadido por un sentimiento de soledad y tristeza insoportable, me despojé de mis armaduras y postrado en la cama, me abandoné a mi último sueño unido a mi familia.