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Foto: Robert Doisneau |
RELATO 1
Mis niñas
Sol y Luna, siempre juntas y siempre separadas.
Ora ríe una, ora se enfada la otra.
Sus vidas discurren por el mismo camino pero con envolturas diferentes.
Ambas adorables a su manera, no puedo decantarme por una de ellas.
Son parte de mis entrañas aunque cada una va a su manera.
Las quiero, sí las quiero ....soy su madre y me da igual como sean.
RELATO 2
Pensar poco, sentir mucho
Ellas insistían en separarse, pero una y otra vez el destino las volvía a unir.
La última vez que su separación duró un poco más, días en blanco y negro, la pena les impedía pensar, borrando el recuerdo de cualquier momento feliz.
El cielo y las calles perdieron su color, permanecieron grises, hasta ese día en que todo cambió, focos dorados de luz aparecieron en las calles por las que caminaban todos los días.
Después de verse, se abrazaron, se besaron, nunca más se separaron, porque a partir de ese día en sus vidas mandaron sus corazones, no la razón.
RELATO 3
La risa de mi hermana
De pequeñas, a Natalia le encantaba hacerme rabiar. La verdad es que yo me picaba por todo. Un pedo suyo era suficiente para que me pasara la tarde enfurruñada... Ella riéndose.
Aún no sé si me enfadaba con mi hermana o conmigo misma, por caer siempre en sus _"trampas"_. A veces pienso que lo que quería era ver su risa, que me embelesaba.
Ahora, viéndola intubada por culpa de ese conductor borracho, daría lo que fuera por que abriera un ojo y dijera: _¿45 añazos y sigues cayendo?_
Entonces dejaría que el aire de su risa me meciera para siempre.
RELATO 4
Cara y cruz
Lo habitual era verla reír, y morir de risa con ella.
No hacía falta mucho, una simple tontería y las carcajadas aparecían, su cara se convertía en la dicha plena, contagiándonos a todos escandalosamente.
Tintineo de campanitas, entre ahogos y espasmos, alegre alboroto, hipos y lágrimas cerraban el círculo.
Pero si se enfadaba, a veces por algo sin sentido, se tiraba de los pelos y se convertía en un pequeño monstruito. Una gotita de agua, algo ridículo, y era un gremlin, precioso y dulce, que no dejaba de hacernos reír.
RELATO 5
VALOR DE METRO CUARENTA
Me llamo Marieta y tengo acondroplasia, nombre raro para un cuerpo pequeño. Soy bajita, la más bajita de mi clase, de mi bloque, de mi barrio. No llegaré a más de 140 centímetros, con mucha suerte y algunas operaciones.
Primero me di cuenta de que mis amigas crecían y yo no. Después sentí las miradas de la gente por la calle...
Es difícil saberse distinto. Que te miren distinto, que no quieran bailar contigo...
Pero mis padres me han hablado siempre del mundo y sus posibilidades, nunca de mi altura.
Ahora pueden señalarme todos, yo sé que llegaré muy lejos.
RELATO 6
En busca de la felicidad
—Ella siempre llevaba puesta una enorme sonrisa, a menudo se encontraba soñando, su risa era contagiosa y su energía desbordante. La otra contaba con un carácter más serio, era ambiciosa, su mirada podía ser letal y su impulsividad era incontrolable. Ambas se casaron, una por amor y la otra por dinero. ¿Cuál crees que hizo lo correcto?
—La que se casó por amor, abuela.
—Eso pensaba yo hasta que tu tía Inés dejó de reír como solía hacer. Curiosamente tu tía Olga empezó a sonreír más. Tiene tan sometido a tu tío que este sigue riéndole todas las “gracias”.
RELATO 7
EL TEATRO DE NUESTRA INFANCIA
Deseábamos volver a casa, después de un largo día de playa. Queríamos seguir con nuestros juegos. Encerrados en la habitación, lejos de la mirada de los adultos, hacíamos volar nuestra fantasía.
Eran suficientes, un fular y una corbata de papá, dos palos de escoba, una sábana con la que construíamos una inmensa carpa y, con dos toallas de playa humedecidas y llenas de arena no sacudida, dibujábamos los límites de nuestro escenario. El público: nuestra imaginación.
Escenificábamos historias en las que descubríamos el amor, el deseo, la aventura, los desengaños, las traiciones, el perdón...
Después de aquellos veranos...
Crecimos.
RELATO 8
TICK TOCKERS
Ay hija, que pechá de niños tengo.
¿Qué te pasa?
¿No lo ves? Ahí, enrabietao por un capricho. No para.
Anda mujer, si es lo normal, mira, ahí está también mi Moana Francisca, fíjate que cara de mala.
¡¡Tyrion Alberto!! ¡¡Para ya!! Herodes bendito, aparece y llévatelo (reza bajito)
No le grites, te voy a dar el remedio para que pare.
¿Sí? Dime, dime…
Observa a mi hija: Moana Franciscaaaaa, ¡¡foto, para el instagram!! ¿Ves? En menos de un segundo le he tomado dos fotos, la de la izquierda, de cómo es habitualmente, la de la derecha… ¡¡para el ticktock!!
RELATO 9
Dos Hermanas + una
- Eris, hoy es día de salir a jugar, ¿dónde está Ezis ?
- ¿Y a mí qué me cuentas, estará tirada en una rincón llorando, yo qué sé?
- Pero es que tenemos que salir, y ella es tan importante como nosotras.
- Eufrósine, déjate de tonterías como va a ser la sorbemocos esa importante.
- ¿Cómo que no? Sin ella no aprenderían a ser felices, pues no sabrían empatizar con el dolor ajeno.
- Venga vale, pero la llevas a rastras tú, que si no le meto un sopapo.
- ¡¡¡Vale!!!. Que ilusión visitar a los humanos todas juntitas, que bien lo vamos a pasar.
RELATO 10
Inseparables
Siempre tenía ideas, yo las ejecutaba:
— ¡Me cortarán el cabello!
— Súbete al árbol.
No podía bajarme.
Tocaba vacunarse. Me llevó al granero; estuvimos metidas en unos sacos, nos buscaron por todo el pueblo.
Estaban pintando la casa.
Madre le dijo:
— Voy a salir, cuida de tu hermana.
Ella inventó un juego: ponerse un aro en los piernas y caminar con el bote de pintura en la cabeza. Naturalmente me caí. El pelo me quedó rosado. Estuve un año con un gorro.
Le mandaron a un internado. Regresó como toda una señorita fina.
Sin embargo me guiñó un ojo.
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