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Foto: Shutterstock, Inc |
RELATO 1
Cada semana propongo una foto y, cada fin de semana, votamos entre todos y elegimos los cinco mejores relatos 🥇🥈🥉❇️❇️. Este es el resultado desde que empezamos con el primero el día 5 de abril d.c. (después del coronavirus).
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Foto: Shutterstock, Inc |
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Foto: Robert Capa |
RELATO 1
EL VIAJE DE PAPÁ
Llevaba dos días afanada, con ventanas y puertas cubiertas por lonas y sábanas. Tres veces tocaron a la puerta, y tres veces tuvo que abrir, para no levantar sospechas.
-¿Sí? ¿Qué desea?
-¿Está tu marido?
No, salió anteayer a visitar a unos amigos, al otro lado del país. ¿Le digo algo?
Repitió la misma excusa, no fueran a pillarla en la mentira.
Cuando tuvo todo cortado, envuelto y metido en las maletas, (unas nuevas) se afanó en limpiar toda la casa. Hubo de dar seis viajes al lago, pero no le importó… Nunca más volvería a tocar a su hijito.
RELATO 2
Decisiones de vida
¡¡¡Mamá, mamá!!!
¿Por qué vas tan deprisa? Espera...no puedo seguir tus pasos y temo soltarme de tu vestido y perderme.
¡¡¡Mamáaaaaaaa...!!!!
Aún resuena en mi cabeza ese grito a mi madre a pesar del tiempo transcurrido.
Esa huída desesperada dejando mi casa, mi padre, mi familia, marcó mi infancia y cambió mi vida.
Era demasiado pequeño para entender el porqué de esa decisión. Tan sólo podía pensar en lo que dejaba atrás: mi caballito de madera, mi perro, mi padre...mi padre...
Ya de mayor entendí sus razones y las compartí...ahora soy fiscal contra la violencia de género.
RELATO 3
El Camino
El sendero marcado por la extensa tela del destino me enredó entre sus pliegues más retorcidos, hundiéndome en el pozo de la adicción.
Era un barco que navegaba dando bandazos en el mar oscuro, en el cual las olas de la perdición me llevaban a torbellinos insalvables.
Irremediablemente la costa que vislumbraba eran los fríos barrotes de la cárcel. Un atraque final, en los muelles de la muerte.
Desperté entre despojos.
Un faro alumbró, guió mi nuevo camino. Rescatado por las blancas, tiernas manos de mi madre. Volví a ser su niño. Volvimos a viajar, entre cristalinas nubes de ilusiones.
RELATO 4
LA EXCURSIÓN
“Hoy toca salir de excursión otra vez”. Lo normal sería regresar a casa, pero nosotros llevamos mucho tiempo yendo de un lugar a otro y nunca acabamos de volver.
Todo cambió casi sin darnos cuenta. La vida, que transcurría con calmosa placidez, fue dando paso a un maremágnum convulso donde no sabíamos qué sería de nosotros en las siguientes horas. Ahora todo parece un sueño, un paraíso perdido que no volveremos a disfrutar.
“Hoy toca salir de excursión otra vez”, dice Mariem al pequeño Yussef.
Soy una maleta desvencijada que contiene, como bien más preciado, una foto del añorado Ahmed.
RELATO 5
LOS JUGUETES ROTOS
El niño inventaba sus juguetes con desechos hallados, los fabricaba incluso para sus amigos.
Había creado un mundo de fantasía en su habitación.
Cuando su madre descubrió el desorden extendido sobre el suelo, metió los pedacitos en una maleta y la cargó sobre su cabeza para tirarlos.
El niño, junto a su madre, iba taciturno mirando las nubes, imaginando cómo recrear su mundo roto.
Entonces, un arrebol de nube violeta le susurró al oído:
—Tranquilo, no te preocupes. Podrás reciclar todo cuanto desees, una vez has aprendido una destreza nunca la olvidas.
No te desprendas jamás de tu poder creador
RELATO 6
27 LINGOTES
Cuando mi vieja murió ya me había dejado en herencia todo lo que era.
Su valentía la heredé a los 5 años. Cogido de su falda, recorrimos andando los 15 km que nos separaban de Boston.
Su alegría, mamando de su pecho mientras cantaba y hacía reír a cualquiera. Y fue siempre mi mentora en ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.
Abro su última herencia, el contenido de una maleta que ocultó hasta la fecha: 27 lingotes de oro.
Encima de ellos una nota: "La bondad, la alegría y la valentía necesitan de la humildad".
RELATO 7
Nacimiento de una vocación
A menudo me vienen imágenes de ese día.
“Estoy jugando en mi cuarto cuando alguien golpea la puerta de entrada.
Visitante. Voces.
Mamá suena diferente, está asustada.
Maletín pesado. Cafetera.
Me aproximo lentamente hacia la cocina para ver qué está pasando.
Lejía. Desplome.
Mamá corre a detenerme, pero consigo ver al señor que yace en el suelo con una expresión espantosa.
Sangre. Muerte.
Mamá dice cosas que no entiendo: Chantaje, documentos de propiedad, remedio...
Limpiar. Paseo”
Lo supe, algo dentro de mí cambió. Habrían más asesinatos en mi futuro y yo sería el encargado de ejecutarlos.
RELATO 8
1929
Dejamos atrás la aridez de los campos, la sequedad de los caminos, la casa polvorienta, los cristales rotos, la brutalidad y el maltrato, su aliento a alcohol y su cobardía.
Merecemos una vida mejor hijo mío, la oportunidad de salir adelante. No necesitamos nada, solo huir de aquí lo antes posible.
Dicen que este es nuestro destino, la verde tierra donde el sol se oculta bajo el mar. Miro alrededor y somos muchos en la carretera. Los semblantes son de desesperanza. No tenemos nada que echarnos a la boca, ni donde dormir.
Nosotros somos fuertes hijo mío. Saldremos adelante.
RELATO 9
Buscando mi paraíso perdido
Mi camino comenzó el día que nací, tardé en encontrar el rumbo.
Me adapté a todo lo que la vida me tenia destinada.
Me dediqué a ellos.
Fui la hija silenciosa.
La esposa que la sociedad me impuso.
La madre que iba en contra de sus propios ideales.
Durante años olvidé mi esencia, lloré ríos, respiré aire prestado.
Supe demasiado tarde que tan solo yo podría salvarme. Emprendí mi huida.
Dejar aquel infierno, buscar mi vida, la que me robaron.
Al fin he recuperado la identidad que me fue arrebatada.
Vuelvo a ser mujer, persona y madre.
Sé quién soy.
RELATO 10
LA MÁQUINA DE ESCRIBIR CUENTOS
Recuerdo cuando me contabas que un ogro malvado nos tenía encerrados en una cabaña destartalada. Con tu máquina de escribir cuentos, llenabas nuestro cautiverio escribiendo historias que después me leías y escenificábamos pintando caritas en nuestros dedos. Al anochecer la escondías en el armario antes de que llegara el ogro malvado y nos viera jugando. Nunca logré verle. Para evitar que tuviera contacto con él me enviabas pronto a la cama. Ahora, mientras te cuido, mamá, recuerdo aquella mañana que el ogro malvado no despertó. Momento que aprovechamos para escapar los tres: tú, yo y la máquina de escribir cuentos.
RELATO 11
Ajuste de cuentas
Mientras mi madre cocinaba en el bar de James Fitzpatrick, yo jugaba en el office, deseando que terminara su jornada.
James era un hombre asqueroso que siempre tenía un puro en la boca. Aunque solo tenía cuatro años, sabía que no era trigo limpio.
Aquella noche, mientras jugaba una tensa partida de poker con sus compinches, se oyeron gritos acallados por ruidos secos, que rompieron el silencio para luego hacerlo más intenso.
Después de asomarse al salón, mi madre me ordenó calzarme mientras ella abría la caja fuerte.
Solo sé que salimos de allí con nuestro futuro en una maleta.
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Fotografía Ansel Adams |
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Foto: Vijay Talapatía |
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Foto: Walker Evans |