EL ASTRONAUTA
- Aquí me tiene, Madame. ¡A su servicio y dispuesto a marchar!
- ¿En serio, mon ami? ¿A dónde piensa ir con este traje? ¿No será por el Covid-19?
- No Madame, me voy a la luna...
- Mon Dieu! Mon cher ami! Si le he pedido "la Luna", era una metáfora, pero no por Dios que vaya a la luna.
(Oh la la! Estos hombres... ¡Qué cándidos son!).
RELATO 2
¿QUIÉN ES ÉL?
Nunca supe quien fue mi padre. Esta mañana, enterré a mi madre. Antes de morir, me entregó una foto y me dijo:—Ahí tienes la respuesta, a la pregunta que nunca me hiciste.
RELATO 3
Doña Juana, está usted resplandeciente hoy. Pero, por favor, podríamos trabajar sin este individuo a su lado. Le agradezco profundamente haberme escogido para pintar este retrato pero mi mano no me responde. La fealdad de vuestro acompañante me perturba.
Querido Emilio, ¿qué es la fealdad? El arte es provocar emociones. Nada que ver con la estética. Quiero que me pintes con él. Mi apicultor encarna la belleza de la vida.
Perdóneme, señora. Mis ojos de artista están dolidos con esta visión. Pero, a sus órdenes.
Hoy este cuadro es una de las joyas del Museo del Louvre en París. El pintor, después de esta obra maestra, no pinto nada mas. Nadie le contrató.
¿Belleza? ¿Fealdad?
RELATO 4
EL COMPROMISO
Tenían una relación desde hacía años... Pero Marie dudaba de sus sentimientos. Él era frío y calculador. La fecha de la boda se aproximaba. Se citaron para la foto de compromiso.
Pero antes, Marie tuvo una seria conversación con él. Cuando se vieran el estudio, a ella tenían que despejársele sus dudas.
En el momento en que él entró en la sala, ella vio la profundidad de su amor.
RELATO 5
UNA PEDRÁ.
Lola se está empolvando la nariz, pensando "Para que me habré puesto tan mona, miedo me da mi Manuel, a ver con que ideítas me viene. Un ruido le sobresalta: ¡Manueeeeeeeel! ¡¿Pero qué llevas puesto alma de Dios?! Si ya me lo decía mi madre: Lolita a este chico parece que le han dao una pedraílla). Manuel se agarraba el casco de buzo después del golpetazo al atravesar la puerta olvidándose de sus nuevas dimensiones craneales; como si nadie lo hubiese visto y disimulando dice: Lola, Amor, aquí me tienes, no dirás ahora que nuestro matrimonio es previsible ¡Vamooooooooos! Se apoya en el primer mueble que encuentra diciendo TACHAAAAAAN). Lola: ¿Una pedrailla?, madre mía, una auténtica pedrá,...y en toa la cabeza. .) Click.
RELATO 6
Recuerdo perfectamente cuando entraron, joviales, sonrientes, felices en mi estudio. Era una tienda donde los turistas se hacían fotos ataviados de gitanas, toreros, vaqueros, astronautas... Me sorprendió que quisieran hacerse un retrato de esa guisa, pero quién soy yo para inmiscuirse en la vida de los demás.
De los vestuarios, salió ella primero y, sin mediar palabra, se largó dejando sobre el mostrador una nota que rezaba: Adiós papanatas y cuando seas un poco más adulto, búscate otra novia.
RELATO 7🥇
Conocí a Margaret Twain, en Brooklyn, New York en 1880. John Scott servía en la brigada de escafandristas que se ocupaba de la inspección de los fondos marinos, debido a los continuos sabotajes con explosivos en aquellos años tan convulsos.
Recuerdo el accidente de aquella primavera de 1887, a Margaret corriendo por el dique portuario en busca de John, desencajada, con una expresión de terror e incredulidad que jamás olvidaré. La fatalidad quiso que dejara de funcionar el suministro de aire a su escafandra y no hubo tiempo material de hacer nada por salvar su vida. Margaret se tiró a mis brazos pidiéndome una explicación pero no supe qué decir, en el fondo todos sabíamos del peligro, pero nunca hablábamos de ello.
Algunos meses después de aquella tragedia, en la que perdí a mi gran amigo de infancia, recibí la visita de Margaret aún con la mirada perdida. Me pidió que la acompañara para hacer una sesión de fotografía a la que... no me pude negar.
RELATO 8
MUNDOS ABISALES
Era Cafandra una mujer adelantada a su tiempo. Desde pequeña soñaba con otra vida anterior, en la cual había sido sirena. Dividida entre pez y humana, buceaba junto a los seres abisales. Su deseo le llevó a diseñar un traje para surcar las profundidades del mar... y lo consiguió. La inventora quiso mostrarlo al mundo, aunque no era fácil. Si se retrataba con la indumentaria puesta, no la reconocerían... ¿Cómo hacer historia? Una noche tuvo un sueño extrañísimo: en una vida futura estaría confinada en casa y, ante la desidia, se retrataría con su hermano Buzz...Al despertar, lo tuvo claro:llamaría al retratista y replicaría aquella imagen onírica... Y así, como ves, es Cafandra, la que hizo historia... y su hermano Buzz o... ¿quién sabe?
RELATO 9
A la mañana siguiente de aceptar el trabajo de su extravagante cliente, Andrew entraba en aquella mansión.
Mientras atravesaba el umbral de la puerta, precedido por el mayordomo, sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Ya lo había sentido en otras ocasiones y se temió lo peor.
Por la tarde, en su cuarto de revelado, lo peor se confirmó. Tampoco podría cobrar por aquel encargo.
¿Quién era la mujer cuya imagen aparecía últimamente en los retratos de sus clientes?
¿Qué quería de él?
RELATO 10 🥉
El buque del Cabo Marino Aguado está a punto de zarpar del puerto de Cádiz cuando éste se presenta ante su Sargento, tambaleante, desaliñado, vestido de escafandrista con el casco bajo el brazo…
El Sargento: Pero…¡Cabo aguado! ¿Qué hace usted con escafandra en semejante estado?
Marino Aguado: No he podido evitarlo….Se lo puedo explicar mi sargento… Me he visto obligado a casarme y…
S.: Pero, ¿Qué dice? ¡Si usted ya está casado Cabo Aguado!
M.A.: Por eeeso, por eeeso lo digo…Mi mujer y mis hijos no pueden enterarse
S.: ¡No tiene usted remedio Cabo aguado!
M.A.: ¡Me han tendido una trampa!...Pepe el tabernero, su mujer y la Antoñita!... Salí de la taberna de madrugada y allí estaban los tres esperándome en la calle, bueno… los 4 porqué la Antoñita llevaba un niño en brazos…El tabernero me dijo “esta vez no te irás sin pasar por el altar” me cogió por un brazo y su mujer por el otro, la Antoñita y el niño iban por delante…El cura nos esperaba en la iglesia y claro…¡no tuve más remedio!... ¡Después la Antoñita se empeñó en que quería una foto de boda!...Fue cuando se me ocurrió lo de la escafandra…
RELATO 11
No habíamos aprendido nada. Después de la peste de 1834 todo el mundo tenía en su alacena alguna mascarilla. Pero nos fuimos relajando y aquel fatídico día, cuando me uní en matrimonio con ella, ya estaba enferma. Me odió el resto de su vida ....tres semanas en las que no pude tocarla, no pude olerla...pero estuve a su lado.
Cuando me quitaron la escafandra mi cara no era la misma...y tampoco lo era mi alma.
RELATO 12
Desde el momento que lo vio aparecer vestido de buzo para la foto de bodas, se percató del enorme fracaso que había supuesto su noviazgo de cinco años con Federico y en la tremenda tesitura de qué hacer en los próximos días previos a la ceremonia nupcial.
Ya se lo advertía su madre: "Lolita, deja de salir con ese botarate que sólo va a reírse de ti..., búscate a un hombre formal, serio y decente con el que no te falte de nada..., mira que ese es una cabra loca que cuando despachurre el poquito dinero dinero que el padre le ha dejado de herencia, te va a tocar a ti mantenerlo sirviendo o cosiendo".
¡Puñeta!: que va a llevar razón mi madre, ¿qué porvenir me espera a mi con este tarambana?
!Ay, que me arde la cabeza y el retratista que no termina de disparar!
Definitivamente, ya lo he decidido: ¡no me caso con él! Y, ahora mismo, lo mando con su madre que lo ha parido; porque yo a este aventado no lo quiero a mi vera.
RELATO 13
Corría el año 1869, cuando se publicó una novela que sorprendió a la sociedad de aquella época. Para imaginarla, su autor se inspiró en alguno de los inventos de Gregorio Sempere, mi marido, que nunca recibió ni un mísero Franco por su inestimable colaboración.
Llevado por la ira, pero escondido detrás de su enorme timidez, mi Gregorio quiso dejar constancia de que fue él quien primero imaginó a los seres humanos bajando a las profundidades marinas. Una mañana, días antes de la publicación de aquella obra, se citó con un retratista llevando puesto el traje que con tanto esmero había diseñado.
Mi cara era un poema.
¡No te lo perdonaré jamás, Julio Verne, jamás!
RELATO 14 🥈
Esa misma tarde, se sumergió en las profundidades para no volver jamás. Teodoro, el hijo que esperaban, no conoció a su padre; ni tan solo supo nunca qué cara tenía a pesar de la fotografía que se hicieron sus padres el mismo día de la fatal desaparición. Todo el mundo le decía que eran como dos gotas de agua... Teodoro vació la pecera, se la encajó en la cabeza y cerró los ojos apretándolos muy fuerte. Tan fuerte, que imaginó a su padre... entre gotas de agua.
RELATO 15
Le conocí deambulando por las profundidades y me enamoré. Él era y es feliz en ese silencio y esa calma.
Y a mi me hace feliz cuando se adentra en mí, mojandolo todo, en silencio y en calma.
RELATO 16
Cuando te vuelva a ver ya no estaré enfadada, he ido acumulando amor desde el día en que te fuiste, y son dos años ya, imagínate. Miro nuestra última foto todas las tardes en la soledad de nuestra salita, cierro los ojos, pongo música y vuelvo a aquella noche y a nuestro último baile y te quito la escafandra y te beso con todo mi amor acumulado, ese, que no te supe dar aquel día y el último compás me hace volver de mi ensoñación y descubro que las cosas del pasado que entonces ni siquiera sospechaba que eran la felicidad, sí lo eran.
RELATO 17
- Disculpe, señorita. ¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta aquí?
- Ay, ¡qué joven más gracioso! Acaba de aparecer de la nada en mi salón.
- No, esto no tiene gracia; hace un momento estaba en la cubierta del barco antes de la inmersión.
- Me temo que por aquí no hay barco alguno.
- Me esperan, he de cumplir una importante y urgente misión.
- Me temo que no puedo ayudarle en su diligente misión.
- Eso me temo yo también.
- Sí puedo invitarle a tomar el té con la familia si usted gusta de nuestra hospitalidad.
- A falta de barcos, buenas son las tazas de té.
- Con el debido respeto, deberá usted retirarse la escafandra; de lo contrario, le sería muy difícil beber.
- Hágase; a falta de barco para cumplir con mi deber, el té al que usted me ha invitado gustosamente voy a beber.
RELATO 18
UNA FOTOGRAFÍA
Subir, subir, mantener la flotación,
sublime explosión,
armarios, mesas, cubiertos y mantelería se alejan ingrávidos,
a la deriva lo cotidiano,
el enorme peso de lo más cercano.
Yo testiga, yo juez de línea,
bruja maligna, hada patética,
extensión de una silla:
son mis asuntos con la mimética.
RELATO 19
Fue una época feliz. Conocí a Leonor con apenas diecisiete años y viví la libertad. Ella era libre, sus cabellos no entendían de lazos ni ataduras. Si acaso, en nuestros paseos silvestres, alguna flor adornaba sus ondas que se mecían con el viento.
Con los años fuimos descubriendo nuestros cuerpos, al sol. También descubrí mi otra pasión, las aguas marinas. Y sumergirme con Leonor a mi lado.
Ella era de familia humilde. Yo de las más ricas de la villa. No importaba, en la desnudez de las olas. Pero sí en mi mundo, sí a mi familia. Hoy, junto a Angustias, llevo la vida que corresponde y me aíslo de las gentes y de Angustias, y de las aguas que me recuerdan dolorosamente a Leonor, preso en un traje de buzo.
RELATO 20
LA NIÑA DE MIS OJOS
Él llegó a su vida en época de cuarentena, a fines del XIX, con una España, sobre todo Norte y Sur, azotada por el cólera, una pandemia que cercenó muchas almas, pero no pudo con el amor.
Fue a primera vista, y él, dedicado a investigar las profundidades marinas, se adentró en las del amor incondicional.
Para esquivar la epidemia y el contagio de su amada, no se lo perdonaría nunca, tuvo a bien aprovechar el traje de faena como precaución.
La pidió en matrimonio, más pronto que tarde y tras el enlace fueron al estudio fotográfico Wandre, sito en calle Puerta del Mar, como no, esquina calle Panaderos, en Málaga. De ahí está bella foto, testigo de su amor: - Te amo, dijo él, clavando en ella su ojo de buey.
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